Resumen
Introducción
Sindromes cardiovasculares
Diagnóstico diferencial
Etiología
Síncope cardíaco
Diagnóstico diferencial
Sindrome de insuficiencia cardiaca
Diagnóstico etiológico
Diagnóstico diferencial de la insuficiencia
cardíaca
Síndrome de hipertensión arterial
Sindrome doloroso precordial
Síndrome de shock o choque
Sindromes valvulares cardiacos
Síndrome de arritmias
Síndromes pericárdicos
Síndrome miocardiopatía
Sindrome endocarditis
Síndrome de hipertensión venosa
Sindrome cardioembólico
Bibliografía
Resumen
Nuestro propósito al realizar este trabajo es
ofrecerle fundamentalmente a los estudiantes de medicina,
así como a los residentes de medicina interna un material
de consulta, además encontrarán orientaciones
claras y precisas sobre el diagnóstico diferencial de los
síndromes cardiovasculares, lo cual le facilitará o
ayudará a la hora de realizar las discusiones
diagnóstica en las salas de medicina o áreas de
salud. En este
material abordamos los síndromes cardiovasculares
más frecuentes en la práctica clínica, y de
ellos revisamos el concepto,
clasificación, cuadro clínico, diagnóstico
etiológico y diferencial. Es el resultado del esfuerzo de
varios especialistas que han puesto su experiencia y
conocimientos a su disposición; estamos seguros que
también le serán de mucha utilidad a otras
especialidades afines.
Introducción
Ya que la medicina clínica comienza con reconocer los
síntomas y signos del
enfermo, luego se plantean el síndrome o los
síndromes que presenta el paciente, para poder orientar
la discusión diagnóstica y finalmente llegar a
detectar la enfermedad que lo aqueja y su etiología; sin
embargo, este proceso no
siempre es fácil y requiere de conocimientos que el
estudiante o médico debe dominar antes de ver a los
pacientes.
El diagnóstico ha sido, es y será siempre un
reto intelectual fascinante para los médicos, y una fuente
inagotable de satisfacciones en su vida profesional, siempre y
cuando se dominen sus bases y procedimientos.
El diagnóstico es una de las tareas fundamentales de los
médicos y la base para una terapéutica eficaz. En
sí mismo no es un fin sino un medio, e indispensable para
establecer el tratamiento adecuado. Hay quienes lo señalan
como la parte más importante del trabajo médico,
pero a pesar de eso conlleva muchas dificultades cuando se
explica y se enseña cómo realizarlo. Se ha
planteado que "en los programas y
planes de estudios no se brindan conocimientos detallados de
cómo se efectúa el razonamiento diagnóstico
y los estudiantes lo aprenden empíricamente
viéndolo hacer y copiando de residentes, especialistas y
profesores." Como el diagnóstico es, sin duda, la piedra
angular de la medicina, dominarlo y conocerlo tiene que ser la
finalidad esencial de todo médico. El
diagnóstico –derivado
etimológicamente del griego, día: a
través; gnignoskein: conocer– es la
identificación o el
conocimiento de la enfermedad, es decir, el juicio por el que
se afirma la existencia de un determinado proceso morboso que se
distingue de otros procesos
morbosos con los que puede guardar analogía, es decir que
al plantear o pensar en un diagnóstico, hay que hacer el
diagnóstico diferencial, en que el médico
compara los síntomas del enfermo con los de aquellas
enfermedades
más similares, precisando mentalmente las analogías
y diferencias, hasta diagnosticar aquella enfermedad cuyos
síntomas coinciden casi exactamente con los del paciente
que se estudia.
Mientras que el término síndrome (de la
palabra griega syndrome "simultaneidad") se
definió originalmente como estado
caracterizado por un conjunto específico de signos, luego
se amplió para designar las complejidades especiales y, en
ocasiones, indefinidas (¿características del
síndrome?) de enfermedades ya designadas. La
utilización de la palabra solía tener un carácter provisional, con la esperanza de
que una vez confirmado ese estado, se remplazaría por un
término más preciso. En la actualidad entendemos
por síndrome un grupo de
síntomas y signos que se presentan formando un conjunto
clínico que le da individualidad, pero que puede obedecer
a múltiples causas. Por ejemplo el síndrome
ictérico, el síndrome hemolítico,
etcétera. No debemos confundirlo con enfermedad o entidad
nosológica en la cual el conjunto sintomático se
debe a una sola causa.
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