(26) La informática está llevando a una
confusión creciente entre lo real y lo virtual, un
verdadero ejemplo de alienación científica,
aún más sorprendente cuando a dichos modelos se les
otorga una existencia fáctica y se organizan encarnizadas
disputas académicas en torno a ellos.
Las simulaciones informáticas de fenómenos
complejos, como los demográficos y los
meteorológicos, están conduciendo a conclusiones
disparatadas y catastrofistas sobre la evolución pasada y futura del clima mundial. En
1972 apareció uno de los primeros y más absurdos
ejemplos cuando uno de los tinglados de Rockefeller, el
denominado "Club de Roma",
publicó su primer informe, "Los
límites
del crecimiento" redactado por un equipo dirigido por Donella y
Dennis Meadows y Jorgen Randers que trabajaba en la dinámica de sistemas creada
por Jay W. Forrester en el MIT. Entre otras cosas, auguraba el
agotamiento de los recursos
naturales para 2030. Estos videojuegos no
son ciencia pero
llenan los titulares de los periódicos, que es su objetivo.
(26b) Primer ensayo sobre
la población, Alianza Editorial, Madrid, 1993,
pg.53. Malthus aludió al espectacular incremento de la
población en Estados Unidos a
finales del siglo XVIII, cuyo crecimiento se debía a la
emigración; no era, pues, un aumento de la
población sino un traslado geográfico de la misma.
Hoy el maltusianismo es otro videojuego utilizado para lanzar
periódicamente esas amenazas apocalípticas que
entusiasman a sus altavoces: vid. H. Charles J. Godfray y otros:
Food security: The challenge of feeding 9 billion people, en
Science, vol. 327, 12 de febrero de 2010, pgs. 812 y stes.
(27) La filosofía de Henri Bergson, Espasa-Calpe,
Madrid, 1972, pg.105.
(28) Pierre Trémaux: Origin et
transformations de l"homme et des autres êtres, Paris,
1865.
(29) Die Hypothese der Keimgangmutationen, en
Acta Biotheoretica, 1936, vol.II, pgs.23 y stes.
(30) N. Eldredge y S. J. Gould: Punctuated
equilibria; an alternative to phyletic gradualism, en T. J. M.
Schopf (ed.): Models in Paleobiology, Freeman, Cooper and Co.,
San Francisco, 1972, pgs.82 a 115; de los mismos autores:
Punctuated equilibria: The tempo and mode of evolution
reconsidered, en Paleobiology, vol.3, 1977; W. A. Berggren y J.
A. Couvering (eds.): Catastrophes and Earth history, Princenton
University Press, 1977; y Derek Ager: The new catastrophism. The
importance of the rare events in geological history, Cambridge
University Pres, 1993.
(31) Goulven Laurent: Paléontologie et
évolution en France. De Cuvier et Lamarck a Darwin, Paris,
1987, pg.109.
(32) Carlos Seoane (ed.): De la nada al hombre. Una
historia de
nuestro origen, Diputación Provincial de Ciudad Real,
1991.
(33) Física, Gredos,
Madrid, 1998, pg.111; Metafísica, Sarpe, Madrid, 1985, pg.114. En
biología
la nada es tan milagrosa en la creación como en la
extinción de las especies. Como tendremos ocasión
de comprobar, las explicaciones usuales de las extinciones son
otros tantos supuestos de creacionismo inverso. No hay
transformación ni tampoco herencia: los
dinosaurios
como los neandertales desaparecieron misteriosamente sin dejar
ningún rastro, salvo fósiles. Habrá que
tener en cuenta si es cierto lo que afirmaba un viejo
materialista romano: "Nada puede a la nada reducirse, ni cosa
alguna hacerse de la nada" (Lucrecio: De rerum natura,
§855).
(34) Los principios de la
naturaleza y
de la gracia, Porrúa, México,
1977, pg. 64; Monadología, §74.
(35) Eugenio Frixione: De motu propio. Una
historia de la fisiología del movimiento,
Siglo XXI, México, 2000; Skinner se
refiere a esto, si bien emplea una típica noción
restringida de movimiento: "La conducta es una
característica primaria de las cosas vivas. Casi la
identificamos con la vida misma. Podemos llamar vivo a todo lo
que se mueve, especialmente cuando el movimiento tiene un sentido
o actúa para cambiar el medio
ambiente. El movimiento añade verosimilitud a
cualquier forma de manifestarse un organismo" (Ciencia y conducta humana,
Fontanella, Barcelona, 1977, pg.75).
(36) La evolución creadora, Espasa-Calpe,
Madrid, 1973, pg.36.
(37) E. O. Wilson: Sociobiología. La nueva
síntesis, Omega, Barcelona, 1980, pg.3.
(38) La evolución creadora, cit.,
pg.263.
(39) Engels, enciclopedista de la ciencia
marxista, en Engels y la ciencia marxista, Paidós,
Buenos Aires,
1975, pg.197.
(40) J. Müller: Tratado de
fisiología, Madrid, 1846, tomo I, pg.15.
(41) Anti-Dühring, Grijalbo, México,
2ª Ed., 1968, pg.70.
(42) Teoría
de la naturaleza, Tecnos, Madrid, 1997.
(43) Über die Entwiklungsgeschichte der
Tiere, Königsberg, 1828, pgs.224 y stes.
(44) I. Kant: Crítica
del juicio, Espasa-Calpe, Madrid, 5ª Ed., 1991, pg.371.
(45) Crítica del juicio, cit., pg.346.
(46) Edgar Morin:
Introducción al pensamiento
complejo, Gedisa, Barcelona, 1995, pg.51
(47) Kant, Crítica del juicio, cit.,
pgs.327 y stes.
(48) Lamarck: Histoire naturelle des animaux sans
vertèbres, Paris, 1815, tomo I, pgs.31 y stes., 53 y stes
y 156-157; y Müller: Tratado de fisiología, cit.,
tomo II, pgs.139 y stes.
(49) M. J. Puertas: Genética.
Fundamentos y perspectivas, McGraw-Hill, Madrid, 1991, pgs.3,4 y
51.
(50) Le hasard et la nécessité.
Essai sur la philosophie naturelle de la biologie moderne, Seuil,
Paris, 1970, pg.146.
(51) Investigaciones
fisiológicas sobre la vida y la muerte,
Madrid, 1827, pg.14.
(52) Dialéctica de la naturaleza, Akal,
Madrid, 1978, pg.235.
(53) C. H. Waddington: Biología hoy,
Teide, Barcelona, 1967, pgs.138-139.
(54) Recientemente y en muy pocos años han
caído dos de los más grandes dogmas de la
biología según los cuales las células
cardiacas y neuronales no se regeneraban y, por lo tanto, que
nacemos y morimos con el mismo cerebro y el
mismo corazón.
En abril de 2009 investigadores suecos descubrieron que las
células cardiacas se renuevan durante la vida. A los 25
años, alrededor del uno por ciento de las células
cardíacas se renuevan anualmente, y ese ritmo cae a menos
del 0"5 por ciento anual a los 75 años. Esto significa que
alrededor de la mitad de las células del corazón se
renuevan a lo largo de la vida. Lo mismo sucede con las neuronas.
En 1905 Ramón y Cajal vaticinó la
degeneración y regeneración del sistema nervioso,
publicando numerosos artículos que fueron resumidos en su
obra "Estudios sobre la degeneración y regeneración
del sistema nervioso". No obstante, hasta hace poco tiempo se
consideraba que la regeneración de las neuronas era un
fenómeno que ocurría en algunos vertebrados pero no
en la especie humana. En 1998 el investigador español
José Manuel García Verdugo y el mexicano Arturo
Álvarez-Buylla demostraron que existe la
neurogénesis en el cerebro humano, obra de células
madre neuronales con las características propias de los
astrocitos, células en forma de estrella que garantizan el
funcionamiento de las neuronas. No sólo confirmaron la
existencia células
madre neuronales sino que los precursores de las neuronas son
capaces de desplazarse. La fuente de las células madre
neuronales está en la zona subventricular y las nuevas
neuronas emigran hasta el bulbo olfatorio. El genoma es el
último reducto de la metafísica que se resiste a
entrar en la dinámica y el cambio.
(55) Siguiendo a Bergson, el químico belga
I. Prigogine puso de moda este dilema
bajo la forma de una supuesta "flecha del tiempo" o
irreversibilidad temporal. Pero el tiempo, lo mismo que el
movimiento, es una unidad de contrarios, a la vez reversible e
irreversible. A pesar de poner todo su énfasis en los
procesos no
lineales, Prigogine concluye con una concepción lineal y
unilateral del tiempo. Sus tesis corren
en paralelo con la teoría de la continuidad en
biología. Se fundamentan en la extrapolación del
segundo principio de la termodinámica, que es una ley local, sujeta
a condiciones que no permiten su generalización.
(56) B. I. Balinsky: Introducción a la
embriología, Omega, Barcelona, 1983,
pg.8.
(57) E. W. Sinnott, L. C. Dunn y T. Dobzhansky:
Principios de genética, Omega, Barcelona, 1970, pg.14.
(58) Leibniz: Monadología, § 73 a 76;
Discurso de
metafísica, §34.
(59) Cfr. Müller: Tratado de
fisiología, cit., tomo I, pg.25. Entonces había en
Alemania dos
hermanos Treviranus, ambos biólogos, pero Müller no
aclara a cuál de ellos se refiere. Posiblemente se refiera
al mayor, Gottfried Reinhold.
(60) Como defiende G. Salet: Azar y certeza. El
transformismo frente a la biología actual, Alhambra,
Madrid, 1975, pg.347.
(61) V. Kuznetsov y V. Gutina: Nueva interpretación de una página de la
historia de la ciencia, en Investigaciones soviéticas
sobre historia de la ciencia, Academia de Ciencias de la
URSS, Moscú, 1977, pgs.165 y stes.
(62) Dialéctica de la naturaleza, cit.,
pgs.235-236.
(63) Antiguamente la teoría de la
continuidad de la vida se expresaba en el aforismo latino
Omne vivum ex ovo, es decir, la vida surge del huevo, y
fue defendida en el siglo XVII por William Harvey y Leibniz, y
por Linneo y Charles Bonnet en el siglo siguiente. Sin embargo,
fue a mediados del siglo XIX cuando se comenzó a imponer,
no solamente por los descubrimientos de Pasteur sino por la
interpretación que Virchow expuso de la teoría
celular: Omne cellula e cellula. Las células no
sólo tienen vida sino que tienen vida "por sí
mismas", es decir, con independencia
del organismo del que forman parte e incluso del medio del que
también forman parte. Los actuales cultivos artificiales
de células en los laboratorios siguen alimentando hoy esta
ilusión.
(64) "Un "ser" sólo se considera
independiente en cuanto es dueño de sí y
sólo es dueño de sí en cuanto se debe a
sí mismo su "existencia". Un hombre que vive por gracia de
otro se considera a sí mismo un ser dependiente. Vivo, sin
embargo, totalmente por gracia de otro cuando le debo no
sólo el mantenimiento
de mi vida, sino que él además ha "creado" mi vida,
es la "fuente" de mi vida; y mi vida tiene necesariamente fuera
de ella el fundamento cuando no es mi propia creación. La
"creación" es, por ello, una representación muy
difícilmente eliminable de la conciencia del
pueblo. El ser por sí mismo de la naturaleza y del hombre
le resulta inconcebible porque contradice todos los "hechos
tangibles" de la vida práctica. "La "creación de
la tierra" ha
recibido un potente golpe por parte de la Geognosia, es decir, de
la ciencia que explica la constitución de la tierra, su
desarrollo,
como un proceso, como
autogénesis. La "generatio" "aequivoca" es la única
refutación práctica de la teoría de la
creación. "Ahora bien, es realmente fácil decirle
al individuo
aislado lo que ya Aristóteles dice: "Has sido engendrado por
tu padre y tu madre, es decir, ha sido el coito de dos seres
humanos, un acto genérico de los hombres, lo que en ti ha
producido al hombre. Ves, pues, que incluso físicamente
el hombre debe
al hombre su existencia. Por esto no debes fijarte tan
sólo en "un" aspecto, el progreso "infinito"; y preguntar
sucesivamente: ¿Quién engendró a mi padre?
¿Quién engendró a su abuelo?, etc. Debes
fijarte también en el "movimiento circular", sensiblemente
visible en aquel progreso, en el cual el hombre se repite a
sí mismo en la procreación, es decir, el "hombre"
se mantiene siempre como sujeto. Tú contestarás,
sin embargo: le concedo este movimiento circular,
concédeme tú el progreso que me empuja cada vez
más lejos, hasta que pregunto, ¿quien ha engendrado
el primer hombre y la naturaleza en general? Sólo puedo
responder: tu pregunta misma es un producto de la
abstracción. Pregúntate cómo has llegado a
esa pregunta: pregúntate si tu pregunta no proviene de un
punto de vista al que no puedo responder porque es absurdo.
Pregúntate si ese progreso existe como tal para un
pensamiento
racional. Cuando preguntas por la creación del hombre
y de la naturaleza haces abstracción del hombre y de la
naturaleza. Los supones como "no existentes" y quieres que te los
pruebe como "existentes". Ahora te digo, prescinde de tu
abstracción y así prescindirás de tu
pregunta, o si quieres aferrarte a tu abstracción,
sé consecuente, y si aunque pensando al hombre y a la
naturaleza como "no existente" (IX) piensas, piénsate a ti
mismo como no existente, pues tú también eres
naturaleza y hombre. No pienses, no me preguntes, pues en cuanto
piensas y preguntas pierde todo sentido tu "abstracción"
del ser de la naturaleza y el hombre. ¿O eres tan
egoísta que supones todo como nada y quieres ser
sólo tú? "Puedes replicarme: no supongo la nada de
la naturaleza, etc.: te pregunto por su "acto de nacimiento",
como pregunto al anatomista por la formación de los
huesos, etc.
"Sin embargo, como para el hombre socialista "toda la llamada
historia
universal" no es otra cosa que la producción del hombre por el trabajo
humano, el devenir de la naturaleza para el hombre tiene
así la prueba evidente, irrefutable, de su "nacimiento" de
sí mismo, de su "proceso de originación". Al
haberse hecho evidente de una manera práctica y sensible
la "esencialidad" del hombre en la naturaleza; al haberse
evidenciado, práctica y sensiblemente, el hombre para el
hombre como existencia de la naturaleza y la naturaleza para el
hombre como existencia del hombre, se ha hecho
prácticamente imposible la pregunta por un ser
"extraño", por un ser situado por encima de la naturaleza
y del hombre (una pregunta que encierra el reconocimiento de la
no esencialidad de la naturaleza y del hombre). El
"ateísmo", en cuanto negación de esta carencia de
esencialidad, carece ya totalmente de sentido, pues el
ateísmo es una "negación" de Dios y afirma,
mediante esta negación, "la existencia del hombre""
(Manuscritos filosófico-económicos, Alianza
Editorial, Madrid, 5ª Ed., 1974, pgs.154-155).
(65) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.174 y
stes.
(66) A. Lazcano: Oparin, apuntes para una
biografía
intelectual, en Orígenes de la vida en el centenario de
Aleksander Ivanovich Oparin, Ed.Complutense, Madrid, 1995,
pg.17.
(67) Cfr. Luis Pasteur: Estudios sobre
generación espontánea, Emecé, Buenos Aires,
1944; Juan Comas: Manual de
antropología física, Universidad
Nacional Autónoma de México, 1976, pg.59.
(68) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.31 y
stes.
(69) Prosper Lucas: Traité philosophique
et physiologique de l"hérédité naturelle,
Paris, 1847. La influencia de este trabajo
pionero sobre Darwin fue muy considerable. Con su
aparición se comprueba que la genética ya
existía antes de 1900 y Darwin estaba al corriente de sus
desarrollos, bien porque había realizado sus propios
experimentos
de hibridación con guisantes, bien a través de la
obra, ya citada, de Trémaux.
(70) Bertalanffy: Teoría general
de sistemas, Fondo de Cultura
Económica, Madrid, 1976, pg.154. En este fenómeno,
escribió Waddington, "ha de intervenir algo más que
procesos puramente químicos. El desarrollo
ontogénico parte de un huevo más o menos
esférico para terminar en un animal adulto, que es todo
menos esférico, y que tiene brazos, piernas, cabeza, rabo
y otras partes anatómicas, así como órganos
internos de caracteres morfológicos precisos. No se puede
explicar todo esto por medio de una teoría que se limite a
formular hipótesis basadas en la química, como es la
de que los genes gobiernan la síntesis de determinadas
proteínas" (La naturaleza de la vida,
Editorial Norte y Sur, Madrid, 1963, pg.102). Cfr. Bruce M.
Carlson: Embriología básica de Patten, McGraw-Hill,
México, 1990, pg.29; Jan Sapp ha llamado "paradoja del
desarrollo" a este misterio (The nine lives of Gregor Mendel, en
Experimental Inquiries, Kluwer Academic Publishers, 1990, pgs.
137 a 166).
(71) El hombre y la evolución, Labor,
Barcelona, 3ª Ed., 1977, pgs.96-97.
(72) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pg.178.
(73) Filosofía zoológica, Alta
Fulla, Barcelona, 1986, pg.58.
(74) Filosofía zoológica, cit.,
pg.61.
(75) Principles and methods, en Selected works,
Foreign Languages Publishing House, Moscú, 1949,
pg.190.
(76) Laurent: Paléontologie et
évolution. cit., pgs.61 y stes.
(77) El actualismo reduce la realidad a acto: el
mundo real contiene todo lo que hay. Niega, pues, toda realidad
potencial. En este sentido filosófico, Lamarck no es
actualista. Las raíces filosóficas de esta
corriente se encuentran en la antigüedad clásica,
aunque en los orígenes de la paleontología
constituyó una reacción frente al creacionismo que
se impuso en casi toda Europa,
especialmente en Inglaterra, a
mediados del siglo XIX. Su significado metodológico se
resume en la idea de que el presente es la clave del pasado. Los
procesos naturales que actuaron en el pasado son los mismos que
actúan en el presente. A partir de algunas piezas
fósiles se puede llegar a recomponer el organismo entero.
Charles Lyell señalaba que los procesos que se aprecian en
la actualidad son los mismos que se vieron en el pasado, por lo
que si los científicos eran capaces de comprender estos
procedimientos
estaban en situación de poder explicar
los ciclos del pasado. Según Lyell no hay evidencias de
progresión en el registro
fósil. Que el registro fósil sea diferente al
actual se debe a la pobreza del
primero, negando así cualquier cambio y enunciando la
teoría gradualista.
(78) "Lo mismo en el tiempo que en el espacio,
las formas de organización inferior de cada clase cambian
generalmente menos que las de organización superior; pero
en ambos casos existen notables excepciones a esta regla"
(Darwin: El origen de las especies, Edaf, Madrid, 1979,
pg.413).
(79) Se supone que cuando una especie se separa
en otras dos diferentes, las mutaciones se acumulan
progresivamente en el ADN y las
proteínas de cada una de ellas, de manera que se
observarán mayor número de ellas a medida que
transcurra el tiempo. Cuantas más diferencias más
antigua es la separación entre las especies. Si eso fuera
así el ADN y las proteínas se podrían
utilizar como "relojes moleculares". Este método
presupone que cada ADN y cada proteína tiene un ritmo de
mutación diferente pero constante. Para estimar
cuándo se han separado dos especies es necesario, pues,
saber cada cuántos años se da una mutación.
Ambas premisas son erróneas y su error es similar al
cometido inicialmente con los métodos de
datación basados en el carbono-14. La
concentración de carbono-14 en un organismo depende de la
que exista en el medio ambiente. El
actualismo presupone que esa concentración era igual antes
que hoy, lo cual es erróneo. Dobzhansky, Ayala, Ledyard
Stebbins y Valentine ya advirtieron sobre el carácter aproximado de este método
de datación (Evolución, Omega, Barcelona, 1979,
pgs. 307 y stes.) y otros añaden que la cronología
genética no es independiente de la paleontológica
(J. L. Arsuaga e I. Martínez: La especie elegida. La larga
marcha de la evolución
humana, Temas de Hoy, Madrid, 1998, pgs.296-297). Sobre este
punto todas las precauciones son pocas.
(80) El origen de las especies, cit., pgs.218-219
y 432.
(81) La estructura de
la teoría de la evolución, Tusquets, Barcelona,
2004, pgs.278 y stes. Además, Gould interpreta la ley de
la unidad de tipo como una dicotomía entre el estructuralismo y el funcionalismo en
Darwin.
(82) El origen de las especies, cit., pg.113.
(83) El origen de las especies, cit., pg.253.
(84) El origen de las especies, cit., pg.157.
(85) El origen de las especies, cit., pg.186.
(86) El origen de las especies, cit., pg.152.
(87) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.59; y
Müller: Tratado de fisiología, cit., tomo II, pgs.117
y stes. No por casualidad Theodor Schwann fue uno de los
últimos biólogos en utilizar la palabra
intususcepción, que se conserva en medicina con
el significado patológico de invaginación, es
decir, la introducción de una porción del intestino
en la subsiguiente, parecida a la forma en que se pliega un
catalejo. Causa una obstrucción del tracto digestivo que
es frecuente en los niños.
(88) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.58.
(89) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pg.123.
(90) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.43.
(91) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pgs.45-46.
(92) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pg.173.
(93) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pg.247.
(94) Filosofía zoológica, cit.,
pg.90.
(95) Cours de philosophie positive. I, Hermann,
Paris, 1998, pg.683.
(96) La crisis del
transformismo, Madrid, 1911, pg.16.
(97) El origen de las especies, cit., pgs.102,
114,122 y 123.
(98) C. U. M. Smith: El problema de la vida,
Alianza Editorial, Madrid, 1977, pg.335.
(99) "Todo está en todo, no sólo en
potencia sino en
acto" (Metafísica, cit., pg.298).
(100) El origen de las especies, cit., pg.167;
también en El origen del
hombre, Edimat, Madrid, 2006, tomo I, pg.235.
(101) El origen de las especies, cit.,
pg.160.
(102) Cours de philosophie positive, cit.,
pg.678. De una manera pretenciosa, Comte se postula a sí
mismo como el introductor de esta nueva expresión,
milieu, a pesar de su aversión por los
neologismos (ibid, pg.682).
(103) Cours de philosophie positive, cit.,
pg.685; Louis Auguste Segond: Histoire et systématisation
générale de la biologie, Paris, 1851, pgs.115 y
stes.; Georges Canguilhem: El
conocimiento de la vida, Anagrama, Barcelona, 1976, pg.152; y
Études d"histoire et de philosophie des sciences, Paris,
1975, pg.65.
(104) Filosofía zoológica, cit.,
pgs.65, 131 y 133.
(105) La evolución conjunta de los
animales y su
medio, Anthropos, Barcelona, 1982, pg.84.
(106) Filosofía zoológica, cit.,
pgs.157 y 160.
(107) Cfr. M. F. Niesturj: El origen del hombre,
Mir, Moscú, 2ªEd., 1979, pgs.21 y stes.
(108) Éléments de philosophie
biologique, Alcan, Paris, 1911, pg.63
(109) Cfr. Javier de Felipe: Historia de la
neurona.
Influencia de los estudios de Santiago Ramón y Cajal en la
neurociencia
moderna, en Santiago Ramón y Cajal: Histología del sistema nervioso
del hombre y de los vertebrados, Ministerio de Sanidad y Consumo,
Madrid, 2007, pg.70.
(110) El origen de las especies, cit.,
pgs.159,160,167 y 239.
(111) Dialéctica de la naturaleza, cit.,
pgs.138 y stes.
(112) Con acierto J. D. Bernal realzó el
carácter lamarckista de Darwin: Historia social de la
ciencia. 2. La ciencia en nuestro tiempo, Península,
Barcelona, 3ªEd., 1973, pg.208; y La ciencia en nuestro
tiempo, Nueva Imagen,
México, 3ª Ed., 1979, pg.201.
(113) Mark J. Baldwin: A new factor in evolution,
en The American Naturalist, vol. 30, núm. 354, junio de
1896; Mark J. Baldwin: Organic selection, en Science, núm.
121, 23 de abril de 1897; Henry F. Osborn: Ontogenic and
phylogenic variation, en Science, núm. 100, 27 de
noviembre de 1896; Mae Wan Ho y P. T. Saunders (eds.): Beyond
neo-Darwinism. An introduction to the new evolutionary paradigm,
Academic Press, Orlando, 1984; Brian K. Hall: Organic selection:
Proximate environmental effects on the evolution of morphology
and behavior, en Biology and Philosophy, núm. 16, 2001;
Patrick Bateson: The active role of behavior in evolution, en
Biology and Philosophy, núm. 19, 2004.
(114) Filosofía zoológica, cit.,
pgs.166-167.
(115) Filosofía zoológica, cit.,
pg.91.
(116) Philosophie biologique, cit., pg.243.
(117) La selección
y la teoría fásica del desarrollo de las plantas, en
Agrobiología. Genética, selección y
producción de semillas, pgs.38 y stes.
(118) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pgs.181-182.
(119) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pg.200.
(120) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pgs.200-201.
(121) Filosofía zoológica, cit.,
pgs.175,177 y 190.
(122) Some problems of method, en Selected works,
cit., pg.269.
(123) Ensayos de
psicología
celular, Madrid, 1889, pgs.24, 64 y stes y 133 y stes.
(124) El origen del hombre, cit., tomo I,
pg.160.
(125) El origen del hombre, cit., tomo I, pgs.261
a 263.
(126) El origen de las especies, cit.,
pg.437.
(127) Jon Erikson: La extinción de las
especies. Evolución, causas y efectos, McGraw-Hill,
Madrid, 1992, pg.190.
(128) La extinción de los dinosaurios a
causa de la caída de un gran meteorito procedente del
espacio es una de esas hipótesis, adoptada como tesis por
algunos divulgadores. El 8 de enero de 2008 el diario "El Mundo"
ofrecía otra hipótesis diferente, según la
cual fueron los insectos los que acabaron con ellos. Les
transmitieron graves enfermedades y,
además, produjeron tales cambios ambientales que les
privaron de su alimento. La información aludía una obra de
George y Roberta Poinar titulada "Qué sacó de
quicio a los dinosaurios? Insectos, enfermedades y muerte en el
Cretácico". Según los palentólogos
estadounidenses algunos insectos incluso conservan la sangre que
extrajeron a los animales que picaron, así como los
microorganismos que causan las enfermedades y que
transmitían con las picaduras. Entre otros, han encontrado
el patógeno que causa la leishmania, un mal que
también afecta hoy a reptiles y humanos, y el
parásito de la malaria, que infecta a las lagartijas. Los
Poinar no pretenden introducir una explicación monocausal
pero sí un factor coadyuvante de la extinción total
de los saurios. De hecho, en las heces de los saurópodos
han descubierto restos de nematodos y protozoos que
pudieron haber causado su muerte por disentería y otros
problemas de
salud.
Además, en la última etapa del Cretácico,
hace unos 80 millones de años, cuando comenzaron a
desaparecer, los Poinar aseguran que el planeta estaba cubierto
de áreas tropicales y repleto de insectos que ayudaron a
la expansión de las plantas con flores, en detrimento de
las plantas gimnospermas, las hierbas, que suponían el
alimento fundamental para los dinosaurios vegetarianos, la
inmensa mayoría. Enfermedades y escasez de comida
consideran que son los dos factores que contribuyeron a la lenta
desaparición de los saurios. En declaraciones a
ScienceDaly George Poinar asegura: "Hay serios problemas
con las teorías
que hablan de impactos súbitos en la extinción de
los dinosaurios, y uno de ellos es que su declinación fue
a lo largo de un periodo de cientos de miles o incluso millones
de años".
(129) Sinnott, Dunn y Dobzhansky: Principios de
genética, cit., pgs.16 y stes.
(130) La estructura de la teoría de la
evolución, cit., pg.200.
(131) P.B. y J. S. Medawar: De Aristóteles
a zoológicos. Un diccionario
filosófico de biología, Fondo de Cultura
Económica, México, 1988, pg.181.
(132) La estructura de la teoría de la
evolución, cit., pgs.197 y 319 y stes.
(133) S. L. Washburn y Ruth Moore: Del mono al
hombre, Alianza Editorial, Madrid, 1986, pg.23.
(134) Carta a Piotr
Lavrov de 10 de agosto de 1878, en Marx y Engels:
Cartas sobre
las ciencias de la naturaleza y las matemáticas, Anagrama, Barcelona, 1975,
pg.96.
(135) François Duchesneau: Genèse
de la théorie cellulaire, Vrin, Paris, 1987.
(136) Cfr. Agustín Albarracín
Teulón: La teoría celular, Alianza Editorial,
Madrid, 1983, pgs.134 y stes.
(137) Bichat no olvidó la importancia de
los humores pero los situó en un plano secundario frente a
los tejidos y los
órganos, con lo cual puso los primeros cimientos de la
teoría celular (Marie François Xavier Bichat:
Anatomía
general aplicada a la fisiología y a la medicina, Madrid,
1831).
(138) Teoría de la naturaleza, cit. En
este punto el pensamiento botánico de Goethe no es
realmente original sino que está inspirado en las
mónadas de Leibniz, cuya influencia en la biología
del siglo XIX ha sido tan decisiva como errónea. La
oposición de Comte a la teoría celular se
fundamentaba tanto en su holismo como en su desconfianza hacia el
uso del microscopio y
hacia esas "mónadas orgánicas" de
inspiración filosófica germana (Cours de
philosophie positive, cit., pgs.764 y stes.). Pero no sólo
la teoría celular de Virchow sino también la
microbiología de Haeckel está
inspirada en las mónadas de Leibniz. Las móneras de
Haeckel no son ni animales ni plantas pero están en la
base de su clasificación de los seres vivos. La influencia
de Leibniz aún se puede rastrear en los orígenes de
la inmunología a comienzos del siglo XX: vid.
Anne Marie Moulin: Le dernier langage de la médecine.
Histoire de l"immunologie de Pasteur au Sida, Presses
Universitaires de France, Paris, 1991, pgs.366 y stes.
(139) Rodolfo Virchow: La patología
celular, Valencia, 1879, pgs.271 y stes.
(140) Sechs Vorlesungen über die darwinische
theorie, Leipzig, 1868.
(141) L"hérédité et les
grands problèmes de la biologie générale,
Schleicher Frères, Paris, 2ª Ed., 1903, pgs.449 y
453.
(142) Ensayos de psicología celular, cit.,
pgs.41-42.
(143) ¿Qué es la vida?, cit.,
pgs.79 y 92.
(144) La lógica
de lo viviente. Una historia de la herencia, Tusquets, Barcelona,
1999, pgs.174,176 y 179.
(145) Morin: Introducción al pensamiento
complejo, cit., pg.55.
(146) L"atomisme en biologie, Gallimard, Paris,
4ª Ed., 1956, pgs.102 y stes. (147) R. A. Fisher: The
genetical théory of natural selection, Dover, Nueva York,
1958, pgs.189 y stes. (148) Morin: Introducción al
pensamiento complejo, cit., pg.81.
(149) Filosofía zoológica, cit.,
pgs. XX y XXI.
(150) Lógica, cit., tomo II, pgs.43 y
stes.
(151) Dialéctica de la naturaleza, cit.,
pgs.186 y 202.
(152) Fisiología y psicología,
Alianza Editorial, Madrid, 5ª Ed., 1978, pgs.26, 76 y
169.
(153) La naturaleza de la vida, cit., pgs.28 y
78.
(154) El comercio de
semillas ha seguido una evolución muy singular. De una
libertad total
ha pasado a un control absoluto
con la excusa de proteger a los agricultores de semillas
fraudulentas o en mal estado. La
calidad de las
semillas no es visible a primera vista y la voracidad
especulativa llenó el mercado de
estafadores que vendían cualquier tipo de género. En
España
el control se inició con la Orden del Ministerio de
Agricultura de
10 de marzo de 1917 y la Circular número 286 de la
Dirección General del ministerio de 21 de
octubre de 1917 sobre autorización de producción en
viveros que creaba unos registros
provinciales de capitalistas dedicados a la venta de
semillas. Posteriormente el régimen legal se fue
asimilando a las patentes, con una supervisión cada vez más estricta
cuyo único objeto es el de preservar la
biopiratería, es decir, los intereses monopolistas de un
consorcio cada vez más reducido de empresas
capitalistas y, finalmente, los transgénicos.
(155) François Jacob: La lógica de
lo viviente cit., pg.213. Algunos manuales hacen
gala de esta suplantación: "A pesar de su juventud la
genética ha alcanzado una posición central en las
ciencias biológicas porque el conocimiento
de la estructura y función
del material genético ha resultado esencial para entender
la mayoría de los aspectos del organismo vivo". Incluso
van más allá: "La genética constituye el
paradigma
actual de toda la biología" (Suzuki, Griffiths, Miller y
Lewontin: Genética, cit., pgs.2 y 3).
(156) El título completo en castellano es:
Introducción a la biología molecular. El hilo de la
vida. Bioquímica. Ácidos
nucleicos y código
genético (Morata, Madrid, 1970). En alusión al ADN
(y sólo al ADN), Kendrew concluye: "Éste es en
verdad el hilo de la vida" (pg.70). Es el reduccionismo llevado a
sus últimas consecuencias.
(157) Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin:
Genética, cit., pg.4.
(158) ¿Qué es la vida?, cit.,
pgs.41-42 y 45.
(159) Ensayos de psicología celular, cit.,
pgs.26 y stes. y 126 y stes.
(160) El conocimiento de la vida, cit., pgs.70 y
79.
(161) Marx, carta a Laura y Paul Lafargue de 15
de febrero de 1869; Engels, carta a Piotr Lavrov de 12-17 de
noviembre de 1875, en Cartas, cit., pgs.71 y 84 y stes.
(162) La genética soviética, cit.,
pg.52.
(163) La base científica de la
evolución, Espasa-Calpe, Buenos Aires, 2ª Ed., 1949,
pgs.181 y stes.
(164) Principios de genética, cit.,
pg.23.
(165) L"atomisme, cit., pgs.35 y stes.
(166) El problema de la vida, cit., pg.345.
(167) Según Gould, Weismann sí
llevó a cabo su experimento, pero no con lagartijas sino
con ratones. No obstante, añade, no fundamentó en
ello sus conclusiones sino "en una estructura lógica de
inferencias a partir de premisas, no sobre la observación" (La estructura de la
teoría de la evolución, cit., pgs.227 y 232).
(168) Zum probleme der Vererbung, en Archiv f.
Phisiol. der Pflüger, t.41, 1887.
(169) John Hutchinson: On the influence of
hereditary syphilis on the teeth, en Transactions of the
Odontology Society, 1861; pgs. 95 y stes.; J.A. Fournier: La
syphilis héréditaire tardive, Masson, Paris, 1886;
y J.A. Fournier: L"hérédité syphilitique,
Paris, 1892.
(169b) J. G. Baer: El parasitismo animal,
Guadarrama, Madrid, 1971, pgs.74-75.
(170) Novel proteinaceous infectious particles
cause scrapie, en Science, 1982, 216(4542), pgs.136 a 144; J. S.
Griffith: Self–replication and scrapie, en Nature, vol.215,
1967, pg.1043; Enfermedades priónicas, en Revista de
Neurología, vol.31, 2000, pgs.129 y stes. El prión
es una proteína de unos 250 aminoácidos con la
misma secuencia que otra que existe de forma natural en el
organismo, aunque ésta no provoca ninguna enfermedad. La
forma normal se designa como PrPc y la patógena PrPsc (sc
por scrapie). La PrPc forma parte de las membranas de
algunos tipos de células, entre ellas las nerviosas. La
diferencia entre la forma normal y la infecciosa está en
que la misma proteína se pliega de forma distinta. En la
PrPc predominan las a-hélices mientras que la forma
patógena lo hace predominantemente como láminas
β. En condiciones normales una proteína adopta
siempre la misma estructura ya que esa forma es necesaria para
que funcione. Las altas temperaturas o valores de
pH extremos
hacen que pierda la estructura (la desnaturalizan) por lo que
pierde también su función biológica
original. Es la causa de los límites térmicos para
la vida y de que la clara de un huevo cocido sea blanca y
sólida.
(171) T. J. Kindt, R. A. Goldsby y B. A. Osborne:
Inmunología de Kuby, McGraw-Hill, México, 6ª
Ed., 2007, pgs.506-507.
(172) H. Lemke, A. Coutinho y H. Lange:
Lamarckian inheritance by somatically acquired maternal IgG
phenotypes, en Trends in Immunology, vol.25, 2004, pgs.180 y
stes.; el fenómeno se observa en todos los mamíferos, por ejemplo en los caballos, y
también con las inmunoglobulinas de tipo E: vid. Bettina
Wagnera y otros: Occurrence of IgE in foals: Evidence for
transfer of maternal IgE by the colostrum and late onset of
endogenous IgE production in the horsestar, en Veterinary
Immunology and Immunopathology, vol. 110, 2006, pgs. 269 y stes.;
Eliane Martia y otros: Maternal transfer of IgE and subsequent
development of IgE responses in the horse (Equus cabalas), en
Veterinary Immunology and Immunopathology, vol. 127, 2009, pgs.
203 y stes.
(172b) H. E. Hoekstra y otros: A single amino
acid mutation contributes to adaptive beach mouse color pattern, en
Science, vol. 313, 2006, pgs.101 a 104. (172c) De
Aristóteles a zoológicos, cit., pg.184.
(173) El origen del hombre, cit., tomo II,
pg.357.
(174) El caso Lysenko, cit., pgs.72 y 77 a 79. A
esta explicación, Lysenko añade una tesis, derivada
de la pangénesis de Darwin: "Las partes modificadas del
cuerpo del organismo progenitor siempre poseen una herencia
modificada". Lo mismo que Darwin, Lysenko se apoya en las
patatas, pero esta generalización quizá no se pueda
sostener siquiera para todas las plantas. Volveremos sobre ello
al exponer las hibridaciones vegetativas.
(175) El origen de las especies, cit.,
pgs.471-472.
(176) La estructura de la teoría de la
evolución, cit., pgs.224 y stes.
(177) Huxley: Vivimos una revolución, cit., pgs.108-109.
(178) Fernández Pérez y
González Bueno: Biodiversidad,
cit., pg.121.
(179) Cfr. Gould: La estructura de la
teoría de la evolución, cit., pg.248.
(180) Perspectivas en la teoría general de
sistemas. Estudios científico-filosóficos, Alianza
Universidad, Madrid, 2ª Ed., 1982, pg.98.
(180b) El origen de las especies, cit.,
pg.280.
(181) Essais sur l"hérédité
et la sélection naturelle, Paris, Reinwald, 1892,
pg.528.
(182) Essais, cit., pg.535.
(183) El origen de las especies, cit., pgs.60,86
y 159; El origen del hombre, cit., tomo I, pg.226.
(184) Essais, cit., pg.526.
(185) "La hipótesis de Weismann representa
un retorno casi completo a las ideas del preformismo del siglo
XVII" (La ciencia en nuestro tiempo, cit., pg.202).
(186) Aristóteles, Metafísica,
cit., pgs.218 y 230.
(187) Las células se dividen hasta el
llamado "límite de Hayflick", que en las humanas es de
unas cincuenta veces. No proliferan in vitro de forma
indefinida, aunque se les suministren todos los nutrientes
necesarios. Después de un cierto número de
divisiones dejan de dividirse (Leonard Hayflick: Biología
celular del envejecimiento humano, en Investigación y Ciencia, núm.42,
marzo de 1980, pgs.24 y stes.). Ese número depende de la
longitud de los extremos de los cromosomas,
denominados telómeros. Al duplicarse la célula
el ADN de los telómeros no se duplica íntegramente,
por lo que el telómero se acorta. Cada telómero
humano pierde unos 100 pares de bases de ADN telomérico en
cada duplicación, lo que representa unos 16 fragmentos. Al
cabo de un número determinado de divisiones el
telómero ha desaparecido completamente. El acortamiento
del telómero impide su función protectora del
cromosoma, con lo que éste se vuelve inestable, se fusiona
o se pierde. Las células sin telómeros no
sólo son incapaces de duplicarse, sino que dejan de ser
viables. Para frenar este proceso, después de cada
división celular, una enzima, denominada telomerasa,
restablece la integridad de los telómeros. Los embriones,
las células germinales y las tumorales tienen niveles
elevados de telomerasa y, por lo tanto, una capacidad de
multiplicación más duradera. Es posible lograr la
multiplicación indefinida de las células
somáticas activando la secuencia de ADN que fabrica la
telomerasa. De ese modo la célula
puede seguir dividiéndose y generar una estirpe celular
que se puede conservar durante un período largo de tiempo,
reteniendo su viabilidad. Pero no todas las células
humanas se preservan de la misma manera. Algunas, a pesar de que
sus telómeros no se acorten, pueden frenar sus divisiones
celulares como consecuencia de la activación de mecanismos
denominados "puntos de control" del ciclo celular. Para lograr
que estas células mantengan su capacidad reproductiva
durante largos periodos de tiempo hay que inactivar esos "puntos
de control". Una forma de hacerlo es introducir ciertos
"oncogenes" (secuencias cancerígenas de ADN) que se pueden
obtener de virus
cancerígenos (como algunas cepas de HPV o virus del
papiloma humano, adenovirus, etc.). A diferencia de las
células humanas, las de los roedores no tienen inactivada
la secuencia de ADN que elabora la telomerasa, por lo que sus
telómeros se mantienen en las sucesivas divisiones
celulares. Pero al cultivarlas en el laboratorio,
esas células experimentan cambios génicos que
inactivan los "puntos de control", produciendo
espontáneamente líneas celulares capaces de
reproducirse a largo plazo.
(188) Los rumiantes no pueden recibir anticuerpos
(inmunoglobulinas Ig o ?-globulinas), como otros
mamíferos, a través de la placenta. En los
demás casos a través de ella pasan los anticuerpos,
si bien sólo los de tipo IgG, no los IgA, IgD, IgE o IgM.
El ritmo de transferencia de IgG a través de la placenta
es lento en las 24 primeras semanas de gestación, aunque
aumenta exponencialmente durante la segunda mitad del embarazo. Por
esta vía el ser humano recién nacido puede tener
concentraciones de anticuerpos comparables a los de su madre. Los
IgG son los anticuerpos más importantes; representan entre
un 65 y un 90 por ciento de ellos. El tipo de inmunoglobulina
predominante en el calostro de la mayor parte de los
mamíferos domésticos también es IgG. En la
leche de vaca,
aproximadamente el 80 por ciento de las inmunoglobulinas
presentes son IgG (Cfr. Balinsky: Introducción a la
embriología, cit., pgs. 277 y 346).
(189) Charles Houillon: Sexualidad,
Omega, Barcelona, 1972, pgs.17 a 29.
(190) Balinsky: Introducción a la
embriología, cit., pgs. 631 y stes.
(191) Carlson: Embriología básica,
cit., pg.35-36. La aparición de gemelos univitelinos
así como de siameses unidos por el cuerpo, son variantes
de ese mismo fenómeno embrionario. (192) Gilbert:
Biología del desarrollo, cit., pg.655.
(193) Carlson: Embriología básica,
cit., pg.78-89.
(194) U. Lüttge, M. Kluge y G. Bauer:
Botánica, McGraw-Hill, Madrid, 1993,
pg.481.
(195) Cfr. Felix Le Dantec: La crisis del
transformismo, cit. "Hacia 1890 comenzaron a manifestarse dudas
acerca del mismo [del darwinismo], y hacia 1910 la teoría
estaba tan pasada de moda que algunos críticos proclamaron
la muerte del darwinismo" (Huxley: Vivimos una revolución,
cit, pg.94); P. J. Bowler: El eclipse del darwinismo.
Teorías evolucionistas anti darwinistas en las
décadas en torno a 1900, Labor, Barcelona, 1985.
(196) Sinnott, Dunn y Dobzhansky: Principios de
genética, cit., pg.51.
(197) L. A. Callender: Gregor Mendel: An opponent
of descent with modification, en History of Science, 26, 1988;
B.E. Bishop: Mendel"s opposition to evolution and to Darwin, en
Journal of Heredity, 87, 1996.
(198) Sageret, M.: Considération sur la
production des hybrides, des variantes et des
variétés en général, et sur celles de
la famille des Cucurbitacées en particulier, en Annales
Science Naturelle, vol.8, 1826, pgs. 294 y stes.
(199) Hugo de Vries: La ley de disyunción
de los mestizos, en Cuatro estudios sobre genética,
Emecé, Buenos Aires, 1946, pgs.107 y stes.
(200) La tercera revolución verde. Plantas
con luz propia,
Debate,
Madrid, 1998, pg.88.
(201) Hugo de Vries: Intracellular pangenesis,
The Open Court Publishing, Chicago, 1910.
(202) Ruth Hubbard y Elijah Wald: El mito del gen.
Cómo se manipula la información genética,
Alianza Editorial, Madrid, 1999, pg.87. En referencia a esta
distinción entre factor y carácter, Canguilhem ha
destacado el valor
analítico del método de Mendel (Ideología y racionalidad en la historia de
las ciencias de la vida, Amorrortu, Madrid, 2005, pgs.52 y
stes.). Esto no es históricamente exacto. La
diferenciación corresponde a Weismann, mientras que Mendel
estaba interesado en la diferenciación entre los
caracteres. Lo que le interesaban eran éstos, no los
factores.
(203) Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin:
Genética, cit., pg.4.
(204) "Un hecho sorprendente es que los elementos
sexuales masculinos y femeninos, brotes e incluso animales
adultos conserven escritos con una especie de tinta invisible una
serie de caracteres dispuestos a desarrollarse en algún
momento en determinadas circunstancias" (Darwin: La
variación de los animales y las plantas bajo
domesticación, Catarata, Madrid, 2008, tomo II,
pg.83).
(205) Ilse Jahn, Rolf Löther y Konrad
Senglaub: Historia de la biología. Teorías,
métodos y biografías breves,
Labor, Barcelona, 1990, pg.371.
(206) Maurice Caullery: Les conceptions modernes
de l"hérédité, Flammarion, Paris, 1935,
pg.45.
(207) Smith, El problema de la vida, cit.,
pg.346.
(208) Carl Correns: La regla de Mendel sobre el
comportamiento
de la descendencia de los mestizos, en Cuatro estudios sobre
genética, cit., pg.147.
(209) L. L. Cavalli-Sforza y W. F. Bodmer:
Genética de las poblaciones humanas, Omega, Barcelona,
1981, pgs.501 y stes.
(210) D. Briggs y S .M. Walters: Evolución
y variación vegetal, Guadarrama, Madrid, 1969, pg.72.
(211) G. Mendel: Experimentos sobre
híbridos en las plantas, en Cuatro estudios sobre
genética, cit., pgs.15-16.
(212) Marx y Engels: Cartas, cit., pg.49.
(213) La variación de los animales y las
plantas, cit., tomo II, pg.826.
(214) La lógica de lo viviente, cit.,
pg.207.
(215) Federico di Trocchio: Las mentiras de la
ciencia. ¿Por qué y cómo engañan los
científicos?, Alianza Editorial, Madrid, 2003, pg.276.
(216) Filosofía de la biología,
Alianza Universidad, Madrid, 1979, pg.35.
(217) R. A. Fisher: Has Mendel"s work been
rediscovered?, en Annals of Science, 1, 1936, pgs.115 y stes.
(218) Ingeniería
genética: ¿sueño o pesadilla?, Gediasa,
Barcelona, 2001, pgs.97-98.
(219) Ingeniería genética, cit.,
pg.96.
(220) L"atomisme, cit., pg.45.
(221) Savants sovietiques et relations
internationales, Paris, Julliard, 1973, pg.102.
(222) http://www.ugr.es/~amenende/docencia/Genes_Pais.pdf
(223) Historia social de la ciencia, cit.,
pg.47.
(224) Ann Finkbeiner: Los jasones. La historia
secreta de los científicos de la guerra
fría, Paidós, Barcelona, 2007.
(225) El Laboratorio de Radiación
de la Universidad de Berkeley descubrió varios
radioisótopos y elementos transuránicos
fundamentales en el desarrollo del armamento nuclear bajo la
dirección de Gilbert Newton Lewis
(1875–1946) y Ernest O. Lawrence (1901-1958). Dentro del
mismo laboratorio Glenn Seaborg (1912–1999)
participó en el descubrimiento de diez elementos
transuránicos, entre ellos el plutonio, elemento esencial
en la fisión nuclear, por lo que en 1951 le concedieron el
Premio Nobel de Química. Al mismo tiempo, bajo su
dirección se fabricaron una amplia variedad de
radionucleótidos empleados en el tratamiento del
cáncer, como el yodo-131, el hierro-59 y el
cobalto-60. Finalmente, intervino en la redacción del Tratado para la
Prohibición de Pruebas
Nucleares de 1963. Otros como Willard F. Libby (1908-1980),
Martín D. Kamen (1913-2002) y Samuel Ruben (1913-1943)
realizaron igualmente investigaciones con fines a la vez
militares y médicos.
(226) En 1983 los dos principales laboratorios de
armamento nuclear, el de Los Álamos y el Lawrence
Livermore, empezaron a trabajar en la creación de una
biblioteca
génica utilizando nuevas técnicas
para clasificar los cromosomas, en especial una conocida como
"análisis de flujo citogenético", en
la que los cromosomas se mezclan con marcadores fluorescentes.
Dado que cada cromosoma incorpora diferente cantidad de marcador,
resulta posible clasificarlos enfocándolos con rayos
láser y
midiendo la cantidad de marcador incorporada por cada uno de
ellos. En 1986 se habían conseguido clasificar por este
sistema todos los cromosomas excepto el 10 y el 11. En febrero de
1986 los laboratorios nucleares elaboraron una primera biblioteca
con fragmentos de ADN humano y Charles DeLisi, director de la
Oficina de
Investigación Sanitaria y Ambiental, propuso que el
Departamento de Energía intensificara su
participación en las investigaciones genéticas
basadas en la nueva biología molecular. La
secuenciación del genoma humano era una tarea tan
gigantesca que sólo los dos grandes laboratorios nucleares
estaban capacitados para abordarla. En marzo de aquel año
el Departamento de Energía organizó una
reunión científica en Santa Fe, Nuevo
México, para discutir el proyecto de
DeLisi, que los participantes respaldaron (Cfr. J. Beatty:
Opportunities for genetics in the atomic age, Hellon Symposium:
Institutional and Disciplinary Contexts of the Life Sciences,
MIT, Cambridge, Mass., 1994; cit. Máximo Sandín:
Teoría sintética: crisis y revolución, en
Arbor, núm. 623-624, tomo CLVIII, noviembre-diciembre de
1997).
(227) El DDT (dicloro difenil tricloroetano) es
un compuesto del grupo de los
hidrocarburos
clorados sintetizado por primera vez en 1874, aunque su
aplicación insecticida la descubrió Paul Muller en
1933. En 1976 se prohibió en Estados Unidos. Como es
soluble en lípidos,
se concentra en la grasa corporal, de manera que sus restos se
siguen encontrado en el tejido adiposo de los pingüinos de
la Antártida. De igual modo, durante la
lactancia
materna la leche acumula un tres por ciento de grasa mezclada con
DDT, que se transmite al recién nacido. Lo mismo sucede
cuando una persona
intoxicada por el pesticida adelgaza: el DDT pasa al torrente
sanguíneo y de ahí al sistema nervioso
central. A pesar de ello, la OMS anunció en 2006 que
volverá a autorizar el empleo de DDT
como insecticida contra la malaria.
(228) Las variedades de trigo son enanas por
efecto de dos secuencias de ADN denominadas Norin 10. Estas
variedades son menos estables en la producción de grano de
año en año que las de altura normal. También
son más sensibles a las fluctuaciones climáticas y
a las epidemias. Otra desventaja es que necesitan grandes
cantidades de fertilizantes para lograr su máximo
rendimiento. Una gran parte de la producción mundial de
trigo panadero depende de variedades con las secuencias
genómicas Norin 10. Los japoneses fueron los primeros en
utilizarlas en programas de
mejora. Las obtuvieron a partir de dos estirpes que Borlaug
utilizó en México. La primera es la
Akogomugi mejorada a finales del siglo XIX, que se
introdujo en Italia en 1911
para la fabricación de pan. La segunda es la variedad
Daruma. En 1917 los japoneses cruzaron un derivado de
ella, denominado Shirodaruma, con una variedad de
Norteamérica Fults. A su vez, el producto de
ambas se cruzó con la variedad americana Turkey
Red, que no tuvo impacto en la agricultura japonesa, pero en
1948 la Universidad de Washington la utilizó en un
programa para
obtener de variedades capaces de responder al uso masivo de
fertilizantes. La variedad Brevor 14 fue la que
Rockefeller, a través de Borlaug, lanzó al mercado
internacional en 1953.
(229) En setiembre de 1955 Hoescht designó
a Friedrich Jaehne, un criminal de guerra
convicto en Núremberg, como presidente de su Junta
Directiva. Un año después Bayer nombró a
Fitzter Meer, otro criminal de guerra convicto, para el mismo
cargo. La I. G. Farben renacía de sus cenizas.
(230) CGIAR es el acrónimo en inglés
del Grupo Consultivo de Investigación Agraria
Internacional. Para formarlo, Ford y Rockefeller fusionaron en
1971 en Bellagio (Italia) varios centros de investigación
agraria que tenían dispersos por el mundo. Por medio de
Maurice Strong, Rockefeller organizó en 1972 la Conferencia de la
ONU sobre "medio
ambiente humano" en Estocolmo e incorporó a la ONU y a la
FAO (Fondo para la Agricultura y la Alimentación), el
programa de desarrollo de la ONU y el Banco Mundial.
Por lo tanto, a través de sus sucursales y marcas
comerciales, a comienzos de los años setenta Rockefeller
ya dictaba la política agraria
mundial. El CGIAR financia los estudios de los agrónomos
del Tercer Mundo en Estados Unidos, promueve los
transgénicos y una agroindustria supeditada a las exportaciones de
las multinacionales.
(231) Edwin Vázquez, en El Nuevo
Día, 13 de abril de 2003. En 1951 el dirigente
independentista puertorriqueño Pedro Albizu Campos
denunció desde la cárcel de La Princesa de San Juan
que estaba siendo sometido a radiaciones y que los
estadounidenses utilizaban Puerto Rico como
un laboratorio de guerra bacteriológica. Después de
recibir un informe confidencial del abogado y psiquiatra forense
Jay Katz, la Asociación Americana para la
Investigación del Cáncer decidió por
unanimidad descartar a Rhoades al premio que concedía
desde 1979. Katz comprobó la veracidad de los documentos
aportados por el periodista puertorriqueño Pedro Aponte
Vázquez, que ha dedicado su vida a investigar el asesinato
de Pedro Albizu y los experimentos de Rhoades en Puerto Rico.
(232) John G. Kameny: El hombre visto como una
máquina, en Control automático, Revista de
Occidente, Madrid, 1957, pg.240.
(233) Pnina Abir-Am: The discourse of physical
power and biological knowledge in the 1930s: a reappraisal of the
Rockefeller Foundation"s policy in molecular biology, en Social
Studies of Science, vol. 12, 1982; Lily E. Kay: The Molecular
Vision of Life. Caltech, the Rockefeller Foundation and the New
Biology, Oxford University Press, 1993.
(234) T. H. Morgan: Evolución y
mendelismo. Crítica de la teoría de la
evolución, Calpe, Madrid, 1921, pg.84.
(235) C. W. Birky Jr.: Relaxed and stringent
genomes: Why cytoplasmic genes don"t obey Mendel"s laws, en The
Journal of Heredity, vol.85, 1994, pgs.355 y stes.; D. Gilchrist,
D. M. Glerum y R. Wevrick: Deconstructing Mendel: new paradigms
in genetic mechanisms, en Clinical & Investigative Medicine,
vol.23, 2000, pgs.188 y stes.; J. Wagstaff: Genetics beyond
Mendel. Understanding nontraditional inheritance patterns, en
Postgraduate Medical Journal, vol.108, 2000.
(236) P. Mandel, P. Metais y R. Bieth: Etude
comparée des acides nucléiques des globules rouges
chez les oiseaux et chez l"homme, Comptes rendus de la
Société de Biologie, 1948, vol. 142, pgs. 1022 y
stes. Los pacientes con enfermedades autoinmunes, así como
los que padecen cáncer tienen niveles más altos de
difusión de ADN en plasma y suero sanguíneo que las
personas sanas, lo que permite el diagnóstico de dichas enfermedades. Las
mujeres embarazadas tienen ADN del feto en su
torrente sanguíneo, un método no invasivo con el
que se pueden diagnosticar precozmente tanto el sexo como
numerosas patologías. Incluso se ha detectado ADN
extracelular en el fondo de los lagos salinos del
Mediterráneo. También se ha comprobado que las
raíces de los guisantes excretan ADN para combatir los
patógenos del suelo, lo cual ha
añadido una nueva función -inédita y
sorprendente- a este ácido nucleico a la ya conocida
(Fushi Wen, G. J. White, H. D. VanEtten, Zhongguo Xiong y M. C.
Hawes: Extracellular DNA is required for root tip resistance to
fungal infection, en Plant Physiology, vol. 151, agosto de 2009,
pgs. 820 y stes.).
(237) Evolución y mendelismo, cit.,
pgs.81.
(238) Dubinin, Genética general, cit.,
tomo II, pgs.231 y stes.
(239) M. Abercrombie, C .J. Hickman y M. L.
Johnson: Diccionario de biología, Labor, Barcelona, 1970;
también Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin:
Genética, cit., pg. 4; Kendrew califica al ADN como "papel
de calco" (Introducción a la biología molecular,
cit., pg.63).
(240) Evolución y mendelismo, cit.,
pgs.128; Scott F. Gilbert: Biología del desarrollo, Ed.
Médica Panamericana, Madrid, 2005, pgs.87 y stes.
(241) Rémy Chauvin ha destacado esta
separación entre genética y embriología:
Darwinismo. El fin de un mito, Espasa-Calpe, Madrid, 2000,
pgs.213 y stes.
(242) Marcel Prenant: Darwin y el darvinismo,
Grijalbo, México, 1969, pg.110.
(243) Morgan, Evolución y mendelismo,
cit., pg.50.
(244) Evolución y mendelismo, cit.,
pgs.51-52 .
(245) La base científica de la
evolución, cit., pg.136.
(246) Evolución y mendelismo, cit., pgs.76
y 77.
(247) D"Alembert: Discurso Preliminar de la
Enciclopedia, Aguilar, Buenos Aires, 5ªEd., 1974,
pg.163.
(248) Vid. Javier Mazana Casanova:
Microbiología e inmunología. Una historia
compartida, Universidad de Zaragoza, 1990, pg.28.
(249) La base científica de la
evolución, cit., pgs.13-15 y 17.
(250) Evolución y mendelismo, cit., pgs.1,
78 y 79.
(251) La base científica de la
evolución, cit., pgs.270-271.
(252) La base científica de la
evolución, cit., pgs.190-206.
(253) La evolución conjunta, cit.,
pg.20.
(254) De Aristóteles a zoológicos,
cit., pg.184.
(255) Les conceptions modernes de
l"hérédité, Flammarion, Paris, 1935, pgs.10,
257 y 263.
(256) Alexander Vargas: Did Paul Kammerer
discover epigenetic inheritance? A modern look at the
controversial midwife toad experiments, en Journal of
Experimental Zoology, Molecular and Developmental Evolution,
Wiley-Blackwell, agosto de 2009 (Cfr. The case of the midwife
toad: Fraud or epigenetics?, en Science, 4 de septiembre de
2009.
(257) W. MacDougall: An experiment for the
testing of the hypothesis of Lamarck, en British Journal of
Psychology, vol. XVII, 1927. Hay sucesivos informes en
los ejemplares correspondientes a los años 1930, 1933 y
1938. Es posible leer un resumen conciso en Mario Canella:
Orientaciones de la biología. ¿Organicismo o
micromerismo?, ¿Lamarckismo o mutacionismo?, Espasa Calpe,
Madrid, 1940, pgs.191 y stes.
(258) Ch. R. Stockard: Experimental modification
of the germ plam and its bearing on the inheritance of acquired
characters, en Proceedings Am. Philos. Soc., vol. LXII, 1923; y
The structure of the vertebrate eye as an index of developmental
deficiencies: with de bearing on recent inheritance studies, en
American Naturalist, vol. LVIII, 1924.
(259) El caso de Monod es una excepción
porque su pretensión es la de elaborar una nueva
"filosofía natural" sobre los postulados del mendelismo.
Otro francés que he citado, Salet, es el ejemplo opuesto.
Salet quiere impugnar la teoría de la evolución;
para ello identifica ésta con el mendelismo y, por
consiguiente, con el azar. Al aplicar el cálculo de
probabilidades Salet concluye no que el mendelismo es absurdo
sino que la evolución es un fenómeno imposible.
Como siempre, no hay otra teoría de la evolución
que la teoría sintética.
(260) La mathématisation du réel.
Essai sur la modélisation mathématique, Seuil,
Paris, 1996, pg.241.
(261) El origen de las especies, cit., pg.159;
idéntica tesis en El origen del hombre, cit., pg.55.
(262) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pg.311.
(263) El origen del hombre, cit., pg.199.
(264) Biología y conocimiento, Siglo XXI,
Madrid, 1980, pg.112.
(265) Juan Luis Arsuaga e Ignacio
Martínez: La especie elegida. La larga marcha de la
evolución humana, Temas de Hoy, Madrid, 1998.
(266) Jean Rostand: L"homme, Gallimard, Paris,
1962, pg.125.
(267) F. M. Goñi y J. M. Maculla:
Introducción a la biología molecular, en
Genética Humana. Fundamentos para el
estudio de los efectos sociales de las
investigaciones sobre el genoma humano, Universidad de Deusto,
Bilbao, 1995, pg.7; en el mismo sentido: Christian de Duve: La
célula viva, Labor, Barcelona, 1988, pgs.350 y stes.
(268) La genética soviética, cit.,
pgs.90-91. En idéntico sentido Horowitz afirmó que
los "lisenkoístas" atacaban al mendelismo porque se basaba
en la estadística, a la cual deseaban eliminar de
la biología (Biología y cultura.
Introducción a la antropología biológica y
social, Selecciones de "Scientific American", Blume, Madrid,
1975, pgs.58-59).
(269) Marx: Diferencia de la filosofía de
la naturaleza en Demócrito y Epicuro, Ayuso, Madrid, 1971.
La mayor parte de los conceptos empleados por Marx en El Capital, por
no decir todos ellos (tiempo de trabajo socialmente necesario,
cuota general de ganancia, etc.), son de naturaleza
estocástica, lo que le conduce a proponer un criterio de
alcance muy general: "En toda la producción capitalista
ocurre lo mismo: la ley general sólo se impone como una
tendencia predominante de un modo muy complicado y aproximativo,
como una media jamás susceptible de ser fijada entre
perpetuas fluctuaciones" (El Capital. Crítica de la
economía
política, Fondo de Cultura Económica,
México, 1973, tomo III, pg.167).
(270) B. V. Gnedenko y A. N. Kolmogorov: Limit
distributions for sums of independent random variables,
Addison-Wesley, Cambridge, Mass., 1954; A. N. Kolmogorov:
Foundations of the theory of probability, Chelsea, Nueva York,
1956. Existe en castellano una traducción indirecta del ruso de la obra de
divulgación sobre el tema escrita por Gnedenko y Jinchin
(Khintchine en la grafía francófona de la que
proviene): Introducción a la teoría de las
probabilidades, Montaner y Simón, Barcelona, 1968. En esta
obra no es destacable sólo el esfuerzo soviético
por divulgar a un público muy extenso el cálculo de
probabilidades sino que, además, se trata de una obra
escrita durante la guerra mundial.
Antes de 1917 Rusia ya
estaba a la cabeza mundial en investigación sobre la
teoría de las probabilidades (Chebichev, Lyapunov, Markov)
y después de la revolución lo siguió
estando, definiendo los procesos aleatorios estacionarios
(Jinchin) y creando el concepto de
e-entropía (Kolmogorov). A mayor abundancia,
Kolmogorov desarrolló en 1937 un modelo
matemático de genética de poblaciones basado en los
postulados mendelistas, similar al de Fischer (Cfr. Faustino
Sánchez Garduño: Clásicos de la
biología matemática, Siglo XXI, México, 2002,
pgs.123 y stes.). (271) G. Hertz: Engels y la dialéctica
de la necesidad y la casualidad, en Engels y la ciencia marxista,
cit., pg.99.
(272) Academia de Ciencias de la URSS y Academia
de Ciencias de Cuba: La
dialéctica y los métodos científicos
generales de investigación, Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 1985, tomo I, pg.280.
(273) Hegel:
Lógica, cit., tomo II, pg.62.
(274) Essai philosophique sur les
probabilités, Christian Bourgois Éditeur, Paris,
1986, pgs.32-33 y 77 a 79.
(275) "En el ámbito de la imagen
ondulatoria no hay ninguna indeterminación, ninguna
casualidad, sino sólo plena determinación en el
sentido estricto clásico. Lo que pasa es que esa
determinación se afirma de conceptos y medidas que no
pueden observarse directamente, sino que están definidos y
caracterizados por todos los parámetros, operadores y
magnitudes propios de la forma matemática en que
están representados" (Robert Havemann: Dialéctica
sin dogma, Ariel, Barcelona, 1971, pgs.123-124).
(276) Ph. Cazèlle: El azar, la ciencia y
la ideología, en Dialéctica marxista y ciencias de
la naturaleza, Ediciones Roca, México, 1977, pg.86.
(277) La contradicción entre el
determinismo y la libertad humana ya fue magistralmente expuesto
por Espinosa. Según el filósofo holandés,
los hombres somos conscientes de los fines que nos mueven a
actuar, pero no de las causas de esa misma actividad. Por eso nos
forjamos una libertad ilusoria y falsa: "Los hombres creen ser
libres sólo a causa de que son conscientes de sus acciones e
ignorantes de las causas que las determinan". La libertad, pues,
no es algo diferente de la necesidad sino la conciencia de esa
misma necesidad. Obra libremente no quien actúa al margen
de las causas de su actuación sino con plena conciencia de
ellas (Ética,
Editora Nacional, Madrid, 1975, pgs.96, 188 y 265).
(278) Guillermo de Ockham: Exposición
de los ocho libros sobre
la física (Prólogo), en Los sucesivos, Orbis,
Barcelona, 1985, pg.59.
(279) Academia de Ciencias de la URSS y Academia
de Ciencias de Cuba: La dialéctica y los métodos
científicos, cit., tomo I, pg.278.
(280) "Un suceso sigue a otro sin que seamos
capaces de comprender la fuerza o poder
en virtud del actual la causa opera o hay alguna conexión
entre ella y su supuesto efecto […] Todos los acontecimientos
aparecen sueltos y separados. Un acontecimiento sigue a otro,
pero nunca hemos podido observar un vínculo entre ellos.
Parecen conjuntados, pero no conectados" (Hume:
Investigación sobre el conocimiento humano, Madrid, 2003,
pg.85). En los empiristas actuales la estadística es un
método exclusivamente inductivo un recorrido de lo
particular a lo general. Aparentemente, de ese método
quedan excluidas, como es habitual, las hipótesis previas.
Pero el cálculo de probabilidades es un método a la
vez inductivo y deductivo y, además, por el propio
carácter deductivo, hace un uso de las hipótesis
que es esencial al propio cálculo y que está en el
nombre mismo de algunos de los conceptos matemáticos utilizados, como el de
"esperanza", que no es más que la expectativa de un
determinado resultado.
(281) Jean Louis Boursin: Las estructuras
del azar, Martínez Roca, Barcelona, 1968, pgs.127-128.
(282) Serafín T. Meliujin:
Dialéctica del desarrollo en la naturaleza
inorgánica, Grijalbo, México, 1963, pg.272.
(283) Hegel, Lógica, cit., tomo II,
pgs.57, 62 y 63.
(284) He sostenido antes que en Lamarck
existía una cierta forma de actualismo y parece que ahora
defiendo lo contrario. El contexto en el que utilizo ahora este
concepto es muy diferente, por lo que quizá se deba hablar
de un actualismo puramente metodológico o
epistemológico en Lamarck, desde luego diferente del de
Lyell y los biólogos de la primera mitad del siglo
XIX.
(285) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pgs.160-161, 216 y 304.
(286) Prefacio a la obra de Laplace Essai
philosophique sur les probabilités, cit., pg.23.
(287) Le hasard et la nécessité,
cit., pg.148.
(288) Cfr. F. C. Hoppensteadt: Mathematical
methods of population biology, Cambridge University Press,
Melbourne, 1982.
(289) John Maynard Smith: Evolution and de
théory of games, Cambridge University Press, 1982. La
teoría de
juegos, como la cibernética, tiene un origen militar en la
posguerra mundial; es una teoría belicista disfrazada de
matemática avanzada. Una de sus primeras aplicaciones
prácticas la tuvo en la crisis de los misiles en Cuba.
John Maynard Smith confesó que conforme se fue alejando
del marxismo, se
volvió más reduccionista en la ciencia; obviamente
no se trata sólo de reduccionismo (John Maynard Smith: La
construcción de la vida. Genes, embriones y
evolución, Crítica, Barcelona, 2000, pg.63). El
vínculo entre la retroalimentación cibernética y la
artillería antiaérea fue reconocido por el propio
Wiener, que es muy claro en este punto (Cibernética o el
control y comunicación en animales y máquinas,
Tusquets, Barcelona, 1985, pgs.27 y 155).
(290) Principies de biologie mathématique,
en Acta Biotheoretica, 1937, vol.III.
(291) Academia de Ciencias de la URSS y Academia
de Ciencias de Cuba: La dialéctica y los métodos
científicos, cit., tomo I, pg.279.
(292) Erikson: La extinción de las
especies, cit., pgs.186-188.
(293) Eugene P. Odum: Ecología. Bases para
un nuevo paradigma, Vedra, Barcelona, 1992, pgs. 152 y stes.
(294) En el capitalismo el
excedente poblacional es relativo a la acumulación de
capital, que cambia su composición orgánica,
disminuyendo la parte correspondiente al capital variable (y, por
tanto, los salarios), al
tiempo que la población se proletariza y se crea un
ejército industrial de reserva. La demanda de
trabajo no depende del capital sino sólo de su parte
variable y disminuye proporcionalmente de manera acelerada a
medida que crece el capital total. La población obrera
crece más rápidamente que el capital variable pero
no de una manera constante. Esto genera un excedente de fuerza de
trabajo inactiva. La mayor atracción de obreros por el
capital va ligada a una repulsión también mayor.
Esta superpoblación se convierte, a su vez, en palanca de
la acumulación del capital o, mejor dicho, en una de las
condiciones de subsistencia del propio capitalismo. Tiene que
haber grandes masas de fuerza de trabajo disponible, en reserva,
a las que recurrir en momentos determinados. Según Marx,
"a la producción capitalista no le basta, ni mucho menos,
la cantidad de fuerza de trabajo disponible que le suministra el
crecimiento natural de la población. Necesita, para poder
desenvolverse desembarazadamente, un ejército industrial
de reserva, libre de esta barrera natural". Las oscilaciones en
el volumen de esta
fuerza excedente de trabajo son las que regulan los niveles
salariales (El Capital, cit., tomo I, pgs.521 y stes.).
(295) Rémy Chauvin: Las sociedades
animales. Abejas, termitas, hormigas, peces,
aves y
mamíferos, Editorial Zeus, Barcelona, 1972, pgs.164 y
stes.
(296) Anti-Dühring, cit., pg.57; carta a
Piotr Lavrov de 12-17 de noviembre de 1875, en Cartas, cit.,
pg.87.
(297) Salet: Azar y certeza, cit., pg.77; Carrel:
La incógnita del hombre, cit., pg.284.
(298) Les méthodes statistiques
adaptées a la recherche scientifique, Presses
Universitaires de France, Paris, 1947.
(299) Jordi Agustí: Fósiles, genes
y teorías. Diccionario heterodoxo de la evolución,
Tusquets, Barcelona, 2003, pgs.110-111.
(300) La genética soviética, cit.,
pg.100.
(301) Sinnott, Dunn y Dobzhansky: Principios de
genética, cit., pgs.130 y stes.
(302) D. S. Falconer: Introducción a la
genética cuantitativa, Ed. Continente, México,
1970, pgs.14 y stes.
(303) Gilbert: Biología del desarrollo,
cit., pgs.56 y 606.
(304) Carlson: Embriología básica,
cit., pg.78.
(305) Algunos países industrializados han
detectado que comienza a invertirse la proporción de
nacimientos entre hombres y mujeres, puesto que comienzan a nacer
más niñas que niños. La razón de este
cambio de tendencia se atribuye a la exposición a factores
ambientales tóxicos, la alimentación, el estrés y
el tabaco.
(306) N. P. Dubinin: Genética general,
Mir, Moscú, 1981, tomo II, pg.180.
(307) José Muñoz del Castillo:
Radiactividad y radiobiología, Madrid, 1919, pg.360.
(308) Balinsky: Introducción a la
embriología, cit., pgs.640-647.
(309) Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin:
Genética, cit., pg.8.
(310) Como consecuencia de la guerra fría,
en los años cincuenta la OMS fue obligada a firmar un
acuerdo con la AIEA (Agencia Internacional de la Energía
Atómica) que le prohíbe actuar por su cuenta en
materia de
contaminación radiactiva, lo que incluye
emprender investigaciones y emitir declaraciones sin el acuerdo
previo de la AIEA. De ahí que en este punto mantenga
siempre un silencio que le conduce a la complicidad.
(311) Causarum finalium inquisitio sterilis
est, et tanquam virgo Deo consecrata nihil parit (La
búsqueda de las causas finales es estéril, y como
una virgen dedicada a Dios no produce nada, De augmentis
scientiarium, 1604, §3.40, El progreso del saber,
Alianza Editorial, Madrid, 1988).
(312) Engels: Dialéctica de la naturaleza,
cit., pg.206.
(313) "Las almas actúan según las
leyes de las
causas finales, por apeticiones, fines y medios. Los
cuerpos actúan según las leyes de las causas
eficientes o de los movimientos" (Leibniz: Monadología,
§79).
(314) La ciencia y la hipótesis,
Espasa-Calpe, Madrid, 3ªEd., 1963, pg.123.
(314b) Hegel: Lógica, Folio, Barcelona,
2002, tomo II, pgs.149 y stes.
(315) Éléments de philosophie
biologique, cit., pg.29.
(316) Bertalanffy: Teoría general de
sistemas, cit., pg.169.
(317) Histoire naturelle, cit., tomo I,
pgs.323-324; cfr. Gould: La estructura de la teoría de la
evolución, cit., pg.198-199.
(318) El origen de las especies, cit.,
pg.150.
(319) El origen de las especies, cit.,
pg.173.
(320) El origen de las especies, cit., pg.182.
(321) El origen de las especies, cit., pg.208. (322) Manuscritos
filosófico-económicos, cit., pg.111. (323)
Dialéctica de la naturaleza, cit., pg.170. (224) Suzuki,
Griffiths, Miller y Lewontin: Genética, cit., pg.5. (325)
Dialéctica de la naturaleza, cit., pgs.184-185. (326)
Manuscritos filosófico-económicos, cit.,
pgs.111-112. (327) Inmunidad y automultiplicación
proteica, Revista de Occidente, Madrid, 1954, pgs.96-97.
(328) Waddington: Biología hoy, cit.,
pg.53.
(329) La naturaleza de la vida, cit.,
pgs.105,136,146 y 151.
(330) Psicología, lógica y
comunicación, Nueva Visión, Buenos Aires, 1970,
pgs.95 y stes.
(331) S. Varmuza: Epigenetics and the renaissance
of heresy, en Genome, vol. 46, núm. 6, diciembre de 2003;
David Haig: Weismann Rules! OK? Epigenetics and the lamarckian
temptation, en Biology and Philosophy, 22, 2007.
(332) E. B. Ford: Mendelismo y evolución,
Labor, 2ª Ed., Barcelona, 1973, pgs. 33 y stes.
(333) Dialéctica de la naturaleza, cit.,
pg.240.
(334) Engels: artículo necrológico
sobre Carl Schorlemmer, en Vorwärts, núm.153, 3 de
julio de 1892; también en Cartas, cit., pg.123.
(335) Engels, Dialéctica de la naturaleza,
cit., pg.34.
(336) Cfr. Daniel P.Todes: Darwin without
Malthus: The struggle for existence in Russian evolutionary
thought, Oxford University Press, 1989.
(337) Cartas, cit., pg.88 y Dialéctica de
la naturaleza, cit., pg.244.
(338) Marcel Prenant: Biologie et marxisme,
Éditions Sociales Internationales, Paris, 1936, pgs.99 y
106.
(339) A. I. Oparin: El origen de la
vida, Losada, Buenos Aires, 4ª Ed., 1960, pg.190.
(340) La base científica de la
evolución, cit., pgs.120-121.
(341) Use of mentors in training hybrid seedlings
and instances of pronounced changes occasioned in fruit varieties
by various outside factors, en Selected works, cit., and
pg.113.
(342) Principles and methods, en Selected works,
cit., pg.190.
(343) The origin of the life in the Earth,
Pergamon Press, Nueva York, 1959.
(344) Carta a Piotr Lavrov de 12-17 de noviembre
de 1875 y Anti-Dühring, cit., pg.58.
(345) V. Stoletov: ¿Mendel o Lysenko? Dos
caminos en biología, Lautaro, Buenos Aires, 1951. (346)
Oparin, apuntes para una biografía intelectual, cit.,
pg.25.
(347) Jordi Agustí, cit., pg.167.
(348) Scientist in Russia, Penguin Books, Nueva
York, 1947, pg.99.
(349) Evelyn Fox Keller: El siglo del gen. Cien
años de pensamiento genético, Península,
Barcelona, 2002, pg.127.
(350) Jaures Medvedev: La ciencia
soviética, Fondo de Cultura Económica,
México, 1980, pgs.24 y 30.
(351) Julian Huxley: Vivimos una
revolución, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1959,
pg.20.
(352) Angus Maddison: Crecimiento
económico en el Japón y
la URSS, Fondo de Cultura Económica, México, 1971,
pg.126.
(353) A. Bogdanov: La scienza, l"arte e la classe
operaia, Mazzotta, Milan, 1978.
(354) Pablo Huerga Melcón: La ciencia en
la encrucijada, Pentalfa, Oviedo, 1999, pg.383.
(355) La ciencia soviética, cit.,
pg.201.
(356) Gennadi Fish: A People"s Academy, Foreign
Languages Publishing House, Moscú, 1949.
(357) La ciencia en nuestro tiempo, Nueva Imagen,
UNAM,
México, 3ordf;Ed., 1979, pg.380.
(358) Stephen Jay Gould: Dientes de gallina y
dedos de caballo. Más reflexiones acerca de la historia
natural, Hermann Blume, Madrid, 1985, pgs.215 y stes. En 1912 se
anunció el hallazgo en Piltdown, una localidad del centro
de Inglaterra, del eslabón perdido entre el hombre y el
mono en una reunión de la Sociedad
Geológica de Londres. Los fósiles eran una mezcla
de nueve restos craneales de un homínido moderno con la
mandíbula de un orangután. Además del
jesuita francés, el otro artífice del fraude fue
Charles Dawson, abogado especialista en antigüedades y amigo
de Teilhard de Chardin, que entonces vivía en Inglaterra.
En aquellos años, los hallazgos fósiles de
homínidos se reducían a algunos pocos restos mucho
más próximos al hombre moderno que el cráneo
hallado en Piltdown. Dawson pretendía mostrar que
Inglaterra era la cuna de la humanidad. Se publicaron más
de 500 artículos científicos sobre el falso
descubrimiento y las excavaciones de Piltdown fueron declaradas
monumento nacional en 1950, pero tres años después
el engaño quedó al descubierto. Fue un intento
deliberado preparado minuciosamente para que pudiese resistir el
análisis científico que sólo un experto
podía llevar a cabo. Incluso se presentó una
proposición en la Cámara de los Comunes para que
retirara su confianza en la solvencia científica del Museo
Británico.
(359) En biología molecular es habitual
que los artículos científicos sean firmados no
sólo por sus verdaderos autores sino también por
los jefes de los laboratorios en los que trabajan. A principios
de los años ochenta el cardiólogo John Darsee
publicó casi cien artículos en un período de
dos años. Algunos científicos de su laboratorio
comenzaron a sospechar y descubrieron que Darsee había
falsificado la mayor parte de los datos. Pero tanto
su jefe como la Universidad de Harvard en la que trabajaba
prefirieron ocultar la corruptela al organismo que financiaba las
investigaciones. En 1986 la revista Cell publicó
un artículo firmado -entre otros- por Thereza
Imanishi-Kari, una investigadora del MIT (Instituto
Tecnológico de Massachusetts), y por David Baltimore,
premio Nobel de Medicina en 1975. Una becaria del laboratorio,
Margot O"Toole, descubrió el fraude y lo denunció.
Tras varios años de investigación, en los que
intervino incluso la CIA, se demostró que, efectivamente,
había habido fraude del que exculparon a Baltimore porque
se había limitado a firmar el artículo junto con la
verdadera autora. Ésta continuó enseñando en
la Universidad Tufts, mientras la becaria fue despedida y durante
muchos años ningún otro laboratorio la
admitió; tuvo que vender su casa y trabajar de telefonista
en una compañía de mudanzas propiedad de
su hermano ("Bióloga paga caro haber cuestionado un
estudio", New York Times, 22 de marzo de 2007). Además de
rector de la Universidad Rockefeller de Nueva York, cargo del que
tuvo que dimitir en 1991, Baltimore también es editor de
la revista Science y firmó más de cien
artículos entre 1986 y 1990, pero su tarea se
limitó a eso, a firmar; no intervino personalmente en la
redacción de la mayor parte de ellos y otros ni los
leyó siquiera. Es un fraude institucionalizado y
normalizado para el que el gobierno de
Estados Unidos tuvo crear en 1992 un departamento especial, la
Office of Research Integrity, que ha imputado por fraude
a 1.500 científicos, la mayor parte de los cuales tienen
relación con la biología o la medicina. Jerome
Jacobsen testificó ante el Congreso de Estados Unidos que
un 25 por ciento de los informes científicos (en medicina)
podrían estar basados, al menos en parte, en datos que han
sido manipulados intencionadamente.
(360) De Aristóteles a zoológicos,
cit., pgs.187 y 188. Para otros, Lysenko no era un "genio
maléfico" pero estaba poseído por él: era un
"poseso". Como las brujas medievales, creía en sus propios
milagros y tenía la capacidad de seducir a los
demás (Joel y Dan Kotek: L"affaire Lyssenko, Complexe,
Bruselas, 1986, pg.99).
(361) L. C. Dunn y T. Dobzhansky: Herencia, raza
y sociedad, Fondo de Cultura Económica, México,
1981, pgs.144 y 152-153; T. Dobzhansky: Genética y el
origen de las especies, Revista de Occidente, Madrid, 1955, pgs.
182 y stes.
(362) The supression of a science, en Bulletin of
the Atomic Scientists, mayo de 1949, pg.144. La misma falsedad
cometió Huxley, quien afirmó sin vacilar: "Se sabe
con certeza" que Vavilov fue desterrado al extremo nordeste de
Siberia (La genética soviética, cit., pg.42). Muy
al contrario, Vavilov fue uno de los pocos científicos que
no fue internado en un campo de trabajo.
(363) Francisco J. Ayala: La evolución de
un evolucionista: escritos seleccionados, Universidad de
Valencia, 2006, pg.165.
(364) Horticultor y botánico, Luther
Burbank nació en Lancaster, Massachusetts. Aunque
cursó estudios en la Lancaster Academy, se crió en
una granja y con veintiún años compró un
terreno cerca de Lunenburg, iniciándose como cultivador de
plantas. En 1873 desarrolló la llamada patata de Burbank,
variedad grande y resistente muy superior a la pequeña que
se cultivaba hasta entonces. En 1875 se trasladó a Santa
Rosa, California, donde construyó un vivero en el que
estuvo experimentando el resto de su vida. Además de su
cactus comestible, creó algunas variedades mejoradas de
frutas y hortalizas, nuevos tipos de rosas y otras
muchas plantas y flores ornamentales, así como un nuevo
fruto, un cruce entre la ciruela y el albaricoque. En total,
cultivó 800 nuevas clases de frutas, vegetales, nueces,
cereales y flores (Katherine Pandora: Knowledge held in common.
Tales of Luther Burbank and science in the American vernacular,
en Isis, vol.92, setiembre de 2001).
(365) Cfr. Pascal Acot:
Histoire de l"écologie, Presses Universitaires de France,
Paris, 1988, pgs.70 y stes.
(366) Ayala: La evolución de un
evolucionista, cit., pg.164.
(367) E. Strasburger, F. Noll, H. Schenck y A. F.
W. Schimper: Tratado de botánica, Omega, Barcelona, 2004,
pgs.440 y stes.; Lüttge, Kluge y Bauer: Botánica,
cit, pg.497 y stes.
(368) Historia general de las ciencias. vol. La
ciencia contemporánea. II. El siglo XX, Destino.
Barcelona, 1975, pg.798.
(369) Lysenko: Nuevas realizaciones en el arte de
dirigir la naturaleza de las plantas. Informe presentado el 6 de
julio de 1940 a la Conferencia de titulares de la cátedra
de marxismo-leninismo de la URSS, en Agrobiología,
pg.183.
(370) El bromuro de metilo se utilizaba tras la
cosecha en naranjas, mandarinas y pomelos para impedir el ataque
de la mosca. Pero además de su impacto
ambiental, este gas afecta a la
calidad de la cosecha. De ahí que el Convenio de Viena y
el Protocolo de
Montreal obliguen a reducir su empleo. El Instituto Nacional de
Tecnología
Agropecuaria de Argentina mantuvo frutos de naranja y mandarina a
una temperatura de
1 grado hasta que desaparecieron la totalidad de las larvas, que
fueron de 13 días en naranjas y 12 en mandarinas. Luego
los frutos se mantuvieron durante 7 días a una temperatura
de 20 grados, simulando la comercialización. Al finalizar la
experiencia, los frutos no presentaron alteraciones
fisiológicas ni patológicas causadas por la
vernalización, ni tampoco se observaron diferencias
significativas con los frutos testigos en los parámetros
de calidad interna. Asimismo, simulando prácticas de pos
cosecha habituales en los empaques, se evaluó la calidad
de frutos con una conservación prolongada –90
días a 5 grados– después de la cual se
vernalizaron. Tampoco en este caso se hallaron diferencias
significativas entre el tratamiento y el testigo.
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