28/09/1848 – 06/05/1905
Hemos escuchado y/o leído que la mejor palabra es
la que no se dice, pues la que se dice queda atrás en el
tiempo, en
tanto el silencio permanece. Esta expresión parece cierta
por lo menos en lo que respecta a Monseñor Jesús
Manuel Jáuregui Moreno, pues de él se dijo y se
hizo mucho en su tiempo. Confieso que hace cuatro décadas
durante mi estadía en La Grita del Estado
Táchira y posterior a ella, no se me dijo ni tampoco me
informé sobre la vida de este hombre.
Ciertos temas toman la palabra sin solicitar permiso y este es
uno de ellos, veamos por qué.
Todo se inicia por mi interés en
hacer una reseña sobre La Grita del Estado Táchira,
que mostrase un poco su historia y particularmente
tratando de referir aquella que viví, en vista de que casi
todo parecía estar impregnado con la palabra
Jáuregui (Farmacia, Bodega, Expresos, Colegio, Liceo,
Distrito hoy Municipio, etc.), me sentí obligado a indagar
sobre este personaje, de cuyos sucesos relatare más
adelante pero siempre tomando en consideración el contexto
histórico en los cuales se desarrollan, dicho de otra
manera poco usual: para encontrar la sombra de un muerto,
nosotros los vivos tenemos que retroceder la nuestra; al hacerlo
así estaremos valorándolo en su justa
dimensión o al menos a nuestro entender, basados en el
momento en que ocurrieron aquellos acontecimientos.
Jesús Manuel Jáuregui Moreno nace un
día jueves 28 de septiembre de 1848 en la población de Niquitao
del Estado Trujillo (actualmente existe el Museo Casa
Jáuregui). Han transcurrido dieciocho años de la
separación de La Gran Colombia. Desde
la independencia
de España
en Venezuela ha
existido una lucha fraticida por el poder
(caudillismo),
acompañada con atraso y pobreza en
extremo. 1848 es un año de mucha tensión política, en efecto
al inicio del mismo, el partido Conservador con Páez a la
cabeza pierde poder ante los Liberales y estos a su vez
más adelante ante el personalismo y constitución de la Autocracia de los
Monagas (1848-1857), lo que viene son guerras
civiles, una tras otra, la más larga es la ocurrida entre
1859 a 1863 conocida como la guerra
federal, que dará paso a otras, entre ellas la de abril de
1870, llevada a cabo por Antonio Guzmán Blanco, jefe
supremo del Partido Liberal Amarillo y presidente de la
República directa o mediante interpuestos hasta el
año de 1890, pero su partido detentaría el poder
hasta el 29 de octubre de 1899, en el que es derrocado Ignacio
Andrade (hasta la actualidad el único presidente
merideño) por la llamada revolución
Restauradora de Cipriano Castro. Es conveniente hacer ver que con
excepciones muy puntuales como la batalla de Niquitao y la
Revolución Liberal Restauradora que viene desde Colombia y
penetra por el Estado
Táchira, los andes venezolanos no fueron escenario de
encontronazos bélicos por lo menos de importancia. Por
otra parte la reseña histórica antes descrita, se
hace importante para conocer el ambiente
político que rodea a Mons. J. M. Jáuregui M. y nos
permita hacer supuestos o aseveraciones sobre algunos actos del
mismo.
Niquitao
Poblado fundado en el año 1625, en sus
cercanía se llevó a cabo el 02 de julio de 1813 una
de las siete batallas de la Campaña Admirable y por la
cual s erigió el monumento denominado "La
Columna"
1) Vista aérea de Niquitao.
2) Avda.Bolívar.
3) Iglesia frente
a Plaza Bolívar. 4) Monumento "La
Columna"
En 1860 a los 12 años es monaguillo en la iglesia
de Mucuchíes; cuatro años más tarde ingresa
al Seminario
Tridentino de Mérida (que será desde 1883 Universidad de
los Andes), obteniendo el Diaconado el 27 de noviembre de 1870 y
el 19 de noviembre del siguiente año, la ordenación
Sacerdotal de manos del Obispo de Mérida Juan Hilario
Bosset Castillo, contaba con 23 años de edad.
Iglesia de Mucuchíes Estado
Mérida
Casa de gobierno (calle
23) al fondo, la torre de la Universidad de los Andes
Juan Hilario Bosset Castillo (1842
– 1873)
Octavo obispo de Mérida
Recién ordenado Sacerdote es nombrado Secretario
Privado del Obispo de Mérida cargo que ocupa hasta el
año 1873 por la razón más adelante explicada
y Párroco de San Juan Bautista de Milla hasta 1872, para
luego y por un período de diez años (1873 –
1883) ser nombrado Cura Párroco del Curato de
Mucuchiés y de las Parroquias de Torondoy y San
José de Pocó. Fue en el curato del Mucuchíes
paramero donde se dedicó a los estudios
pedagógicos, científicos (mineralogía,
estadística, ingeniería de caminos) y teológicos
que formaron su tesoro intelectual, por lo que se evidencia que
su formación académica fue en gran parte
autodidacta pero claro está, sólo posible para un
hombre sumamente inteligente y con un gran interés por
el
conocimiento. Su formación en teología fue
reconocida al ser condecorado con el grado de Doctor en Derecho
Canónigo por la Sagrada Congregación de Estudios de
Roma. Deja
también su huella en el pueblo de San Cristóbal de
Torondoy; contribuyó con la construcción de las iglesias de
Mucuchíes, San Cristóbal de Torondoy e
inició los templos de Palmira y Torondoy; además la
construcción del camino que unía a Mucuchíes
con Bobures en la costa del Lago de Maracaibo que facilitó
el transporte y
comercialización de la producción.
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