Una herramienta para promover la confianza y el mutuo conocimiento en los colectivos de trabajo
- Necesidad e importancia de
la confianza para un colectivo laboral
La aplicación de la herramienta en un proceso de
consultoría organizacional
Aplicación de la herramienta y resultados
obtenidos
Conclusiones
Bibliografía
Introducción
La cohesión y la integración de los colectivos o grupos de
trabajo, se
pueden alcanzar sólo si existe un ambiente
laboral donde
prime la
comunicación abierta, la confianza y la transparencia
en las relaciones entre los trabajadores, y entre trabajadores y
directivos. No obstante, la confianza, las buenas relaciones
interpersonales, la cohesión e integración de
los grupos dentro de la
organización, no son estados que se generan de forma
espontánea, son ambientes que son necesarios construirlos
de forma consciente y sistemática.
La aplicación de la herramienta en
cuestión estuvo dirigida a ampliar el área
pública en la comunicación de cada integrante del equipo,
con el propósito de crear las bases necesarias para la
construcción de un ambiente de confianza e
integración en los colectivos de trabajo de dicha
entidad.
Necesidad e
importancia de la confianza para un colectivo
laboral
La confianza es la condición que nos permite
desarrollar nuestras relaciones con los demás
compañeros de trabajo, en base a la comprensión, el
respeto y la
ayuda mutua para crecer y madurar de forma
independiente.
No puede lograrse un alto desempeño en un colectivo laboral donde la
desconfianza y difidencia constituyan parte de la cultura
permanente del mismo, y en el cual además, los directivos
no sean capaces de proyectarse y convencer a los restantes
miembros a partir de una imagen que
responda a los valores
compartidos por la organización. Al respecto, señalaba
el investigador norteamericano F.K. Sonnenberg: "Los equipos de
alto desempeño se caracterizan por una alta confianza
mutua entre sus miembros. Es decir, los miembros creen en la
integridad, la
personalidad y la capacidad de los demás. Pero, como
usted sabe de sus relaciones personales, la confianza es
frágil. Se requiere de mucho tiempo para
lograrla, se puede destruir con facilidad y es difícil
volver a ganarla. Asimismo, dado que la confianza alimenta la
confianza y la desconfianza alimenta la desconfianza, mantener la
confianza requiere de una cuidadosa atención de parte de la
administración"[1].
La confianza, la transparencia en la manera de decir y
actuar, y las buenas relaciones interpersonales en los colectivos
laborales funcionan como poderosos agentes de cambio y de
adaptación a las nuevas condiciones; son fuentes de
mejora continua y perfectos catalizadores del movimiento de
la organización y de los grupos de trabajo.
El desarrollo de
los factores anteriormente mencionados juega un papel de vital
importancia en los momentos de incertidumbre, por los cuales
atraviesan en ocasiones las organizaciones,
producto de
los propios cambios y transformaciones políticas,
económicas e institucionales que ocurren en el entorno en
que se desenvuelven. La comunicación en este contexto
tiene que ser transparente y oportuna, lo cual constituye una
condición indispensable para lograr mantener un alto
compromiso de los trabajadores, profesionales y directivos con la
organización. Esta, "…es la única forma de
fomentar la confianza y la responsabilidad entre quienes van a ser
reubicados, reorientados dentro y fuera de la
organización, pero también es clave para los que se
quedan."[2]
Es importante desatacar en este trabajo, la especial
atención que se le brinda hoy día a la necesidad de
la construcción de un clima de
confianza en las organizaciones y colectivos laborales en
Cuba. De tal
manera se refleja en los documentos
regulatorios, relacionados con la implementación y
consolidación del sistema de
dirección y gestión
empresarial en un grupo de
empresas
cubanas, en especial, en el Decreto 281del Comité
Ejecutivo del Consejo de Ministro. En este importante documento
normativo se subraya la importancia de trabajar en el mantenimiento
de una atmósfera de confianza mutua como uno de los
factores principales para lograr un correcto ambiente de control.
En el artículo 579 de dicho decreto, al referirse
a los factores que inciden en la consolidación del
ambiente de control y por en ende, de todo el sistema de control
interno en las organizaciones cubanas, se orienta como
condición indispensable que: "Debe fomentarse una
atmósfera de mutua confianza para consolidar el flujo de
información entre las personas y su
desempeño eficaz hacia el logro de los objetivos de
la entidad."[3]
En la resolución No. 297del 2003 del Ministerio
de Finanzas y
Precios se
amplia y refuerza esta idea, cuando se plantea que: "Para el
control resulta esencial un nivel de confianza mutua entre las
personas, la cual coadyuva el flujo de información que las
personas necesitan para tomar decisiones y entrar en acción.
Propicia, además, la cooperación y la
delegación que se requieren para un desempeño
eficaz tendente al logro de los objetivos de la entidad. La
confianza está basada en la seguridad
respecto a la integridad y competencia de la
otra persona o
grupo."[4]
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