La formación en investigación en la licenciatura en estudios socioculturales: ¿Un reto cumplido?
Resumen
La formación de los profesionales no puede verse
como una célula
autónoma e independiente de la
investigación. La problemática que aquí
se estudia responde a la necesidad de articular la investigación desde la formación
inicial hasta la formación permanente. El análisis que se realiza responde a
resultados de investigaciones
realizadas en Cuba, con
especial énfasis en la Licenciatura en Estudios
Socioculturales.
Introducción
El desarrollo de
una universidad
más científica que permita preparar profesionales
competentes, capaces de acometer con eficiencia y
eficacia las
tareas que la profesión requiere y a la vez contribuya al
desarrollo científico-técnico de la humanidad,
constituye un reclamo global de la sociedad
actual. Cada vez más gobiernos, instituciones
y organizaciones de
diversos países comprenden que para lograr su objetivo de
desarrollo, se hace necesario fomentar el principal recurso de
cualquier país, los recursos
humanos.
En el proceso de
formación de los profesionales se exige cada día
más la preparación de los estudiantes en la
actividad científico-investigativa, como un requerimiento
imprescindible para la formación de profesionales, lo cual
se evidencia global y ampliamente en los documentos de la
V Conferencia
Iberoamericana de Educación, así
como en la V Cumbre de Jefes de Estado y
Gobierno.
En el Documento Base de la Declaración de
Buenos Aires
titulado "La educación como factor del
desarrollo", se señalan, entre las once prioridades
educativas del mundo actual las siguientes:
? Favorecer la movilidad de graduados y
profesores universitarios para la realización de
actividades académicas y de
investigación.? Mejorar la enseñanza de las materias
más directamente relacionadas con la actividad
científico-investigativa.
Al respecto en la Declaración de Bariloche,
documento de la V Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de
Gobierno, se plantean entre los aspectos fundamentales que deben
contemplar las políticas
educativas en los países iberoamericanos:
"El estímulo desde la más temprana
edad, de la curiosidad y la capacidad inquisitiva, que constituye
punto de partida para el desarrollo de la investigación científica y
tecnológica" [1]
La formación de los profesionales desde la etapa
inicial o continua ha sido sustentada desde varios enfoques o
modelos
pedagógicos y se ha tratado de lograr una
transformación que responda a las necesidades de los
contextos históricos de cada país. El eje de
articulación en los programas para el
logro del perfil de egreso, en las licenciaturas, ha sido visto a
través del vínculo de las universidades con las
instituciones educativas o academicistamente. En el postgrado se
han planteado currículos que se articulan a través
de las distintas asignaturas.
Sin embargo, nos preocupa la articulación entre
los diferentes programas, considerando que en la actualidad es
una necesidad que los profesionales alcancen niveles superiores
de formación, pues solo la inicial no nos prepara para dar
respuesta a los retos que los docentes
enfrentan cada día.[2]
Desarrollo
En Cuba desde el siglo XIX, destacados
intelectuales
y pedagogos como Félix Varela, José de la
Luz y Caballero, Enrique José Varona, José
Martí,
entre otros, vislumbraron y argumentaron la necesidad de una
enseñanza científica en la que el
niño fuera capaz de aprender en su libre interacción con la naturaleza y
la sociedad, mediante la experimentación, de la
búsqueda independiente. Al respecto, nuestro Héroe
Nacional José Martí
expresó: "Que la enseñanza científica
vaya como la savia en los árboles, de la raíz al tope de
la
educación
pública"[3].
Lo anteriormente expuesto evidencia la necesidad de que
los profesionales tengan una preparación
científica: "No hay verdadera enseñanza
superior sin actividad de investigación. Ella forma parte
del proceso enseñanza-aprendizaje y
tiene gran valor en la
formación profesional" [4]
Lo planteado ha estado presente en la formación
de los profesionales en Cuba.
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