El árbol del conocimiento. Algunos aspectos sobre la obra de Francisco Varela y Humberto Maturana (página 2)
En este aparte, también se habla acerca de la
frase "…no vemos que no vemos" (p.15), donde se deduce que
el ser humano esconde la culpa de no reconocer que desconoce todo
cuanto le rodea y afecta su relación con el ambiente. Otro
de los aspectos que llama la atención en la presente obra es que
"nuestra experiencia…es proveniente de cada escena que
miramos" (p.17), lo cual forja la idea de que los agentes
perturbantes del entorno no son quienes permiten la construcción del pensamiento,
sino la estructura
individual de cada ser, porque se procura ver hasta donde alcanza
el campo visual sin ir más allá, sin profundizar y
menos desprenderse del propio aspecto cultural.
Ahora, la idea del "¿Qué vemos?" (p.19) va
más allá de lo que se percibe (comprende o conoce
algo) a simple vista, pues el ver implica percibir, observar,
considerar algo, experimentar y reconocer hechos, de manera
profunda. Por ello, debe reflexionarse acerca de cómo se
conoce, reconociendo que hay una individualidad y que se vive en
un mundo de incertidumbre, dudas, azares y dejar a un lado
aquello que está prohibido conocer el conocer o tal vez
inhibido el dar a conocer lo que se conoce.
Hay que considerar también la existencia del
aprehender como punto de partida para el hacer y el conocer en un
mundo impregnado de valores,
contravalores y otros elementos que no permiten visualizar el
entorno en el mejor sentido de la palabra, pero que de alguna u
otra forma hace efectivo la producción de conocimientos.
La
Organización de lo Vivo
Las organizaciones
son todas aquellas disposiciones que, reguladas por normas, cumplen
funciones
determinadas (DRAE, 2009). Por supuesto, una organización debe estar formada por
miembros que le dan vida a la misma, que conjugan todas aquellas
experiencias con el fin de lograr el
conocimiento necesario para que su sistema siga
siendo lo que es. Debe recordarse que el acto de conocer es la
praxis del que
conoce, con ayuda de su propia estructura cognitiva (de su
organización) y no se pueden entender las bases
biológicas del conocimiento
sólo a la mano o a la vista del estudio sobre el sistema nervioso,
sin tomar en cuenta su propia estructura u
organización.
El presente inciso, está centrado en la
consolidación de la vida organizativa, pues la misma
presenta continuidad y acoplamiento del desarrollo
individual en cada organismo y su disposición estructural
en el entorno donde la misma se desenvuelve. Se trata entonces de
descubrir y construir aspectos que permitan clasificar los
objetos y las cosas como un ser vivo y, a pesar que están
establecidas las propiedades que poseen estos elementos para
considerarse vivos, Maturana y Varela (1996) plantean como
alternativa la autopoiesis como un tipo de
organización característica de los seres
vivos.
La autopoiesis, según los dos autores
anteriormente nombrados, está definida por una red de naturaleza
metabólica que produce los componentes estructurales de
dicha red y una
membrana que recorta un espacio que se encuentra dentro de la
misma red metabólica y toma parte en el entramado de
producción de mecanismos que constituyen la propia red.
Ahora, esa red metabólica se constituye mutuamente y de
manera dinámica dando paso a la Autopoiesis, cuyo
significado está centrado en el hacer y el ser de un
sistema, pues produce a sí mismo o el producto del
sistema es el sistema mismo (auto construcción de los
seres vivos) y por ello, los organismos se vuelven
autorreferente, pues no hay separación entre el productor
(el que hace) y el producto generado (lo hecho).
Según los autores, la característica
más peculiar del sistema autopoiético es que se
erige de acuerdo a sus propios límites y
de acuerdo a su dinámica, es inseparable de su propio
medio aunque éste sea distinto. El principio auto
poiético propone interpretar cuerpos de datos desde un
punto de vista específico donde los seres vivos se
expresan como unidades autónomas.
Por su parte, un sistema es autónomo es
"…capaz de especificar su propia legalidad, lo
que es propio de él" (p.40). De allí, surge la idea
que no todos los seres vivos son autónomos, pues muchos de
ellos no trabajan por cuenta propia, sino que son dependientes y
la autopoiesis es una clase concreta
de autonomía, la caracteriza a los seres vivos como
tal.
Consecuentemente, la unidad autopoiética genera
un ambiente de interacciones diferentes al de la fenomenología física, debido a que
las interacciones de la unidad autopoiética con su entorno
no están determinadas por sus constituyentes
físicos que cambian de un momento a otro sin alterar el
carácter de las interacciones de la unidad
con su entorno, sino por la organización del organismo, A
este hecho se le ha denominado determinación estructural,
la cual establece que el mundo posee todo tipo de dominios
continuos y vitales en virtud de cómo sea interpretada por
la organización de la unidad
autopoiética.
Historia: Reproducción y Herencia
En este inciso, se habla sobre reproducción y
herencia,
partiendo de la historia misma que los seres
humanos descienden por reproducción desde hace millones de
años. Debe tomarse en cuenta que " … para comprender a
los seres vivos en todas sus dimensiones, y con ello
comprendernos a nosotros mismos, se hace necesario entender los
mecanismos que hacen del ser vivo un ser histórico."
(p.48). De ello se infiere, que tomar en cuenta cómo
suceden los hechos naturales, sociales o de cualquier naturaleza
es de muy importancia porque solo así se llega a
comprender su comportamiento
a través del tiempo.
Claro está, que estudiar y explicar un sistema no
puede centrarse solo a mostrar las relaciones existentes entre
cada una de sus partes y las precisiones de sus interacciones
hasta el logro especifico de la organización. De tal
manera, la historia de interacciones de un sistema es primordial
para comprender su estado y lo
mismo sucede a nivel filogenético que promueve la historia
de los cambios estructurales presentes en el
organismo.
Entonces, la reproducción de una unidad da origen
a unidades entrelazadas de manera histórica y así
sucesivamente hasta formar un sistema histórico, de la
misma clase. En el caso de los seres vivos, la unidad original
(condición básica) es un ser vivo, una unidad
autopoiética y el proceso que
promueve el desarrollo de otras unidades autopoiéticas.
También, es importante señalar que la
reproducción no es constitutiva del ser vivo y, por
consiguiente, no forma parte del mismo, porque para producir
algo, es necesario que ese algo esté constituido como una
unidad y organización que lo defina como tal.
CAPÍTULO 2
Organizaciones de
los meta celulares y sus dominios conductuales
La Vida de los Meta
Celulares
En esta parte de la obra, los autores se refieren a que
los cambios estructurales de una unidad, históricamente,
pueden darse sin que pierda su organización,
denominándose ontogénesis, que no es más que
el resultado de los cambios provenientes del medio, tomando en
cuenta la dinámica interna del ser vivo. Cabe
señalar, que este tipo de transformación no cesa
sino hasta su desintegración.
Sin embargo, puede existir la ontogenia de dos unidades
de interacciones desarrolladas mediante una acción
recurrente y estable, generando perturbaciones recíprocas
con el fin de llegar al acoplamiento estructural, que se lleva a
cabo cuando hay patrones de interacción recurrentes o repetitivos
(constituyendo perturbaciones mutuas), entre una unidad
autopoiética y otra o entre una unidad autopoiética
y su entorno.
Por su parte, los meta celulares, según los
autores, son el resultado del acoplamiento estructural de las
continuas reproducciones de una célula
nativa. Cuando una célula da lugar a un organismo
metacelular, debe diferenciarse una unidad de segundo orden (el
metacelular) con su acoplamiento estructural y ontogenia
diferenciada como unidad compuesta, dando lugar a una
fenomenología distinta originando un linaje de segundo
orden. Sin embargo, este linaje de segundo orden es inherente de
la unidad celular, debido a que todo metacelular depende en su
reproducción de un momento unicelular, promoviendo
variaciones unicelulares y metacelulares.
Según Maturana y Varela (Ob.cit.), el ciclo de vida
de un metacelular compone una unidad en la que la ontogenia del
organismo se presenta de una transformación unicelular a
multicelular hasta el ciclo de la reproducción al pasar
por la etapa unicelular. De allí, se desprende la idea que
los metacelulares es una unidad estructural que contiene
acoplamientos estrechos y son sistemas
autopoiéticos de segundo orden, que permiten la
organización en organismos, colonias y sociedades,
tan igual como existen en las comunidades en general.
La Deriva Natural de los Seres
Vivos
La transformación estructural viene dada por
mecanismos históricos que permiten comprender el
fenómeno del conocer. Igual ocurre en las sociedades
cuando se conoce el contexto histórico de una hecho social
se llega a su comprensión. Las diferencias de una
transformación estructural dan lugar a variaciones
históricas en los linajes y la semejanza permite la
continuidad del linaje histórico. Los cambios que resultan
en el ser vivo producto de su interacción con el entorno,
están desunidos por una perturbación del medio en
el agente y determinados por su estructura. Igualmente sucede con
el medio respecto del agente y de manera general, todo lo que se
percibe como una unidad presenta una determinación
estructural.
Es importante recordar que los seres vivos no son
únicos ni en su acoplamiento estructural tampoco en su
determinación, pero si en la autopoiesis que lo
caracteriza. De allí se desprende que la especificidad de
lo vivo es que "…la determinación y acoplamiento
estructural se realizan en el marco de la continua
conservación de la autopoiesis que los define…"
(p.84) sea de primer o segundo orden con tal que esa
interacción genere cambios auténticos y necesarios.
Esa metamorfosis ocurre a cada instante durante toda la vida, de
manera continua.
Por su parte, cuando las interacciones del organismo con
el medio den lugar a perturbaciones no destructivas se
estará ante un hecho que donde organismo se a su entorno y
tiene como consecuencia el acoplamiento estructural mutuo, dando
cumplimento a lo que los autores denominan la ontogenia, que se
deriva de cambios estructurales en la organización y, por
lo tanto, con conservación de
adaptación.
Como es evidente, la deriva natural del ser vivo viene
dada por el hecho de que suceden múltiples hechos que
corroboran la acción detallada de lo que sucede en cada
organismo viviente, tomando en cuenta su propia adaptación
al medio ambiente
y su continuo acoplamiento estructural. Actúa, igualmente,
como la propia adaptación del ser vivo a su medio.
Consecuentemente, es importante señalar que cuando existe
la adaptación no existe la desintegración, al igual
que las organizaciones empresariales, si se adaptan al mercado
competitivo, pues es casi imposible que se
autodestruya.
Dominios Conductuales
Todo cambio implica
nuevas maneras de ver y pensar, de actuar e interactuar, lo que
rodea al ser vivo en un sin fin de nuevas posibilidades de
conocer lo desconocido y de sentir lo imperceptible. Esto trae a
la reflexión de que existe relación entre el ser
orgánico y su conducta, tomando
en cuenta que está el sistema nervioso que contribuye a la
determinación de lo estructural. En relación a
ello, Maturana y Varela afirman que "Esta contribución
será tanto por su estructura misma como porque el
resultado de su operar (lenguaje, por
ejemplo) formará parte del medio que, instante a instante,
operará como selector en la deriva estructural del
organismo que conserva allí su identidad."
(p.105). Más adelante, se corrobora que el ser vivo opera
en el presente siempre de manera estructural, debido a que
está determinado por la experiencia de la libertad y el
pasado solo queda en el punto referencial de las intenciones
ocurridas y futuro en aquellas que están por ocurrir, son
elementos muy importantes para lograr la
comunicación entre los seres vivos.
La conducta, por su parte, viene dada por los cambios
posturales de cada ser vivo, descrito por un observador y
traducidos en movimientos o acciones que
se relacionan con el medio que los rodea. Por ello, en sociedad, el
observador no debe estar fuera de ella sino dentro, pues fuera de
la sociedad nada existe.
Por otra parte, la conducta se relaciona con el sistema
nervioso y es permisible aceptar que:
En la medida que los cambios de estado de un organismo
(con o sin sistema nervioso) dependen de su estructura, y
ésta de su historia de acoplamiento estructural, los
cambios de estado del organismo en su medio serán
necesariamente congruentes o conmensurables con él,
cualesquiera sean las conductas y ambientes…
(p.117)
Allí, se refleja que la conducta dependerá
del ambiente en que se describa y no es una invención
propiamente dicha del sistema nervioso, pues su función
admite las necesidades específicas o significativas del
caso.
CAPÍTULO 3
Clausura
operacional del sistema nervioso
La Estructura neuronal
La estructura neuronal se caracteriza porque se extiende
por distancias largas y es capaz de contactar, en zonas muy
alejadas, a los organismos evitando tener que implicar a todas
las células
intermedias y mecanismos metabólicos más lentos.
Por tal motivo, las interacciones entre neuronas tiene su
variedad entre las más relevantes con las del tipo
eléctrico aunque también existen interacciones a
través de substancias que se transportan en el interior
del axón y que, liberadas o recogidas, en las terminales
gatilla en las neuronas, en los efectores o en los sensores con que
se conectan, cambios de diferenciación y
crecimiento.
De lo anterior, puede decirse que la estructura neuronal
es primordial en todo lo concerniente a la vida celular de todos
lo organismos correspondiente, porque de ellos se deriva su
propia conducta neuronal.
La Red Interneural
El funcionamiento básico de todo sistema nervioso
cambia la forma y tamaño de la red ínter neuronal y
la actividad motora provoca toda una serie de alteraciones en
esta red y así, hay una continua correlación
sensomotora determinada y mediada por la configuración de
actividad de esta red interneuronal. Esta red se mantiene activa
de manera constante caracterizada por tener una actividad de
ciclos internos de interacciones neuronales. A esta actividad se
le superponen o se le añaden las alteraciones producidas
en la superficie sensorial independientemente de la actividad de
la red pero que luego se incluyen en ella. Es importante destacar
que el acceso a la actividad neuronal es difícil e
históricamente retardada, pues como observadores
están acostumbrados a considerar exclusivamente las
perturbaciones externas y hay que pensar en lo
determinante.
Sin embargo, las perturbaciones externas sólo
pueden variar el constante ir y venir de los balances internos,
tomando en cuenta el centro de actividad neuronal entre la retina
y el córtex visual, por ejemplo, sabiendo que solo se
recibe un 20% de actividad nerviosa de la retina y un 80% de
otras zonas del cerebro, con lo
cual se llega al córtex visual, lejos de ser un bloque
informativo para la retina y, por lo tanto, es el conjunto de la
actividad neuronal conjunta de muchas zonas del
cerebro.
Consecuentemente, la red interneuronal logra ampliar el
campo de correlaciones sensomotoras del organismo y expandir el
dominio de la
conducta, así como lo hace el sistema nervioso al realizar
el mantenimiento
de zonas internas del organismo, para que con ello la
organización del organismo sea como un todo.
El Sistema Nervioso y el
Conocimiento
El conocimiento, según el DRAE (2009), es la
acción del conocer, del entendimiento y la inteligencia.
De misma manera, es la acción efectiva y se mide siempre
desde una pregunta planteada por el observador en busca de una
respuesta precisa, porque así haya conocimiento o no,
existe un contexto relacional que va a permitir esos cambios
estructurales que pueden llegar a perturbar un organismo, sobre
todo vivo.
Entonces, toda conducta observada "…puede ser
valorada por un observador como acto cognoscitivo" (p.149).
Quiere decir que el acto de conocer puede llevar al observador a
otros mundos inimaginables, el ámbito de saber que existe
en para poder explicar
lo inexplicable.
La Plasticidad
La plasticidad del sistema nervioso apunta a un continuo
cambio estructural, sin embargo, el cambio estructural del
sistema nervioso no se desarrolla nivel de sus grandes
líneas de conectividad sino en las características
particulares de las interconexiones de los grandes grupos de
neuronas. Debido a la plasticidad del sistema nervioso,
especialmente entre vertebrados y más aún en
mamíferos, no hay interacción que no
deje cambios estructurales en toda la red.
Cabe destacar que los cambios estructurales generados,
no pueden ser localizados ni vistos como algo propio de cada
experiencia, es decir, no puede enfocarse o fijarse a un
sentimiento, recuerdo o intención. Ello sucede debido a
que:
1- Los cambios estructurales generados se
distribuyen por la red.2- La conducta de responder a un nombre es una
descripción que hace el observador de ciertas acciones
que resultan de ciertas configuraciones sensomotoras con la
necesidad de su operar interno, involucran, en un sentido
estricto, a todo el sistema nervioso.
De lo expresado anteriormente, se infiere que la
plasticidad del cerebro viene dada por su riqueza y valor del
sistema nervioso, debido a que se llevan cabo diversas
transformaciones que permanecen congruentes con las interacciones
que establece el organismo con el medio que lo rodea. Así
parte la idea de aprendizaje,
tomando en cuenta lo que ocurre en las neuronas y el organismo
que integran, aunado a ello el medio donde interactúa y
operan recíprocamente como selectores de sus
correspondientes cambios estructurales y se acoplan
estructuralmente entre sí, pues el operar del organismo
viviente, incluye el sistema nervioso, seleccionando los cambios
estructurales que permiten seguir operando o tal vez al
desintegración.
CAPÍTULO 4
Dominios
lingüísticos y el lenguaje
Los Fenómenos
Sociales
Los fenómenos sociales forman parte del
acoplamiento del tercer orden (entre dos o más seres
vivos, de manera recíproca), donde los mecanismos mediante
el cual establece la red y las unidades que lo componen,
mantienen su conexión y la misma varía en cada
caso. Por tal motivo, cuando se manifiestan los fenómenos
sociales es porque existe un acoplamiento estructural entre los
individuos o miembros que la conforman, dando paso a una
auténtica coordinación recíproca entre ellos
generando de esta manera un proceso comunicacional.
La comunicación se entiende como "…una
clase particular de conductas que se da con o sin la presencia
del sistema nervioso en el operar de los organismos en sistemas
sociales" (p.165). De esto se deduce que la comunicación
va más allá del simple hecho o aplicación
del proceso coloquial donde se estima la presencia de un emisor,
un mensaje, un canal y el receptor, porque ella se manifiesta
solo en el dominio de acoplamiento social.
Dominios lingüísticos y
conciencia
humana
Cuando se describen hechos o conductas de
interacción entre los individuos, se hace a través
de signos
lingüísticos acerca del acoplamiento estructural
observado entre los organismos y que pueden expresarse en
términos semánticos.
Lo semántico está estrechamente
relacionado con la lingüística, entendiéndose
ésta como "…una conducta comunicativa
ontogénica…que se da por acoplamiento estructural
ontogénico entre organismos…" (p.180). De lo
anterior, puede decirse que todo proceso comunicacional conlleva
a un acoplamiento estructural entre las partes que lo llevan
hacia una coordinación conductual.
La conciencia, por su parte, es "…una continua
concatenación de reflexiones…" (p.199), que indican
una asociación con la identidad de cada ser vivo.
Entonces, la conciencia está organizada tomando en cuenta
el sistema nervioso y es algo que revela un mecanismo operante
constantemente. Quiere decir, que la conciencia permite mantener
una continua descripción del "yo" que permite conservar
la coherencia operacional en forma lingüística y
demostrando que existe la adaptación y el dominio del
lenguaje.
Entonces, las palabras se convierten en acciones, pues
no son cosas o elementos si vida o tal vez amorfas. Por ello, la
conducta viene dada por manipulaciones de mundo o del entorno y
la comunicación son inseparables de toda experiencia. De
esta manera, aparece el lenguaje en
el ser humano, lleno de experiencias que van marcando una gran
gama de oportunidades hacia si mismo y hacia su
entorno.
El Árbol del
Conocimiento
El árbol de conocimiento es la última
sección de la obra de estos dos grandes autores como lo
son Maturana y Varela. Este se refiere a diversos elementos que
hacen reflexionar acerca cómo conoce el ser humano, el
acto del conocer y la acción del conocedor. Por ello,
estos autores señalan que la teoría del
conocimiento debería expresar la manera de ver al
fenómeno del conocer generando interrogantes acerca del
conocer. Es un tanto compleja esa premisa, porque mientras que el
conocer no tenga conciencia acerca de lo que verdaderamente debe
conocer, jamás logrará conocer lo que quiere
conocer.
Hay que tomar en cuenta el papel como observador, pues
es a través de esta experiencia que el ser va formando su
propio campo de saberes y conocimientos adquiridos, por supuesto
aunado a ello la cosmovisión que cada uno posea, su propia
culturas y creencias y hasta la manera como aprehende lo que debe
aprender. Sin embargo surge aquella frase que dice "no vemos que
no vemos" (p.206) pues el hombre y
la mujer no se
dan cuenta lo ignorantes que puedan ser ante determinada
situación.
Se habla también que el conocer humano pertenece
a ciertas tradiciones culturales y que al intentar conocer, es
acercarse al propio ser, de manera inagotable. Así, el
conocimiento del conocimiento obliga a tomar actitudes
contra la tentación de la certeza y a reconocer que las
certidumbres no son pruebas
verdaderas, sino que obliga a visualizar la idea de que al saber
que se sabe, no se puede negar lo que se sabe.
Consecuentemente, el conocer permite conocer que existen
aspectos que no se quiere ver lo que se ve más allá
de todo dominio, de toda razón, de toda perspectiva. En
fin, el encanto del conocimiento es inacabado.
Conclusiones
De lo anteriormente expuesto puede decirse
que:
El sistema nervioso participa en los
fenómenos cognoscitivos de dos maneras
complementarias, que tienen que ver con su modo particular de
operar como una red neuronal con clausura operacional como
parte de un meta celular.El organismo surge de la diversidad de
configuraciones sensomotoras que el sistema nervioso puede
permitir, y que es la clave de su participación en el
operar o accionar.Rescatar las emociones dentro de una deriva cultural
que ha escondido las emociones, por ir en contra de la
razón, es una de las aperturas de mirada propuestas
por los autores para dar cuenta de que la deriva natural del
ser humano como un ser vivo particular tiene un fundamento
emocional que la determina.Todo acto comunicativo implica un acoplamiento
estructural social.Todo organismo vivo tiene dentro de si la
autopoiesis, pues es la única estructura conocida
hasta los momentos que permita la autorreflexión y
autogeneración de los pensamientos y las
acciones.
Referencias
DRAE. (2009). Diccionario
virtual. [Diccionario en línea]. Disponible: [Consulta: 30, noviembre
de 2009]
Maturana, H., y Varela, F. (1996). El árbol
del conocimiento. Las bases biológicas del
conocimiento. España:
DEBATE
pensamiento.
Autora:
Ludy Sánchez Almao
Egresó de la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), Instituto
Pedagógico de Barquisimeto (IPB) en el año 2001,
obteniendo el título de Profesor en la
Especialidad de Educación Integral,
con Mención Honorífica Summa Cum Laude y es
Licenciada en Educación, mención Desarrollo
Cultural (UNESR). Posteriormente, cursó estudios de
Postgrado en la Universidad Nacional Experimental Simón
Rodríguez- Núcleo Barquisimeto (UNESR), donde
obtuvo el título de Especialista en Gerencia
Cultural en el año 2004. Conjuntamente realizaba cursos de
postgrado en la UPEL-IPB en el Subprograma Maestría en
Investigación, mención
Investigación Educacional. Actualmente cursa los
siguientes estudios: Doctorado en Ciencias
Gerenciales en la Universidad Nacional Experimental de la
Fuerza Armada
Bolivariana núcleo Central y otro Doctorado en Gerencia
Avanzada en la Universidad Fermín Toro, una Licenciatura
en Música
Mención Musicología en la Universidad Cecilio
Acosta de Maracaibo y la Maestría en Recursos
Humanos dictada por la Universidad Nacional Experimental de
la Fuerza Armada Bolivariana núcleo Lara. Asimismo, ha
trabajado a nivel universitario en la UPEL-IPB administrando los
siguientes cursos: Introducción a la
Investigación, Sociología
de la Educación, Desarrollo de Procesos
Cognoscitivos, Habilidades Gerenciales del Docente,
Educación Comunitaria, Currículo y Comunidad,
Ciudadanía y Responsabilidad
Social, desde el año 2004 hasta la actualidad. En el
Instituto Tecnológico "Antonio José de Sucre"
administró el curso Lenguaje y
Comunicación, en la UNEFA como docente en el Diplomado
de Capacitación Docente y en el Curso de
Iniciación Universitaria. Desde el año 2005 se
desempeña como Directora contratada del Orfeón
Universitario de la UNEFA-Núcleo Lara. Venezuela.
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