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La sábila (página 2)




Enviado por yeniver Flores Huayta



Partes: 1, 2, 3

En Grecia
también fue conocida y muy apreciada dándole la
categoría de medicamento que solían usar para
eliminar los trastornos intestinales. Los romanos también
la consideraron un medicamento de diversa aplicación. En
el siglo V antes de Cristo la isla de Socotra al sur de Arabia
destaco por sus plantaciones de Aloe cuyas plantas y
extractos exportaban a los lugares más remotos del
planeta.     

Esta planta fue muy conocida en el mundo
antiguo, pero en Europa lo fue
algo menos dado que el clima de Europa
salvo el de la zona mediterráneo no es el más
apropiado para el cultivo de ésta planta, no obstante en
la edad media no
se perdió de vista, recuperándola Paracelso con
escasa popularidad. 

Los chinos la consideraron muy útil
para las infecciones, quemaduras, ulceras e inflamaciones de la
piel.
 

Los japoneses la cultivan de
múltiples maneras y también la usan de diversas
maneras, se la comen, la beben, y la utilizan en gran cantidad de
cosméticos. En las quemaduras producidas por las bombas
atómicas de Hiroshima y Nagasaki ha mostrado una función
altamente regeneradora.     

2.- DEFINICION:

Aloe (del latín Aloe; del griego
Aloe) tiene más de 180 especies del género
aloe, pero la planta más beneficiosa recibe la
denominación de Aloe Vera L., Aloe vulgaris Lam. o
también Aloe barbadensis Miller. No es un cactus, a pesar
de su parecido familiar, pero pertenece a la familia de
las liliáceas y está considerado uno de los mayores
regeneradores celulares que ha dado la naturaleza.
Está relacionado con otros miembros de la familia de los
lirios, tales como la cebolla, el ajo y el nabo. La planta de
aloe suele crecer hasta los 2 metros de altura y tiene entre 12 y
16 hojas largas y carnosas, de las que se extrae un jugo de uso
medicinal, resinoso y con un sabor muy amargo.El aloe es una
planta perenne que presenta un tronco leñoso de entre 30 y
50 centímetros de altura, coronado por una roseta de dos
hojas camosas y lanceoladas de cubierta muy cutinizada y bordes
espinosos, con una longitud de entre 40 y 50 centímetros
de altura y de entre 5 y 10 de anchura. El tallo floral lleva un
racimo de flores colgantes, regulares con los pétalos
soldados, de color amarillo y
el fruto es una cápsula. Originaria del norte de África,
crece en los climas cálidos de tipo desértico, y
actualmente se puede encontrar en casi todo el continente
africano y otras latitudes.

El aloe consta de tres
capas:

La cubierta exterior verde y
sólida. Una viscosa jalea en la que destacan una
serie de bultos vasculares atados a la superficie interna de la

piel. El filete, el cual posee una estructura
integrada a su vez por estructuras
hexagonales que almacenan el fluido del filete.

3.-CARACTERISTICAS:

La sábila se ha ganado el apelativo
de "planta milagrosa" por los numerosos beneficios que aportan
los aproximadamente 200 elementos naturales que la
componen.

Entre sus aplicaciones más
conocidas, se mencionan la regularización del sistema
digestivo, su acción
cicatrizante y anti-inflamatoria.

Su utilidad en el
campo de la cosmética y la alimentación (por su
rico aporte de vitaminas)
incrementa su valor integral
en el mercado
internacional.

Sin embargo, las propiedades de esta planta
son tan durables como una "flor de un día". Al cabo de
unas tres o cuatro horas de haber cortado las verdes pencas de la
sábila, el poder curativo
de su gelatinoso cristal se habrá esfumado por completo.
Sólo los procesamientos industriales adecuados garantizan
la vigencia de sus cualidades terapéuticas y
cosméticas.

Algunas empresas tanto
nacionales como extranjeras han lanzado una

serie de productos
derivados del aloe vera que solucionan la incomodidad

que representa para algunos la
extracción del gel y su sabor original poco grato. Sin
embargo, no siempre se han regido por las transformaciones
más adecuadas para perpetuar la potencia y
efectividad de sus elementos.

En primer lugar, hay que cerciorarse de que
el producto -sean
cápsulas, cremas o jugos -sean derivados de la gelatina de
la especie Aloe Barbadensis Miller, que según los
especialistas reúne las propiedades óptimas para el
provechamiento humano. Muchos artículos están
hechos con las conchas de las hojas que, si bien no generan
efectos secundarios, no aportan beneficio alguno al incauto
consumidor. Es
más, muchas veces contienen un componente líquido
de la sábila llamado aloína, que generalmente
produce efectos tóxicos.

Igualmente, es importante saber si la
materia prima
(cristal de sábila) fue estabilizada mediante la tecnología conocida
como liofilización, que utiliza frecuentemente la industria para
sintetizar alimentos por
medio de bajas temperaturas. Los procesos
basados en altos grados de calor terminan
por degradar los elementos activos de su
estado
original.

Departamento de Estudios Económicos
e Inteligencia
de Mercados

Pero nunca está de más tener
una planta de sábila en casa. Después de todo, no
requiere de muchos cuidados: sólo un lugar soleado y un
poco de agua una vez a
la semana. Para utilizarla, se cortan las pencas más
viejas ya que sus principios
activos se concentran mejor después de dos
años.

También, de esta manera, la planta
no pierde su estética.

Seguido, se quita la corteza verde de la
hoja como si fuera una papa y se tritura el cristal en un mortero
o una batidora hasta obtener una sustancia semisólida y
gelatinosa, que luego será añadida a otras mezclas
destinadas a tratamientos de belleza o remedios
caseros.

CAPÍTULO II:

Estructura de la
sábila

1.-PROPIEDADES

Actualmente se le atribuye acción
emoliente, cicatrizante, coagulante, hidratante,
antialérgica, desinfectante, antiinflamatoria,
astringente, colerético y laxante. El Aloe se administra
oralmente bajo forma de bebida (zumo de las hojas, té de
aloe) y en polvos y cápsulas. El Aloe actúa como
purificante y desintoxicante dulce (es necesario utilizar solo el
gel y no la aloína presente bajo la capa de recubrimiento
de la hoja), actuando sobre todo el aparato digestivo
y penetrando en el tejido celular. Elimina las células
muertas de la piel, ayuda a regenerar el crecimiento de las
nuevas y favorece la salud de los tejidos
acelerando la curación. Con frecuencia se descubren nuevas
propiedades y usos para el Aloe, entre los que destacan ante
sequedad y manchas de la piel, irritaciones cutáneas,
quemaduras, acné, eccemas, verrugas, psoriasis,
torceduras, esguinces, dolores reumáticos, artritis,
úlceras bucales y gastroduodenales, gastritis y colon
irritable. Aplicada sobre quemaduras, el Aloe calma el dolor y
reduce la posibilidad de infección. En cortes y heridas,
detiene la hemorragia ya que cierra y cicatriza las heridas
gracias a su poder astringente. El Aloe es también
útil en el tratamiento de herpes,
lesiones radiológicas e infecciones de la piel.
También ayuda a curar las heridas del cuero
cabelludo y le añade brillo. Es tónico, purgante,
estimulante de la formación y secreción de bilis y
ayuda a eliminar parásitos intestinales. Estimula el
apetito, facilita la digestión, favorece la función
del hígado y reduce los gases. En
dosis altas, tiene efecto laxante.

2.-COMPONENTES QUIMICOS

El aloe es rico en sales minerales y
oligoelementos, entre las que destacan:

Hierro: Componente esencial de la
sangre (a la
que da el color), previene la anemia. El
hierro es
parte de la hemoglobina en los glóbulos rojos y la
mioglobina en los músculos. El papel de ambas
moléculas es transportar oxígeno. El hierro también integra
muchas proteínas
y enzimas en el
cuerpo. Si se mezcla algo de carne magra, pescado o carne de
aves con
fríjoles o vegetales de hojas oscuras, puede mejorar hasta
tres veces la absorción de hierro de fuentes
vegetales. Los alimentos ricos en vitamina C también
aumentan la absorción de hierro. Algunos alimentos reducen
la absorción de hierro: por ejemplo, el té negro es
una bebida aromática comercial que contiene sustancias que
se fijan al hierro y no permiten que el organismo lo asimile. Los
síntomas de reducción en las reservas de hierro son
entre otros: falta de energía, dificultad para respirar,
dolor de cabeza, irritabilidad, vértigo y pérdida
de peso, anemia. La hemocromatosis es un trastorno
genético que afecta la regulación de la
absorción de hierro. El tratamiento consta de una dieta
baja en hierro, ningún suplemento de hierro y la
extracción de sangre (flebotomía) realizada en
forma regular. El exceso de reservas de hierro en el organismo se
conoce como hemosiderosis y proviene del consumo
excesivo de suplementos de hierro o de las transfusiones
sanguíneas, mas no del consumo elevado de hierro en la
dieta. Tienen especial riesgo de sufrir
una carencia de hierro las mujeres con exceso de
menstruación, mujeres embarazadas, corredores de largas
distancias, vegetarianos estrictos, adolescentes y
personas con cualquier tipo de pérdida de sangre por
vía intestinal. Aportan hierro las legumbres, cereales,
huevos, marisco, verduras de hoja verde y carne.

Calcio: El calcio es el mineral
más abundante que se encuentra en el cuerpo humano
y representa entre de 1,5 a 2% del peso corporal total de un
adulto. Los dientes y los huesos contienen
la mayoría del calcio que se encuentra en el cuerpo
(alrededor del 99%). El calcio en estos tejidos se concentra en
forma de sales de fosfato de calcio. Los tejidos corporales, las
células nerviosas, la sangre y otros fluidos del cuerpo
contienen la cantidad restante de calcio. Previene la osteoporosis, la
artritis y otros problemas
reumáticos, ayuda a la coagulación de la sangre
cuando es necesario y regula el ritmo cardiaco y los impulsos
nerviosos. El calcio es uno de los minerales más
importantes para el crecimiento, mantenimiento
y reproducción del cuerpo humano y es
esencial en la formación y mantenimiento de dientes y
huesos sanos. Los huesos están siendo continuamente
reabsorbidos y reformados e incorporan el calcio a su estructura,
al igual que otros tejidos. Los dientes incorporan calcio a su
estructura de manera similar a la de los huesos. Además de
ayudar a mantener los dientes y huesos sanos, el calcio tiene
otras funciones. La
coagulación de la sangre, la transmisión de
impulsos nerviosos, la contracción muscular, la
relajación, los latidos normales del corazón,
la estimulación de la secreción hormonal, la
activación de las reacciones de las enzimas, así
como también otras funciones requieren pequeñas
cantidades de calcio. Normalmente, el incremento del consumo de
calcio durante períodos limitados no ocasiona efectos
tóxicos, ya que la orina y las heces fácilmente
eliminan cualquier exceso. Sin embargo, el consumo alto de calcio
se ha asociado con un incremento del riesgo de cálculos
renales en personas susceptibles a ellos. El consumo bajo de
calcio durante períodos de tiempo
prolongados puede hacer que se presente una deficiencia de
calcio, condición que lleva a la osteoporosis, la
pérdida del hueso mandibular y problemas de salud oral
secundarios, hipertensión y otros trastornos. Se
encuentra en lácteos,
verduras de hoja verde y legumbres secas.

Fósforo: El fósforo es
un mineral que constituye el 1% del peso corporal total. Se
encuentra en todas las células del cuerpo, pero los
dientes y huesos contienen el 85% de la cantidad de
fósforo total del cuerpo. Combinado con el calcio favorece
la mineralización de los huesos y aporta vigor y
energía a los músculos. Este mineral cumple un
papel muy importante en la utilización de carbohidratos
y grasas en el
cuerpo, en la síntesis
de proteína para el crecimiento, al igual que la
conservación y reparación de células y
tejidos. Asimismo, es fundamental para la producción de ATP, una molécula que
el cuerpo utiliza para almacenar energía. El
fósforo trabaja con las vitaminas B y también
participa en la contracción de músculos, el
funcionamiento de los riñones, la conservación de
la regularidad de los latidos del corazón y en la
conducción nerviosa. No existe una deficiencia conocida de
fósforo debido a que es un mineral de alta disponibilidad
en los suministros alimenticios. Los niveles excesivamente altos
de fósforo en la sangre, que son raros, se pueden combinar
con el calcio para formar depósitos en los tejidos
blandos, como los músculos. Estos casos ocurren solamente
en personas con daño
renal severo o grave deterioro de sus mecanismos de
regulación del calcio. Se encuentra en almendras, ajos,
avena, maíz,
lentejas, coles, lechuga, cebolla y manzana entre otras.

Magnesio: El magnesio cumple
diversas funciones metabólicas y juega un papel importante
en la producción y el transporte de
energía. También es útil en la
contracción y la relajación muscular. Este mineral
participa en la síntesis de las proteínas y toma
parte en el funcionamiento de ciertas enzimas en el organismo.
Los síntomas tóxicos producidos por el consumo
elevado de magnesio no son muy comunes debido a que el organismo
elimina las cantidades en exceso. Dicho exceso de magnesio se
produce casi siempre cuando se suministra como medicamento. La
deficiencia de magnesio es poco común y los
síntomas son, entre otros, debilidad muscular, fatiga,
hiperexcitabilidad y somnolencia. La deficiencia de magnesio
puede afectar a los pacientes alcohólicos o a las personas
cuya absorción de magnesio ha disminuido debido a una
cirugía, quemaduras severas o problemas con la mala
absorción (absorción insuficiente de nutrientes en
el tracto intestinal). Asimismo, ciertos medicamentos o niveles
sanguíneos bajos pueden estar asociados con la deficiencia
de magnesio. Se encuentra en los productos de soja, legumbres y
semillas, nueces, albaricoques, aguacates,
plátanos.

Manganeso: Es parte importante en la
constitución de ciertas enzimas. Su
deficiencia produce pérdida de peso, dermatitis y
náuseas. Se cree que participa en funciones sexuales y
reproductoras y se encuentra principalmente en el hígado,
huesos, páncreas e hipófisis. Mejoran la
musculatura y regulan el ritmo cardiaco. También tienen
propiedades calmantes y antidepresivas. Se encuentra en cereales,
legumbres y frutos secos (especialmente las nueces).

Potasio: Combate la
hipertensión, mejora el rendimiento deportivo y elimina
residuos del organismo. El potasio es un mineral que interviene
tanto en las funciones eléctricas como celulares del
cuerpo y se lo clasifica como un electrolito. El potasio es un
mineral muy importante para el cuerpo humano, debido a que cumple
varios papeles en el metabolismo y
funciones corporales y esencial para el funcionamiento apropiado
de todas las células, tejidos y órganos: ayuda a la
síntesis de proteínas y carbohidratos, regula el
equilibrio
ácido básico y es necesario para el crecimiento
normal del cuerpo. Una deficiencia de potasio (hipocaliemia) se
puede presentar en personas con ciertas enfermedades o como
resultado del consumo de diuréticos para el tratamiento de
la presión
sanguínea alta o la insuficiencia
cardíaca. Los diuréticos probablemente son la
causa más común de hipocaliemia. Los problemas
más comunes asociados con niveles reducidos de potasio son
cambios en el electrocardiograma, debilidad y fatiga. Las
arritmias cardíacas (latidos cardíacos irregulares)
también podrían ser una preocupación. Una
gran variedad de afecciones puede ocasionar la pérdida de
potasio del cuerpo, entre las cuales las más comunes son
el vómito y la diarrea. La
enfermedad renal (como la insuficiencia
renal aguda) y la diabetes,
dependiendo del estado de cada una de ellas, también
pueden ocasionar fluctuaciones en los niveles de potasio.
Además, muchos medicamentos como los diuréticos,
laxantes y esteroides pueden causar reducción de los
niveles de potasio. Se encuentra en verduras, frutas, legumbres,
levadura, frutos secos, carne, brócoli, tomate,
lechuga, perejil, bacalao, sardinas y chocolate.

Cromo: El cromo es importante para
el metabolismo de las grasas y de los carbohidratos, y para
estimular la síntesis de los ácidos
grasos y del colesterol, los cuales son relevantes para las
funciones cerebrales y otros procesos corporales. El cromo es
también un activador de varias enzimas, que se requieren
para dirigir numerosas reacciones
químicas necesarias en la vida. También es
importante en el metabolismo de la insulina. La deficiencia de
cromo se puede manifestar en un deterioro de la tolerancia a la
glucosa. Se
observa en los ancianos con diabetes mellitus no
insulinodependientes y en los bebés con desnutrición proteico-calórica. Un
suplemento de cromo ayuda al manejo de estas condiciones, pero no
es un sustituto de otros tratamientos. Debido a la baja
absorción y a la alta tasa de excreción de cromo,
su toxicidad no es común. La mejor fuente de cromo es la
levadura de cerveza,
también está en carne, huevos, hígado,
manzanas, plátanos, pimiento verde y espinacas.

Cobre: El cobre es un
oligoelemento esencial que está presente en todos los
tejidos del cuerpo. El cobre, al igual que el hierro, contribuye
a la formación de los glóbulos rojos y ayuda al
buen mantenimiento de los vasos sanguíneos, los nervios,
el sistema
inmunológico y los huesos. Buen antioxidante y
antiinflamatorio. Útil contra la artritis y los trastornos
de la circulación. El cobre es tóxico en grandes
cantidades. Un trastorno hereditario muy raro, la enfermedad de
Wilson, ocasiona depósitos de cobre en el hígado,
el cerebro y otros
órganos. El aumento de cobre en estos tejidos conduce a
hepatitis,
problemas renales, trastornos cerebrales y otros problemas. Se
encuentra en vísceras tales como hígado y
riñones, también en mariscos, granos enteros,
nueces, legumbres, levadura y verduras de hoja oscura. Sodio:
Regula el equilibrio de los líquidos en el organismo. El
sodio es un mineral que ayuda a regular el volumen y la
presión sanguínea. También contribuye al
funcionamiento apropiado de músculos y nervios. La forma
más común de sodio es el cloruro de sodio o sal de
cocina. Conviene no excederse con los alimentos ricos en sal,
pues el exceso de sodio puede aumentar la presión
arterial. Además, el sodio puede llevar a que se presente
retención de líquidos en los pacientes con
insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis o enfermedad
renal. Estos pacientes deben seguir dietas con
restricción estricta de sodio prescrita por el
médico. Se encuentra además de en la sal en anchoas
de lata en aceite,
bacón, aceitunas, queso, carne y pescado.

Zinc: El zinc es un oligoelemento
importante que se encuentra en segundo lugar después del
hierro, por su concentración en el organismo. Estimula el
sistema inmunológico, es antiinflamatorio y potencia el
apetito sexual. Ayuda a combatir las infecciones y acelera su
curación. Se requiere para la actividad de las enzimas,
necesarias en la división y crecimiento de las
células, al igual que en la cicatrización de
heridas. Juega un papel importante en la agudeza de los sentidos del
olfato y del gusto; a la vez que también juega un papel en
el metabolismo de los carbohidratos. Los síntomas
asociados con la deficiencia del zinc incluyen: crecimiento
lento, disminución del apetito, pérdida de cabello,
aumento de infecciones y lesiones en la piel. El zinc es uno de
los oligoelementos menos tóxicos. Los suplementos de zinc
en grandes cantidades (por ejemplo, de 70 a 100 veces las
cantidades recomendadas) pueden causar diarrea, cólicos
abdominales y vómito que se presentan en el lapso de tres
a diez horas después del consumo del suplemento. Pero los
síntomas disminuyen en un corto período de tiempo
después de la interrupción del consumo. El zinc se
encuentra en la carne roja magra, los moluscos, leche,
yogures, levadura de cerveza, cereales, huevos, semillas y
nueces.

Selenio: El selenio es un
oligoelemento esencial que integra las enzimas, las cuales son
determinantes para el control de
numerosas reacciones químicas involucradas en las
funciones cerebrales y corporales. El selenio tiene diversas
funciones. La principal es su papel como agente antioxidante en
la enzima selenio-glutatión peroxidasa. Esta enzima
neutraliza el peróxido de hidrógeno, el cual es producido por algunos
procesos celulares y que, de no ser por ésta,
causaría daño a las membranas celulares.
También parece estimular la formación de
anticuerpos como respuesta a las vacunas y
puede brindar protección contra los efectos tóxicos
de los metales pesados y
otras sustancias. Puede contribuir a la síntesis de las
proteínas, al crecimiento y desarrollo y a
la fertilidad, especialmente en los hombres, ya que se ha
demostrado que el selenio aumenta la producción de semen y
la motilidad de los espermatozoides. La deficiencia del selenio
se puede presentar también en pacientes alimentados por
vía intravenosa durante largos períodos de tiempo.
Se ha reportado que la causa de la enfermedad de Keshan es la
deficiencia de selenio, lo cual ocasiona una anomalía en
el músculo cardíaco. Dicha enfermedad cobró
la vida de muchos niños
en la China, hasta
que se descubrió su relación con el selenio y se lo
comenzó a suministrar en los suplementos. Los niveles
elevados de selenio pueden llevar a la toxicidad en el ganado que
pasta en suelos ricos en
este elemento, ocasionando en los animales
problemas musculares, visuales y del corazón. No se conoce
la cantidad de selenio suficiente para ocasionar toxicidad en los
seres humanos; pero el exceso en su consumo puede causar
problemas con la resistencia de
los dientes y el esmalte dental. Otros problemas pueden ser la
pérdida de los dientes, el cabello y las uñas y se
puede presentar también inflamación de la piel, náusea
y fatiga. El pescado, los mariscos, las carnes rojas, los granos,
los huevos, el pollo, el hígado y el ajo son todos buenas
fuentes de selenio. La cantidad de selenio en los vegetales
depende del contenido del mismo elemento que tenga el suelo. La
levadura de la cerveza y el germen de trigo son también
fuentes de selenio y son considerados 'alimentos
sanos'.

Silicio: Este oligoelemento cumple
la importante función de estimular las células que
participan en la formación de huesos y cartílagos,
por lo que puede resultar beneficioso para combatir la
osteoporosis. Además, es aconsejable incluir de forma
habitual alimentos ricos en silicio en la dieta de personas que
hayan sufrido una fractura ósea, en especial en ancianos,
ya que en ellos el proceso de
cicatrización del hueso es más lento. El silicio
también está presente en cantidades importantes en
otros tejidos del cuerpo como el pelo, la córnea, los
tendones, la piel o las arterias. En el caso de estas
últimas se piensa que el silicio juega un papel
significativo en la salud vascular, ya que las arterias
endurecidas presentan una cantidad de este mineral quince veces
menor que las sanas. El refinado de los alimentos es una de las
principales causas de deficiencia de silicio en la dieta ya que
gran parte de este oligoelemento está presente en la
cáscara de los cereales, porción que se elimina
durante el refinado. El déficit de silicio podría
provocar no solo alteraciones en huesos y cartílagos, sino
también falta de elasticidad en la
piel y caída del cabello. Este mineral abunda sobre todo
en los cereales integrales.

Germanio: En su forma
orgánica cada átomo de
germanio está ligado a tres de oxígeno, de
ahí que contribuya a aumentar la absorción de
oxígeno por las células corporales. Esto es de
vital importancia, pues incluso las células cancerosas
pueden recuperar su estado normal cuando se les aumenta su
capacidad de absorción de oxígeno en la sangre, ya
que dichas células no pueden metabolizar adecuadamente el
oxígeno. El germanio es pues un agente antitumoral.
Participa asimismo en la eliminación de desechos
celulares, y posee una acción antioxidante y estimulante
del sistema inmunitario, siendo capaz de estimular la
producción de gamma-interferón, tanto en animales
como en seres humanos, sin efectos laterales ni toxicidad. Su
absorción se realiza en el intestino delgado, no se
almacena en el organismo por lo que no es tóxico siempre
que hablemos de su forma orgánica; no sucede lo mismo con
otros compuestos inorgánicos. La falta de germanio puede
provocar una deficiencia en la oxigenación cerebral,
alteraciones del sistema inmunitario, disminución del
contenido de oxígeno en los órganos,
acumulación de radicales libres y mayor tendencia a las
infecciones. Las mejores fuentes de este mineral las podemos
hallar en el ajo, el aloe vera, el ganseen, los
champiñones y la borraja.

AMINOACIDOS

El aloe aporta diecinueve de los
veintidós aminoácidos que necesita nuestro
organismo, siete de los cuales son esenciales y no podemos
sintetizarlos por nosotros mismos, por lo que hemos de recurrir a
aportes externos. Son fundamentales porque al combinarse formas
las proteínas, esenciales para la vida y muy necesarios
para aquellas personas que tengan una intensa actividad
deportiva. También sirven, entre otras funciones, de
materia prima
en la obtención de otros productos celulares, como
hormonas y
pigmentos. Tanto los aminoácidos esenciales como los no
esenciales, intervienen en la formación de enzimas
neurotransmisores (mensajeros químicos), anticuerpos y
transportadores de nutrientes. Los aminoácidos esenciales
son: histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina,
fenilalanina, treonina, triptófano y valina.

Los no esenciales, que nuestro organismo es
capaz de produdir son: serina, prolina, histidina (en origen
considerada esencial en niños y no esencial en adultos,
aunque recientemente algunos estudios dicen que puede ser
también esencial en adultos), hidroxiprolina, glutamina,
glicina, L-arginina, alanina, ácido glutámico y
ácido aspártico. Existen dos aminoácidos
más en el aloe denominados semi-esenciales: tirosina y
cisteína.

L-Arginina: es esencial para el
metabolismo de los músculos pues proporciona un
vehículo de transporte, almacenaje y excreción de
nitrógeno. La L-Arginina es un componente importante para
la producción y regeneración de los tejidos.
Aparece altamente concentrado en la piel y en los tejidos
conectivos, y ayuda a eliminar el amoniaco del cuerpo como parte
del ciclo de la urea. BCAA (Aminoácidos Ramificados en
Cadena: L-Leucina, L-Isoleucina, y L-Valina): el tejido muscular
se compone en gran medida de BCAAs, que son utilizados para la
producción de energía y para la síntesis de
proteínas. Las BCAAs también actúan en el
metabolismo de los neurotransmisores, sustancias químicas
naturales del cerebro, que influyen en el estado de
ánimo y en otras funciones mentales.

L-Carnitina: la carnitina es
realmente un dipéptido – un aminoácido compuesto
por dos aminos esenciales, la metionina y la lisina. La
L-carnitina es importante para el metabolismo de las grasas,
especialmente en las células del corazón y de los
músculos. También es necesaria para el transporte
de ácidos grasos de cadena larga a las mitocondrias, donde
los ácidos son oxidados y quemados para la
producción de energía. L-Cisteína: es un
aminoácido portador de azufre con propiedades antioxidantes.
Es importante en la síntesis de la queratina,
proteína que se encuentra en la piel, el pelo y las
uñas. También juega un papel en el metabolismo de
la energía y en la síntesis de los ácidos
grasos.

L-Fenilalanina: es un precursor de
la tirosina, que se utiliza en la producción de ciertas
hormonas (epinefrina, norepinefrina, dopa, dopamina) y se absorbe
mejor que la tirosina. La L-fenilalanina es importante para la
producción de los mensajeros químicos de los
cerebros denominados neurotransmisores.

DLPA (D,L-Fenilalanina): la DLPA es
una mezcla de la forma natural de la fenilalanina (la forma L)
con su imagen en el
espejo (la forma D). La DL-fenilalanina puede tener la capacidad
única de bloquear ciertas enzimas (la encifalinasa) en el
sistema nervioso
central, enzimas normalmente responsables del colapso de las
hormonas semejantes a la morfina, llamadas endorfinas y
encefalinas.

Glicina: es un antiácido y
endulcorante natural que actúa en la síntesis del
ADN, los
fosfolípidos y el colágeno. La glicina
también ayuda a guardar glucosa para la producción
de energía aumentando la cantidad almacenada de
glucógeno.

L-Glutamina: una fuente importante
de energía para el cerebro y todo el cuerpo, se encuentra
en el cortex cerebral y en varias zonas del cerebro. La
concentración de glutamina en la sangre es tres o cuatro
veces mayor que la de todos los demás aminoácidos.
El cuerpo lo transforma en ácido glutámico.
También se ha demostrado que la L-glutamina es esencial
para la función inmune sana.

L-Glutatión: péptido
portador natural de azufre, formada por la unión de tres
aminoácidos: al ácido glutámico, la
cisteína y la glicina. Actúa como antioxidante y
desintoxicante, y también participa en el transporte de
aminoácidos a través de las membranas celulares.
L-Histidina: los niños y los adultos pueden sintetizar
algo de histidina en sus cuerpos, pero la mayoría de la
histidina procesada en el cuerpo procede de la dieta.

La L-histidina: es importante para
el crecimiento y la reparación de los tejidos.

L-Lisina: es importante para el
crecimiento, la reparación de los tejidos, y la
producción de hormonas, enzimas y anticuerpos. Las
últimas investigaciones
están dirigidas al posible papel beneficioso de la
L-lisina contra los virus de los
herpes. La L-lisina se encuentra en grandes cantidades en el
tejido muscular. L-Metionina: es un aminoácido que
contiene azufre, con propiedades antioxidantes.

La L-metionina: es importante para
la salud de las uñas y la piel, y para la sínteses
de la taurina, la L-cisteína, la fosfatidilcolina
(lecitina), la bilis, la L-carnitina y las endorfinas.

L-Ornitina: combinada con la
L-arginina, ambas influyen en las hormonas del crecimiento y son
necesarias para una función adecuada del hígado y
del sistema inmune. Taurina: es un compuesto simple que contien
azufre, y además, es uno de los aminoácidos
más abundantes en el cuerpo. Juega una variedad de papeles
en el funcionamiento normal del cerebro, el corazón, la
vesícula biliar, los ojos y el sistema
cardiovascular. Básicamente su función consiste
en facilitar el paso de iones de sodio, potasio y magnesio dentro
y fuera de las células, y estabilizar
eléctricamente las membranas celulares. La taurina es un
aminoácido esencial en los recién nacidos y el
feto porque no
la pueden sintetizar. L-5

Hidroxitriptofano (5-HTP): el 5-HTP
es un aminoácido que ocurre de forma natural y que se
encuentra en pequeñas cantidades en comidas proteicas. Es
un derivado del aminoácido esencial L-triptofano y es el
precursor del neurotransmisor serotonina.

Tirosina: es un componente de los
amino azúcares y amino lípidos
proteicos que tiene unas funciones muy importantes en todo el
cuerpo. Es muy importante para la nutrición cerebral
porque es un precursor de los neurotransmisores- dopamina,
norepinefrina y epinefrina. También forma una parte
importante de péptidos tales como las encefalinas, que
sirven para aliviar el dolor en el cerebro. También es el
precursor de ciertas hormonas, como la tiroides y los
catecolestrógenos (sustancias químicas que son al
mismo tiempo estrógenos y catecolaminas) y del pigmento
humano más importante, la melanina.

ENZIMAS

Son sustancias proteínicas que
posibilitan importantes reacciones bioquímicas en el
organismo, como la digestión de grasas y proteínas,
como es el caso de la lipasa y la proteasa; o actuar sobre la
inflamación de tejidos, favoreciendo la
cicatrización y produciendo un efecto analgésico,
como la carboxipeptidasa. Las enzimas sirven también para
construir o destruir biomoléculas necesarias para el
crecimiento y mantenimiento celular, constituyen asimismo un
factor de penetración que favorece la absorción
rápida de determinadas sustancias, acelerando procesos
como el de cicatrización, coagulación,
regeneración celular…. Las enzimas se pueden
encontrar en todos los órganos del cuerpo; por ejemplo,
están presentes en la boca (saliva), estómago (jugo
gástrico) e intestinos (jugo pancreático, jugo
intestinal y mucosa intestinal) y pueden convertir almidones,
proteínas y azúcares en sustancias que el cuerpo
puede digerir.

3.-VITAMINAS

Son compuestos
orgánicos vitales para el funcionamiento normal de
nuestro organismo. Su aporte debe ser a través de la
ingesta de plantas, que las sintetizan (a excepción de la
vitamina D, que podemos producirla). Las 13 vitaminas conocidas
pueden dividirse en dos grandes grupos:
hidrosolubles (B y C), que se disuelven en agua, se absorven
fácilmente y no se acumulan en el organismo, y
liposolubles (A, D y E), que se disuelven en grasas; pueden
acumularse en el hígado para responder a necesidades
especiales y su exceso puede provocar una hipervitaminosis,
dañina para la salud.

Vitamina A: También es
conocida con el nombre de retinol (debido a que genera los
pigmentos de la retina la retina). Se trata de un potente
regenerador celular, ideal para terapias contra la psoriasis o el
acné. Mejora la visión y previene el envejecimiento
prematuro. Favorece a su vez el crecimiento de los tejidos, en
particular de los la piel, los ojos y las mucosas. Proviene de
fuentes animales como los huevos, la carne, la leche, el queso,
la crema, el hígado, el riñón y el aceite de
hígado de bacalao. Son alimentos con un alto contenido en
grasas saturadas y colesterol, por lo que no conviene abusar. El
organismo es capaz de convertir el betacaroteno (presente en la
zanahoria, la calabaza, la
batata o camote, el melón, el calabacín, el
cantalupo, la toronja, el albaricoque, el brócoli, la
espinaca y la mayoría de las hortalizas de hoja verde) en
retinol, así que también podemos obtener esta
vitamina sin consumir colesterol ni grasas saturadas. La
deficiencia de vitamina A puede aumentar la susceptibilidad a
enfermedades infecciosas y problemas de visión. El consumo
de grandes dosis de esta vitamina puede causar defectos
congénitos. La cantidad diaria recomendada de vitamina A
es de 5000 unidades internacionales (UI) para los adultos y de
1000 a 3000 UI para los niños.

Vitamina B1: Se conoce
también con el nombre de tiamina. Protege el sistema nervioso,
estimula la actividad cardiaca y facilita la digestión.
ayuda a las células del organismo a convertir
carbohidratos en energía. La tiamina se encuentra en los
panes fortificados, cereales, pasta, granos enteros
(especialmente gérmen de trigo), carnes magras
(especialmente cerdo), pescado, granos secos, fríjoles y
granos de soja. Una deficiencia de tiamina puede causar
debilidad, fatiga, sicosis y daño a los nervios. La
deficiencia de tiamina se da con más frecuencia en
alcohólicos, ya que el consumo excesivo de licor limita la
capacidad del organismo para absorber esta vitamina de los
alimentos.

Vitamina B2: O riboflamina. Facilita
la trasformación del alimento en energía. Combate
la anemia gracias a que favorece la absorción del hierro y
mejora el cabello, las uñas y la piel. Produce
glóbulos rojos y en la liberación de energía
de los carbohidratos. La carne magra, los huevos, las legumbres,
las nueces, las verduras, la leche y sus derivados suministran la
riboflavina en la dieta. Los panes y los cereales a menudo se
encuentran fortificados con riboflavina. Se recomienda no
almacenar los alimentos que la contengan en recipientes de
vidrio expuestos
a la luz, ya que
ésta la destruye. Los síndromes de deficiencia de
mayor importancia son los que se caracterizan por dolor de
garganta, inflamación de las membranas mucosas, boca y/o
labios adoloridos, anemia y dermatitis.

Vitamina B3: O niacina. Efectivo
desitoxicante; también contribuye a la reducción
del colesterol, pues participa en la síntesis de las
grasas. La niacina participa en las reacciones que generan
energía gracias a la conversión bioquímica
de hidratos de carbono,
grasas y proteínas. Se encuentra principalmente en la
levadura, el hígado, las aves, las carnes sin grasa, la
fruta seca y las legumbres. El triptófano, precursor de la
niacina se encuentra abundantemente en la carne, la leche y los
huevos.

Vitamina B5: También conocida
como ácido pantoténico. Estimula la
regeneración celular, protege la piel y el cabello y es un
poderoso hidratante. Interviene como componente del coenzima A y
de otras moléculas importantes. Esta vitamina se utiliza
en el tratamiento de las alopecias, enfermedades de las
uñas y calambres del embarazo. No
se encuentra en ningún alimento de origen vegetal. La
falta de ácido pantoténico puede provocar
infertilidad e insuficiencia adrenal, aumento de fatiga y
estrés,
caída del cabello, heridas y úlceras
cutáneas y alteraciones en la sensibilidad de los pies. Se
encuentra sobre todo en huevos de ave y de pescado,
hígado, riñón, lácteos y
levadura.

Vitamina B6: O Piridoxina. Ejerce un
efecto beneficioso sobe el sistema inmunológico,
facilitando las conexiones entre el sistema nervioso central y el
periférico. Esta vitamina ayuda a mantener la
función normal del cerebro y actúa también
en la formación de glóbulos rojos. Asimismo, la
vitamina B6 se requiere en las reacciones químicas
necesarias para digerir las proteínas y por lo tanto,
cuanto mayor sea el consumo de proteínas, mayor
será la necesidad de vitamina B6. La vitamina B6 en
grandes dosis puede causar trastornos neurológicos e
insensibilidad. La deficiencia de esta vitamina puede ocasionar
úlceras en la boca y la lengua, al
igual que irritabilidad, confusión y depresión.
La vitamina B6 se encuentra en los fríjoles, las nueces,
las legumbres, los huevos, la carne, el pescado, los granos
integrales, al igual que en los panes y cereales
enriquecidos.

Vitamina B9: O ácido
fólico. Combate la anemia y previene malformaciones
fetales y tumores. También ayuda al cuerpo (junto a la
vitamina C y B12) a digerir y utilizar las proteínas y
sintetizar las proteínas nuevas cuando se necesiten. Es
necesario en la producción de glóbulos rojos y en
la síntesis del ADN (que controla los factores
hereditarios y se utiliza para guiar la célula
en sus actividades diarias). El ácido fólico
también colabora con la función celular y en el
crecimiento de los tejidos. Además, ayuda a incrementar el
apetito cuando es necesario y estimula la formación de
ácidos digestivos. La deficiencia de ácido
fólico puede causar retraso en el crecimiento,
encanecimiento del cabello, inflamación de la lengua
(glositis), úlceras bucales, úlcera péptica
y diarrea. También puede llevar a ciertos tipos de
anemias. Por lo general, no se presenta toxicidad con el consumo
de cantidades excesivas de ácido fólico, ya que
éste es hidrosoluble y el cuerpo lo excreta con
regularidad. Se encuentra en hortalizas, granos integrales,
legumbres, cítricos, carne e hígado.

Vitamina B12: O cobalamina. La
vitamina B12, al igual que las otras vitaminas del complejo B,
desempeña un papel importante en el metabolismo, ayuda a
la formación de glóbulos rojos en la sangre y al
mantenimiento del sistema nervioso central. Favorece la
concentración y la memoria,
también previene la anemia y ejerce una función
protectora en lesiones precancerosas de pulmón, sobre todo
en fumadores. Acelera la recuperación de convalecientes y
ancianos. Debido a que el cuerpo tiene la capacidad de almacenar
grandes cantidades de vitamina B12, su deficiencia nutricional es
sumamente rara. Sin embargo, la deficiencia se puede presentar
por la incapacidad de utilizarla. Esta incapacidad para
absorberla desde el tracto intestinal puede ser causada por una
enfermedad conocida como anemia perniciosa. Además, los
vegetarianos estrictos que no toman cantidades adecuadas de
vitamina B12 por medio de suplementos también son
susceptibles de padecer esta deficiencia. Los bajos niveles de
vitamina B12 pueden causar anemia, así como entumecimiento
y hormigueo en las extremidades, además de otros
síntomas neurológicos como debilidad y
pérdida del equilibrio. La vitamina B12 se encuentra en
los huevos, la carne, las aves, los mariscos y en la leche y sus
derivados.

Vitamina C: O ácido
ascórbido. La vitamina C se requiere para el crecimiento y
reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Es
necesaria para formar el colágeno, una proteína
importante utilizada para formar la piel, el tejido cicatricial,
los tendones, los ligamentos y los vasos
sanguíneos.

La vitamina C es esencial para la
cicatrización de heridas y para la reparación y
mantenimiento de cartílago, huesos y dientes.
También es uno de muchos antioxidantes, como la vitamina E
y el betacaroteno. Actúa además en la
prevención de tumores.

La deficiencia de vitamina C puede llevar
al resecamiento y formación de horquilla en el cabello,
gingivitis (inflamación de las encías) y
encías sangrantes; piel áspera, reseca y
descamativa; disminución de la tasa de
cicatrización de heridas; tendencia a la formación
de hematomas; sangrados nasales; debilitamiento del esmalte de
los dientes; dolor e inflamación de las articulaciones;
anemia; disminución de la capacidad para detener
infecciones y posiblemente aumento de peso debido a la baja tasa
metabólica y bajo gasto de energía. Una forma grave
de deficiencia de Vitamina C se conoce como escorbuto, que afecta
principalmente a adultos de edad y desnutridos. El cuerpo no
fabrica la vitamina C por sí solo, ni tampoco la almacena.
Por lo tanto, es importante incluir muchos alimentos que
contengan vitamina C en la dieta diaria. La vitamina C es
hidrosoluble y es regularmente excretada por el cuerpo, por lo
tanto, la toxicidad es muy poco común. Sin embargo, no se
recomiendan cantidades superiores a 2000 mg/día, dado que
tales dosis altas pueden llevar a malestar estomacal y diarrea.
Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina
C.

Los alimentos que tienden a ser las mayores
fuentes de vitamina C son, entre otros: el pimentón verde,
las frutas y jugos de cítricos, las fresas, los tomates,
el brócoli, los nabos y otras verduras de hoja verde, la
papaya, el mango, el melón, la col de Bruselas, la
coliflor, el repollo, el cidrayote, los pimentones rojos, la
frambuesa, los arándanos, la piña y los
arándano agrios.

Vitamina D: O calciferon. Favorece
la absorción de minerales en los procesos de
osificación.

La vitamina D estimula la absorción
del calcio en el cuerpo, el cual es un elemento esencial para el
desarrollo y mantenimiento de dientes y huesos sanos. El calcio
también es importante para las células nerviosas,
incluyendo el cerebro. También ayuda a mantener los
niveles sanguíneos adecuados de calcio y
fósforo.

La deficiencia de vitamina D puede llevar a
que se presente osteoporosis en adultos y raquitismo en
niños. Las dosis excesivas de vitamina D pueden hacer que
aumente la absorción del calcio desde el tracto
intestinal, lo cual puede incrementar la absorción del
calcio de los huesos, llevando a niveles elevados de este mineral
en la sangre. Esto, a su vez, puede ocasionar luego
depósitos de calcio en los tejidos blandos como el
corazón y los pulmones, reduciendo su capacidad para
funcionar.

La ingestión exagerada de vitamina D
también puede ocasionar cálculos renales,
vómito y debilidad muscular. Se encuentra en productos
lácteos, cereales enriquecidos, pescados y
ostras.

Vitamina E: O tocoferol. Potente
regenerador celular y antioxidante. Cuida y mejora la piel,
así como el aparato cardiocirculatorio.

La vitamina E protege el tejido corporal
del daño causado por sustancias inestables llamadas
radicales libres. Estos radicales pueden dañar
células, tejidos y órganos y se cree que son una de
las causas del proceso degenerativo que se observa con el
envejecimiento.

También es importante en la
formación de glóbulos rojos y ayuda al cuerpo a
utilizar la vitamina K. Se encuentra en el germen de trigo,
maíz, nueces, semillas, aceitunas, espinacas,
espárragos y aceites vegetales.

CAPÍTULO III:

Tierra
generosa

1.-ZONAS DE CULTIVO

La sábila presenta un amplio rango
de adaptabilidad a diferentes condiciones ambientales; el Consejo
Internacional del Aloe señala que se desarrolla
generalmente, en áreas 15º hacia al norte y hacia el
sur del ecuador,
obstante puede ser encontrada en un espectro climático
bastante amplio. Los climas en que se desarrolla van de
tropicales y subtropicales a desérticos.

Se establecen preferentemente en
área con temperaturas medias anuales de 18 a 25 grados
centígrados con una precipitación media anual de
400 a 800 mm, encontrándose en sitios hasta de 200mm al
año, donde su desarrollo es más lento.

Aunque esta planta puede encontrarse en
bosques ecuatoriales, climas templados y montañas, se
adaptada bien a zonas de pronunciada sequía, a la
intensidad de los rayos solares y concentración de las
sales, condiciones que caracterizan a grandes superficies
localizadas en las zonas áridas y
semiáridas.

Debido a la gran demanda que ha
adquirido en los últimos años, la sábila
como cultivo se encuentra creciendo en grandes extensiones de
países tales como Antillas Holandesas, Portugal, España,
Japón,
Rusia,
Venezuela,
Arabia, Estados Unidos y
muchos más.

En las áreas sujetas a la
precipitación pluvial, la sábila puede presentar
una alternativa para el aprovechamiento de tierras marginales que
por sus características presentan limitaciones para otro
tipo de cultivo. En terrenos de mejor calidad y con
disponibilidad de agua este cultivo puede significar una mayor
rentabilidad y
una diversificación de la producción de las
comunidades donde se establezcan.

2.-FORMAS DE CULTIVO

En plantaciones de temporal, la
plantación se hace a raíz desnuda, preferentemente
en un trazo de tresbolillo; se coloca la planta en la cepa
llenando ésta con tierra con
materia

orgánica mezclada con la propia del
terreno, si así se requiere, una terraza de
sostén.

En área de temporal y terrenos con
pendiente, el distanciamiento será de 2 m entre planta e
hileras, con lo cual se obtiene una densidad de 2,500
plantas por ha. Si el terreno es plano o con pendiente muy
ligera, la distancia entre plantas se puede reducir a 1m y la
densidad aumentará a 5,000 plantas por
hectárea.

La época más propicia para la
plantación de sábila de temporal es antes de la
temporada de lluvias y después del periodo de
heladas.

En áreas de riego, las plantaciones
se hacen en seco, enterrando la planta hasta la base de las hojas
inferiores, con una separación entre surcos de 0.8 a 1 m.
las plantas se colocan en el surco, se entierran las
raíces y se apisona para fijar las plantas al
piso.

Partes: 1, 2, 3
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