- Familia
matricentrada - El
Hombre - La
Mujer - Los
hijos - Consecuencias
- Condiciones
necesarias para que aparezca el padre y el esposo en la Familia
Popular Venezolana - La
construcción de la imagen del padre - Orientaciones
para transformar la cultura de la Ausencia del
Padre
Introducción
Antes de comenzar con el ensayo
propiamente dicho, quiero tratar de dejar claro el concepto de
Familia. En
nuestro idioma, para ello lo mas acertado es recurrir a los
diccionarios.
Veamos que pueden aportarnos.
Familia: Intentos de definición
Según el diccionario de
la Real Academia Española, nos dice entre otras
acepciones: "Grupo de
personas emparentadas entre sí que viven juntas; conjunto
de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un
linaje; hijos o descendencia; conjunto de personas que tienen
alguna condición, opinión o tendencia común;
conjunto de objetos que presentan características comunes;
número de criados de alguien, aunque no vivan dentro de su
casa; cuerpo de una orden o religión, o parte
considerable de ella; coloq. Grupo numeroso de personas.
Según el diccionario de Sopena, "Familia,
gente que vive en una casa, nacida de un mismo tronco
común y vive bajo su autoridad;
conjunto de parientes o parentela: abuelos, padres,
hijos, tíos, familiares cercanos; prole: linaje o
hijos, descendencia de un tronco; conjunto de individuos de una
misma condición común; pequeña
tribu reunida en un mismo lugar y con unos mismos ideales
comunes bajo una autoridad tribal".
Hay toda una gama de definiciones y conceptos
lingüísticos, que al ser contrastados con nuestra
realidad nacional podemos observar que, muchas veces, los mismos
no se coligen con lo que verdaderamente tenemos en nuestro
país.
Esto nos hace pensar que dichas definiciones están
escritas desde fuera de nuestra cultura y por
consiguiente no se ajustan completamente a nuestro entorno
nacional, el cual tiene una identidad muy
particular.
De momento lo que trato de resaltar es lo que
comúnmente denominamos Familia Nuclear: Padre –
madre e hijos que comparten un mismo espacio, construyendo una
vida en torno a unos
mismos ideales comunes, una misma circunstancia espiritual y
humana, conviviendo en una adecuada intimidad requerida para
crecer en común. Es decir: Configuración humana en
torno al foco matriz, padres
– hijos.
"La palabra Familia, en su dinamismo interior, es una
palabra que nunca se acaba de pronunciar; es una
configuración de personas que siempre se está
creando. Mejor dicho, cada vez que se pronuncia la palabra
Familia con amor, crece
su sentido en la mente y en corazón de
quien la pronuncia"[1].
Con esta orientación podemos determinar que la
concepción de lo que nosotros conocemos como familia va a
conformarse por nuestra propia esencia cultural.
Es una tradición legada desde la época
precolombina, cuando los hombres de la comunidad
tribal salían a cazar, pescar o recolectar (durante
días, a veces), para proveer a la familia del
sustento necesario para vivir y abrigarse. Los hijos quedaban al
cuidado de la madre, quien ejercía las labores del hogar y
de los abuelos o ancianos quienes les impartían su
educación.
Hay un sistema de ideas,
valores y
significados que van regulando nuestra cultura y que tiene
sentido en un contexto humano singular (mundo de vida),
que puede estar condicionado por la actividad de sus individuos,
su economía, organización política,
asentamiento geográfico, entre otros factores.
Este mundo de vida, permite explicar el modo de conocer que se
va conformando codificadamente en el subconsciente de un
colectivo particular y tiene una orientación y
reglamentación propias. Esto lo llamaremos
"episteme".
La modernidad, es un
episteme que trajo la expansión cultural europea a
Venezuela y
todos los países occidentales, pero sin tomar en cuenta
nuestra raigambre popular autóctona, que de manera
solapada sobrevive a través de nuestros mundos de
vida.
Ahora podemos explicarnos el porqué los diccionarios
signados por el episteme de la modernidad no logran explicar
nuestra familia venezolana. Por ello, el investigador social debe
acceder a la información desde la propia realidad, por
ejemplo, a través de historias de vida convivida.
Un solo individuo
puede ser una síntesis
subjetiva de su comunidad, a través de su mundo de vida y
su episteme. El conocer la verdad nacional intrafamiliarmente nos
lleva a saber, rápidamente, que la familia popular
venezolana tiene una estructura
perfectamente definida: hay un estrecho nudo relacional madre
– hijo.
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