Los casos típicos de muerte
aparente son la muerte
súbita (la persona se
desploma sin razón aparente), el ahogamiento y la
electrocución. Puede también tener un origen
traumático, como asfixia, caída de altura o un
accidente de circulación. La muerte aparente
también puede ser debida a una hemorragia importante
(entonces, primero hay que frenar la hemorragia).
En todos los casos, hay que proteger bien a la
víctima y al reanimador.
Principios de la reanimación cardiopulmonar
La reanimación cardiopulmonar comprende dos
mecanismos:
–Oxigenación de la sangre
La sangre entra
otras cosas para transportar el oxígeno
a los órganos, permitiéndoles funcionar (la
respiración celular, les abastece de
energía). Al haberse parado la respiración, hay que
suplirla por la ventilación artificial.
La ventilación artificial consiste en enviar el
aire a los
pulmones de la víctima. Practicamos una ventilación
llamada “a presión
positiva”: soplamos (con la boca o con un dispositivo) aire, la
presión del aire expande los pulmones. Allí, se
producen las interacciones gaseosas, y la víctima espira
pasivamente (el peso del pecho y de las vísceras oprimen
los pulmones, que se desinflan).
Cuando se practica la ventilación artificial sin
material (boca a boca, boca a nariz, o boca a boca y nariz sobre
lactantes), enviamos una insuflación de aire que, aun
siendo el espirado por el salvador (y
por tanto, empobrecido), es bastante próximo al aire que
se respira (contiene un 16 % de de oxígeno): en
efecto, una parte del aire proviene de las vías altas
(bronquios, tráquea, boca) y es similar al aire respirado,
y el aire que proviene de los pulmones es empobrecido en
oxígeno, aunque todavía lo contiene. Cuando se
utiliza un balón insuflador (con una máscara
bucal), enviamos aire ambiente
(21 % de oxígeno). Si se conecta una botella de
oxígeno médico, aumentamos mucho más la
fracción inspirada de dioxígeno (FiO2), y podemos
incluso insuflar oxígeno puro (casi al 100 %) cuando
utilizamos un balón de reserva.
El aire que se insufla pasa a los pulmones, pero una parte
también al estómago. Éste se va hinchando a
medida que se dan más insuflaciones. Si no se le da
tiempo a
desinflarse, el aire corre el peligro de llevarse con él
al salir el contenido ácido del estómago (jugos
gástricos) que podrían inundar la vía
aérea y deteriorar gravemente los pulmones
(síndrome de Mendelson o síndrome de la
respiración ácida) y puede comprometer gravemente
la supervivencia de la víctima. Por ello hay que insuflar
sin exceso, regularmente, durante dos segundos cada
insuflación, y detener la insuflación tan pronto
como se vea el pecho levantarse.
– Circulación sanguínea
La sangre al nivel de los pulmones ya ha sido oxigenada, ahora
hay que hacerla circular por el resto del cuerpo. Esto se hace
gracias a las compresiones torácicas, llamadas
también masaje cardíaco externo. Esto consiste en
apretar en el centro del tórax con el fin de comprimir el
pecho:
– Sobre un adulto y un niño de más de ocho
años, el esternón debe descender de 4 a 5 cm;
– Sobre un niño entre uno y ocho años, el
esternón debe descender de 3 a 4 cm;
– Sobre un lactante de menos de un año, el
esternón debe descender de 2 a 3 cm.
Comprimiendo el pecho, también comprimimos los vasos
sanguíneos, lo que impulsa la sangre hacia el resto del
cuerpo (como una esponja). Se creía durante mucho tiempo
que lo que se comprimía era el corazón;
aunque parece que está situado demasiado profundamente y
que juega sólo un papel de regulación del sentido
de la circulación por sus válvulas.
Para que la compresión torácica sea eficaz, hace
falta que la víctima esté sobre un plano duro; en
particular, si la víctima está tendida sobre la
cama, hay que depositarla en el suelo antes de
empezar las maniobras de reanimación.
La posición de las manos es importante si se quieren
aportar compresiones eficaces, minimizando los riesgos de
fractura de las costillas (nótese que este riesgo de
fractura es despreciable con relación al riesgo de la
muerte si no se hace nada).
Hay que aplicarse a hacer compresiones regulares, a
dejar el pecho recuperar su forma inicial entre dos compresiones,
y a que el tiempo de relajamiento sea igual al tiempo de
compresión. En efecto, el relajamiento del pecho permite
el retorno de la sangre venosa, fundamental para una buena
circulación.
El ritmo de masaje debe ser suficiente para hacer
circular la sangre, pero no demasiado rápido, si no, la
circulación no es eficaz (creamos turbulencias que se
oponen a la distribución de la sangre).
En las últimas recomendaciones publicadas por la
Sociedad
Europea de Reanimación (ERC) en el caso que la
reanimación sea realizada por personal no
sanitario el ritmo de compresiones es de 30 compresiones por 1
ventilación tanto para paciente adulto como para niños.
– En todos los casos, un ciclo compresión /
relajamiento debe llevar 0,6 segundos (1/100 minuto) con el fin
de tener un régimen lineal (es decir, ninguna
turbulencia).
Con el fin de adoptar un ritmo regular y de respetar la
paridad en el tiempo de compresión / por tiempo de
relajación, y para estar seguro de hacer
buenas compresiones y un adecuado número de compresiones
sucesivas, se aconseja contar en voz alta, bajo la
forma:
Cifra (durante la compresión) –
y (durante el relajamiento)
Así, contaremos en voz alta:
“Uno-y-dos-y-tres-…-y-trece-y-catorce-y-quince”‘…
– Caso particular: mujer
embarazada
En el caso de una mujer visiblemente embarazada, conviene
elevar el costado o la nalga derecha para mejorar el retorno de
la sangre venosa, liberando la vena cava inferior del peso del
feto y
permitiendo que la sangre llegue al corazón.2 Es decir
debe estar de costado. Esto puede hacerse poniendo ropa doblada
bajo la nalga derecha.
– Desfibrilación
Cuando la parada cardiaca es debida a una fibrilación
ventricular (el corazón late de manera anárquica,
que es la causa más frecuente de muerte súbita del
adulto), la única esperanza de salvar a la víctima
consiste en desfibrilar el corazón (es decir,
resincronizar el corazón mediante un choque de
eléctrico de corriente continua). Esto puede hacerse por
personal no médico con un desfibrilador automático
externo (que puede ser semiautomático por un sanitario), o
manual por un
médico].
El proceso de
desfibrilación viene después de la alerta a los
Servicios de
Emergencia (ya que es el equipo médico o paramédico
quien intentará salvar a la víctima al fin y al
cabo), pero antes de las maniobras de ventilación
artificial y de compresiones torácicas (ésta sirven
sólo para conservar las posibilidades de supervivencia
esperando la salida del shock).
En el caso de un niño de menos de ocho años, o
de una persona víctima de un ahogamiento o de una
intoxicación, es poco probable que el corazón
esté en fibrilación, la desfibrilación es
entonces inútil. Si se dispone de un desfibrilador
automático externo, éste será puesto en
marcha a pesar de todo, por precaución,
pero siempre después de un minuto de maniobras de
ventilación artificial y compresiones
torácicas.
– La RCP con un sólo salvador
Acercamiento al paciente. El socorrista llega y al ver
paciente, se presenta, y le pide apretarle la mano, en caso de
que esté demasiado débil para hablar.
Comprobación de las funciones
respiratorias: el socorrista escucha la
respiración, trata de sentir el aire sobre su
mejilla, mira si el pecho sube y desciende, y
siente los movimientos del pecho.
Insuflación boca a boca. La cabeza del paciente
se echa para atrás. El socorrista cierra la nariz del
paciente con una mano, manteniendo la boca abierta del paciente,
y apreciando en todo momento la barbilla.
Se colocan las manos entrelazadas en el centro del
tórax sobre el esternón, cuidando no presionar en
la parte superior del abdomen o el extremo inferior del
esternón
Posición para la RCP. Los brazos se mantienen
rectos, las compresiones se realizan con el movimiento de
los hombros. En un adulto se debe hundir el esternón 4-5
cm.
Cronología: la cronología siguiente
parte del principio de que la persona está en parada
circulatoria. Si no es el caso, uno de los elementos del balance
nos lo dirá, entonces no hay que hacer reanimación
cardiopulmonar.
- Protección
- Balance
- Comprobamos que la víctima no se mueve, no
habla. - Tomar la mano de la víctima, decirle ”
¿me oye? ¡Apriéteme la mano! “-
comprobamos que la víctima no reacciona a la palabra,
ni al contacto. - Si se está solo, pedir “¡Socorro!”;
repetir este llamamiento durante todo el balance. - Desabrochar la ropa que pueda molestar la
respiración (corbata, cuello, cinturón, el
primer botón de los pantalones) explicándole en
voz alta “le desabrocho la ropa para ayudarle a respirar” (si
la persona respira, puede entendernos aunque no reacciona,
esto la calma al oir lo que pasa; también permite
justificar nuestra acción por testigos
eventuales). - Poner una mano sobre la frente, dos o tres dedos de
la otra mano sobre la barbilla y elevar la barbilla; esto
libera el paso del aire; - Inspeccionar la boca, si se ve algún objeto
(chicle, alimentos), quitarlo delicadamente. Sólo
eliminar los objetos que estén a la vista. - “Mirar, escuchar y sentir”(MES): Mirar los
movimientos del tórax, Escuchar la boca de la
víctima para oír los ruidos respiratorios,
Sentir el aire en la mejilla.
- Si la víctima NO respira normalmente: enviar
a alguien a pedir ayuda. Si se encuentra solo, deje a la
víctima y alerte a los servicios médicos de
emergencias - Enviar a alguien a buscar un desfibrilador
automático externo si hay uno disponible y si se sabe
dónde encontrarlo (no ir uno mismo, salvo si se
está solo y se está seguro del lugar donde se
encuentra); ponerlo en marcha cuanto antes; - Reanimación cardiopulmonar:
- Controlar el pulso si uno es experimentado, si no,
es inútil perder el tiempo en tratar de tomar el
pulso, si la persona no presenta signos de vida (movimientos
respiratorios, tos…) consideramos que está en parada
cardiaca. - Hacer 30 compresiones torácicas.
- Hacer dos insuflaciones.
- Continuar la insuflación y las compresiones
torácicas hasta la llegada de ayuda.
Hay así una alternancia
cíclica:
– 30 compresiones torácicas que hay que hacer en
12 segundos (un ciclo compresión / relajamiento lleva 0,6
segundos, sea una frecuencia de masaje de 100 por minuto
alternando con 2 ventilaciones que nos llevarán unos 2
segundos (1 segundo por ventilación)
La RCP con dos salvadores
Cuando hay dos rescatistas, uno puede actuar más
efectivamente mientras colabora:
- 1. Un testigo A realiza protección
- 2. El testigo B realiza la búsqueda de ayuda
y controla la vía aerea, dice que paró de
respirar y que “!no respira!” - 3. El testigo A luego dará la alarma mientras
el testigo B comienza la reanimación
cardiopulmonar - 4. El testigo A vuelve y puede entonces
- Implementar una desfibrilación externa
automática si está disponible; - Sustituir al testigo B en la respiración si
este se encuentra cansado; - Para hacer la reanimación con B, uno
respiración boca a boca, el otro tiene que realizar
las compresiones torácicas.
Si uno decide practicar la reanimación con dos,
la persona que realiza las compresiones torácicas debe
imprescindiblemente contar las compresiones en voz alta, con el
fin de que los demás rescatistas sepan cuándo debe
darle respiración boca a boca; Si por ejemplo A
realiza compresiones torácicas y B le da
respiración boca a boca:
A: « a-y-dos-y-tres… – y-veinti uno –
y-treinta »
B: la primera respiración, la
segunda respiración
C:
« a-y-dos-tres… »
Esto hace posible que el paso del tiempo entre
compresiones y respiraciones sea más o menos uniforme y
uno no debe concentrarse en calcular el tiempo, y no tiene que
colocar de nuevo las manos en cada ciclo.
– La RCP con dos y tres socorristas
La secuencia es la misma que la realizada por un
rescatista, pero después de observar la ausencia de
respuesta a la respiración de boca a boca, uno
controla el pulso de la carótida. Un estudio mostró
que durante la reanimación, en una situación de
paro
cardiorrespiratorio, la percepción
del pulso es falsa en un 50% de las veces: el
estrés y el esfuerzo físico hace que suba
la tensión del rescatista, y es posible percibir el propio
pulso como un golpeteo en el final de los dedos, en ausencia de
circulación sanguínea en la
víctima.
Una de las primeras medidas de ayuda es el uso de
ventilación artificial. Esto es hecho con un dispositivo
máscara bolsa balón válvula. La
válvula es unidireccional y permite otorgar aire
enriquecido con oxígeno (que esta en la bolsa) a
través de una máscara de interposición
facial. El uso de una cánula orofaríngea, llamada
también tubo de Mayo o cánula de Guédel, es
necesario para facilitar el pase del aire al colocar la lengua en su
lugar e impedir que caiga hacia atrás y adentro por la
relajación de la inconsciencia, además de si la
persona presenta una lengua voluminosa, como por ejemplo en casos
de edema de Quincke.
Las compresiones torácicas se dan del mismo modo
que con un rescatista: 2 respiraciones boca a boca por cada 30
compresiones. El uso de dispositivos es más efectivo que
la respiración boca a boca, porque reduce el tiempo entre
las respiraciones y las comprensiones: las respiraciones
comienzan tras la última comprensión, y la
comprensión comienza tras la última
respiración, sin esperar a que el pecho baje de
nuevo.
Durante la reanimación, si se dispone de un DEA
Desfibrilador externo automático debe ser
sistemáticamente colocado excepto cuando se trata de
niños de menos de un año. Cuando hay sólo
dos personas realizando primeros
auxilios, una se encarga de la respiración boca a boca
y las compresiones torácicas mientras la otra le instala
el DEA. Cuando hay tres personas realizando primeros auxilios, el
RCP es hecho por dos (una persona que realiza las insuflaciones
para la respiración y la otra las compresiones
torácicas) mientras el tercero coloca el DEA. La
instalación del DEA puede requerir afeitar y secar el
lugar donde se coloca el electrodo (si es estrictamente
necesario). La reanimación se detiene durante el análisis del latido del corazón por
el aparato y durante las posibles descargas, inicialmente tres
seguidas; en la comprobación habrá que separarse y
no tocar al paciente, para evitar ser victima de una descarga. En
caso de no ser eficaces o tras el análisis del ritmo no
procediera la descarga, se continuaría con la
RCP.
El invento del desfibrilador y su uso prehospitalario
adhiere una D a las siglas nmemotécnicas de Safar
que comienza según ABCD: vías aéreas,
respiración, circulación,
desfibrilación.
Nota
Hay una técnica de reanimación para
sólo un reanimador de primeros auxilios usando un
balón respirador, que hace posible el beneficio de la
contribución del dióxido y el lanzamiento de un
trabajador de primeros auxilios. En este caso, el trabajador de
primeros auxilios sitúa lugares mismos de la cabeza
realizando la compresión de esta posición, mientras
se inclinan con la parte más alta de la cara.
Código: La resucitación cardiopulmonar
bajo la cabeza es más eficaz en el soporte básico
de la vida por un médico profesional personal que tiene un
rescatista individual: tiene estudios simulados.
– Historia de
los procedimientos
Los procedimientos
variaron en el curso del tiempo por el progreso de la medicina
(evolución de los conocimientos,
evolución del tratamiento médico). No se
recomiendan necesariamente
En Francia
- Entre 1991 y 2000
- Un solo socorrista alterna 15 compresiones
torácicas y 2 respiraciones en un adulto o un
niño de más de 8 años; las compresiones
se hacen a un ritmo de 60 por minuto. - Para un bebé, se realizan 4 respiraciones
iniciales (2 durante el cálculo; luego otras 2
después del paso de la alarma) y alterna 5
compresiones torácicas y 1
respiración. - Un socorrista aislado y sin medios practica la RCP
durante un minuto antes de pedir ayuda; - Dos socorristas alternan 5 compresiones y 1
respiración, tanto en un adulto como en un
bebé. - En 2000
- Se abandona el término “masaje cardiaco” por
“compresiones torácicas”. - Los ritmos de las compresiones se unifican, 100 por
minuto cualquiera que sea la edad. - Sólo se realizan 2 respiraciones iniciales en
bebés. - Un socorrista aislado y sin medio de llamada, da la
alerta inmediatamente, excepto en el caso de un niño
de menos de ocho años, o en el caso de ahogamiento o
de una intoxicación donde la alarma se realiza
después de un minuto de RCP. - Con dos socorristas, se mantiene una alternancia de
15:2.
– La RCP médica
La reanimación cardiopulmonar especializada
(RCPS) por un equipo médico o paramédico entrenado
es el último eslabón de la cadena de supervivencia
antes de la admisión al hospital. En el caso ideal, los
procedimientos especializados son practicados en los diez minutos
que siguen del paro cardíaco, después de la
desfribrilación.
La víctima es intubada (tubo que se desliza en la
tráquea y sirve de conexión a un respirador
artificial a las vías respiratorias del paciente). Un
acceso vascular ó vía venosa es colocada, ya sea
periférica (venas del brazo) o central (vena yugular o
vena subclavia, si hay imposibilidad de canulación
periférica) prosiguiendo las compresiones
torácicas, incluido el momento de las insuflaciones: la
impermeabilidad de la sonda de intubado impide al oxígeno
volver a salir en el momento de las compresiones.
Un cronómetro es colocado: mide la cantidad de
dióxido de carbono
espirado, es decir la eficacia de la
reanimación. En efecto, si el paciente expira CO2, es
porque el oxígeno llegó bien a las células, y
el CO2 fue transportado hacia los pulmones para ser
expulsado.
También se administran medicamentos: adrenalina o
equivalentes, isoprenalina si el corazón es demasiado
lento, líquidos de relleno vascular o de
alcalinisación según los casos. El desfibrilador
puede ser acoplado a un estimulador cardíaco externo si el
corazón es demasiado lento.
En una mujer embarazada, si el feto es potencialmente
viable pero la reanimación es ineficaz, hay que contemplar
una cesárea urgente.
Por otro lado, estudios estiman el interés en
aplicar otros tratamientos prehospitalarios, sin que estos
constituyan por el momento estándares:
Inyección de vasopresina:3
los músculos que controlan la apertura de los
vasos sanguíneos que ya no están siendo oxigenados,
entonces hay una vasodilatación, lo que aumenta la
capacidad volumétrica del sistema vascular
y perjudica la buena circulación de la sangre en el
momento de las maniobras de reanimación y en caso de
recuperación de la actividad cardíaca (colapso
cardiovascular); la utilización de medicamentos
vasopresores (es decir elevando la presión
sanguínea) permite mejorar la circulación de la
sangre y aumentar las posibilidades de supervivencia sin
secuelas.
Masaje cardíaco interno (MCI) por una
minitoracostomia:4 esta técnica consiste en practicar una
incisión sobre el pecho, al 4to espacio intercostal
izquierdo, y en introducir allí un dispositivo que se
despliega en el interior como un paraguas contra el pericardio;
esto permite presionar directamente sobre el corazón, y
además ciertos modelos poseen
un desfibrilador interno; este sistema permite tener una mejor
eficacia circulatoria, pero presenta riesgos de hemorragia y de
infección.
En Europa esta
práctica requiere que el paciente sea transportado
sólo a partir del momento en que la situación
hemodinámica es más o menos estable (pulso presente
con una presión arterial existente). La reanimación
cardiopulmonar pues es perseguida en el mismo lugar hasta que
falle (no logramos reanimar al paciente y éste es
declarado fallecido) o tenga éxito.
Es el método
dicho sobre el stay and play (” quedarse y actuar”,-practicar
reanimación- es decir actuar en el mismo lugar). Esto
difiere con las prácticas Americanas que preconizan el
transporte lo
más rápidamente posible hacia un centro
especializado, cualquiera que sea el estado del
paciente. Es el método del scoop and run (cargar y
correr).
Esta diferencia se explica en parte por la ausencia de
acción
de otorgar carácter médico de los primeros
auxilios, en dicho carácter los paramédicos, pueden
hacer los procedimientos requeridos en una sala de urgencia
(intubado, colocación de una vía venosa y una
administración de medicinas) sobre el
protocolo.
Si muchos estudios científicos mostraron el
interés del CCP por ser testigo de una breve
desfibrilación (en los 8 minutos siguiendo al fallo del
corazón) sobre el sobreviente, el interés en la
práctica del cuidado médico en el apuro es menos
obvio con respecto al número de
sobrevivientes.5
– Reanimación médica del recién
nacido
La reanimación cardiopulmonar cerebral del
recién nacido es un procedimiento
programado y no improvisado, empleado en la sala de parto o la
sala de neonatología adyacente. Se suele realizar con tres
profesionales de la salud, uno asegura una
vía umbilical, otro asegura un tubo endotraqueal y el
tercero la preparación de medicamentos.
El catéter umbilical o catéter de Argyle
radioopaco de 3,5 mm para la arteria umbilical, o 5 mm para la
vena umbilical, tiene en la punta un orificio, mientras que los
catéteres de lavaje o alimentación tienen
el orificio a un lado del extremo del catéter,
haciéndolo poco útil para la vía umbilical.
El catéter de Argyle se inserta con ayuda de una
radiografía para asegurar que quede insertado a 1 cm por
encima del diafragma, basado en la tabla de Dunn. Se suele
emplear unos 10 segundos para la correcta inserción del
catéter previo a la radiografía.
El catéter traqueal o catéter de Portex,
también radioopaco y sin balón de 3mm o 2,5 mm para
los neonatos más pequeños se inserta 1 cm pasada la
glotis. A éste se inserta una bolsa de reanimación
o Ambú transparente con válvula de presión
sin exceder unos 30 cm de agua. A
presiones más elevadas el Ambú produce un murmullo
que advierte de las presiones elevadas que ponen en riesgo el
pulmón del recién nacido. Por la válvula de
exhalación se expulsa el CO2 cuya válvula se suele
insertar una manguera corrugada para mejorar la
concentración de oxígeno en el
Ambú.
Las drogas
utilizadas incluyen oxígeno que debe ser manejada con
propiedad pues
puede intoxicar la membrana lipídica neuronal. La
adrenalina sin diluir es altamente tóxico por lo que solo
se indica por vía subcutánea en pacientes
alérgicos severos o con crisis de
asma. Por
vía endovenosa se diluye 1 cc
con 9 cc de agua destilada y de esa dilución se indica 0,2
o 0,3 cc/Kg cada dosis.
Si por cada 3 latidos o compresiones se produce una
respiración con la bolsa Ambú, el total por minuto
es de 40 ventilaciones y 120 compresiones, más o menos
los valores de
frecuencia respiratoria y cardíaca de un recién
nacido.
– Métodos
obsoletos o discutidos
En el caso de que un medico se haga cargo de un paro
cardiaco, se ha propuesto practicar una trombolisis
sistémica: la presencia de un coágulo de sangre
en las arterias es una de las principales causas de la parada
cardíaca (infarto del
miocardio y embolia pulmonar; por otro lado, la parada
cardíaca se acompaña de la formación de
coágulos minúsculos en el cerebro
(microtrombos cerebrales), que, evitando una buena
oxigenación de ciertas partes del cerebro en el momento de
las maniobras de reanimación y en caso de
recuperación de un paro cardiaco, podría dejar
secuelas de tipo neurológico. El fin de la trombolisis (o
fibrolisis) es destruir estos coágulos y mejorar las
posibilidades de supervivencia sin secuelas.
Este tratamiento no tiene la aprobación de todos,
debido a los riesgos de hemorragia (el trombo evita la
coagulación de la sangre), particularmente, en el momento
de las compresiones torácicas, puede producirse fracturas
de las costillas que pueden provocar hemorragias; la trombolisis
esta contraindicada en ciertas situaciones como la
disección de la aorta (fisura de la arteria aorta) o un
accidente vascular cerebral hemorrágico como la ruptura de
un aneurisma.
-La leyenda urbana de la tos salvadora
Se pide a los pacientes toser a veces con el fin de
regular el ritmo cardíaco; en efecto, la tos provoca un
aumento de la presión del aire en los pulmones, que
aprieta los vasos sanguíneos que recorren los pulmones y
provoca pues un pico de presión arterial.
Por lo tanto de ahí, algunos propusieron toser
cuando ” se siente llegar ” la parada cardíaca. Esta idea
ha sido repetida y ampliamente difundida, particularmente por
Internet, y se
hizo una leyenda urbana.
Este método es en efecto totalmente inútil
porque por una parte no sentimos llegar la parada
cardíaca, cuando sobreviene, la inconsciencia es
inmediata, ningún músculo puede actuar, no podemos
toser. Y cuando se siente signos que
pueden dejar pensar en un infarto del miocardio, los
únicos movimientos útiles son pedir ayuda y de
acostarse en el suelo o bien, apoyarse contra una pared. En
particular, si se conduce un vehículo, absolutamente hay
que apartarse lo más deprisa posible, en seguridad, y si
es posible cerca de otras personas que tendrán así
la posibilidad de pedir ayuda si se vuelve incapaz de pedirla.
Hay que quitar también el seguro de las puertas del coche
con el fin de que los socorros no tuvieran que forzar las puertas
del vehículo.
Notas
A temperatura
“normal” (20 °C); las bajas temperaturas protegen el
cerebro y aumentan las probabilidades de supervivencia,
así, en caso de ahogamiento o de hipotermia, es posible
recuperar a una víctima a pesar de estar varias decenas de
minutos en paro circulatorio (noción de “muerte
aparente”).
Golpe de
calor
Más grave que la insolación, el organismo
ya no puede adaptarse al aumento de temperatura exterior y la
temperatura corporal aumenta. Esto genera una serie de trastornos
que si no son atendidos a tiempo resultan de extrema gravedad,
pudiendo causar la muerte. Los síntomas son similares a
los de la insolación, a los que se agrega:
– Ya no se registra transpiración
– La piel
está caliente, enrojecida y seca
– Puede presentarse alteración de la conciencia, estar
adormecido o incluso inconciente
– Aumenta la frecuencia cardíaca
– Respiración rápida y
superficial
– Fiebre alta
(hasta 40 grados)
– Convulsiones
– ¿Qué hacer si se sospecha de golpe de
calor?
– Ubicar al sujeto a la sombra
– Refrescar el cuerpo con toallas humedecidas en agua
fría (cambiarlas cuando se calientan)
– SI el sujeto está conciente, darle de beber
abundante agua
– Si el estado de
conciencia del sujeto está alterado, es preferible no
darle de beber, para evitar que aspire el
líquido
Buscar ayuda médica con urgencia.
– Cómo distinguir el golpe de calor
de la deshidratación.
El golpe de calor y la deshidratación por el
calor están causados por un exceso de calor, pero sus
síntomas son tan dispares que es muy difícil
confundirlos. El golpe de calor, producido por un mal
funcionamiento de los centros reguladores del calor, es una
patología más grave que afecta principalmente a los
ancianos. Sus síntomas son la piel caliente y enrojecida,
la ausencia de sudoración, el pulso fuerte y contundente,
la respiración dificultosa, las pupilas dilatadas y la
temperatura corporal extremadamente alta. El paciente se
encuentra mareado y puede perder la conciencia. La
deshidratación por calor se debe a una pérdida
excesiva de líquidos y electrolitos en el organismo. La
piel está pálida y húmeda, la
sudoración es profusa, el pulso débil y la
respiración superficial, pero las pupilas y la temperatura
corporal son normales. Pueden producirse cefaleas y
vómitos.
– Cómo actuar
Los primeros auxilios necesarios para el golpe de calor
y para la deshidratación por el calor también
difieren. La víctima de un golpe de calor debe ser
transportada a un lugar fresco a la sombra, y allí debe
guardar reposo con la cabeza elevada. Se debe humedecer el cuerpo
con alcohol o agua
fría para bajar la temperatura y el enfermo debe ser
trasladado a un hospital de inmediato. El paciente con
deshidratación por el calor también debe guardar
reposo, pero con la cabeza más baja que el cuerpo;
conviene proporcionarle abrigo o calor. Al principio puede
presentar náuseas, pero tras un tiempo de descanso puede
ingerir líquidos: se ha de beber cuatro vasos de agua con
una tableta o media cucharadita de sal diluida, a intervalos de
15 minutos. Después debería beber zumos (jugos) de
frutas para recuperar otros electrolitos. Si se produce una
postración importante conviene buscar ayuda
médica.
Deshidratación
por calor
La deshidratación por calor se debe a una
pérdida excesiva de líquidos y electrolitos en el
organismo. La piel está pálida y húmeda, la
sudoración es profusa, el pulso débil y la
respiración superficial, pero las pupilas y la temperatura
corporal son normales. Pueden producirse
y vómitos.
Hipotonía
Nombres alternativos
Disminución del tono muscular; Recién
nacido hipotónico
Definición:
Es la disminución del tono muscular.
Consideraciones generales:
La hipotonía, que puede afectar a niños y
adultos, es a menudo un signo de un problema preocupante.
Igualmente, puede ser una señal de un problema en el
sistema nervioso
central, trastorno genético o trastorno
muscular.
Los bebés hipotónicos parecen
flácidos y se siente como si fueran “muñecos de
trapo” al cargarlos. Ellos descansan con los codos y las rodillas
extendidos de manera suelta, mientras que los bebés con
tono normal tienden a tener los codos y las rodillas flexionados.
El control de la
cabeza puede ser deficiente o no tenerlo del todo, por lo que
ésta puede caer hacia un lado, hacia atrás o hacia
adelante.
Los padres de los bebés con tono normal pueden
alzarlos colocando las manos bajo las axilas del bebé,
mientras que los bebés hipotónicos tienden a
deslizarse entre las manos de sus padres a medida que los brazos
del bebé se elevan sin ofrecer resistencia.
Causas comunes:
– Acondroplasia
– Síndrome de Aicardi
– Enfermedad de Canavan
– Hipotiroidismo congénito
– Ataxia cerebelosa congénita
– Síndrome de Down
– Disautonomía familiar (síndrome de
Riley-Day)
– Hipervitaminosis
– Botulismo infantil
– Kernicterus (daño
cerebral debido a una ictericia severa)
– Síndrome de Klinefelter
– Enfermedad de Krabbe
– Síndrome de Marfan
– Síndrome de Menke
– Leucodistrofia metacromática
– Acidemia metilmalónica
– Distrofia muscular
– Miastenia grave
– Distrofia miotónica (un tipo de distrofia
muscular)
– Síndrome de Phelan-McDermid (síndrome de
eliminación de 22q13)
– Síndrome de Prader-Willi
– Raquitismo
– Sepsis
– Atrofia muscular de la columna vertebral tipo 1
(Werdnig-Hoffman)
– Enfermedad de Tay-Sachs
– Trisomía 13
– Reacción a una vacuna
Estado de
coma
Es la pérdida de conciencia prolongada, con
disminución o ausencia de los reflejos protectores como la
deglución, la tos y las arcadas. También se pierde
reacción ante determinados estímulos
externos.
El coma es un estado del que se sale muy
difícilmente. Se puede permanecer en coma durante varios
años.
Generalmente el coma profundo conlleva a la
muerte.
La persona parece dormida, es incapaz de
despertarse, sin reacción y sólo es capaz de
responder a estímulos enérgicos con algunos
reflejos de evitación, sin ninguna respuesta al
dolor.
El grado en el que puede resultar afectado
presenta diferentes formas. Las causas que originan la
pérdida de conciencia pueden ser producidas por:
Infecciones como la Meningitis.
Intoxicaciones con alcohol, drogas o
medicamentos.
Traumática, tras caídas o
golpes violentos sobre la cabeza.
Alteraciones metabólicas como la
Diabetes y las
alteraciones neurológicas: epilepsia, accidente
cerebrovascular entre otras.
Autor:
Jhonny Jordan Zumba
Reategui
Tema: primeros auxilios
Especialidad: contabilidad
Profesor: Pedro Lima
Iquitos, Perú
2009
“AÑO DE LA UNION NACIONAL FRENTE A
LA CRISIS EXTERNA”
INSTITUTO SUPERIOR TECNOLÓGICO
PÚBLICO
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