DESARROLLO
El proceso de
enseñanza–aprendizaje de la
Matemática
A través de la enseñanza de la Matemática
el profesor debe
garantizar la asimilación de los contenidos de una forma
activa, teniendo en cuenta la edad e intereses, con un
sólido desarrollo de
las habilidades y del poder
matemático.
La enseñanza de la Matemática desempeña
un rol indudable en los momentos actuales. El acelerado
perfeccionamiento, tanto científico-técnico como
social, demanda de
esta disciplina, la
preparación de las nuevas generaciones para que puedan
vivir en estos tiempos complejos no como simples espectadores,
sino como agentes activos de los
procesos de
cambio.
El proceso de
enseñanza-aprendizaje de la
Matemática como asignatura, con el fin de preparar al
hombre para la
vida, debe dotarlo de un sistema de
conocimientos, habilidades, hábitos, modos de
actuación y convicciones para su accionar en la sociedad en
que vive, a tono con el contexto actual que impone el vertiginoso
adelanto científico-técnico.
Esta asignatura, como todas, se encuentra condicionada por el
contexto histórico-social, se transforma, se actualiza, se
desarrolla acorde a las nuevas exigencias.
El proceso de enseñanza-aprendizaje de la
Matemática en Cuba
está concebido a partir de la política educacional
del Estado, es por
ello que refleja el profundo humanismo de
la concepción marxista-leninista de la Revolución
Cubana, teniendo en cuenta, además, las condiciones
histórico-culturales en las que este proceso ha de
desarrollarse.
En el programa director
de Matemática, se observa la necesidad de que los
profesores logren elevar el nivel de motivación para el aprendizaje,
creando para ello un clima favorable
alrededor del estudio de la asignatura a través de la
utilización de los recursos
disponibles, organizando concursos y otras actividades
extradocentes de apoyo a la labor que se realiza en las aulas, y
estimulando a los estudiantes a que participen en ellas.
A través del proceso de enseñanza-aprendizaje de
cualquier disciplina, especialmente de la Matemática, se
debe lograr la debida participación del profesor y del
grupo, de
manera tal que se potencie al máximo el progreso de los
alumnos para que desempeñen un rol protagónico en
dicho proceso.
Es indispensable puntualizar la significación social de
lo que el alumno aprende, lo que se expresa concretamente por la
manifestación que tiene lo que asimila en la ciencia, en
la técnica, en la sociedad en general y especialmente por
la revelación en su actuación contextual.
A través del proceso enseñanza-aprendizaje de la
Matemática, el profesor debe utilizar las amplias
posibilidades de aplicación del sistema de conocimientos y
el sistema de habilidades de esta asignatura para despertar el
interés
y fomentar en los alumnos el gusto por ella.
Para que la Matemática sea amena e interesante, pueden
utilizarse acertijos, trucos y juegos sin que
ello llegue a formar en los estudiantes una idea distorsionada de
lo que es esta asignatura.
En la época actual vemos como esta asignatura
priorizada penetra cada vez más rápido en casi
todos los dominios sociales, en la esfera de la producción material se ve claramente su
alcance, porque la aplicación directa de la misma a
través de las ciencias
naturales, la técnica y la economía crece en extensión.
Del papel planteado anteriormente que desempeña esta
asignatura en la sociedad socialista, se desprende también
la significación en la formación matemática,
de ahí resulta su alta responsabilidad en su enseñanza para la
formación íntegra del individuo.
La enseñanza de la Matemática contribuye a la
formación de la
personalidad, ante todo desarrollando en el alumno
conocimientos y capacidades sólidas y poniéndolas a
disposición para aplicarlas en la práctica.
Pero su enseñanza puede ser aún más
efectiva si se dirige adecuadamente, los alumnos pueden reconocer
que el grado de abstracción de la Matemática es muy
elevado y que precisamente en esto radica la posibilidad de
aplicarla universalmente.
Reconocen, además, en el transcurso de su educación, que esta
ciencia ha
avanzado por necesidades reales y que incluso hoy recibe impulsos
de la práctica para su progreso continuo.
Las potencias para el desarrollo mental integral de los
alumnos radican en que, en esta disciplina, se desarrollan una
serie de capacidades que tienen una significación general.
Pensemos solamente en las capacidades de abstraer, concretar,
particularizar y generalizar; de analizar y sintetizar; de
demostrar, fundamentar, definir y describir; de reconocer lo
esencial, resolver ejercicios y problemas,
trabajar con símbolos y variables,
trabajar algorítmica o heurísticamente.
Todas estas actividades mentales y prácticas en la
enseñanza de la Matemática son esenciales en la
futura actividad práctica y política del
alumno.
La unidad de la instrucción y la educación en la
enseñanza exige que el profesor utilice las
potencialidades educativas del contenido de la asignatura, la
cual encierra grandes posibilidades de actuar sobre la conducta de los
alumnos.
Por ejemplo: en Matemática el contenido tiene
grandes posibilidades para desarrollar, en los alumnos,
cualidades deseables como la perseverancia, concentración
de la atención, meticulosidad, exactitud,
humanismo, entre otras.
Por lo tanto es necesario que el profesor analice el contenido
de la clase en
relación con la influencia educativa que puede ejercer
sobre los alumnos, en concordancia con las tareas de la
educación moral,
patriótica e internacionalista.
Ello implica que en la escuela deben
educarse personalidades socialistas fieles a su patria, que
participen activamente en la construcción del socialismo y que
estén dispuestas a defender en todo momento a su
país.
El trabajo en la
mejora de esas personalidades requiere aprovechar todas las
potencias generales propias de la enseñanza de esta
disciplina, para el proceso instructivo y educativo.
Este aspecto abarca la formación de capacidades
mentales generales, de la creatividad y
la fantasía, la creación de hábitos de
disciplina y persistencia, el desarrollo de nociones
ideológicas y convicciones socialistas desde un punto de
vista claro en el sentido de la ideología de la clase trabajadora,
así como la
comunicación y la conformación del carácter de los alumnos.
La enseñanza de la Matemática para cumplir su
función
dentro del sistema escolar tiene que orientarse al contenido y al
campo de aplicación de las ciencias
matemáticas.
Teniendo en cuenta lo anterior la orientación se
expresa en la determinación de los objetivos, en
la relación y ordenamiento de la materia y en
las determinaciones principales acerca de los métodos a
aplicar.
Esta orientación resulta de las concepciones
fundamentales de la pedagogía general, de la realización
del principio de la unidad entre el carácter
científico, el carácter partidista y la
realización con la vida.
El cumplimiento de los objetivos de la enseñanza de la
Matemática transcurre en un proceso instructivo-educativo
organizado y planificado, mediante el trabajo en
y con la materia, para ello es necesario que el profesor vea al
alumno como personalidad
que trabaja activamente, como sujeto de la instrucción y
educación, y que logre ver a la enseñanza como
proceso colectivo para establecer las relaciones entre los
estudiantes de forma que cada uno adquiera un impulso
práctico.
Lo anterior es consecuencia de la posición especial de
la Matemática en el sistema de las ciencias y del
carácter especial de la aplicación de sus
resultados en la práctica.
La función
educativa de la Matemática
Es necesario partir señalando que la palabra
función proviene del latín functio y es "la
manifestación externa de las propiedades de cualquier
objeto, fenómeno o proceso en un sistema dado de
relaciones" (Citado por Chávez y otros. 2005: 10).
En la enseñanza de la Matemática se cumplen las
funciones
instructiva, educativa, desarrolladora y de control, aunque
ellas no se presentan aisladas unas de otras, en cada ejercicio
puede aparecer una o más como rectora.
En este artículo solo se tratará la educativa
debido a que el objetivo que
se persigue está dirigido a la orientación del
profesor de octavo grado de la Secundaria Básica para el
tratamiento de dicha función en las clases de la
asignatura.
La educación ideológica en la enseñanza
de la Matemática, su relación con la función
educativa de esta asignatura.
La educación ideológica contenida en la
línea directriz educación ciudadana,
patriótica e internacionalista tiene como objetivo
formar multifacéticamente al hombre, que posea un firme
punto de vista clasista y altas cualidades morales y con su
propia concepción científica del mundo.
El matemático alemán Junk (1979: 6) situaba en
el punto central de la educación ideológica la
transmisión y apropiación de la ideología de
la clase obrera, de su filosofía, de su concepción del
mundo y de su moral.
Se trata por lo tanto de desarrollar el punto de vista
clasista y el partidismo socialista con respecto a los intereses,
valores y
normas de la
clase obrera y del socialismo; educar en el patriotismo
socialista y el internacionalismo proletario; apropiarse de
nociones filosóficas de la ideología
científica de la clase obrera; formar convicciones,
criterios, sentimientos, costumbres, formas de conducta,
cualidades morales y del carácter, que distinguen a la
personalidad socialista, especialmente su actitud hacia
el colectivo.
En la enseñanza de la Matemática la efectividad
educativa está determinada, mayormente, por las potencias
que radican en el contenido de esta asignatura que comprende sus
conceptos, proposiciones, leyes,
métodos de trabajo y especialmente su aplicación
extramatemática.
Además abarca la importancia que tiene esta disciplina
en todos los campos de la vida social, en la industria, en
la economía, en la defensa del país y en otras
ciencias, contribuyendo a la formación de la personalidad,
ante todo, desarrollando en el estudiante conocimientos y
capacidades para aplicarlos en la práctica.
El programa actual de Matemática fue elaborado tomando
como punto de partida la definición de objetivos
formativos generales, en él se precisa su papel como
asignatura priorizada, para lograr su vínculo con la vida
y su responsabilidad en el desarrollo del pensamiento
lógico de los alumnos, como base y parte esencial de su
formación integral.
Además se declara que el eje central del trabajo con
los contenidos de la asignatura lo constituye la
formulación y resolución de problemas vinculados
con la vida, relacionados con el avance político,
económico y social del país y del mundo, así
como con fenómenos y procesos científicos y
ambientales a partir de la recopilación y análisis de datos
estadísticos.
Varios especialistas del país, investigadores de la
Matemática, en la Secundaria Básica entre los que
se destacan Che Soler (2007), Ballester (1992), Quintana y otros
(2006) consideran que en las clases de Matemática de esta
enseñanza la resolución de ejercicios y problemas
matemáticos constituyen una vía de
consolidación de lo aprendido y de mostrar el
vínculo de la Matemática con la realidad que rodea
al adolescente y con la ciencia y la técnica.
Para los ejercicios y problemas en la enseñanza de la
Matemática les atribuyen funciones específicas
entre las que se encuentra la función
educativa.
Valoran como función educativa de los
ejercicios "la relacionada con la formación en los alumnos
de una concepción dialéctico-materialista del
mundo. Ubica en el centro de su atención la
formación de ideas, valores, convicciones y cualidades
morales, el desarrollo de intereses cognoscitivos, la independencia
y hábitos de trabajo escolar, entre otras aspiraciones
educativas reflejadas en los objetivos generales de las
transformaciones de la Escuela Secundaria Básica en Cuba".
(Che, J. 2007: 30).
Para los problemas matemáticos la función
educativa "está orientada a la formación de la
concepción científica del mundo, al desarrollo de
intereses cognoscitivos, hábitos de trabajo escolar y a la
formación de ideas, convicciones y cualidades morales".
(Che, J. 2007: 21).
En la función educativa hay que tener en cuenta que el
trabajo con los problemas matemáticos ejerce una
influencia significativa sobre la formación de la
personalidad de los estudiantes, es decir, sobre el desarrollo de
la concepción científica del mundo y de una
posición activa y crítica
sobre los fenómenos y hechos naturales y sociales.
Por ello, no es suficiente dirigir acertadamente el proceso de
resolución, sino también seleccionar adecuadamente
los ejercicios a través de los cuales es posible actuar
sobre determinada esfera de la personalidad del alumno.
Los problemas matemáticos constituyen una vía
idónea para contribuir a la labor
político-ideológica y a la formación de
valores. Permiten recopilar, analizar, expresar y valorar datos
sobre la obra de la Revolución
en diferentes esferas, preparando a las nuevas generaciones para
defender con argumentos las conquistas de la Revolución.
En este sentido es necesario tener en cuenta las condiciones en
las cuales se resuelven conjugando convenientemente el trabajo
individual y grupal.
Desde esta posición se considera que la
función educativa de la Matemática
está orientada a la formación de la
concepción científica del mundo, al desarrollo de
intereses cognoscitivos, hábitos de trabajo escolar y a la
formación de ideas, valores, convicciones y cualidades
morales, mediante la utilización del Programa
Heúrístico General para la resolución de
ejercicios con texto y
problemas matemáticos.
La función educativa de la Matemática
está encaminada a propiciar una experiencia positiva de
alto valor moral, a
desarrollar motivaciones para una actuación que se
corresponda con los principios
éticos de la sociedad.
Conclusiones
Es significativo destacar que el estudio realizado acerca del
proceso de enseñanza-aprendizaje de la Matemática y
su función educativa, reveló la importancia de esta
asignatura para la educación del hombre y su
preparación para la vida.
El trabajo elaborado, no está concluido por cuanto, con
el objetivo de obtener resultados es necesario dar tratamiento a
la función educativa en las clases de Matemática
que en este no se presentan, por lo que el estudio de esta
problemática ha sido abordado con un enfoque teoría
para los docentes.
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Pueblo y Educación, La Habana.
Autor:
MSc. Elio Tomás Montes de Oca
Companioni
Lic. María Caridad Portal
Prieto
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