El español como lengua de poder en el fallido proceso de paz colombiano (página 4)
2. Estos críticos lo respaldan y están de
acuerdo en prorrogar la zona desmilitarizada siempre y cuando
nosotros nos comprometamos a suspender todo lo que los afecta,
como las retenciones económicas, las pescas milagrosas, la
utilización de cilindros contra la Fuerza
Pública, el respeto a los
derechos
humanos, no atacar a la fuerza pública ni a los
organismos de seguridad del
Estado,
permitir el libre ejercicio político a los partidos
tradicionales, no aplicar la ley 002, no
reclutar a menores de edad, suspender la voladura de oleoductos,
torres de energía, cese del fuego y hostilidades contra la
población civil, verificación
internacional etc. etc. Estas y otras, son las exigencias de
quienes se oponen al proceso de paz
con justicia
social y soberanía.
El segundo argumento de la carta
sería: "Estos críticos lo respaldan y están
de acuerdo en prorrogar la zona desmilitarizada siempre y cuando
nosotros nos comprometamos a suspender todo lo que los afecta".
Nótese como la locución conjuntiva condicional
siempre y cuando enfatiza el uso de la forma subjuntiva
comprometamos, dando a la siguiente expresión un
matiz de leve incapacidad, es decir, como si no se pudiera
cumplir con las condiciones puestas por la parte contraria.
Después de que se enuncia dicho argumento, aparece una
base argumentativa que lo refuerza, explicando las exigencias que
"los críticos" le están haciendo al grupo
guerrillero para seguir con el proceso. En su construcción se observa como el líder
guerrillero enuncia los topos que encadenan la base
argumentativa, y que según sus palabras, solo afectan a
los críticos. Estos son: "las retenciones
económicas, las pescas milagrosas, la utilización
de cilindros contra la Fuerza Pública, el respeto a los
derechos humanos,
no atacar a la fuerza pública ni a los organismos de
seguridad del Estado, permitir el libre ejercicio político
a los partidos tradicionales, no aplicar la ley 002, no reclutar
a menores de edad, suspender la voladura de oleoductos, torres de
energía, cese del fuego y hostilidades contra la
población civil, verificación internacional etc.
etc." Es un encadenamiento argumentativo que cumple con la
función
de aclarar lo que está pasando en la base argumentativa
del discurso.
Además, cuando termina la enumeración de las
razones "del otro" lo hace con doble etcétera, lo que
permite suponer que sus exigencias son bastante más
numerosas. Inmediatamente después aparece un topos que
contextualiza lo que se está diciendo y permite que el
último enunciado se interprete como un comentario que
refuerza en el lector el argumento de aquellos "críticos"
que se "oponen al proceso de paz con justicia social y
soberanía" son los únicos culpables de lo que pueda
pasar.
Esta alta exigencia de los opositores al proceso de paz,
faculta al líder guerrillero para adherir dos palabras –
clave[49]al proceso de paz: la primera es una
unidad más extensa, un sintagma, "justicia
social", que no es utilizado por su contenido denotativo
primario, sino esencialmente por su contenido connotativo, por
los implícitos que derivan del empleo de la
palabra-símbolo "justicia" adjetivada por otro
término de fuerte carga emotiva como es "social". Este
sintagma empezó su uso más frecuente a partir de
los años ochenta, cuando se iniciaron en Colombia los
primeros acercamientos entre los grupos de
izquierda y los gobiernos de turno. Así, en los escasos
debates que se permitían escuchar por aquella
época, cada grupo de oposición sacaba a relucir que
la negociación se realizaría siempre y
cuando se presentara la garantía de que habría
"justicia social" para todos. Se presentó, pues, una
traslación de significados ya que se cambió la
expresión "bienestar social" por "justicia social". Ha de
entenderse que en un país como Colombia en donde es tan
alto el grado de pobreza y de
malestar social, palabras como "bienestar" han sido alejadas del
discurso
político de los grupos de izquierda por considerarlas,
entre otros asuntos, como muy propias de la burguesía. La
segunda palabra – clave que utilizó el líder
guerrillero fue "soberanía". Ella resume un hecho social y
político que se ha cuestionado desde el estallido de 1948,
cuyo detonante fue la muerte de
Gaitán, y es que Colombia debe ser para los colombianos.
Cada vez que estos grupos hablan de las intromisiones de los
Estados Unidos
de Norteamérica en los asuntos de Colombia, sacan a
relucir la palabra-clave "soberanía" que para el conjunto
de la sociedad ha
tenido siempre una fuerte carga emotiva.
3. De esta manera la clase política bipartidista
y el Congreso, han evadido la responsabilidad histórica y política
ante el pueblo como promotores y artífices de la violencia
partidista. Fue así como el parlamento en forma unitaria
aprobó una ley autorizando al ejecutivo en el gobierno del
Presidente Guillermo León Valencia, para que diera la
orden de ocupar militarmente la región de Marquetalia,
conforme la aplicación del plan LASO,
asesorado por los Estados Unidos para liquidar las libertades
democráticas y afianzar el Frente
Nacional, dando inicio al operativo militar al cual le han
dado continuidad hasta hoy. Esta responsabilidad histórica
no es de nosotros sino del Estado y los partidos tradicionales
durante 37 años en el Poder,
manejado a través de leyes
antidemocráticas y represivas.
Este párrafo
funciona como de explicación histórica a todo lo
que está sucediendo con el proceso de paz. Aparece el
mismo argumento que se ha trabajado en los párrafos
anteriores, pero escrito con otro matiz: "De esta manera la clase
política bipartidista y el Congreso, han evadido la
responsabilidad histórica y política ante el pueblo
como promotores y artífices de la violencia partidista".
Obsérvese como el argumento va preparando al lector para
la conclusión, pues cuando se dice que ellos, "los
críticos del partido liberal", la "clase política
bipartidista" y el "congreso" "han evadido la responsabilidad
histórica y política" no se dice de qué la
han evadido sino que se presenta un silencio en la cadena
argumentativa y aparece una razón que deshila la dirección que traía el argumento. Es
como si lo cortaran de tajo para terminar diciendo que "como
promotores y artífices de la violencia partidista" y entra
a hablar de la violencia política que ha vivido el
país. De esta forma, infiriendo a partir de ese silencio
argumental, se podría concluir que "los otros", "han
evadido la responsabilidad histórica y política" de
conseguir la tan anhelada paz, por tanto, son los únicos
responsables de este fracaso.
Hasta este párrafo llegan los argumentos que hablan de
las exigencias del otro, del culpable por un posible fracaso del
proceso que Manuel Marulanda se atrevió a predecir cuatro
meses antes de que se cerrara cualquier intento de
negociación. Los párrafos siguientes se dedican a
manejar las exigencias del "nosotros", así como de
explicar los apelativos que más daño le
están haciendo al grupo guerrillero. Atendiendo a la
macroestructura de la carta, son tres
los párrafos dedicados al "ellos", a los enemigos de la
paz, y otros tres dedicados al "nosotros" que, entre otros
asuntos, quieren la paz con justicia social y
soberanía:
4. En este mismo orden de ideas, nosotros también
reclamamos y exigimos del Estado y del bipartidismo una real
voluntad política, para combatir el paramilitarismo de
Estado lo antes posible para que no acaben con los colombianos
desarmados y con el proceso de paz emprendido por el Presidente
Pastrana y las FARC-EP.
Exigimos soluciones
reales al desempleo y
subempleo, subsidio al desempleo como solución temporal;
estudio por regiones para la concreción de la reforma
agraria que entregue la tierra al
campesinado que la quiera trabajar; modificación de las
costumbres políticas
otorgando iguales derechos a nuevas corrientes y movimientos
independientes no afiliados a los partidos tradicionales;
depuración de la Fuerza Pública, procesamiento y
castigo por la justicia civil a sus miembros comprometidos con el
paramilitarismo y el genocidio político de la Unión
Patriótica y el Partido Comunista; defensa de la
soberanía nacional; elaboración de una nueva
teoría
de la seguridad nacional a cargo de un equipo de notables,
nombrados por La Mesa para que estudien en 6 meses cómo y
en qué condiciones reducir el tamaño y el presupuesto del
ejército y la policía de acuerdo con la realidad
nacional y fronteriza; mejoramiento de la justicia conforme lo
plantea la Agenda Común; castigo a los corruptos y
devolución de los dineros al fisco; relaciones
internacionales en igualdad de
condiciones y respeto mutuo en los asuntos internos de cualquier
país . Todo esto debe corresponder a un cambio en las
estructuras
del Estado y su régimen político por medio de una
Asamblea Nacional Constituyente.
Aparece el cuarto argumento a favor de la conclusión
general: "nosotros también reclamamos y exigimos del
Estado y del bipartidismo una real voluntad política, para
combatir el paramilitarismo de Estado lo antes posible para que
no acaben con los colombianos desarmados y con el proceso de paz
emprendido por el Presidente Pastrana y las FARC-EP". Como es
usual en los textos políticos, comienza con una tesis que
luego es justificada por los demás argumentos que aparecen
a continuación, y cerrando el párrafo, aparece un
argumento que apoya la conclusión: "Todo esto debe
corresponder a un cambio en las estructuras del Estado y su
régimen político por medio de una Asamblea Nacional
Constituyente".
5. Estas y otras, son nuestras exigencias, y que la sociedad
colombiana reclama con urgencia las que no pueden ser resueltas
mediante la confrontación interponiendo intereses
foráneos o personales con cualquier pretexto. Por exigir
cambios como los señalados anteriormente fuimos tildados
de narcotraficantes por el ex embajador Lewis Tambs. Hoy el
Secretario de Estado Colin Powel nos ha tildado de terroristas,
según la concepción de los Estados Unidos en la
lucha contra el terrorismo,
que el Presidente Pastrana apoya integralmente,
independientemente del conflicto
interno que tiene otras connotaciones políticas y sin
tener en cuenta nuestra plataforma en la lucha para transformar
el Estado.
Desconociendo esto, los Estados Unidos no desisten de intervenir
en Colombia y países hermanos, buscando impedir la
independencia
de los pueblos Latinoamericanos del imperio. Frente a esto es
necesario un pronunciamiento claro del Señor Presidente
Pastrana.
El quinto párrafo tiene como función manifestar
la utilidad de que
se cumplan las exigencias que se hacen en el párrafo
anterior. Este tipo de estructuras, además de cumplir con
una función argumentativa, supone un apoyo y una
aclaración a los argumentos que refuerzan la
conclusión. En este caso le sirve a Manuel Marulanda para
denunciar la persecución internacional de la que su grupo
ha sido objeto, además de argumentar, desde su
posición política, que las FARC-EP no pueden ser
consideradas como "terroristas". Esta argumentación lo
aleja del "señor presidente", pues dice que éste
"apoya integralmente independientemente del conflicto interno que
tiene otras connotaciones políticas y sin tener en cuenta
nuestra plataforma en la lucha para transformar el Estado" y le
exige a Pastrana un "pronunciamiento claro" al respecto.
6. Si todos estos elementos son tenidos en cuenta por los
opositores al proceso de paz, es posible salvar los
Diálogos y la Negociación en los meses faltantes al
mandato del Señor Presidente. En caso de no ser
así, la responsabilidad histórica recaerá
sobre quienes han propiciado este clima de
incertidumbre por los medios de
comunicación, puesto que han obligado al Señor
Presidente a condicionar los diálogos a solamente 3 meses
y a tomar otras medidas perjudiciales para el proceso. Ahí
si, como dicen los refraneros "como si esto fuera soplar y hacer
botellas". Por ello se requiere de un gran esfuerzo nacional
uniendo voluntades por encima de intereses económicos,
partidistas y electorales, y rodear La Mesa sin condicionamientos
ni retaliaciones, con todos los sectores de la sociedad
colombiana para buscar una salida civilizada en la que las FARC
estarán en primera línea por la paz y la
reconciliación nacional.
Este último párrafo tiene como fin primordial
cerrar con la conclusión que se venía enunciado en
los anteriores: Si no se cumplen con las exigencias presentadas,
(inferido) "la responsabilidad histórica – del
fracaso del proceso de paz (sobreentendido) – recaerá
sobre quienes han propiciado este clima de incertidumbre por los
medios de
comunicación". Pero, ¿quiénes han
propiciado el clima de incertidumbre por unos medios de
comunicación que siempre han sido de las
elites colombianas? La respuesta sería obvia: el Congreso,
los críticos del partido liberal y de la clase
política bipartidista, es decir, los que siempre han
estado en el poder. De esta forma, el discurso de Manuel
Marulanda Vélez defiende una tesis que se infiere de la
base argumentativa utilizada y es que "si el proceso de paz
fracasa, la responsabilidad histórica recaerá sobre
el Congreso, los críticos del partido liberal y de la
clase política bipartidista colombiana".
Esta carta presenta la posibilidad de sacar algunas
conclusiones inferidas[50]que se deducen de forma
inmediata y que se respaldan en cada una de los argumentos. Estas
inferencias ayudarán a dilucidar las marcas
ideológicas presentes en el discurso de Manuel Marulanda
Vélez, máximo líder de las FARC-EP:
Según el argumento del párrafo 1, se infiere
que:En caso de que fracase el proceso, los directos
responsables serán los directivos del partido
liberal.Los críticos de los partidos tradicionales y los
tres poderes del Estado no desean la paz.Los críticos de los partidos tradicionales y los
tres poderes del Estado no aceptan el Acuerdo de San
Francisco de La Sombra.La responsabilidad de la buena marcha del proceso es de
todo los colombianos que no quieren la guerra.Si fracasa el proceso, la culpa no será del
presidente Pastrana no de las FARC-EP sino de todo el pueblo
colombiano.Del argumento presentado en el párrafo 2, se puede
inferir que:Los críticos de los partidos tradicionales
respaldan el proceso de paz, siempre y cuando no se realicen
reformas económicas que los puedan afectar.Los críticos de los partidos tradicionales se
oponen al proceso de paz con justicia social y
soberanía.Los críticos de los partidos tradicionales solo
defienden sus intereses.Con respecto al argumento presentado en el párrafo
3, se pueden sacar las siguientes inferencias:La clase política bipartidista y el Congreso, han
evadido la responsabilidad histórica y política
ante el pueblo, al no propiciar acuerdos que conduzcan a la
paz.El Estado y los partidos tradicionales durante 37
años en el Poder, son los únicos responsables
de la violencia que vive el país porque lo han
manejado a través de leyes antidemocráticas y
represivas.El argumento del párrafo 4 sirve para inferir
que:Las FARC-EP exigen del Estado y del bipartidismo una real
voluntad política, para continuar con el proceso de
paz.Las FARC-EP buscan cambiar las estructuras del Estado y su
régimen político por medio de una Asamblea
Nacional Constituyente.Del párrafo 5 podríamos inferir que:
Las exigencias de las FARC-EP son las mismas que reclama
la sociedad colombiana.Las FARC-EP no son terroristas.
Con respecto al párrafo 6, se infiere que:
Solo es posible salvar los Diálogos y la
Negociación sí la clase política
bipartidista y el Congreso tienen en cuenta las exigencias de
las FARC-EP.La clase política bipartidista y el Congreso tienen
la responsabilidad histórica del fracaso del proceso
de paz.
Aplicando los principios del
cuadrado de valor
ideológico de Van Dijk, del "nosotros" positivo y el
"ellos" negativo, se podría decir que este encadenamiento
argumentativo llevaría al siguiente presupuesto: "si el
proceso de paz fracasa, la responsabilidad histórica no
sería nunca de las FARC-EP".
Para finalizar con este análisis sobre las posibles
ideologías que mueven este discurso, cabría decir
que las conclusiones anteriores por el hecho de haber sido
inferidas, dependen de la sintonía del receptor con lo
dicho, o mejor, del topos que maneja y en el que se halla inmerso
el lector, Así, en la inferencia, al no estar dicho, puede
haber interpretaciones que dependen de las características
del receptor y del marco argumentativo en que se sitúa
(Fuentes y
Alcaide:38). Estos dos aspectos del discurso permiten, entre
otras cosas, determinar las marcas ideológicas
correspondientes porque si el receptor es de "derechas" puede
rechazar el marco argumentativo aduciendo que todo lo que se dice
ahí son calumnias, o justificarlo arguyendo que el proceso
de paz se hará efectivo en la medida en que la guerrilla
cumpla con sus exigencias. En cambio, un receptor de "izquierdas"
le daría la razón a la tesis de Marulanda
Vélez y aceptaría que "solo es posible salvar los
Diálogos y la Negociación sí la clase
política bipartidista y el Congreso tienen en cuenta las
exigencias de las FARC-EP" y apoyaría su tesis con topos
extraídos de la carta, como los siguientes:
La clase política bipartidista y el Congreso han
sido promotores y artífices de la violencia partidista
y se han apoyado y asesorado por los Estados Unidos para
liquidar las libertades democráticas del
país.El Estado y los partidos tradicionales han permanecido
durante 37 años en el Poder, y han manejado el
país a través de leyes antidemocráticas
y represivas.Exigir:
1. Soluciones reales al desempleo y subempleo, subsidio al
desempleo como solución temporal;
2. Un estudio por regiones para la concreción de la
reforma agraria que entregue la tierra al
campesinado que la quiera trabajar.
3. Modificación de las costumbres políticas
otorgando iguales derechos a nuevas corrientes y movimientos
independientes no afiliados a los partidos tradicionales.
4. Depuración de la Fuerza Pública,
procesamiento y castigo por la justicia civil a sus miembros
comprometidos con el paramilitarismo y el genocidio
político de la Unión Patriótica y el Partido
Comunista.
5. Defensa de la soberanía nacional.
6. Elaboración de una nueva teoría de la
seguridad nacional a cargo de un equipo de notables, nombrados
por La Mesa para que estudien en 6 meses cómo y en
qué condiciones reducir el tamaño y el presupuesto
del ejército y la policía de acuerdo con la
realidad nacional y fronteriza.
7. Mejoramiento de la justicia conforme lo plantea la Agenda
Común; castigo a los corruptos y devolución de los
dineros al fisco;
8. Las relaciones internacionales en igualdad de condiciones y
respeto mutuo en los asuntos internos de cualquier
país.
9. Todo esto debe corresponder a un cambio en las estructuras
del Estado y su régimen político por medio de una
Asamblea Nacional Constituyente.
Que los Estados Unidos dejen de intervenir en Colombia y
países hermanos, buscando impedir la independencia de
los pueblos Latinoamericanos del imperio.Si fracasa el proceso, la responsabilidad histórica
recaerá sobre quienes han propiciado este clima de
incertidumbre por los medios de comunicación.
Concluyendo, este receptor de "izquierdas" le daría la
razón a la tesis de Marulanda Vélez y
aceptaría la macro – tesis que ha movido desde sus
orígenes el conflicto colombiano y es que el problema de
Colombia se soluciona si "Las FARC-EP cambian las estructuras del
Estado y su régimen político por medio de una
Asamblea Nacional Constituyente". Nótese como la macro –
tesis excluye a las otras ideologías. No se dice, por
ejemplo, Las FARC-EP, el partido conservador, el partido liberal
y los demás partidos independientes buscan cambiar las
estructuras del Estado y su régimen político por
medio de una Asamblea Nacional Constituyente. Se presenta,
así, la exclusión ideológica que siempre ha
alimentado la guerra en
Colombia.
5.3.1 Determinación de las estrategias
discursivas en el discurso de las FARC-EP a los países
amigos del proceso de paz.
Cuando se utiliza la estructura del
texto para
explicar un fenómeno gramatical determinado, esta debe
basarse en una teoría de la estructura del discurso: "Los
gramáticos del discurso han tomado tales teorías
de una amplia variedad de fuentes que incluye la antropología, la sociología y la inteligencia
artificial. Una característica de estos enfoques es
que tienden a asociar clases marcadamente diferentes de
estructuras con diferentes géneros discursivos" (Cumming y
Ono, 1986:200).
En el corpus a analizar, las estructuras del discurso se
ocupan de develar cómo escriben los participantes en una
situación social determinada, cómo es el saludo de
bienvenida por parte de la guerrilla a los representantes de los
distintos gobiernos amigos del proceso de paz dentro de la zona
de distensión, más concretamente en la vereda Los
Pozos, Caquetá, – según se planteó en el
Acuerdo De Los Pozos[51]que firmaron ambas partes,
luego de un prolongado cese de conversaciones –,
cómo interactuan[52]qué
léxico utilizan, etc. El método
para develar tales estrategias parte del análisis de la
macroestructura del discurso, trabajando, además, con la
superestructura[53]cuando se habla del tipo de
texto utilizado y con la microestructura[54]cuando
se analizan asuntos como las frases, proposiciones, enunciados,
implicaciones, presuposiciones, descripciones, coherencia local,
coherencia global y temas, desplazamientos semánticos,
dimensiones de desplazamiento de las estrategias
ideológicas a las estructuras semánticas, el
volumen,
importancia, pertinencia, implicitud / explecitud,
atribución, perspectiva, análisis de las
estrategias ideológicas empleadas, entre otros. Para
facilitar esta labor, se conservó la división en
párrafos que presentaba el discurso original y que
permitió determinar las siguientes estructuras
discursivas:
1)Señores representantes de los distintos
gobiernos
Al reiterarles el saludo cálido de todos
los guerrilleros y Mandos de las
FARC-EP y expresarles agradecimientos por su
presencia en Los Pozos, también les queremos compartir
algunas de nuestras reflexiones sobre la situación
actual.
Análisis: El título del discurso designa
mediante un sustantivo indeterminado a un colectivo que se
singulariza en la medida en que define al receptor del discurso:
los representantes de los distintos gobiernos. La
colocación del sustantivo señores ocupando
un primer lugar, le da al discurso un lineamiento de respeto
hacia quien va dirigido el mismo, ya que el sustantivo
señores designa, en este caso, a unas personas respetables
y de cierta edad, permitiendo así un tono afectado por un
respeto de extrema cortesía, pues en este discurso –
muy al contrario al emitido por el presidente Pastrana que
nombró al colectivo como "cuerpo Diplomático
acreditado en Colombia" – se pretende que el receptor
comparta no solo las reflexiones que tienen las FARC-EP sobre los
problemas que
aquejan a Colombia como son el paramilitarismo, narcotráfico y reforma agraria, sino que se
pretende construir una persona
retórica creíble para el receptor, aunque para ello
se recurra a una cortesía que intenta copiar el tono de
los discursos
emitidos, por ejemplo, en un parlamento. Así, se tiene la
intención de destacar la responsabilidad, como agente, de
lo que se dice en el discurso. La circulación de sentido
va desde el título –agente responsable – al
contenido del texto siguiente, en donde vuelve a aparecer la
cortesía como lineamiento de la coherencia discursiva. El
discurso muestra como en
vez de iniciar con una frase célebre de un personaje
– como ocurrió con el discurso del presidente
Pastrana – la guerrilla entra sin miramientos al asunto que
los ocupa, como es el proceso de paz, y que ellos denominan
siempre tras el encubrimiento de una forma temporal que
metaforiza la problemática colombiana al ser definida como
"la situación actual".
Cabe destacar aquí el estudio de los pronombres
personales como una de las formas deícticas que expresan
en el enunciado los aspectos concretos del contexto comunicativo
y que han sido reconocidos como de gran interés
para los estudios sobre el discurso. En el caso del hablante
político en particular, el interés radica en que
estas unidades deícticas ayudan a determinar las
prioridades discursivas – ideológicas del emisor.
Cuando el discurso es colectivo – como en el corpus –
los planteamientos son emitidos en nombre de un emisor colectivo,
empleando con frecuencia la primera persona del plural expresada
por formas verbales o pronominales de primera persona del plural
(de forma abreviada, nosotros). Este proceder
enunciativo se interpreta como una manera de no asumir la
responsabilidad individual y de no exhibir el interés
personal en
provecho de un interés colectivo de límites
movibles (Fernández Lagunilla, 1999: 53).
El discurso empieza con un al reiterarles, verbo
discursivo al través del cual se expresa la acción
del hablante político colectivo que se mueve en el orden
de proponer más que en el de hacer: así tiene que
ser, pues las guerrillas colombianas lucharon durante más
de treinta años para que les quitaran el mote de
"bandoleros" y se lo cambiaran por el de guerrilleros, asunto que
fue conseguido, paradójicamente, durante el gobierno del
General del Ejército Gustavo Rojas Pinilla. Las FARC
–EP son la oposición, los grupos al margen de la
ley, por tanto sus ideas se plantean con argumentos que parten
del "proponer" que en este caso se vale de la denuncia para
lograr el acceso al discurso público. Reiterar, repetir,
volver hacer, conduce al sentido de que el saludo se da a un
receptor político conocido, o al menos que ha tenido
presencia dentro del proceso.
2) Es especialmente importante reafirmar hoy y
aquí, ante todos ustedes representantes de la
comunidad internacional, nuestro compromiso con el
éxito de este proceso inédito, que busca
solucionar por las vías políticas el conflicto
social y armado que desangra a Colombia y afecta la
estabilidad de la región. Se trata de reconstruir
democráticamente una patria soberana, respetuosa de la
opinión ajena y con justicia social.
Análisis: Desde la segunda parte del discurso se impone
la función primordial de las ideologías que
permite, desde la coordinación de ciertas prácticas
sociales, la protección de los intereses de un determinado
grupo social. Obsérvese la última oración
del párrafo: – "Se trata de reconstruir
democráticamente una patria soberana, respetuosa de la
opinión ajena y con justicia social"-. En esta
oración cuando se utiliza el nexo argumentativo se
trata de, la oración siguiente adquiere un valor
enfático, es decir, que ayuda a resumir la filosofía central del proceso de paz
según la visión de las FARC –EP. Desglosando
cada una de sus proposiciones[55]se podría
hacer el siguiente análisis:
Reconstruir democráticamente una patria soberana:
si se observa, la segunda parte del saludo presenta dos
verbos claves en el discurso de la guerrilla que son
reafirmar y reconstruir. El uso del prefijo re – que en
este caso indica una repetición intensificada –
permite que estos verbos destaquen la acción del grupo
que, según el contexto discursivo, pretende dominar la
acción futura.Además de los verbos, se puede observar el uso de
la primera persona del plural cuando se habla de – "nuestro
compromiso con el éxito de este proceso
inédito" [.]-. La primera persona del plural es el
paradigma nominal que cumple un papel fundamental en el
discurso político, debido a que este "nosotros
político" se complejiza en la medida en que se puede
referir a un plural de modestia, a un nosotros inclusivo, a
un nosotros exclusivo, colectivo, nacional, etc.,
convirtiéndose en una herramienta de
comunicación eficaz que permite integrar al
destinatario con un metacolectivo superior como puede ser la
sociedad, el estado, el pueblo, la nación, etc.Esto es lo que ocurre en el discurso de las FARC –EP
que no solo denomina le proceso de paz como un "proceso
inédito" – adjetivo que determina lo nuevo, lo
desconocido -, sino que nombran el conflicto que vive
Colombia como "social y armado", recurriendo de nuevo a la
reformulación de sus ideas para alimentar sus
argumentos.En este texto se observa, además, una
relación proposicional inversa que se establece entre
la connotación y la indefinición del componente
denotativo con el uso de "palabras símbolo" como son
Colombia, región y patria. El carácter
simbólico de estas palabras – símbolo
está determinado por la fuerte carga emotiva que ellas
poseen y por la indeterminación de significado
denotativo que se produce como consecuencia de su uso abusivo
y estereotipado, lo que se ve facilitado porque algunas de
ellas designan conceptos abstractos de difícil
comprensión (Fernández Lagunilla, 1999:22).En esta parte del discurso se empieza a observar
también la presencia de "palabras – clave" como
son proceso, conflicto, etc. Como ya se dijo antes, las
palabras – clave son llamadas así porque
representan o resumen los hechos sociales y políticos
más importantes acaecidos en una determinada etapa
histórica. A este tipo de palabras, símbolo y
clave, se añaden otras unidades más extensas, e
igual que ellas, poseen un fuerte valor simbólico, ya
que son utilizadas para hacer parte de lemas o
eslóganes políticos. Tal es el caso de la
expresión "justicia social" que unida a palabras como
país, Colombia y Estado, han hecho parte de los
eslóganes que se han utilizado en las campañas
políticas, tanto de la guerrilla como de los
últimos gobiernos colombianos.
3) Pero, crear las bases de esta tarea luego de 53
años de violencia oficial ininterrumpida es
difícil, porque los obstáculos erigidos son
serios y muy poderosos los enemigos de la
reconciliación ya que están en juego intereses
geoestratégicos, importantes negocia-dos alrededor de
las armas, del narcotráfico, del petróleo, de
las privatizaciones, de la tenencia de la tierra, de la
biodiversidad y macroproyectos interoceánicos que
hacen del proceso algo especialmente sensible.
Análisis: El texto inicia con el conector
adversativo[56]por excelencia pero, que
sirve para marcar una oposición a algo anterior
(Martín Zorraquino, 1998). En este caso, al utilizar
pero se da la posibilidad de estar anunciando la idea
principal, sobre todo cuando se piensa que se pudo haber
reemplazado por aunque (Bello (1981 [1860]: párr,
1262). Es más, desde la teoría de la
argumentación, el uso del pero le da una mayor
fuerza argumentativa a la idea (Portolés 1998:84. Fuentes
1998:14). Obsérvese como la primera proposición que
viene cerrando el párrafo anterior – "se trata de
reconstruir democráticamente una patria soberana,
respetuosa de la opinión ajena y con justicia social" –
posee toda la fuerza argumentativa, mientras que la segunda tiene
un sentido adversativo que se focaliza en la medida en que se
califica como de difícil – "crear las bases
de esta tarea luego de 53 años de violencia oficial
ininterrumpida es difícil" -. Teniendo en cuenta el
análisis permitido por el cuadrado ideológico (Van
DijK, 1986, 1997, 2000), cuando el discurso hace referencia a
"cincuenta y tres años de violencia ininterrumpida", la
circulación de sentido que va desde el agente responsable
al contenido del predicado proposicional, evidencia una
valoración negativa del otro. Esto corresponde a la
presentación o resaltamiento de las malas acciones de
los otros y de las buenas del "nosotros", la guerrilla de las
FARC-EP. De esta forma, para "reconstruir democráticamente
una patria soberana, respetuosa de la opinión ajena y con
justicia social", solo se podría contar con la
valoración positiva del "nosotros", dando lugar a una
asimetría de poder ideológico, ya que se
tendría en cuenta a una sola ideología para "reconstruir
democráticamente una patria soberana".
El análisis de los elementos léxicos se
correlaciona con palabras que, en un contexto determinado,
expresan juicios de valor. Es tanto así que el autor
colectivo opone a "proceso de paz" la proposición
"enemigos de la reconciliación", e intenta deslegitimar la
expresión "proceso de paz" al nombrarlo como "proceso
inédito", desconociendo todos los intentos de proceso que
se han realizado con anterioridad en Colombia. Además, el
autor intenta argumentar por medio del ordenamiento
sintáctico, eligiendo un léxico apropiado para
"denunciar" ¿o manipular?[57] ante los
países amigos la imposibilidad del proceso de paz y
menciona como topos de su posible fracaso unas causas
macroeconómicas que residen en las prácticas
sociales de los dominadores. Esta denuncia exime de
responsabilidades a su grupo social (presuposición). Acto
seguido, el conector argumentativo porque se utiliza
para relacionar dos proposiciones como causa – efecto, de
la siguiente manera: "[.] crear las bases de esta tarea luego de
53 años de violencia oficial ininterrumpida es
difícil, porque los obstáculos erigidos
son serios y muy poderosos los enemigos de la
reconciliación". Semánticamente esta
relación, en rigor, no es de causa – efecto ya que
se habla de una causa: crear las bases de esta tarea (proceso de
paz) y no se enuncian los efectos de esta causa, sino que se
habla de los "obstáculos" y "enemigos" que se oponen a
"crear". Esta posición obliga a un sobreentendido y no a
un presupuesto, lo que hace que se constituya un efecto de
sentido que induce al lector a que realice su propia interpretación.
En los enunciados se deja claro que las funcionalidades del
lenguaje
estructuran un sentido que es inseparable de la ideología
del hablante – escritor colectivo. La función
ideacional comunica un suceso y un proceso: el proceso de crear
las bases del proceso de paz y el suceso de los obstáculos
y enemigos del mismo que hacen "del proceso algo especialmente
sensible". Aquí, la función del hablante escritor
colectivo frente a los enunciados/proposiciones pone
énfasis en una verdad que convierte al proceso de paz en
algo que se adjetiva como "sensible", es decir, que reacciona
fácilmente a la acción de un agente natural.
Este aspecto de la adjetivación ha de tenerse en cuenta
porque el discurso político puede verse modificado, pues
el examen que se haga de los adjetivos arroja datos
interesantes en relación con el cambio semántico
que experimentan algunos sustantivos considerados como palabras
– clave en un momento político determinado: en este
caso cabría pensar en la palabra proceso. El cambio en
cuestión supone generalmente una ampliación,
extensión e incluso un vaciamiento del significado
originario del sustantivo al que el adjetivo modifica, tanto si
son especificativos como no especificativos (Fernández
Lagunilla, 1999 II. 49-50).
4) Sin embargo, en estos dos últimos
años hemos logrado cimentar caminos a través de
la Mesa, abrir espacios y crear nuevas posibilidades en una
verdadera labor de orfebrería, de la cual este
encuentro con todos ustedes, es otra feliz evidencia y un
estímulo para continuar adelante.
Análisis: El párrafo se inicia con el conector
contraargumentativo sin embargo[58]que en
este caso sirve para vincular a dos miembros del discurso –
el párrafo 3 con el 4 -, de tal modo que el segundo se
presenta como supresor o atenuador de alguna conclusión
que se pudiera obtener del primero (Portolés: 1995 a, en
prensa b).
Sin embargo es utilizado para diferenciar enunciados
antecedentes y consecuentes, ya que hablar del proceso de paz es
hablar de la Mesa de Diálogo y
negociación, de los nuevos espacios políticos
(sobreentendido) y de la creación de nuevas posibilidades,
tres acciones que hacen referencia a lo que se ha hecho, lo que
se ha venido haciendo y lo que se hará, así sea
trabajando como en "una verdadera labor de orfebrería",
sintagma que puede ser considerado no solo como lítote (la
ley del litote establece que para atenuar el significado de una
determinada oración se utiliza otra oración cuyo
contenido afirmado, no el contenido presupuesto, es menos fuerte
que la oración sobreentendida) sino que también se
puede considerar como una asociación metafórica que
está determinando las relaciones de sinonimia semántica entre las "nuevas posibilidades"
para el proceso de paz, que de tan complejas, se han convertido
en una verdadera "labor de orfebrería", es decir, en algo
que se hace lentamente y con cuidado, como se procede cuando se
fabrican las joyas. Este sustituido figurado no solo funciona
como constructo conceptual que facilita la comprensión de
la labor realizada por la oposición en la Mesa de
Diálogo y Negociación sino que ayuda a establecer
una construcción valorativa por parte del receptor del
discurso. Así mismo, "cimentar caminos" es una
metáfora de frase que en el lenguaje
político tiene una función cognitiva e
ideológica no solo como expresión para manifestar
una manera de entender la realidad de acuerdo al imaginario del
emisor político sino que se utiliza para destacar hechos
de la oposición que no se reconocen por parte de los que
tienen acceso al discurso, es decir, de los que ostentan el
poder.
5) Pero los enemigos de la paz no cesan en su
accionar: sin escatimar medios ni escrúpulos han
mantenido su ofensiva contra la zona de Despeje, contra el
ritmo de las conversaciones, etc. No fue casual, entonces,
que a partir del inicio de estos diálogos entre el
gobierno y las FARC, se incrementara la criminal estrategia
paramilitar de guerra sucia, que intenta a través del
terror acallar las alternativas políticas
democráticas o revolucionarias, así como
amedrentar a la nación entera y sabotear cualquier
posibilidad de acuerdos hacia la paz duradera.
Análisis: El adversativo
pero[59]esta vez sin la coma, conecta el
discurso causa-efecto de una manera rápida, pues la
anterior oración –"este encuentro con todos ustedes,
es otra feliz evidencia y un estímulo para continuar
adelante" -, de naturaleza
afirmativa y con una fuerte carga de cortesía
política, sirve para que el emisor tenga en cuenta a sus
interlocutores y se pueda valer de sus propias frases para
organizar el efecto que necesita para convencerlos sobre
quiénes son en realidad los enemigos de la paz. El sentido
de los enunciados marca la
ideología en la medida en que muestra la función
ideacional del suceso. Este proceso se venía mencionando
desde el principio del discurso, pero en esta parte se percibe
con más claridad cuando se determina a los enemigos de la
paz como aquellos que han diseñado una "criminal estrategia
paramilitar de guerra sucia". La función textual es la
expresión escrita del discurso y está conformada
por la coherencia textual que, en palabras de Van Dijk, marca el
orden de las palabras, el estilo y la coherencia. Estas
propiedades del discurso pueden describirse no solo como
estructuras abstractas, como se hace en la lingüística, sino también en
términos de las realizaciones estratégicas de los
usuarios del lenguaje en acción: por ejemplo, los
hablantes y los escritores están permanentemente ocupados
en hacer que sus discursos sean coherentes. Así, lo que es
válido en las estructuras del discurso lo es
también para su procesamiento mental y para las
representaciones requeridas en la producción y la comprensión: "la
cognición tiene una dimensión social que se
adquiere, utiliza y modifica en la interacción verbal y en otras formas de
interacción" (Van Dijk: 1977(d):22).
El valor relacional de las palabras formalizadas en el texto y
la elección de las mismas, depende de las relaciones
sociales previas en el texto. Por ejemplo, la palabra
"estrategia" adjetivada por palabras tabú como "criminal",
se utiliza como expresión peyorativa al segundo
calificativo de "paramilitar" que unido a la preposición
"de" da sentido a la expresión "guerra sucia", modificador
adjetivo de contrasentido que no tiene otra explicación
sino la de ser el elemento connotativo fundamental que permite la
naturaleza polémica del discurso político,
pretendiendo, entre otras cosas, realzar las acciones del
hablante-escritor colectivo en detrimento del otro que en este
caso no es el gobierno sino los grupos paramilitares al margen de
la ley.
La utilización de la proposición "criminal
estrategia paramilitar de guerra sucia" revela una
intencionalidad oculta que activa valoraciones ideológicas
consabidas en los receptores del discurso y que forman parte de
la reproducción ideológica de las
relaciones de poder ocultas en el lenguaje. El hablante –
autor colectivo ejerciendo ideológicamente el derecho
consuetudinario auto asignado por su grupo social de denominar al
otro con su propio léxico, ocultando, de hecho, su
accionar violento como grupo al margen de la ley. Esta
relexicalización / remantización por parte del
hablante escritor colectivo refleja una función de la
ideología: reproducir a nivel del lenguaje
asimetrías de poder en las estructuras sociales.
En esta parte del discurso se empieza a evidenciar, desde la
perspectiva del cuadrado ideológico, el resaltamiento de
las malas acciones de los otros que con su "guerra sucia" atentan
contra la zona de despeje, contra la mesa, contra el ritmo de las
conversaciones, etc. Este modo de unir las frases con la
preposición contra, le permite al discurso no
solo manejar el nivel de la denuncia sino valerse del sentido
polémico del lenguaje político para dejar en
evidencia las ideologías del emisor del discurso.
6)Valga un paréntesis para comentarles, que en Colombia
desde siempre, pero particularmente a partir de 1948, se
desató una violencia oficial sistemática para
aplastar desde el poder al adversario político y de paso
expulsar a los campesinos de sus parcelas arrebatándoles
sus legítimos títulos sobre ellas.
Para esto utilizaron a la fuerza pública que se
agregó sin pudor sicarios a sueldo llamados chuladitas.
Masacres, incendios,
terror, expropiación, destrucción signaron desde
aquel trágico momento nuestra historia a nombre de la
defensa de las instituciones
y de la civilización cristiana.
Análisis: "Valga un paréntesis" es una frase
conectora que permite la digresión en el discurso: el
receptor del mensaje cuando escucha esta expresión
conectiva, se prepara no solo para abandonar por un momento la
idea central que viene manejando el discurso, sino que se dispone
a recibir una nueva información. Tal digresión
discursiva lleva a que el receptor escuche "un comentario" que
hace el hablante escritor. El comentario es la exposición
de una idea que no exige para su desarrollo y
comprensión la profundidad requerida por la
argumentación. De esta manera el hablante –escritor
colectivo utiliza una estrategia de limitación de las
acciones negativas de su grupo social, del nosotros-grupo,
agentizando a los otros (gobierno y paramilitares) la negatividad
de la situación actual. Se inscribe así una
estrategia de polarización en la que se resalta la
responsabilidad de los grupos ajenos y se les negativiza. En la
opinión emitida por el hablante – escritor colectivo
hay una opinión presupuesta: – "en Colombia desde siempre,
pero particularmente a partir de 1948, se desató una
violencia oficial sistemática para aplastar desde el poder
al adversario"- . Esta presuposición es central para
comprender la unidad y la coherencia interna del discurso, y como
toda presuposición, es de entera responsabilidad del
hablante – escritor colectivo. El criterio semántico
de esta presuposición posibilita comprender la unidad
transoracional del discurso, es decir, la unidad coherente de
sentido presupuesto que el hablante autor expresa en el corpus.
Además, es clave para comprender la tesis central que se
implica en el discurso: en Colombia desde siempre ha habido
violencia. Se presupone, entonces, que la violencia en Colombia
es inevitable y que la paz nuca será duradera.
El hablante – escritor colectivo nos da un buen ejemplo
de cómo el lenguaje posibilita, a través de la
manipulación ideológica, interpretar los hechos
históricos. El cuadrado valórico ideológico
es claro en maximizar lo negativo –en este caso de otro: el
gobierno – y de minimizar lo negativo del nosotros
(guerrilla de las FARC-EP). Se infiere que los que han ostentado
el poder, han desatado violencias sistemáticas, aplastado
al adversario político, expulsado a los campesinos,
arrebatado títulos de parcelas, agregaron sicarios a la
fuerza pública, propiciado masacres, incendios, terror,
expropiación, destrucción, y todo en defensa de las
instituciones y de la civilización cristiana.
Se presupone que estos gobiernos han sido pillos, asesinos,
ladrones, incendiarios, expropiadores, terroristas e intolerantes
políticos y religiosos. Se presupone que son insensibles
con los campesinos porque los expulsan y les arrebatan los
títulos de las parcelas.
En los modelos del
hablante – escritor colectivo se hace necesario considerar
las creencias religiosas. Esto define la pertenencia a otro grupo
ideológico, además del grupo cultural y social al
que pertenecen: el grupo que denuncia las masacres, incendios,
terror, expropiación y destrucción a nombre de la
defensa de la religión cristiana.
Así, la visión comunista de principios del siglo XX
Marxista-Leninista está profundamente arraigada en el
hablante-escritor colectivo, transformando el discurso en un
proselitismo valórico muy semejante al sostenido por los
líderes de la revolución
rusa. La utilización de un léxico con palabras
tabú –desatar, aplastar, expulsar, arrebatar, sin
pudor, masacres, incendios, terror, expropiación,
destrucción, trágico – posibilita activar la
ideología antirreligiosa y además reproducirla
mediante el discurso. El autor del discurso hace presuponer que
la religión cristiana es un mal cultural. De esta forma
está implicado el rechazo a la religión cristiana
así como a las instituciones que conforman la actual
democracia
colombiana. Este rechazo a las instituciones pone en evidencia la
ideología política, pues se denuncia que las
instituciones se han cimentado a través de actos tan
reprochables como son las masacres, incendios, expulsiones,
etc.
7) Esos mismos asesinos y la vandálica modalidad
operativa de arrasar con la población civil desde el poder
del estado, son la manifestación de la misma estrategia
paramilitar que hoy, 51 años después,
continúa llevando su macabro mensaje de terror a los
fincarios, a los líderes de la comunidad y a
quines se oponen al régimen. Recordemos que para ese
entonces no existía la guerrilla revolucionaria, que se
formó y consolidó tan solo muchos años
después, primero como respuesta a esa criminal estrategia
del Estado y posteriormente con el objetivo de
alcanzar el poder político en procura del cambio
estructural de la sociedad.
Análisis: el análisis de la valoración
experiencial, relacional y expresiva de las palabras emitidas por
el hablante escritor colectivo, revela la intencionalidad
encubridora de una parcialidad valorativa real mediante una
imparcialidad valorativa aparente: "asesinos", "vandálica
modalidad operativa", "arrasar con la población civil",
"estrategia paramilitar", "macabro mensaje de terror",
"Régimen", muestran una parcialidad mimetizada en el
léxico que el emisor quiere mostrar como imparcial. Las
relaciones ideológicas significativas entre las palabras
se tornan evidentes cuando se tiene en cuenta los siguientes
aspectos:
a) En el esquema clasificatorio del léxico
utilizado se inscribe la estrategia de emisión de
juicios de valor negativos respecto del otro, acentuado con
palabras tabú – todas ellas referidas al
ámbito de la muerte – sus malas acciones y
mitigando al máximo sus buenas acciones.b) La aserción defendida mediante
argumentaciones por el hablante escritor colectivo es
objetiva y valorativa. El fundamento de que el arrasamiento
de la población civil es producto de la estrategia
paramilitar que lleva 51 años de existencia se basa en
un criterio de verdad socialmente compartido con supuestas
bases tanto en observaciones empíricas como
investigaciones académicas –estudios sobre la
violencia colombiana, algunos de los cuales se trabajaron en
la introducción de esta investigación – de tipo
social.c) La contrastación de palabras como mismos
asesinos – vandálica modalidad – arrasar
población civil –estrategia paramilitar –
macabro mensaje – oponen al Régimen, cumplen la
función de significar un conflicto interhumano, con lo
cual se pretende hacer creer que lo dicho no es una
creación del hablante-escritor colectivo ni de su
grupo social, sino una asimetría de poder, violenta e
inevitable. A través del lenguaje se expresan
estructuras organizativas de la sociedad cuyo origen no
sería de responsabilidad del grupo al cual se adscribe
el hablante – escritor sino de los otros.d) El léxico, lo gramatical y lo
pragmático se unifican para dar sentido a lo dicho
directamente y a lo dicho indirectamente: la inevitabilidad
de los hechos referidos a la relación Régimen
– dominados, la improcedencia de justificar una
violencia con 51 años de existencia, la
intención perlocucionaria de convencer de la
inutilidad de oponerse al fatalismo de la historia de
Colombia en donde, desde siempre, ha habido violencia.e) El uso de la oración "la vandálica
modalidad operativa de arrasar con la población civil
desde el poder del estado" corresponde a una estrategia
discursiva que activa a través de la estructura
semántica profunda, una identificación con una
ideología política a la cual pertenece el
hablante- escritor colectivo. La relación entre la
estructura social asimétrica reconocida por el
hablante – escritor colectivo y las estructuras discursivas
está mediatizada por la Interpretación
–representación de lo social, efectuada en la
conciencia del hablante –escritor en relación
con sus modelos de hechos y de contextos. La ideología
sustenta, activa y reproduce tales representaciones.f) La creencia valorativa de sí mismo y del
grupo al cual representa es emitida por el hablante –
escritor por medio de una descripción de
responsabilidades históricas que lleva a pensar en una
antes, en un ahora y en un después,
identificándose como "la guerrilla revolucionaria" que
tiene, para un futuro, "el objetivo de alcanzar el poder
político en procura del cambio estructural de la
sociedad". El uso de sintagma como "cambio estructural de la
sociedad" denota la presencia de un metacolectivo singular al
que se le atribuye la agentividad de todo lo que se realice
en el presente. El modelo socio – cognoscitivo del
hablante – escritor se expresa como opinión
(creencia valorativa) y como ideología, las cuales
coinciden en la coherencia discursiva que, después de
una perspectiva socio cognitiva, se relaciona con los
modelos. La coherencia de este discurso en particular, la
propiedad de sus oraciones – proposiciones de
configurar una unidad semántica, está definida
en forma relativa y referencial respecto de un modelo de lo
que se está hablando, de los hechos referidos. Este
modelo preconfigurado se relaciona con las valoraciones del
cuadrado ideológico, esto es, de resaltar las acciones
malas de ellos (estado y paramilitares) y buenas de nosotros
(guerrilla de las FARC –EP), y de mitigarlas acciones
buenas de ellos y malas de nosotros.
8) Sirva esta fugaz digresión histórica, para
adicionar elementos a las reflexiones de hoy, para refrendar un
aserto que a veces tiende a escamotearse: el paramilitarismo es
una estrategia nacida de la doctrina de la Seguridad Nacional,
enseñada y transmitida en las escuelas de formación
militar continentales, que en Colombia pretende erigirse como
tabla de salvación de unas instituciones incapaces de
prospectar un futuro digno para nuestra nación.
Las diversas lecturas que sobre el paramilitarismo gravitan
alrededor de la mesa de Diálogos, han generado
dificultades adicionales al proceso, porque los hilos
entrecruzados de la Fuerza Pública con los ejecutores de
las masacres, de las expropiaciones de fincas, de los asesinatos
selectivos de líderes populares y del terror generalizado,
son cada vez más evidentes sin que parezca existir la
fortaleza institucional que lo pueda derrotar internamente.
Tras la mampara de enfrentar a la guerrilla revolucionaria con
la guerra sucia, se esconden grandes negociados del
narcotráfico, turbias aspiraciones politiqueras,
corruptelas de los gamonales de siempre y la maleable moral de la
diplomacia estadounidense, que como todos sabemos no tiene amigos
sino intereses.
El paramilitarismo es hijo ilegítimo y vergonzante del
Estado Colombiano. Su negativa a reconocerlo como tal ha
resquebraja-do aún más su capacidad y por momentos
lo ha colocado cerca del colapso.
De no adelantarse una ofensiva seria contra la estrategia
paramilitar para enfrentarla y derrotarla como se concluyó
tanto en El Acuerdo de los Pozos como en el encuentro con la
dirigencia política nacional el pasado 28 de febrero,
será bastante difícil avanzar hacia los acuerdos
duraderos.
Análisis: El análisis basado en modelos
preexistentes en el hablante – escritor se basa en el
principio de que no todo lo que se sabe se dice. En razón
de lo contextual, solo se dice lo que favorece al nosotros y
desacredita al ellos. Hay una estrategia global de
manipulación de los datos históricos en beneficio
del nosotros. El volumen de las proposiciones que resaltan lo
negativo de ellos y lo positivo de nosotros se va acrecentando
cada vez más respecto del volumen de las proposiciones que
resaltan lo positivo de ellos y lo negativo de nosotros. La
importancia de los hechos históricos que se utiliza para
argumentar el concepto de
"paramilitarismo" están estructurados
jerárquicamente en los modelos de acontecimientos, en la
conciencia del
hablante – escritor, de tal manera que dichas
jerarquizaciones son manipuladas en el significado global del
discurso: las proposiciones más favorables a ellos
aparecen solo en la micro estructura discursiva. En cambio, las
proposiciones desfavorables al nosotros aparecen como macro
proposiciones omnicomprensivas que llevan a concluir la
argumentación sobre paramilitarismo como una advertencia
–"de no adelantarse una ofensiva seria contra la estrategia
paramilitar(.( será bastante difícil avanzar hacia
los acuerdos duraderos" – que va prefigurando el futuro del
proceso de paz. La interpretación global de los hechos
históricos seleccionados por el hablante – escritor
influye de esta manera en la tematización (advertencias
que el hablante – escritor – pone de manifiesto en el
discurso para que se pueda llegar a un acuerdo de paz) y en la
coherencia global.
9) Pero si bien es cierto que el paramilitarismo representa un
peligro para el proceso de reconciliación, también
debemos señalar que la solución a los retos
planteados por la siembra de coca, amapola y marihuana se
torna cada día más crítica
por su incidencia en la economía y la política mundiales. En
ese gran reto de la humanidad por borrar el narcotráfico
de la faz de la tierra, atacando todos y cada uno de los
eslabones que conforman la cadena, ningún país, por
poderoso que sea, puede arrogarse el derecho exclusivo de
combatirlo o la posesión monopólica de las
estrategias para derrotarlo. Mucho menos puede pretender pasar
por sobre la soberanía de ninguno otro país so
pretexto de su prestancia moral o su grado de
afectación.
Colombia, atribulada por las dificultades, necesita resolver
su tarea de erradicación de cultivos ilegales por la
vía de la persuasión y los acuerdos con las
comunidades. Los planes unilaterales de fumigación y de
violencia tanto química como
biológica, lesionan el suelo patrio,
nuestra dignidad
nacional y solo logran desplazar el problema. Son una
agresión contra más de 350 mil familias pobres, que
no tienen alternativa; contra el equilibrio
ecológico en tanto afectan irreversiblemente la vida
humana, animal y vegetal vale decir la biodiversidad,
pilar de nuestro futuro; y porque impele al campesino a
profundizarse y a ejecutar nuevas tumbas de montaña,
acelera el proceso de recalentamiento de la tierra por la
disminución en la producción de oxígeno
en la cuenca amazónica. Mucho menos funcionarán
esos diseños, si están sustentados en la guerra
para ponerlos en marcha. La legítima resistencia
interna que ello crea, se añade al desequilibrio militar
que empieza a darse en la región y a los interrogantes
lógicos que surgen en nuestras fronteras. Si nos atenemos
a las dramáticas cifras proporcionadas por la Oficina de
Naciones Unidas
para el Control de
Drogas y la
Prevención del Crimen (Unodccp) -Global Ilicit Drug Trends
2000- la guerra contra las drogas
declarada hace 30 años por el presidente Nixon ha sido un
completo fracaso: más drogadictos, más volumen de
sustancias psicotrópicas consumidas, más
hectáreas cultivadas, más corrupción, más dinero del
narcotráfico en el torrente del sistema
financiero internacional, aumento de las fábricas de
insumos químicos, más guerras y
crecientes tensiones en las fronteras. Un verdadero desastre,
manejado con la doble moral de la gran potencia.
Nos sentimos identificados con las voces que
desde la comunidad europea señalan que la
erradicación de cultivos ilegales no es un problema
continental, sino un gran problema hemisférico y mundial,
que requiere de políticas sociales, por eso su éxito
depende de una planificación colectiva, de un compromiso
común y del apoyo de los más solventes a las
comunidades sumidas en la obligatoriedad de tales cultivos para
su sobrevivencia.
Las FARC-EP reiteran su propuesta de implementar un plan
piloto de sustitución de cultivos en Cartagena del
Chairá, también en el criterio de soluciones
acordadas con las comunidades, en planes que propendan por la
preservación de la biodiversidad y la reforestación
y, por supuesto, en la legalización del consumo de
psicotrópicos en el mundo entero.
Análisis: La utilización de la conjunción
adversativa pero, esta vez unida a una frase conectiva
"si bien es cierto" en la que "si bien" conforma una
expresión compuesta por dos afirmaciones – es decir,
una doble afirmación – seguidas de la
expresión "es cierto" que es un conector de certeza
equivalente a es evidente que, es indudable que, y que
generalmente se utiliza para señalar que los enunciados
que le siguen son argumentos validados previamente por el autor
y/o la comunidad, por lo cual se hace innecesario ponerlos en
duda. Es decir que, en el caso que nos ocupa, dos enunciados son
considerados de certeza por el hablante – escritor: A) el
paramilitarismo representa un peligro para el proceso de
reconciliación (lo cual presupone que si no se erradica el
paramilitarismo, tal y como ellos lo plantean, no habrá
proceso de paz). El proceso es entre ellos y el gobierno. No se
dice pero se presupone que en ningún momento las FARC-EP
admitirán como otro miembro más en la Mesa de
Diálogo y Negociación a los Paramilitares, a pesar
de haber sido considerados en el saludo del Presidente Pastrana a
los embajadores de los distintos gobiernos, como otro grupo que
estaba al margen de la ley. Este aspecto es silenciado por el
hablante – escritor, ya que si se admite que los
Paramilitares están siendo medidos por el mismo rasero
ante el gobierno, se les daría frente a la opinión
pública un reconocimiento político igualitario
al que tiene la guerrilla. 2) La solución a los retos
planteados por la siembra de coca, amapola y marihuana, se torna
cada día más crítica por su incidencia en la
economía y política mundiales. La oposición
argumentativa es claramente valorativa, pues expresa una
opinión del hablante – escritor, más no así
la opinión de los supuestos beneficiados (los
cultivadores) con un proceso deseado por ambas partes.
Además, se señala otra estrategia del nosotros que
se concretiza en las siguientes proposiciones que sirven para
señalar el cambio de tema del "paramilitarismo" a otro de
igual envergadura para los acuerdos de paz, como es el del
"narcotráfico": la tematización de los
párrafos, es decir, la existencia actual del
narcotráfico está relacionada con la
semantización profunda que se da en lo no dicho como es la
relación de la guerrilla de las FARC-EP con el
narcotráfico, – muchas veces denunciada por los
periódicos colombianos, por el TIME y otros medios de
comunicación -, en las proposiciones implicadas, en las
presuposiciones, etc. La conclusión sobre la existencia
del narcotráfico es: el narcotráfico existe porque
el Control de Drogas y la Prevención del Crimen (.( ha
sido (presupuesto) un verdadero desastre, manejado con la doble
moral de la gran potencia.
Se cumple aquí con los principios de la
contrastación ideológica entre el comunismo
marxista – leninista y el capitalismo
– en presencia de los Estados Unidos de América
-. En palabras de Van Dijk (1996 (a):18) "las relaciones entre
sociedad e interacción, y por tanto entre sociedad y
discurso, son necesariamente indirectas, y están mediadas
por representaciones mentales compartidas por actores sociales en
tanto miembros de grupos". En esta perspectiva, las
ideologías son sistemas que
sustentan las cogniciones sociopolíticas de los grupos (en
este caso capitalismo –comunismo), y como las
ideologías influyen en los conocimientos y creencias de
los individuos a través de diversas formas de
representación social como son el
conocimiento y las actitudes
socioculturales, se comprende la situación concreta que
controla este discurso cuando el hablante – autor al
presentar el problema del Control de Drogas y la
Prevención del Crimen, se vale de las cifras
proporcionadas por la oficina de Naciones Unidas y concluye
diciendo que son "(.( un verdadero desastre, manejado con la
doble moral de la gran potencia". Así, con respecto a este
problema las FARC-EP incluyen en sus argumentaciones sus valores
más significativos, haciendo una selección
propia y específica de aquellos intereses que competen a
la economía y a la política del mundo entero, y se
atreven a hablar de "ese gran reto de la humanidad por borrar el
narcotráfico de la faz de la tierra y se identifican "con
las voces de la comunidad europea" cuando "señalan que la
erradicación de cultivos ilegales no es un problema
continental sino un gran problema hemisférico y mundial".
Así, en la producción de este texto, el modelo de los
hechos (representación de hechos) están
dialécticamente relacionados con lo real objetivo que se
manifiesta en oposición a las políticas que
devienen de la gran potencia (Estados Unidos) para controlar el
problema de las drogas y del crimen
organizado.
Esta estrategia discursiva intenta mostrar las
asimetrías productivas entre ellos y nosotros. Se
presupone que la dominación de la gran potencia,
más que el problema de la droga y del
crimen organizado, les interesa hacerse con el control de la
región. Se presupone que la gran potencia traerá el
desarrollo, la industrialización y el empleo adecuado del
as tierras que al momento vienen siendo objeto de "planes
unilaterales de fumigación y de violencia tanto
química como biológica que lesionan el suelo
patrio".
En este discurso como no hay marcas del yo, la
enunciación cumple con el acto ilocucionario de aseverar
– convencer a cargo de un enunciador "desapareciendo" el
locutor – actor. Los propios enunciados proponen un
enunciador de la enunciación como actor de los enunciados
y del acto de convencer, que ya no es el autor real de los
enunciados sino una autoridad
intemporal. Esta estrategia permite dejar la impresión que
en discurso no se están utilizando las opiniones sino las
aserciones. En los enunciados mismos e encuentra una
polifonía conformada por el autor real del discurso y un
enunciador "extradiscursivo" que le confiere autoridad y que
asume la responsabilidad de lo dicho cuando se manifiesta
directamente, tal y como sucede en el siguiente texto: – "Las
FARC-EP reitera su propuesta de implementar un plan piloto de
sustitución de cultivos en Cartagena del Chairá,
también en el criterio de soluciones acordadas con las
comunidades, en planes que propendan por la preservación
de la biodiversidad y la reforestación y, por supuesto, en
la legalización del consumo de sicotrópicos en el
mundo entero" -. En este caso, la enunciación misma
implica el punto de vista del autor – colectivo, sus
creencias valóricas en relación con sus modelos de
acontecimientos, de contexto y de su ideología que le
permite resaltar de nuevo, como sucede en el texto anterior, las
acciones buenas del nosotros que contrastan a su vez con las
malas de un ellos que en este caso son los Estados Unidos de
Norteamérica.
10) Señores delegados: Colombia está
ahogándose en las miserias ocasionadas por sus compromisos
financieros con la banca
internacional. La tercera parte del presupuesto nacional, debe
ser entregada cada año, puntualmente, como pago por los
servicios de
la deuda, a pesar de lo cual ésta continúa
creciendo transformándose en amenaza para nuestro futuro
como nación
soberana.
Con la deuda externa nos
está sucediendo lo mismo que con la vivienda financiada
por el sistema UPAC: se
recurre a los préstamos por necesidad, la banca impone sus
condiciones y a pesar de cumplírsele con los compromisos
adquiridos y de cancelarse varias veces el valor del
préstamo inicial con sus intereses, al final todo queda en
manos de ese capital
usurero. Lo absurdo de esta comparación es que aludimos no
a una casa de habitación sino a todo el patrimonio
económico de una nación.
Y más grave aún, que cada préstamo
implique onerosos condicionamientos por parte del Fondo Monetario
Internacional, sometiendo a nuestros necesitados
países a políticas definidas desde los centros
mundiales del poder elaboradas no precisa-mente para favorecer a
los débiles.
Será imposible construir un proyecto de
nación viable, de no hacerse un replanteamiento serio
sobre la deuda, sus intereses, sus amortizaciones y su destino
final.
Planteamos a la comunidad internacional la necesidad de una
moratoria de 5 años del pago de los servicios de la deuda,
de forma tal, que podamos durante un lustro disponer para la
INVERSIÓN de esa TERCERA PARTE DEL
PRESUPUESTO NACIONAL, dándole a Colombia el oxígeno
requerido para avanzar en la reconstrucción de su tejido
social. Sería un aporte concreto al
proceso. La disponibilidad y control de esos recursos deben
quedar a disposición de la Mesa, dados los
altísimos grados de corrupción
de la llamada clase política colombiana.
Análisis: El discurso marca una digresión
temática y para ello interpela directamente al
destinatario político de naturaleza apostrófica
como es la expresión "señores delegados". El texto
se enfoca utilizando una construcción no personal con una
palabra – símbolo "Colombia". Este recurso permite
establecer las diferencias de actitud del
emisor político con respecto a su discurso y al
destinatario al cual va dirigido. Además, le permite
hablar a las FARC-EP del problema de la deuda externa,
valiéndose del carácter polémico del lenguaje
político que, para explicar el problema de la "deuda
externa", se ve en la necesidad de crear un adversario "El Fondo
Monetario Internacional", pues, en política "si no existe
un adversario, hay que fabricarlo" (Rebollo, 1993:28).
Según el cuadrado ideológico, en este texto aparece
de nuevo el resaltamiento de las acciones malas de ellos. En este
caso del Fondo Monetario Internacional – a quienes – "al
cancelarse varias veces el valor del préstamo inicial con
sus intereses, al final de todo queda en manos de ese capital
usurero. (.( y más grave aún, que cada
préstamo implique onerosos condicionamientos por parte del
Fondo Monetario Internacional, sometiendo a nuestros necesitados
países a políticas definidas desde los centros
mundiales de poder elaboradas no precisamente para favorecer a
los débiles" -. En este texto, el elemento valorativo de
"nación" presenta una connotación positiva en
cuanto le permite al emisor político hablar de – "esta (la
deuda) continúa creciendo transformándose en una
amenaza para nuestro futuro como nación soberana" -. El
discurso vuelve a retomar su matiz de advertencia cuando se dice
que – "Será imposible construir un proyecto de
nación viable de no hacerse un replanteamiento
serio sobre la deuda" -. El texto permite que el sentido de la
palabra – símbolo "nación" sea no solo
político sino ético, pues dentro de la
denominación de "la nación", esta se califica como
de "viable" – Adj. 1 Que puede ser llevado a cabo
(RAE, 2000) -. Es decir, que se está pensando en un
proyecto para construir una nueva nación en el que
supuestamente se incluiría a toda la sociedad. De esta
manera, la adjetivación le da licencia al hablante –
escritor para que haga un planteamiento a la comunidad
internacional de "una moratoria de cinco años del pago de
los servicios de la deuda" y lo califica como un "aporte concreto
al proceso", argumentando que – "la disponibilidad y control de
esos recursos deben quedar a disposición de la Mesa, dados
los altísimos grados de corrupción de la llamada
clase política colombiana" -.
Este último argumento con relación a la deuda
externa está formado por una coherencia textual cuyo valor
relacional de las palabras depende no solo de su elección
dentro del contexto sino de las relaciones sociales previas en el
texto. Por ejemplo, la palabra moratoria: – s.f. DER.
Ampliación del plazo que se tiene para cumplir una
obligación, esp. Para pagar una deuda vencida. (DRAE:
2000) -, está siendo usada con una intención
positiva, pero encubierta por el uso extendido de ella al
referirse a que ésta sería "un aporte concreto al
proceso", cuyos "recursos" deben quedar a disposición de
la Mesa: en la Mesa de Diálogos participan todos, los de
derecha y los de izquierda, es decir que no existen exclusiones
de participación para los asuntos del proceso de paz,
pero, en cuanto su asentamiento o lugar físico contextual,
está por fuera de Bogotá en donde funciona la
administración de gobierno, ya que la Mesa funciona en
la zona de distensión en donde se obedece la ley de la
guerrilla. Se revelan aquí tres intencionalidades ocultas
en el locutor de activar valoraciones ideológicas
consabidas y muy arraigadas en los destinatarios
políticos: la primera, se evidencia cuando el emisor habla
de "los altísimos grados de corrupción de la
llamada clase política colombiana", reforzando la imagen negativa
de los otros. Además, se refuerza ideológicamente
una oculta posición de asimetría política,
puesto que se presupone que el texto está dirigido a una
grupo social que se siente en una posición de superioridad
frente al hablante –escritor colectivo que sigue siendo
considerado como parte de un grupo al margen de la ley. La
segunda, tiene que ver con la intención de
participación en los asuntos de la hacienda pública
colombiana en los cuales necesitan participar administrativamente
las FARC-EP para fortalecer los espacios políticos desde
la legalidad. La
tercera y última valoración ideológica
está marcada por el adjetivo "concreto". Obsérvese
que cuando se construye el sintagma "aporte concreto", se le
está diciendo al interlocutor político que de ellos
necesitan primero que todo –"concreto"- una ayuda
económica para construir "el proyecto de nación
viable", y que esos dineros podrían venir de la moratoria
que hiciera el Fondo Monetario Internacional (presupuesto).
11) Para finalizar, queremos reclamar su atención sobre nuestra problemática
agraria ubicada en el centro del conflicto. La tenencia de la
tierra en Colombia, es una monstruosa criatura semifeudal que
retrasó y trancó el desarrollo
económico de todo nuestro sistema productivo y
generó una república señorial, asentada en
el gamonalismo como forma esencial de las relaciones
políticas.
La acrecentada tendencia de concentración de las
tierras fértiles con las mejores vías de
comunicación en unas pocas manos y la expulsión de
más de 2 millones de campesinos de sus parcelas en los
últimos 5 años, grafican la tragedia que invade a
nuestros campos.
Los megaproyectos que suponen los canales
interoceánicos en marcha, las fuentes de agua dulce, la
amazonía con su riqueza genética,
biológica y de recursos
naturales no renovables han sumado nuevos elementos a una
problemática de por sí compleja y sensibilizada
aún más por el ejercicio del narcotráfico en
procura de legalizar sus sucios capitales con la compra de
tierras.
Si a esto agregamos el desastre que para nuestra
economía agraria significó la neoliberal e infame
Apertura Económica del gobierno de César Gaviria,
tendremos una visión más completa de la
situación que atraviesan nuestros campos. La verdad, es
que anualmente estamos importando 8 millones de toneladas de
alimentos que
producíamos acá, antes del desastroso gobierno del
señor Gaviria.
Esta situación, reclama actitudes positivas de la
comunidad internacional, particularmente de aquellas naciones de
economías poderosas, que pueden abrir fronteras a muchos
productos
nuestros y eliminar aranceles
aduaneros para facilitar la realización de las
mercancías colombianas. Es evidente que necesitamos unos
pactos internacionales de comercio
más generosos con nuestros marginados países.
Análisis: En esta parte del discurso predomina el tono
de conclusión y vuelve a configurarse una opinión
valorativa con respecto a la problemática agraria
que ellos consideran "ubicada en el centro del conflicto". Es el
recuento último (para finalizar) "la tenencia de la tierra
en Colombia grafica su propia tragedia" (presupuesto). Esta
interpretación es inferida de todo lo textual precedente y
de la frase que en su situación contextual es un enunciado
que comienza con una frase conectiva "Es evidente que", la misma
que sirve para señalar restricciones a las afirmaciones,
así como restricciones epistemológicas para el
hablante escritor: – "Es evidente que necesitamos unos pactos
internacionales de comercio más generosos con nuestros
marginados países" – .Explícitamente, el hablante –
escritor afirma algo que queda claro para él y que llega
al destinatario con el matiz de petición. Es
evidente que es una frase conectora que permite concluir
esta parte del discurso con la intención de que el
interlocutor se sienta artífice del proceso de paz, –
¿y yo qué puedo hacer para mejorar esta
situación?- se preguntaría el interlocutor al
escuchar que esta problemática es de todo un continente.
Así, la primera persona del plural retomaría su
importancia dentro del contexto a pesar de su complejidad, pues
aquí el nosotros se colectiviza de tal manera que ya no se
refiere al nosotros del emisor político FARC-EP sino que
hace referencia a los países de América
Latina (sobreentendido).
La tenencia de la tierra en Colombia se sobreentiende opuesta
a "la acrecentada tendencia de concentración de tierras
fértiles con las mejores vías de
comunicación en pocas manos". El concepto Tierra se
presenta como valóricamente opuesto a
concentración. En esta parte del discurso, los
sobreentendidos se hacen necesarios para develar la
intencionalidad oculta del hablante-escritor, y como se dijo
antes, se debe recurrir a ellos porque son interpretaciones que
pertenecen a otro momento de la comprensión y que surgen
del sentido de la enunciación sin estar marcados en el
significado de las frases. Si la interpretación la realiza
un lector que pertenece al mismo grupo social del hablante-autor,
con modelo de contexto y acontecimientos semejantes, la inducción de sobreentendidos actúa
reproduciendo ideologías que aparecen para justificar las
asimetrías culturales inscritas en el discurso. En caso
contrario, si el lector pertenece a un grupo social distinto al
del hablante-escritor, la interpretación la
realizará por medio del contrasentido y los
sobreentendidos le ayudarían a generar la
controversia.
14) Proponemos a este encuentro, la programación y realización de TRES
EVENTOS
especializados, para abocar en cada uno de ellos los temas
enunciados anteriormente, a saber: Sustitución de Cultivos
Ilegales, Deuda Externa y Política Agraria. La comunidad
internacional, el gobierno nacional, las FARC-EP y las organizaciones
sociales colombianas nos encontraríamos acá, en Los
Pozos, para aportar salidas concretas y avanzar en la
consecución de la paz.
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