- Definiciones de
Administración - Funciones del
proceso administrativo - Planificación
– Organización – Dirección –
Control - Universalidad de
las funciones y principios administrativos - El administrador
educacional - Naturaleza e
importancia de la planificación - Contenido de la
planificación
Para destacar la importancia de la
Administración Educacional, basta sólo
considerar que la educación
constituye, actualmente, una de las empresas de mayor
importancia pública, por la duración de su proceso, los
insumos involucrados, la complejidad y diversidad de actividades
que incluye, la cantidad de establecimientos que atiende el
servicio y el
monto de los recursos
utilizados.
El mejoramiento de la eficiencia de la
administración del sector, es un objetivo
reconocido como prioritario tanto en el ámbito nacional
como continental. Diversos eventos
regionales de expertos, así como reuniones interamericanas
de Ministros de Educación, han puesto
énfasis en la necesidad de desarrollar la Administración de la Educación,
llevándola a los niveles que han alcanzado otros sectores
de la vida productiva de los países, ya sea en lo que se
refiere a los principios, como
a los procedimientos
[1]
Variados sectores de la sociedad han
expresado su falta de confianza en las instituciones
educacionales. Atribuyen esta crisis
creciente, principalmente, a la carencia de idoneidad de quienes
ejercen el liderazgo en
educación. Los críticos afirman que la
educación se encuentra a la deriva, que carece de
orientación, porque los líderes responsables de la
conducción de la empresa
educacional no poseen las habilidades intelectuales,
la profundidad de percepción
y las nociones profesionales para tomar decisiones educacionales
sensatas y resistir a los grupos de
presión internos y externos. Según estos
críticos, los administradores educacionales se transforman
en reguladores de tales presiones, en preservadores del statu
quo, en vez de ser líderes.
El líder
educacional no sólo requiere poseer técnicas y
procedimientos para cumplir con las funciones y
responsabilidades de su cargo profesional. Necesita bases y
principios científicos que den sustento a algunos
supuestos fundamentales acerca de la educación, de los
seres humanos y de las organizaciones
educacionales. Necesita "sapiencia o gracia", y a la vez
sensibilidad para percibir en forma amplia, penetrante y
previsora el problema educacional.[2]
La revisión de estos planteamientos permite
sostener que el problema de la formación de
Administradores Educacionales, que nos preocupa, reviste mayor
gravedad en la actualidad, dado que la educación
sistemática se ve enfrentada al gran desafío
tecnológico de tener que enseñar más y
mejor, a más gente, al menor costo y en el
menor tiempo
posible. Tal desafío exige disponer, con la máxima
urgencia, de un contingente de líderes idóneos y
creativos, entrenados para planificar, organizar, dirigir y
evaluar, con eficacia y
eficiencia, los recursos
humanos y no humanos existentes, con el objeto de optimizar
los rendimientos internos y externos del sistema
educacional.
Muchas razones se podrían argumentar, a nivel
nacional para fundamentar la necesidad de entrenamiento de
personal
altamente calificado para administrar el sistema educacional en
sus diversos niveles jerárquicos. Nos parece importante
señalar las siguientes:
El sistema educacional se torna cada vez más
complejo y, por consiguiente, más difícil de
administrar, en razón dé que son muchas las
funciones que se deben cumplir y múltiples las
variables intervinientes se deben controlar, para alcanzar
los resultados que la sociedad le exige. Asimismo, son
numerosos los cambios a los cuales debe adecuarse el sistema
de la educación regular, y también frecuentes y
delicadas las decisiones que el administrador debe adoptar.
Es tal la magnitud de esta complejidad que algunos autores
han llegado a definir las escuelas como "anarquías
organizadas''.No basta que el sistema educacional logre los
resultados de aprendizaje esperados por la sociedad; es
necesario, además, que el sistema genere confianza
-tanto en la comunidad escolar como en la comunidad social en
que está inserto- de que será capaz de producir
tales rendimientos.No es suficiente sólo el empirismo para
administrar un sistema tan complejo y trascendente como es el
educacional. Por sobre la experiencia y el manejo de
principios y técnicas administrativas, el líder
educacional requiere sólidos fundamentos
filosóficos, científicos y tecnológicos
de la educación, que lo habiliten para orientar la
potencialidad de los recursos humanos hacia los verdaderos
fines y objetivos del sistema.
Página siguiente |