- Ecosistema
- Principales
ecosistemas - Cambios naturales de los
ecosistemas - Influencia humana sobre
los ecosistemas - Control de la influencia
humana sobre los ecosistemas - Ecosistemas naturales y
artificiales - Ecosistemas
artificiales - Bibliografía
Introducción
En los ecosistemas
naturales; es decir los que se formaron por obra de la evolución natural, las plantas y los
animales
están relacionados entre sí tan estrechamente que
dependen unos de otros. Decimos que existe un cierto equilibrio, en
el que unos alimentan a otros…salvo que el hombre o
alguna catástrofe natural o la propia evolución
generen algún desequilibrio.
Pero también tenemos los Ecosistemas
artificiales, que son aquellos creados por el hombre o en
donde él sí interviene. Por ejemplo, cuando el
hombre ara la tierra,
construye una represa o corta madera de una
selva está modificando o interviniendo sobre los
ecosistemas.
De la misma manera, cuando cultiva la tierra,
cría ganado o planta un bosque está creando un
ecosistema
artificial, que le servirá para su propia
subsistencia.
Pero también el hombre puede modificar los
ecosistemas de maneras más terribles: al contaminar un
río el hombre está matando a un ecosistema. Por
ello decimos que tenemos ecosistemas naturales (son los que
creó la naturaleza sin
la intervención del hombre, y los ecosistemas artificiales
(son aquellos creados por el hombre o en los que este ha
intervenido).
Ecosistema
Ecosistema, sistema
dinámico relativamente autónomo formado por una
comunidad
natural y su medio ambiente
físico. El concepto, que
empezó a desarrollarse en las décadas de 1920 y
1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre los
organismos —plantas, animales, bacterias,
algas, protozoos y
hongos, entre
otros— que forman la comunidad y los flujos de
energía y materiales que
la atraviesan.
El ecosistema es la unidad funcional básica en
ecología.
Está formado por el conjunto de todos los
organismos y el medio físico en el que éstos viven.
La presencia de vida es pues el elemento que define los
ecosistemas
El carbono y el
oxígeno
en el ecosistema
Todos los organismos vivos están
formados por compuestos de carbono. Algunas plantas y algas son
capaces de sintetizar estos compuestos por medio de la luz solar. El
proceso,
llamado fotosíntesis, emplea el dióxido de
carbono atmosférico y el agua como
materias primas. Los organismos que carecen de capacidad
fotosintética obtienen el carbono, de forma indirecta, a
través de las plantas. El oxígeno es un subproducto
de la fotosíntesis necesario para la vida de casi
todas las plantas y animales. Los organismos que respiran
oxígeno exhalan dióxido de carbono y
también, tras la descomposición de sus cuerpos,
devuelven carbono a la atmósfera.
Hay muchas formas de clasificar ecosistemas, y el propio
término se ha utilizado en contextos distintos. Pueden
describirse como ecosistemas zonas tan reducidas como los charcos
de marea de las rocas y tan
extensas como un bosque completo. Pero, en general, no es posible
determinar con exactitud dónde termina un ecosistema y
empieza otro. La idea de ecosistemas claramente separables es,
por tanto, artificiosa.
La energía constituye una excelente base para
establecer una clasificación funcional de los tipos de
ecosistemas, puesto que es el principal denominador común
para todos los ecosistemas, sean naturales, alterados por el
hombre o hechos por el hombre.
Otros elementos del Ecosistema:
Dos de los componentes principales de un ecosistema son
el hábitat
y el nicho ecológico. Podemos definir el hábitat
como un conjunto de biotopos que muestra unas
características adecuadas para que un determinado
organismo viva en ellos. Hay muchas especies vivas, llamadas
cosmopolitas, que son poco exigentes, como las gaviotas, que
pueden vivir en medios muy
diversos. En éste caso, el hábitat es una serie de
ecosistemas que, de modo general, podemos denominar costeros,
pero no sólo marinos, sino también de los lagos y
ríos del interior de los continentes.
Por el contrario, hay otras especies que son muy
exigentes, y su hábitat comprende un ecosistema muy
complejo. Por ejemplo, el oso panda, que se alimenta de brotes de
bambú y sólo puede vivir en estos
bosques.
La parte del hábitat en que realmente vive una
especie es lo que conocemos como su nicho ecológico. Es un
concepto de gran utilidad en los
estudios de ecología, pues permite adscribir una
determinada especie a unos ecosistemas concretos y simplificar
así el conjunto de las relaciones entre los distintos
organismos.
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