1414 d. C. | Se le prohíbe a la gente participar de la | ||||
1439 d. C. | Se decreta la doctrina del purgatorio | ||||
1439 d. C. | Se confirma la doctrina de los siete | ||||
1508 d. C. | Se aprueba el Ave María | ||||
1534 d. C. | Se funda la orden de los Jesuitas | ||||
1545 d. C. | Se le otorga a la tradición la misma | ||||
1546 d. C. | Se agregan a la Biblia los libros | ||||
1854 d. C. | Inmaculada concepción de | ||||
1870 d. C. | Se declara la inhabilidad del papa | ||||
1950 d. C. | Asunción de la virgen | ||||
1965 d. C. | Se proclama a María madre de la |
El sacrificio
continuo: La herejía más grande de
Roma…
El nombre de «Tiatira» proviene de dos
palabras que significan "sacrificio" y "continuo": así se
presenta la herejía central que trajo por consecuencia
otras falsas doctrinas. Es decir, la iglesia de
Roma niega la
obra consumada de Cristo y cree en un continuo sacrificio que
genera cosas como los sacramentos y la oración del
rosario, las velas ardiente y demás. Todas estas cosas se
tomaron de la misteriosa Babilonia, la madre de todas las
costumbres paganas y de toda idolatría. Nada de esto se
enseña en el Nuevo Testamento. Durante este periodo, entre
el año 607 d. C. hasta nuestros días, el cuartel
general de la iglesia universal (católica) en Roma, poco a
poco se convirtió más en babilónica que en
cristiana.
La herejía se divide en dos categorías
básicas: (1) un concepto falso de
la deidad personal de
Cristo, (2) la mezcla de las obras con la fe. El énfasis
que hace en el «continuo sacrificio» y el rechazo de
la obra consumada de nuestro Señor, genera un concepto que
hace que la gente trate de ganar su propia salvación a
través de las obras, de las penitencias, de las
indulgencias y de muchas otras ideas satánicas concebidas
las cuales nuestro Señor titula en Apocalipsis 2:24 los
«profundos secretos de Satanás».
Una de las tendencias peligrosas durante el siglo 20 en
la iglesia de Roma es la exaltación de María a un
estado casi
divino. Los informes de
los noticieros indican que millones de personas pidieron al Papa
que la declare un miembro de la trinidad, aunque la idea oficial
es que esto no va a suceder… por ahora. Ya se refieren a
ella como la [la madre de Dios] o la [reina del cielo] y en
algunos casos aparece como la dispensadora de la
salvación, lo cual contradice a las Escrituras:
«Juan 14:6». La mera sugerencia de que alguien, aun
María la madre humana de Jesús, puede participar en
la dispensación del don de vida eterna no es una
herejía, es una blasfemia. Como dice el apóstol
Pedro, hablando de Jesús como dispensador oficial de la
salvación [Hch. 4:12]. Basados en las Escrituras existe
solo una persona debajo de
los cielos que puede otorgar la salvación a la humanidad,
y no es María.
Una de las diferencias evidentes entre los
católicos y los protestantes es la cruz que usan como
símbolo de su fe. La cruz católica por lo general
muestra a
Cristo en ella conmemorando su continuo sacrificio por los
pecados. La cruz protestante está vacía, mostrando
que Cristo murió por los pecados, fue sepultado y
resucitó al tercer día (1 Corintios
15:3-4).
El
carácter de Cristo revelado a la iglesia
[El Hijo de Dios] v. 18a
Esta frase constituye una afirmación de la deidad
de Cristo (Juan 20:31). Jesucristo es el Hijo de Dios en el
sentido de que posee la misma esencia o sustancia que el Padre.
En lo que respecta a su origen, Cristo nunca fue engendrado.
Él es co-igual, co-substancial y co-eterno con el Padre.
La expresión que aparece en el Salmo 2:7 y que dice:
"…Mi Hijo eres tú; yo te engendré
hoy…" se refiere a la resurrección de Cristo para
ser entronizado como Rey- Mesías (véase Hch.
13:30-33). La identificación de Cristo como el «Hijo
de Dios» sugiere la soberanía de Dios en un sitio donde una
mujer
quería apoderarse del control.
Además, pone de manifiesto la soberanía y el
carácter sobrenatural de Cristo para
contrarrestar la oposición satánica.
[El que tiene ojos como llamas de fuego] v.
18b
El carácter penetrante de los ojos de Cristo
sugiere su soberanía. Sus ojos penetran las profundidades
del engaño satánico (2:24), escudriñan el
corazón
y la mente de los hombres y fulminará a sus adversarios
cuando regrese con poder y gloria
(Ap. 19:12).
[Pies semejantes al bronce bruñido] v.
18c
El bronce es una aleación de metales que
resalta por su dureza (véase Mi. 4:13) y en este caso,
posee un brillo deslumbrante. El simbolismo parece describir al
Señor como el que viene victorioso, en juicio invencible y
dispuesto a someter bajo su autoridad a todos sus enemigos. Ese
es el Cristo que habla a la iglesia de Tiatira y a todas las
otras congregaciones.
El elogio de
Cristo a la iglesia
[Yo conozco tus obras, y fe, y servicio, y tu
paciencia] v. 19a
Obsérvese la repetición de la
conjunción «Y» [Kaí]. Esa es una figura
literal que tiene por finalidad concentrar la atención del lector en cada una de los
sustantivos que componen la frase. La iglesia de Tiatira recibe
el reconocimiento del Señor por poseer y, evidentemente,
practicar el fruto del Espíritu. Debe notarse,
además, que en el texto griego
cada uno de los sustantivos va acompañado del
artículo determinado. El artículo tiene la función de
destacar la identidad del
sustantivo. «Las obras» de los creyentes de Tiatira
eran motivadas por «el
amor», originadas por «la fe», dinamizadas
por «el servicio», y ejecutadas con «la
paciencia». El cuadro es estupendo y digno de ser
imitado.
[Y que tus obras postreras son más que las
primeras] v. 19b
Los creyentes de Tiatira habían ido a más
en cuanto a las cosas que hacían para Dios. Muchas
congregaciones comienzan con un nivel alto de servicio que con el
tiempo
disminuye. Los creyentes de Tiatira llevaban a cabo un servicio
incansable que aumentaba en lugar de disminuir. Tal vez la
debilidad de los cristianos en Tiatira era que sus obras
carecían de sólido fundamento bíblico y a la
postre, sufrieron los embates de una «mujer
malvada».
La
condenación de Cristo a la iglesia
[Pero tengo unas pocas cosas contra ti] v.
20a
El texto griego omite la expresión «unas
pocas cosas» y solo dice «pero tengo contra
ti». La alabanza del versículo 19 queda opacada por
la censura del versículo 20.
[Que toleras que esa mujer Jezabel] v.
20b
El verbo «toleras» indica acción
continua y constituye una falta más grave que el
«tienes» de 2:14 contra Pérgamo.
«Toleras» es lo opuesto de «aborreces»
2:6 que describe la actitud de los
Efesios contra los nicolaítas. La identidad de [Jezabel]
no es fácil de determinar. Las sugerencias más
comunes son:
1. Hay quienes entienden que es un
término alegórico, usado simbólicamente
para designar a un grupo. Es difícil armonizar dicha
postura con el uso del singular «cama» (v. 22).
Si Jezabel representa a un grupo: ¿Quiénes son
«los que con ella adulteran»? (plural). La
interpretación alegórica no resiste la prueba
exegética.2. Otros opinan que se refiere a una mujer
literal, la esposa del mensajero o pastor de la iglesia (el
término «mujer» también significa
«esposa»). De ser así, el matrimonio del
pastor no podía ser más desafortunado. Si bien
es cierto que «mujer» significa
«esposa», la interpretación normal y
natural del texto no parece concederle ese significado.3. Toda vía hay otros que piensan que
Jezabel era una mujer literal, pero no la esposa del
mensajero o pastor de la iglesia. Esta mujer tenía
influencias y notoriedad en la iglesia hasta el punto de ser
capaz de arrastrar por el mal camino a un sector considerable
de la congregación. Si su nombre real es Jezabel o no,
es algo de importancia secundaria. Tal vez el uso del
apelativo Jezabel se debe a que se desea recordar la vida e
influencia que tuvo en la nación de Israel la Jezabel
de los tiempos del profeta Elías, la esposa del rey
Acab.
[Que se dice profetiza, enseñe y seduzca a
mis siervos] v. 20c
Los pecados de Jezabel son los siguientes:
1. Se autoproclama profetiza, es decir, alguien
que recibía mensaje directamente de Dios para
comunicarlo a la asamblea. Jezabel se vanagloriaba de poseer
un nuevo mensaje divino. El mandato del Señor a la
iglesia era que retuviera la que ya tenía (2:25). La
pretensión de Jezabel era en lo absoluto falsa,
seguramente producto del engaño
satánico.2. La segunda falta grave de Jezabel fue
pretender convertirse en la maestra de la
congregación, incluso la que enseñaba a los
siervos del Señor. [Didáskei] (enseñe)
particulariza la función de liderazgo de Jezabel a la
enseñanza, un papel eclesiástico vedado mucho
antes a las mujeres por Pablo (1 Ti. 2:12).
3. Por último Jezabel se dedicaba a
seducir a los siervos del Señor «a fornicar y a
comer cosas sacrificadas a los ídolos». La
expresión «mis siervos» (Emaus doulous)
significa «esclavos de voluntad propia», es
decir, no eran asalariados sino que se habían
comprometido a obedecer a Dios hasta la muerte. La trama de
Jezabel era hacer que los siervos de Dios se desviaran en dos
aspectos:
Cometer fornicación, tanto en el sentido
espiritual como físico. El adulterio espiritual de la
falsa religión conduce inevitablemente al pecado de la
misma inmoralidad física (1 Reyes 18:19).Comer cosas sacrificadas a los ídolos. Se
acostumbraba a vender en las carnicerías la carne de
animales que previamente habían sido ofrecidos a los
ídolos (1 Corintios 8:1-15). Aunque Pablo afirma que
«un ídolo nada es en el mundo, y que no hay
más que un Dios» (1 Corintios 8:4),
también afirma que «lo que los gentiles
sacrifican, a los demonios lo sacrifican» (1 Corintios
10:20). De manera que no es de dudarse que la
instigación de Jezabel resultaba en que los siervos de
Dios comieran cosas sacrificadas a los ídolos
tenía que ver con la apostasía y con las
prácticas satánicas.
[Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no
quiere arrepentirse de su fornicación] v.
21
La expresión «le he dado» sugiere la
extensión de la maravillosa gracia de Dios. «Tiempo
para que se arrepienta». El arrepentimiento se dirige a
Jezabel, no a la iglesia. Jezabel, sin embargo, se muestra
incorregible. Se niega a cambiar de rumbo. El texto dice:
«y no quiere arrepentirse», es decir, no desea
cambiar de manera de pensar ni de actuar. El tiempo presente del
verbo «no quiere» sugiere que Jezabel no mostraba
ninguna disposición hacia el arrepentimiento
(véanse Mt. 23:37; Jn. 5:39-40) y por lo tanto,
tendría que afrontar las consecuencias (Ro.
2:5).
[He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran
tribulación a los que con ella adulteran] v. 22-
23a
Estas frases declaran la ejecución de la amenaza
pronunciada por el Señor contra Jezabel y sus aliados. El
tiempo presente del verbo «yo la arrojo» pudiera
tener función de futuro, es decir, «yo la
arrojaré». Obsérvese que es el mismo
Señor quien ejecuta el juicio contra Jezabel. El vocablo
«cama» (Klínen) sugiere la cama de un enfermo,
no el lecho de adulterio.
Jezabel y sus cómplices serían arrojados en lecho
de angustia y aflicción en lugar de permitirles reposar en
un sofá de pecado.
Probablemente la idea es que Dios la entregaría para que
fuera destruida por su propia locura y fatuidad (véase Ro.
1:24-26). Algunos entienden que el «arrojar en cama»
pudiera significar perdición eterna en el infierno, puesto
que con toda probabilidad
Jezabel no era una creyente genuina. El severo juicio anunciado
incluye el ser arrojado «en gran tribulación».
La ausencia del artículo determinado destaca la naturaleza o
la esencia del significado de la expresión «gran
tribulación». Es como si el Señor dijera: "yo
la arrojaré hacia una situación tal cuya
característica es de gran tribulación". Debe
notarse que el castigo recae en tres personas o grupos:
1. Jezabel como cerebro principal de la
situación2. Los incautos que cometieron adulterio con
ella3. La descendencia de Jezabel «y a sus
hijos heriré de muerte»
[Y todas las iglesias sabrán que yo soy el
que escudriño la mente y el corazón] v.
23b
La ejecución de la amenaza debía producir
efectos concretos pues la expresión «todas las
iglesia» sugiere que las siete iglesias representan la
totalidad de la iglesia. No tipifican, sino representan, puesto
que ellas ya forman parte de la iglesia.
«Sabrán» [gnosontai] es el futuro ingresivo,
voz media, de "ginosko". Esta forma verbal pudiera traducirse:
«de sí mismos llegarán a conocer».
El
conocimiento mencionado aquí es el de la experiencia,
es decir, «de sí mismos llegarán a conocer
por experiencia». El juicio de Dios sobre Jezabel, sus
cómplices y sus hijos sería de total naturaleza que
las iglesias sabrían por experiencia que lo ocurrido era
por la mano de Dios. «Escudriña» es un
participio en tiempo presente que sugiere acción continua.
Dicho vocablo significa "seguir la pista", "investigar". El texto
griego dice que Dios «escudriña riñones y
corazón». Los riñones (nephrous) eran
considerados como el asiento de las emociones,
mientras que el corazón lo era de la inteligencia o
de la voluntad (véase Jer. 17:10; Pr. 4:23). El
Señor que tiene «ojos como llama de fuego»
penetra hasta escudriñar tanto el centro moral como el
espiritual del hombre. Su
juicio es incisivo y completo.
[Y os daré a cada uno según vuestras
obras] v. 23 c
Las obras no se relacionan ni con la salvación ni
con la perdición de una persona (véanse Jn. 3:18;
Ef. 2:8-9). Pero las obras tienen relación con el grado de
condenación que el inconverso ha de recibir (Ro. 2:6).
Además, el juicio de Dios es individual (Ro. 14:12).
«A cada uno» es decir, la responsabilidad delante de Dios es personal. No
obstante, debe recordarse que Dios siempre se acuerda de ejercer
su misericordia incluso en medio del juicio.
El consejo de
Cristo a la iglesia
[Y a los demás que están en Tiatira]
v. 24a
El Señor hace una exhortación a los
creyentes en Tiatira. El texto griego está en
oposición y debe leerse así; «pero a
vosotros, es decir, a los demás que están en
Tiatira». En Tiatira había un remanente de
verdaderos creyentes que se habían mantenido fieles al
Señor a pesar de la influencia de Jezabel y sus
seguidores. Dios nunca se queda sin testigos (Ro.
11:2-5).
[A cuantos no tienen esa doctrina] v. 24b
Es decir, la doctrina de Jezabel. Esta es una
aplicación a los creyentes de todas las iglesias. La
expresión «esa doctrina» es enfática.
En el texto griego dice: «la doctrina esa». Era
tremendamente dañina para la iglesia de Tiatira, como para
cualquier otra congregación.
[Y no han conocido lo que ellos llaman las
profundidades de Satanás] v. 24c
Se refiere a los que no han seguido a Jezabel y
«no han conocido» por experiencia las profundidades
de la doctrina de aquella malvada mujer.
«Las profundidades de Satanás»
dice Monce, pudiera ser una referencia a la creencia de que
para apreciar plenamente la gracia de Dios uno primero tiene
que zambullirse en las profundidades del mal. El gnosticismo
posterior se vanagloriaba de que era precisamente mediante la
entrada en los dominios de Satanás que los creyentes
pueden aprender los límites de su poder y salir
victoriosos. Es posible que Jezabel y sus seguidores
constituían un grupo pregnóstico que practicaba
la aflicción al cuerpo mediante indulgencias
satánicas carnales o que tal vez consideraba que el
exponerse al pecado constituía una señal de
poseer una inteligencia superior.«No os impondré otra carga». V.
24d Es una demostración de la inconmensurable gracia
de Dios (véase Hch. 15:28 en adelante). De la misma
manera que el concilio de Jerusalén exhortó a
los creyentes a apartarse de la inmoralidad y la
idolatría, así también el Señor
exhorta a los creyentes de Tiatira a hacer lo mismo y no les
impone ninguna otra carga. Además, el Señor
exhorta al remanente de creyentes a retener con firmeza lo
que tenían, es decir, que continuaran dando testimonio
de su fe en Cristo sin claudicar.«Hasta que yo venga» v. 25 es una
referencia a la segunda venida de Cristo. El acontecimiento
de la segunda venida constituye el más pujante
estímulo para que el creyente dé testimonio de
su fe en el Señor en un mundo donde las tinieblas
satánicas se espesan más cada
día.
El desafío
de Cristo a la iglesia
[Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin,
yo le daré autoridad sobre las naciones] v.
26
Obsérvese que «vencer» en este
versículo se asocia con "atesorar" y "valorar" lo que el
Señor llama «mis obras» en lugar de
sacrificarlas en homenaje a las obras malignas de
Jezabel.
«Hasta el fin». Probablemente se refiere
a la venida del Señor en gloria. El cristiano es
responsable de mantener una vida de fidelidad y obediencia al
Señor hasta que él venga por segunda vez a la
tierra o hasta que Dios lo llame a su presencia.«Yo le daré autoridad sobre las
naciones». Sin lugar a dudas, hay aquí una
referencia a la victoria del Mesías sobre sus
enemigos, profetizada en el Salmos 2:8-9. El Señor
promete dar al vencedor es decir al creyente,
«autoridad sobre las naciones». Que los
seguidores del Mesías participarán en su
gobierno escatológico es un tema profético
familiar (véase 1:6; 12:5; 19:15). Esta promesa es la
primera referencia definitiva en el Apocalipsis al futuro
reino milenial que Jesús ha de establecer cuando
regrese a la tierra.
[Y las regirá con vara de hierro] v.
27a
El verbo «regirá» (poimanei) se
traduce en algunos pasajes como «pastorear»
(véase Mt. 2:6 donde la Reina Valera 1960 usa
«apacentar»; Hch. 20:28; 1 P. 5:2; Ap. 7:17, donde el
mismo vocablo se traduce «pastoreará). Sin embargo,
la idea en Ap. 2:27; 12:5 y 19:15 es más bien la de
gobernar o regir. Sin duda, el uso de dicho verbo en Ap. 2:27
guarda relación directa con el Salmo 2:8-9. En el Salmo
2:9, hablando de los poderes gentiles en
la tierra,
dice: «los quebrantarás con vara de hierro; como
vasija de alfarero los desmenuzarás». Cuando Cristo
vino a la tierra la
primera vez lo hizo como «el buen pastor» y como tal,
dio su vida por las ovejas. Su segunda venida será
diferente. No viene para salvar, sino para juzgar. No esgrime la
vara de pastor, sino la de juez. Las naciones rebeldes
«serán quebradas como vaso de alfarero» (2:27)
por la vara del que viene como Rey de reyes y Señor de
señores, y el «vencedor se unirá a Cristo
para destruir las naciones que se oponen a
Él».
[Y serán quebradas como vaso de alfarero] v.
27b
El símil describe una acción violenta. El
verbo «serán quebradas» es el presente
indicativo, voz pasiva, de (syntribo), que significa "estrellar",
"hacer añicos", "triturar". Las naciones rebeldes se
comparan con el frágil barro de la tierra que será
completamente pulverizado por el poder irresistible del
Mesías triunfante.
[Como yo también la he recibido de mi Padre]
v. 27c
La fuente de
poder del Rey-Mesías se origina en el Padre celestial,
quien ha dado al Hijo toda autoridad para juzgar (Jn. 5:22; Salmo
2:7-8). La expresión «he recibido» es un
tiempo perfecto que indica una acción completada cuyos
resultados perduran. La autoridad que el Hijo posee
permanentemente es la misma que él ha derramado sobre el
vencedor que compartirá con el Rey-Mesías la
victoria sobre las naciones rebeldes.
[Y le daré la estrella de la mañana]
v. 28
Algunos expositores entienden que «la estrella de
la mañana» mencionada aquí se refiere a la
misma persona de Cristo. Quienes así piensan se apoyan
primordialmente en el hecho de que Jesús se identifica a
sí mismo como… Ap. 22:16. Quizá sea mejor,
sin embargo, entender dicha frase como una referencia a la gloria
de los redimidos en el reino mesiánico. La estrella de la
mañana se caracteriza por su brillante resplandor que la
distingue de los demás astros del firmamento. Hay una
promesa del Señor en Daniel 12:3 que tiene una
proyección similar: «los entendidos
resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los
que enseñan la justicia a la
multitud, como las estrellas a perpetua eternidad». La
misma idea surge en el evangelio según San Mateo 13:43,
donde dice: «Entonces los justos resplandecerán como
el sol en el
reino de su Padre. Ambos versículos contemplan la realidad
del reino glorioso del Mesías. De modo que «es
preferible entender que la estrella de la mañana es la
promesa de que en el reino mesiánico los justos han de
brillar como estrellas». De ser así, habría
aquí un gran contraste. Los redimidos del señor han
sido ignorados, despreciados y perseguidos por el mundo. En e
mundo venidero la gloria de los redimidos se manifestará
universalmente y brillarán con la gloria que proviene del
Señor Jesucristo (véase Col. 3:4).
[El que tiene oídos, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias] v. 29
Este mismo llamado aparece en las cartas a las tres
iglesias anteriores (Éfeso, Esmirna y Pérgamo). En
el caso de Tiatira, el llamado a oír aparece
después de la promesa dada al vencedor. Tal vez ese
cambio en el
orden sugiera que la situación en aquella
congregación era tan deplorable que sólo el
vencedor prestaría atención a dicho llamado,
mientras que el resto de la asamblea de Tiatira tendría
que enfrentarse al juicio del Señor.
Autor:
Julio C. Torres
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