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Hacia la historia de la Auditoría Pública (página 2)



Partes: 1, 2

En apariencia, España,
como otros países que han adoptado una estrategia
similar se dirigen a establecer una visión más
amplia de la auditoría que conduzca al cumplimiento de
sus fines a través de proveer una opinión
independiente, objetiva y fundamentada, mediante una
práctica homogénea de la auditoría
pública o gubernamental. Una tendencia aceptada y
promovida en: Encuentros, Congresos, Foros, y diversos espacios
que han tenido como fin, el "debate" de la
problemática de la fiscalización. Tal como, en el
Foro Internacional sobre la
Fiscalización Superior en México y
el Mundo 2005, que señaló que un problema
fundamental de la auditoría pública,
consistía en la falta de "Adherencia a los
estándares internacionales de auditoría. Dado que
por lo general, las auditorías practicadas por las instituciones
de fiscalización superior, son técnicamente
más sólidas y confiables, si aplican puntualmente
los estándares profesionales de auditoría, como los
emitidos por la INTOSAI o por cuerpos de auditoría con
prestigio internacional. Un problema agudo de las fiscalizaciones
en los países en desarrollo, es
que no suelen contar con metodologías financiero-contables
y económicas uniformes, problema grave que impide que se
cuente en lo particular con criterios de unificación de
estándares entre los auditores federales públicos y
los auditores locales"[5]. Originando una
direccionalidad en el pensamiento de
los auditores públicos, cuyo efecto ha sido la renuncia en
gran medida a su responsabilidad de dar un análisis imperturbable y riguroso sobre las
normas de
auditoría pública de la INTOSAI o de los
estándares internacionales de esta práctica; y por
el contrario nos han ofrecido la repetición consabida y de
elogios, como en:

  • "El logro de los objetivos anteriores demanda la
    existencia, en terminología de las Directrices de
    aplicación europea de las normas de auditoría
    de la INTOSAI, de unos elementos habituales de la
    función de garantía de la
    calidad"[6].

  • "Si bien estas normas carecen de fuerza vinculante para
    las EFS, expresan sin embargo la opinión consensuada
    de éstas en cuanto a la mejor práctica (.) En
    opinión manifestada por el Comité Directivo de
    INTOSAI, estas normas constituyen un documento vivo en la
    medida en que reflejan las tendencias y cuestiones actuales
    en relación a los métodos y prácticas de
    fiscalización"[7].

  • "Estados Unidos fue el país pionero en materia de
    evaluación de políticas públicas. En la
    actualidad posee unos sistemas de evaluación muy
    avanzados, una incuestionable institucionalización
    (GAO) y una perfección metodológica
    incomparable"[8].

  • "El examen debe cumplirse observando las Normas de
    Auditoría Gubernamental (Auditoría
    Pública), las Normas de Auditoría Generalmente
    Aceptadas, y las Normas Internacionales de
    Auditoría"[9].

Pero, el hecho de que casi ningún pensador ha
cuestionado las normas de auditoría de la INTOSAI, se
deriva, no de un problema individual, si no de la
formación (o más bien deformación)
profesional. Por lo que el presente trabajo,
plantea la hipótesis siguiente: La falta de debate en
el campo de la auditoría pública se encuentra en
razón proporcional a la inexistencia de la teoría
o teorías, y es lo que explica su
ahistoricidad y de que no se constituya como una actividad
rigurosa en el
conocimiento social.

El problema se encuentra desde su origen, en una
concepción que ha planteado los retos de "Esta
publicación debe ser la que nos (.) fortalezca
teóricamente"[10] y "por medio de la
revista Auditoría Pública pretendemos (.)
promover el debate y la participación"[11].
Pero, ¿se puede fortalecer una materia que no
existe?

El término materia se usa para hablar de una asignatura
o disciplina en
la enseñanza. Y en la formación
universitaria del auditor se carece de una materia denominada:
Auditoría Pública. Derivado que los programas
curriculares en las universidades o centros de enseñanza
superior no tienen como objetivo la
enseñanza de la auditoría pública. Por esto
la supuesta especialización no es tal, porque "La
especialización son los estudios que se desarrollan con
posterioridad a una licenciatura, diplomatura o pregrado y
posibilitan el perfeccionamiento en la misma ocupación,
profesión, disciplina o áreas complementarias o
afines" (Wikipedia). Es decir, la especialización
posibilita la perfección de un conocimiento,
y los cursos, diplomados, o postgrados que imparten diversas
instancias son, en general, introductorios, donde en algunos
casos se presentan como auditoría pública, o en
otros, auditoría gubernamental, quedando en ambos casos la
indeterminación conceptual; pero lo más preocupante
es la enseñanza de la auditoría pública bajo
la misma visión de la auditoría privada. De tal
forma que el presente autor sostiene que la auditoría
pública, auditoría gubernamental,
fiscalización, o fiscalización superior, se
encuentra determinada por la auditoría privada. Y diversos
autores lo han enunciado indirectamente, como José A.
Melían, auditor de la Audiencia de Cuentas de
Canarias, que ha afirmado "con carácter general se aplica la metodología de la auditoría del
sector privado"[12]. Pero lo que no ha quedado
claro, y mucho menos discutido, la relación que cabe
establecer entre el método y
la realidad que se trata de indagar.

En la ciencia es
frecuente estimar que el tipo de realidad que se aspira a conocer
determina la estructura del
método a seguir, sin embargo, en el campo de la
auditoría se soslaya el problema de la realidad, por
ejemplo, en el II Congreso Nacional de Auditoría en el
Sector
Público, referente a la colaboración de las
firmas privadas, se afirma "La participación de las firmas
privadas de auditoría en el control de la
gestión
pública, exige que la dirección, supervisión y el control de
calidad de los trabajos, se realicen por los Órganos
Públicos de control"[13]. Pareciera
entonces, que el problema se reduce a una cuestión de
dirección, supervisión y control. Pero no, el
asunto es más complejo, debido al sistema
educativo, académico y profesional que ha fijado tan
fuertemente la concepción dominante de la
auditoría, que no ha requerido de su historia. O, una memoria del
pasado de lo que se ha hecho o dejado de hacer en el devenir de
la fiscalización, pero se elude presentar la realidad
concreta en los órganos de control, así como lo que
acontece alrededor de los auditores y de la propia
auditoría, en base a la confidencialidad, y
discrecionalidad, que ha caracterizado a la auditoría
empresarial. El trasfondo de nuestro presente es una
pérdida del sentido de la realidad pública, donde
se nos ha impuesto una
auditoría carente de formación histórica y
de responsabilidad; por ello es fundamental promover la
aspiración de construir su historia, y la atalaya que han
erigido los Órganos Autonómicos de Control Externo
en España, representa no solamente una posición
desde donde se aprecian con perspectiva las ideas sobre la
auditoría pública, sino demuestra una apertura que
presagia el advenimiento de nuevos tiempos en la
fiscalización.

En su génesis, el proceso de
profesionalización del auditor ha sido sui
géneris con respecto a otras profesiones. Su
formación ha carecido de un carácter
autónomo, es decir, la enseñanza de la
auditoría forma parte de un programa como una
asignatura más, pero no ha existido un estudio meticuloso
de capacitar a quienes a ella se dedican o pretenden hacerlo. Y
con el surgimiento de la globalidad y el desarrollo
tecnológico aparece una ciudadanía intensamente participativa que
ha colocado a lo público como objeto de estudio y
análisis, y entonces, una auditoría que ha ejercido
su práctica bajo esquemas cerrados se enfrenta a una nueva
terminología que demanda:
contraloría social, rendición de cuentas y
transparencia. Y aunque el discurso en la
fiscalización parece compartir estas nociones, tal como se
afirma en la Visión del Plan
Estratégico de la INTOSAI 2005-2010 "Promover el buen
gobierno,
habilitando a las EFS para que ayuden a sus respectivas
Administraciones a mejorar el rendimiento, perfeccionar la
transparencia, garantizar la obligación de rendir cuentas,
mantener la credibilidad, luchar contra la corrupción, promover la confianza
pública y fomentar el uso de los recursos
públicos en beneficio de sus pueblos", en la estructura
conceptual de las Normas de Auditoría de la INTOSAI no se
muestra ni
demuestra, cómo se pueda lograr.

Sí la INTOSAI define que el Informe es una
"opinión escrita y otras observaciones del auditor acerca
de un conjunto de estados
financieros como resultado de una auditoría" (Glosario, Normas
de Auditoría Pública de la INTOSAI), y si en lo
anterior subyacen tres concepciones que provienen de la
auditoría privada, luego resulta necesario clarificar, en
primero, la auditoría esquematizada al resultado de una
opinión, ha situado a la auditoría, y en
específico, a la auditoría pública en un
relativismo o subjetivismo, como lo afirma "El catedrático
Javier García de Enterría, en el prólogo de
El Auditor de Cuentas: un estudio de Derecho
administrativo, de la Doctora Carmen Fernández
Rodríguez, considera que la objetividad de quienes
desempeñan labores de revisión contable es materia
que se desenvuelve fundamentalmente en el terreno de lo
subjetivo"[14] y se reitera al afirmar "no tenemos
ninguna garantía de que la prueba obtenida con nuestra
observación sea extensible a cualquier
momento en el que otro auditor hiciese la misma
comprobación. Realmente, no hay certeza de conseguir
idéntico resultado"[15]. A lo anterior,
cabe responder que si en la auditoría pública no
existe la certeza de obtener idénticos resultados es por
la carencia de un método, y es lo que ha conducido a
erigir la Torre de Babel que padecemos, donde fiscalizadores,
defensores y peritos ofrecen diferentes opiniones sobre un mismo
caso o una auditoría en lo específico que se ha
presentado ante un juez, por esto Robert Cortell, Letrado jefe
Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana, sugiere "Los
informes de
fiscalización deben también ayudar a despejar las
dudas, adoptando una metodología que les permita concretar
los supuestos de presunta responsabilidad contable que se
detecten y dejando la debida constancia en el
informe"[16].

En segundo, la cuestión del Informe ha constituido uno
de los temas de mayor interés en
los autores de la revista Auditoría Pública,
una breve muestra: "Los informes de auditoría de las
entidades públicas carecen en muchas ocasiones de (.) la
claridad, la concisión, la oportunidad y la
difusión necesarias" (Montesinos; 1999); "se maquillan
sistemáticamente los Resultados Presupuestarios, los
Remanentes de Tesorería, incluso las existencias en caja"
(Álvarez Martín; 2001); "Tal como indica
Dittenhofer (1996), la credibilidad de la auditoría
descansa sobre la exactitud y objetividad del informe" (Pucheta y
Cortés Fleixas; 2002); "cualquier informe no puede ser
demasiado breve, sino que necesita de los adecuados
períodos de reflexión y análisis" (Mas
Cladera; 2007); y, "la presentación de informes sobre el
sistema de
control
interno de las entidades públicas, de forma similar a
las grandes empresas del
sector privado" (Barrio Tato y Barrio Carvajal; 2008), y al
parecer el asunto del Informe de auditoría se ha
convertido en un "nudo gordiano", por lo que cabe asumir la
postura que la problemática no se encuentra en el
Resultado, es decir, en el Informe, sino en los Principios, es
decir, en los Fundamentos. Tal como se sugiere, al orientar "se
podría decir que la práctica de la auditoría
en general ha precedido a cualquier material científico
que pueda ser denominado como Teoría de la
Auditoría. En este sentido, los profesionales de la
auditoría se han dedicado a la práctica
profesional más que a establecer un número de
suposiciones básicas y un cuerpo de ideas
integradas"[17]. Pero también como acción,
en la medida que "La fiscalización interna se haga en
interés de los ciudadanos y, en consecuencia sea
pública y se exteriorice desde el primer
momento"[18] (aunque se debe agregar que
también la fiscalización externa debe regirse por
el interés público y el principio de publicidad). Por
lo que, si somos capaces de determinar y transparentar las
nociones y práctica de la auditoría desde su origen
y durante todo el proceso, entonces, podremos responder y cumplir
con la Visión de la INTOSAI.

Y tercero, una auditoría pública que se ha
encasillado en el examen de los estados financieros, es una
auditoría que responde al enfoque de la auditoría
empresarial. Pero también, la tendencia que se ha impuesto
en las sociedades con
nuevos planes de contabilidad
pública, ha evidenciado que el registro es
prioridad con base en la concepción de recuperar el orden,
en tanto estrategia que intenta restablecer la credibilidad en la
administración
pública; y la auditoría pública o
fiscalización de nueva cuenta se encuentra en la zaga,
sumida en un pensamiento que no logra distinguir lo
público y lo privado, tal como lo expresa el Presidente
del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, al
preguntarle: ¿Hacia dónde deberían
encaminarse las relaciones entre la auditoría
pública y la privada? "Hacia una total cooperación
y sinergia. Al
fin y al cabo las técnicas y
los procedimientos en
la elaboración de una auditoría son los mismos, ya
se trate de una auditoría pública o
privada"[19]; pero esta colaboración se
asume desde la dominación conceptual, como se afirma
"Sobre las auditorías en el sector público, puede
decirse que están lejos de lo que se hace en el sector
privado"[20]; o confusión, "nos hallamos
ante varios dilemas que hacen que la fiscalización del
sector público pueda llegar a ser un jeroglífico de
no muy fácil solución"[21]; o a la
trivialización de la auditoría, donde se le ordena
al auditor como al sastre la confección de un traje a la
medida, es decir, al "gusto del cliente", en la
parodia que ha caído la práctica contable, cuando
el cliente le pregunta al contador, ¿cuántos son
dos más dos? Y responde: los que Usted me diga poner. Tal
como se afirma en "algunas veces, tales expertos (profesionales
en la materia) aceptan- o se ven obligados a aceptar-
"auditorías" más de corte político y
partidista que utilizando métodos
estrictamente técnicos"[22]. Cabe observar
en esta última cita, la expresión: "métodos
estrictamente técnicos". Porque el método no se
define por la técnica, sin embargo, es una constante en el
pensamiento de la auditoría confundir el método con
la técnica, incluso, en las Normas de Auditoría de
la INTOSAI (ver al respecto "Los sofismas de la Intosai" del
presente autor). Y textos que pretenden "orientar" a estudiantes
y profesionales de la auditoría, señalan "El
método a usar en la Auditoría (.) es sin duda el
método
científico"[23]. De tal forma que ha
bastado hablar de: objetividad, método,
metodología, ciencia, entre
otros conceptos, para asumir un enfoque o posición
científica en la auditoría, pero dista mucho de
ello, derivado de su falta de conocimiento y rigurosidad. Y en el
extremo opuesto, el reduccionismo que ha concebido a la
auditoría como una simple técnica, cuando la
problemática de la auditoría pública se
inserta en el campo de la ciencia social.

Mientras, se perpetua en la auditoría pública la
cultura del
"laissez dire" (dejar decir), con base en la supuesta autoridad del
autor, de las instituciones u organismos de fiscalización,
o de los "expertos en la materia". Porque la auditoría, y
la auditoría pública ha sucumbido ante la
apropiación de su saber por una comunidad de
docentes y
profesionistas que se presentan en la sociedad como
"profesionales en la materia", en virtud de una formación
determinada, y de unos títulos y certificaciones. Y,
entonces, parece que no se vale dudar ni cuestionar, sin embargo,
la ciencia surge como una indagación constante, de
problematizar el saber que se nos presenta aun que sea avalado
por cualquier institución o criterio de autoridad. Por
ello, la historia de la auditoría pública debe
proporcionar elementos para conocer su grado de
profesionalización, la historia de su docencia como
profesión, de su génesis y configuración
como una práctica y carrera profesional que ensancha el
conocimiento de lo público, y que le da sentido a la
sociedad.

Existe una relación entre la historia y la
teoría, como dice Raymond Aron (filósofo y
sociólogo francés) "la teoría precede a la
historia, y sin teoría de la historia no existe ni puede
existir la historia". De la misma forma, sin teoría de la
auditoría pública no puede existir su historia. Y
obviamente resulta casi inexistente la mención al
respecto, en los artículos de la revista
Auditoría Pública,
una alusión se
encuentra en "La Declaración de Pamplona" de Pilar
Jiménez Rius, tomada de la mencionada Declaración,
"De hecho, la teoría de la auditoría público
ha añadido la ecología a las
tradicionales" (Declaración de los Presidentes de los
Tribunales Autonómicos de Cuentas, Pamplona 19 y 20 de
octubre de 2006, www.eurorai.org p.3). Pero, una teoría es
un paradigma
establecido que explica gran parte o la totalidad de los hechos o
acontecimientos mediante los datos con que se
cuenta y ofrece predicciones válidas verificables. O, en
ciencia se llama teoría también a un modelo para el
entendimiento de un conjunto de hechos empíricos; para
Mario Bunge
(1969) "la construcción de una teoría
científica es siempre la edificación de un sistema
más o menos afinados y consistente de proposiciones que
unifica, analiza y profundiza ideas" (Wikipedia). Por lo que no
existe una teoría o teorías de la auditoría
pública, y refleja el estado
primigenio en el que se encuentra la auditoría
pública. Por tal motivo, el camino para que la
Visión de la INTOSAI se convierta en realidad, es mediante
la construcción de la teoría de la auditoría
pública y su historia, como una nueva forma de darle
sentido a la fiscalización.

Y un comienzo es construir la historia de la revista
Auditoría Pública,
en el entendido que esta
realidad no puede ser aprehendida de manera global o total, sino
es solamente un acercamiento parcial a la complejidad de un
proceso editorial, pero que de alguna forma representa su
realidad. Por lo que a continuación se presenta la
siguiente historia:

Fuente: Hemeroteca de la Revista Auditoría
Pública
(www.auditoriapublica.com).

Alcance: Del Número 1 al 48.

  • Participación en cuanto al
    género.

Número

1 al 10

11 al 20

21 al 30

31 al 40

41 al 48

Total

%

Hombres

134

89

111

84

72

490

80

Mujeres

20

24

36

22

21

123

20

Nota.- Se contabilizó cada uno de los artículos
en cuanto al género de
los autores, independientemente de que hubiesen participado en
Números anteriores. Y, en 4 artículos no se
determinó el género de los autores por la falta de
nombre completo: Número 29, 11 autores; Número 30,
5 autores; Número 32, 5 autores; Número 36, 4
autores. (Sin embargo, la tendencia es una mayor
participación de los hombres, lo que reflejaría un
aumento en su porcentaje).

  • En cuanto al debate.

Cuadro analítico sobre uso de citas o
referencias

Del 1 al 10

Del 11 al 20

Del 21 al 30

Del 31 al 40

Del 41 al 48

Total

Monografias.comArtículos c/referencias

11

13

43

37

38

142

Monografias.comArtículos s/referencias

100

83

65

46

33

327

Artículos revisados

469

Artículos no checados º

3

3

0

4

0

10

Total de Artículos

479

Notas:

Se entiende por referencia, las revistas, boletines, o
cuadernos, publicados periódicamente. Y la
utilización de citas o referencias, representa en primera
instancia, la condición para generar el debate o
discusión, porque evidentemente escritos sin referencias
no pueden generar polémica.

º Artículos no revisados por no
abrirse los archivos.

Cuadro comparativo entre la revista
Auditoría Pública y otras revistas

(Uso de citas o referencias)

Del 1 al 10

Del 11 al 20

Del 21 al 30

Del 31 al 40

Del 41 al 48

Total

%

revista Auditoría
Pública

3

5

14

13

21

56

18.4

Otras revistas

13

17

69

77

72

248

81.6

Total

16

22

83

90

93

304

100

Cuadro analítico de Otras
revistas

Revista

Número de Artículos en los
que se cita la Revista

Presupuesto y Gasto Público

21

Revista Española de Control
Externo

14

Papeles de Economía Española

13

Boletín AECA

12

BOE

10

Hacienda Pública Española

7

Partida Doble

6

Gestión y Análisis de
Políticas Públicas

6

Análisis Local

5

Revista Española de Derecho
Financiero

5

23 revistas con 2 a 4 referencias

68

81 revistas con 1 referencia +

81

+ Incluida la revista Internacional de
Auditoría Gubernamental de la INTOSAI.

  • En cuanto a la forma.

Sección

Del 1 al 10

Del 11 al 20

Del 21 al 30

Del 31 al 40

Del 41 al 48

Total

En Portada

53

7

0

0

0

60

Los OCEX Hoy

14

1

0

0

0

15

Contabilidad

11

13

17

10

11

62

Gestión Presupuestaria

11

0

0

0

0

11

Legalidad

12

14

14

15

20

75

Herramientas Auditoría

4

6

1

0

0

11

Auditoría Operativa

5

14

3

0

0

22

Sin Sección

10

7

0

3

0

20

Privatizaciones

0

5

0

0

0

5

Jornadas Auditoría
Pública

0

3

0

0

0

3

La Fiscalización en Auditoría
Pública

0

4

0

0

0

4

Gestión Admón.
Pública

0

11

4

0

0

15

Coste Servs. Públicos

0

3

0

0

0

3

Reto del Sector Público

0

0

4

0

0

4

Formación

0

0

4

0

0

4

Auditoría y Control de la
Gestión Pública

0

0

32

0

0

32

Nuevas Tecnologías

0

0

5

10

0

15

Control de los Entes Locales

0

0

7

0

0

7

Cooperación entre diferentes niveles
de control

0

0

4

0

0

4

Control y Gestión del Sector
Local

0

0

6

0

0

6

Auditoría y Gestión de los
Fondos Públicos

0

0

9

57

44

110

Monografias.com
Únicas secciones que permanecieron constantes.

Conclusión

La avasallante participación masculina en la revista
Auditoría Pública
refleja, no solamente la
desigualdad de género en el pensamiento de la
fiscalización (misma que pareciera explicarse por los
factores culturales y sociales que permean a todas las carreras
profesionales), si no a la especificidad de una práctica
que se ha constituido sin el ejercicio del debate, en tanto este
exige que sea público y abierto en condiciones de igualdad.
Luego, cómo las entidades de fiscalización
pretenden convertirse en ejemplo de transparencia y
rendición de cuentas si su práctica se constituye
en relaciones de desigualdad. En el fondo, la
contradicción es rasgo esencial en la realidad de la
fiscalización, y se demuestra cuando la INTOSAI establece
que uno de sus valores
centrales es la Innovación, sin embargo, en la Introducción del Plan
Estratégico, afirma "El plan estratégico de la
INTOSAI es más evolutivo que revolucionario". Pero innovar
significa introducir novedades o alterar las cosas en forma
radical, y por el contrario, la evolución es un movimiento
progresivo que simplemente desarrolla las características
o principios que se encuentran implícitos en la realidad
biológica, más al extrapolar la visión
evolucionista al campo de lo social se enfrenta la dificultad de
explicar el surgimiento de la ruptura, los saltos, y la revolución.

Por lo que, cómo lograr promover el debate, la
participación y fortalecer teóricamente a la
auditoría pública, si la mayoría de los
artículos no cita otras ideas, si el porcentaje
mayoritario de referencias es sobre otras revistas que no tienen
como objeto la auditoría pública, si entre 469
artículos revisados sólo existe una referencia al
órgano de difusión de la INTOSAI y éste se
denomina Auditoría Gubernamental, si el desarrollo
editorial demuestra una dispersión temática que no
sólo es una cuestión de forma sino de fondo porque
no se presenta de modo claro que la auditoría
pública es el objeto fundamental dado que no se percibe
que las secciones de contabilidad y legalidad se
entroncan con la problemática de la fiscalización y
cuando en ocasiones se realiza el pensamiento posterior se
desarrolla en líneas paralelas sin tocarse jamás, y
si en general la
investigación bibliográfica conduce a la
repetición en sometimiento al criterio de autoridad
ignorando que esa tarea tiene una finalidad propedéutica
que exhibe las fuentes que
respaldan la tesis o
hipótesis sostenida y es el puente para acumular y
organizar sistemáticamente experiencias ajenas al
investigador, pero que de ninguna manera dicho recurso constituye
el objetivo central.

Se ha intentado fundar, racionalizar, y justificar la
auditoría pública sobre un conjunto de normas con
base en la aceptación general de instituciones de
fiscalización y organizaciones de
auditoría, como si el hecho mismo de aceptar dicho cuerpo
pudiese estar autorizado para erradicar la duda y el disenso, y
es lo que explica la falta de búsqueda de teorías.
Porque lo que se busca en la auditoría pública es
la uniformidad de pensamiento, aunque este denote deficiencias y
falta de rigurosidad. Por lo que habría que promover la
neo Ilustración en la auditoría
pública como un movimiento que disipe las tinieblas, el
temor a la palabra y la unidireccionalidad de un pensamiento que
no ha asumido que la auditoría pública debe ser
pública, y entonces, podríamos generar las
condiciones del surgimiento de las luces del debate sostenido en
la razón y la ciencia, y con ello construir la historia de
la auditoría pública en relación al devenir
de su administración a través, no
solamente de proponerse dar respuestas a las acciones,
conductas, y resultados observados, sino mediante la capacidad
del auditor de generar preguntas, y la indagación o
exploración se convierta en un proceso de conocimiento, al
invertir su clásica visión de fiscalizador al
asumir el papel de fiscalizado, y así responda a
¿quién fiscaliza a los fiscalizadores? La historia.
Porque al trastocar los papeles, se cumple con la igualdad, de
otra forma el discurso de la auditoría pública
solamente servirá para justificar al poder.

 

 

 

 

Autor:

Mario Alberto Gómez Maldonado

[1] Revista Auditoría Pública,
VI. Encuentros Técnicos de los Órganos de Control
Externo, número 18, septiembre de 1999, p.10.

[2] Revista Auditoría Pública,
I Congreso Nacional de Auditoría en el Sector
Público, número 33, julio de 2004, p. 6.

[3] www.fiscalizacion.es "Normas
Internacionales de Auditoría", 28 de junio de 2009.

[4] www.europapress.es
economía/finanzas, 13
de agosto de 2009.

[5] Memoria del Foro Internacional sobre la
Fiscalización Superior en México y el Mundo 2005,
Cámara de Diputados LIX Legislatura,
Comisión de Vigilancia de la ASF, noviembre de 2005, p.
94.

[6] Cabeza del Salvador, Ignacio. "Propuesta
de un modelo de gestión de la calidad para
los OCEX", revista Auditoría Pública,
número 26, abril de 2002, pp. 6-7.

[7] Manteca, Víctor. "La
organización internacional de entidades
fiscalizadoras superiores (Intosai)", revista Auditoría
Pública, número 30, junio de 2003, p. 93.

[8] Jiménez Rius, Pilar. "La evaluación de políticas
públicas en los Estados Unidos
y el papel de la General Accounting Office",
revista Auditoría Pública, número 31, p.
43.

[9] Burneo Seminario,
Mauro N. "Auditoría a la rendición de cuentas: Un
enfoque para la
Administración Pública", revista
Auditoría Pública, número 41, abril de
2007, p.69.

[10] Revista Auditoría Pública.
Editorial "Todo un reto". Número 1, abril de 1995, p.
3.

[11] 11 Revista Auditoría
Pública. "Cámara de Comptos de Navarra".
Número 1, abril de 1995, p. 31.

[12] Melián Hernández,
José A."Relaciones y diferencias entre
fiscalización y auditoría. Razones para una
reforma de las normas de auditoría del sector
público". Revista Auditoría Pública,
número 39, julio de 2006, p. 33.

[13] Revista Auditoría Pública,
número 39, julio de 2006, p.15.

[14] Lagarón Comba, Manuel. "La fe
pública. La presunción de veracidad como
instrumento al servicio de
la función
fiscalizadora", revista Auditoría Pública,
número 27, septiembre de 2002, p. 84.

[15] Lagarón Comba, Manuel. "La
evidencia en auditoría pública" (negritas del
autor), www.fiscalizacion.es 14 de marzo de 2008.

[16] Cortell Giner, Robert. "Aspectos
críticos de la responsabilidad contable", revista
auditoría pública, número 43, noviembre de
2007, p. 66.

[17] Gómez Guzmán, Juan C.
"Marco conceptual de la auditoría de costes y precios de
contratos",
revista Auditoría Pública, número 38,
2006, p. 36.

[18] Álvarez Martín, Juan A.
"La nueva administración y el control del dinero
público", revista Auditoría Pública,
número 24, septiembre de 2001, p. 56.

[19] Revista Auditoría Pública,
entrevista a
Rafael Cámara Rodríguez Valenzuela, número
41, abril de 2007, p. 41.

[20] Da Costa Marques, María C. y
Marques de Almeida, José J. "Intensificar el papel de la
auditoría en el sector público; una oportunidad
para reforzar la eficiencia de
las organizaciones", revista Auditoría Pública,
número 32, abril de 2004, p.41.

[21] Suárez y Riera, Tomás.
"Contabilidad pública versus imagen fiel",
revista Auditoría Pública, número, 21,
septiembre de 2000, p. 40.

[22] González Malaxetxeberria,
Ángel. "Políticas de auditoría y
auditorías públicas", revista Auditoría
Pública, número 23, abril de 2001, p. 42.

[23] Auditores&Gerentes.Contadores
Públicos. Ltda. "Auditoría y Normas
Internacionales". Lawebdeauditoria.com/base de
datos, p. 12.

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