- ¿EL
ADN? - Resolviendo el
rompecabezas - El
uso de los rayos X para ver a través del
ADN - ¿Qué
pasó a Rosalind Franklin? - La
hélice del ADN - Bibliografía
La oración "esta estructura
posee características originales que son de un
considerable interés biológico", puede que
sea la expresión más comedida en toda la historia de la
ciencia.
ADN
Ésta apareció en el 1953, en
el artículo científico en el cual James Watson y
Francis Crick presentaron la estructura de la doble-hélice
del ADN, la
molécula que transporta la información genética
de una generación a la siguiente.
Nueve años después, ambos
investigadores, compartieron el Premio Nobel en Fisiología, con Maurice Wilkins, por haber
resuelto uno de los enigmas más misteriosos de la biología.
Medio siglo después, cada
día, nuevas implicaciones importantes de este hallazgo,
siguen siendo descubiertas.
¿EL ADN?
Para determinar lo que esta estructura
significa, muchos científicos participaron en lograrlo, y
sin saberlo, por muchos años en
anticipación.
Parece ser como si todos los filósofos antiguos y pensadores
científicos estuvieron impresionados por la evidencia de
que algunos seres vivos transmitían rasgos aparentes a sus
descendientes, y, que esos rasgos, a veces, se borraban, sin
explicación, para reaparecer de nuevo en generaciones
futuras.
Mucho antes del descubrimiento de Watson y
Crick, en el 1868, casi 30 años antes de que el Premio
Nobel comenzara a ser otorgado, un joven médico suizo,
llamado Friedrich Miescher, aisló un elemento, por nadie
antes visto, en el núcleo celular.
ADN y ARN
Él llamó esta sustancia, la
"nucleína".
Hoy, se conoce como ácido nucleico,
el "AN" en el ADN, (ácido desoxirribonucleico) y, el "AN"
en el ARN, (ácido ribonucleico).
Dos años antes de que esto
sucediera, el monje checo, Gregor Mendel,
había concluido una serie de experimentos con
guisantes.
Sus observaciones, resultarían ser
muy aproximadamente relacionadas al hallazgo de la
nucleína.
Mendel demostró que ciertas
características en los guisantes, tales como son la forma
y el color, eran
heredadas en paquetes diferentes.
Esos mismos paquetes, son los que hoy
conocemos como "genes".
Por mucho tiempo, la
conexión entre el ácido nucleico y los genes
permanecieron desconocidos. Pero, en el 1944, el
científico americano Oswald Avery, fue capaz de de
transmitir la habilidad de causar enfermedades, de una cepa de
bacteria a otra.
Pero, no solamente fue capaz de lograr esa
proeza: las bacterias que
de antes fuesen inofensivas, podían pasar la nueva
capacidad infecciosa a la próxima
generación.
Lo que Avery había estimulado fue el
ácido nucleico. Lo que probó que los genes
están constituidos por este mismo ácido.
Resolviendo el
rompecabezas
A fines del 1940, los miembros de la
comunidad
científica, estaban conscientes del hecho de que el ADN
era, posiblemente, la molécula de la vida. Aunque
existiera algún escepticismo, por ser tan simple en su
estructura.
Los científicos, asimismo
sabían que el ADN incluía cantidades variables de
cuatro bases: adenina, timina, guanina, y citocina (abreviadas
como A, T, G y C).
Lo que nadie, entonces sabía, es
cómo esta molécula estaba estructurada.
Para poder resolver
y ensamblar la estructura elusiva del ADN, cierta
información era necesaria:
Una pieza esencial para resolver el puzle
era que la columna dorsal de fosfato de la molécula,
debía estar afuera, y no dentro de la estructura, con las
bases en el interior de la misma.
La otra era que la molécula formaba
una doble-hélice.
Finalmente, era necesario establecer que
las dos trenzas que constituyen la hélice, corren en
direcciones opuestas, y, que la molécula posee
emparejamiento específico para las bases.
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