- Sobre los
motivos - Sobre el
término - Primera
Cruzada - Segunda
Cruzada - Tercera
Cruzada - Cuarta
Cruzada - Las
cruzadas menores - Guerras
con la calificación de Cruzada en territorio
europeo
El asedio de Antioquía, de una miniatura medieval,
durante la primera cruzada.
Las cruzadas fueron una serie de
campañas militares comúnmente hechas a
petición del Papado, y que tuvieron lugar entre los
siglos XI y XIII, contra
los turcosselyúcidas y sarracenos (llamados
así los musulmanes)
para la reconquista de Tierra
Santa.
Sobre los
motivos
Caballeros de la quinta cruzada llegan al
fuerte de Damietta
Básicamente, parece que fueron motivadas por los
intereses expansionistas de la nobleza feudal, el control del
comercio
con Asia y el
afán hegemónico del papadosobre las
monarquías y las iglesias de Oriente, aunque se declararan
con principio y objeto de recuperar Tierra Santa para los
peregrinos, de los cuales los turcosselyúcidas, una vez
conquistada Jerusalén, abusaban sin piedad.
Posiblemente, las motivaciones de quienes participaban en
ellas fueron muy diversas, aunque en muchos casos se puede
suponer también un verdadero fervor religioso.
Las Cruzadas fueron expediciones emprendidas en cumplimiento
de un solemne voto para liberar los Lugares Santos de la
dominación musulmana. El origen de la palabra se remonta a
la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior
de los que tomaron parte en esas iniciativas.
Sobre el
término
Escritores medievales utilizan los términos crux (pro
cruce transmarina, Estatuto de 1284, citado por Du Cange s.v.
crux), croisement (Joinville), croiserie (Monstrelet), etc. Desde
la Edad Media el
significado de la palabra cruzada se extendió para incluir
a todas las guerras
emprendidas en cumplimiento de un voto y dirigidas contra
infieles, p. ej. contra musulmanes, paganos, herejes, o aquellos
bajo edicto de excomunión.
Las guerras que desde el siglo VIII mantenían
discontinuamente los reinos cristianos
del norte de la Península Ibérica contra el
musulmán Califato de Córdoba, y que la
historiografía conoce como Reconquista, continuaron de
forma igualmente discontinua desde el siglo XI contra
los reinos de taifas, los almorávides y
los almohades, en algunas ocasiones con la
calificación de cruzada otorgada por el Papa,
como en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) o en
su episodio final: la Guerra de
Granada(1482-1492). En el norte de Europa se
organizaron cruzadas contra
los prusianos y lituanos. El exterminio de la
herejía albigense se debió a una cruzada
y, en el siglo XIII, los papas predicaron cruzadas
contra Juan Sin Tierra y Federico II
Hohenstaufen.
Pero la literatura moderna ha
abusado de la palabra aplicándola a todas las guerras de
carácter religioso, como, por ejemplo, la
expedición de Heraclio contra
los persas en el siglo VII y la conquista de
Sajonia por Carlomagno. Nuevamente resonó dicho
término durante la primera mitad del siglo XX, utilizado
por las potencias del Eje o de su círculo de
influencia: la Guerra Civil Española o
la invasión alemana de la URSS, recibieron tal
calificativo por parte de la propaganda
oficial.
Sin embargo, utilizada con un criterio estricto, la idea de la
cruzada corresponde a una concepción política que se dio
sólo en la Cristiandad del siglo XI al XV; suponía
una unión de todos los pueblos y soberanos bajo la
dirección de los papas. Todas las cruzadas
se anunciaron por la predicación. Después de
pronunciar un voto solemne, cada guerrero recibía una cruz
de las manos del Papa o de su legado, y era desde ese momento
considerado como un soldado de la Iglesia. A los
cruzados también se les
concedían indulgencias y privilegios temporales,
tales como exención de la jurisdicción civil,
inviolabilidad de personas o tierras, etc. De todas esas guerras
emprendidas en nombre de la Cristiandad, las más
importantes fueron las Cruzadas Orientales, que son las
tratadas en este artículo.
Antecedentes
Europa y el Mediterráneo en la
época de la primera Cruzada
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