La Carpa sigue
abierta
Hace 11 años durante el gobierno de
Carlos Saúl Menem se
instalaba frente al Congreso Nacional la Carpa Blanca Docente con
el objetivo de
reclamar una nueva ley de Financiamiento
Educativo.
La carpa fue un símbolo de la lucha contra
las políticas
neoliberales de los 90´ y como expresión de una
nueva forma de lucha, potenció una de las mejores
tradiciones del movimiento
sindical: la pelea desde la calle.
Al asumir la presidencia, Menem debió
hacer frente a una economía en crisis con
hiperinflación por lo cual introdujo una
serie de reformas neoliberales para salir del trance
económico. Reformas neoliberales que trajeron consigo las
privatizaciones de varias empresas
estatales.
Se privatizaron los Yacimientos
Petrolíferos Fiscales, Gas del Estado,
Aerolíneas Argentinas, entre otras empresas,
privatizaciones que también afectaron al sector educativo,
a tal punto que se llego a pensar en un sistema
educativo tan polarizado como el país mismo: unos
pocos accediendo a los niveles más altos y la
mayoría a una educación general,
básica, de baja calidad y de
conocimientos generales.
Fue en este marco en el cual la Carpa Blanca
Docente comenzó con sus acciones
frente al Congreso de la nación.
Semanas antes, los docentes de
Neuquén protestaban en la localidad de Cutral Có
por recortes salariales, protesta que fue reprimida
cobrándose la vida de Teresa Rodríguez, una
víctima más de un modelo que
sólo cerraba con represión. Estos hechos
desencadenaron en el paro nacional
y la movilización del 14 de abril de 1997 en repudio a la
represión, convocada por la Confederación
Trabajadores de la Educación de
la
República Argentina (CTERA), movilización que
alcanzo gran masividad y elevo el conflicto
docente a nivel nacional.
Con esto se unificaron las
pequeñas-grandes batallas contra el modelo neoliberal y el
conflicto docente se amplio hasta límites
impensados. A este reclamo se acoplaron otras protestas similares
que venían de años anteriores y que se manifestaron
en cortes de ruta, movilizaciones y marchas que llegaron desde el
interior de las provincias hasta Buenos Aires.
Desde la Carpa Blanca Docente se llevo a cabo una
huelga de
hambre que duro 1003 días y a partir de 1999 se
convirtió en un símbolo del gremialismo docente,
además de crecer su consenso dentro de la sociedad
movilizando a educadores de todas partes del país, que
participaron activamente en las acciones convocadas desde la
carpa
Así mismo fueron instalándose
más "carpas blancas" en las distintas provincias, todas
las carpas con un objetivo en común: una ley de
Financiamiento Educativo que permitiera salir al sector de la
crisis y un aumento al salario
docente.
Frente a estos reclamos surgieron varios proyectos que
intentaron buscar una alternativa al Financiamiento Educativo.
Desde el Ministerio de Economía, en ese momento al mando
de Roque Fernández, se actuó presionando sobre
diputados y senadores para que no se concretara la ley y
finalmente luego de varias negociaciones surgió una
propuesta que incorporaba fondos suficientes para aumentar el
salario docente.
Esta oferta no
convenció demasiado a la CTERA ya que la plata para el
aumento de salarios iba a
provenir de un nuevo impuesto que se
cobraría a los automotores y esto podría traer
problemas
posteriores.
Finalmente en 1999 el Congreso, en el marco de la
ley de Financiamiento Educativo, aprobó la creación
de un fondo de 660 millones con dinero
proveniente del Tesoro Nacional dejando sin efecto el impuesto
automotor anteriormente planteado, y el 30 de diciembre del mismo
año la Carpa Blanca se levanto.
Esto parecía ser el final del conflicto
docente pero sin embargo no fue así. La Ley de
Financiamiento Educativo se planteo como una posible
solución al reclamo docente pero en realidad esta ley se
inscribió en la necesidad del capitalismo
local en el cual la flexibilización laboral, la
perdida de puestos de trabajo, la
desindustrialización y la necesidad de aumentar las
ganancias marcaron los años 90`.
Debido a esto, a principios del
año 2000 comenzó a verse claramente el fracaso de
esta ley y de adaptar la educación a las necesidades del
capitalismo. Los trabajadores de la educación no se
resignaron a sus derechos mientras que los
estudiantes exigen calidad en el aprendizaje y
no se resignan a una educación sin futuro.
Hoy en el 2008, once años después,
cambio el
gobierno pero el conflicto sigue latente. Muchas aulas cerradas y
en la ciudad de Buenos Aires pasa el calendario escolar, los
alumnos no aprenden, mientras que una nueva carpa se levanta
frente al Congreso.
El conflicto docente
según los medios
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