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fisiológica de la mama - Enfermedades benignas de la
mama - Anormalidades del
complejo areola – pezón - Patologías
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mama - Procesos
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la enfermedad benigna de mama - Estrategias del
tratamiento para la enfermedad benigna de
mama - Bibliografía
Anatomía
fisiológica de la mama
La mama está compuesta por un tejido glandular
(secretor) y un tejido adiposo, los cuales están apoyados
en un marco de tejido conectivo fibroso llamado el ligamento de
Cooper. La descripción tradicional de la anatomía de la mama
dice que el tejido glandular consiste en 15 a 20 grandes
lóbulos compuestos por lóbulos con un contenido de
entre 10 a 100 alveolos que son de aproximadamente 0.12 mm de
diámetro. El tamaño de cada lóbulo es
extremadamente variable algunos pueden diferir por 20 a 30 veces
el tamaño. Generalmente se cree que cada lóbulo es
una entidad individual, sin embargo un estudio reciente que crea
reconstrucciones tridimensionales de todo el sistema ductal de
un seno mastectomizado de una mujer de 69
años fue capaz de demostrar dos conexiones entre
lóbulos. Se cree que 15 a 25 conductos drenan el alveolo y
se fusión
en conductos más grandes que eventualmente convergen en un
conducto lactífero principal que se dilata ligeramente
para formar el seno lactífero antes de su estrechamiento
al paso del pezón y su apertura en la superficie de
este.
La distribución heterogénea del tejido
glandular y adiposo en la mama ha obstaculizado una medición de estos tejidos. Sin
embargo se puede hacer un estimado por medio de mamografía
de la tasa de tejido glándula a tejido adiposo la cual es
de 1:1, y está bien documentado que la proporción
de tejido glandular disminuye con la edad avanzada y el
incremento de la talla del seno.
El suministro sanguíneo de la mama está
provisto principalmente por las ramas posterior y medial de la
arteria mamaria interna (60%) y por la rama mamaria lateral de la
arteria torácica lateral (30%) . existen fuentes
menores de irrigación como lo son las arterias
intercostales posteriores y la rama pectoral de la arteria
toracoacromial. El curso de estas arterias no parece estar
asociado con el sistema ductal de la mama.
El drenaje venoso de la mama está dividido en uno
superficial y otro profundo, los cuales están en
conexión por pequeñas venas. Ambos sistemas drenan a
las venas torácicas internas, axilares y cefálicas.
Las venas profundas deben corresponder al recorrido con las
arterias mamarias, mientras que el plexo superficial consiste en
venas subareolares que emergen radialmente del pezón y
drenan a la vena periareolar, que rodea al pezón y conecta
el sistema superficial con el sistema profundo.
Cooper demostró que los nervios intercostales 2 y
6 inervan el tejido mamario, la distribución y curso de
estos nervios es algo complejo y variable. Los nervios anteriores
toman un curso superficial a travez del tejido subcutáneo,
mientras que los nervios laterales viajan profundamente a travez
de la mama. El pezón y la areola están inervados
por las ramas cutáneas anterior y lateral de los nervios
intercostales del 3 al 5 más comúnmente del
4.
Hay dos vías principales por medio de las cuales
la linfa es drenada de la mama. La primera es por los nodos
axilares; la segunda es por los nodos mamarios internos. La
mayoría de la linfa tanto de la porción medial de
la mama como de la lateral es drenada por los nodos axilares
(75%), mientras que los nodos mamarios internos reciben linfa de
la porción profunda de la mama. Sin embargo como es
esperado, hay amplias variaciones con respecto al drenado de
linfa de las mamas, y vías menos comunes han sido
demostradas.
Durante el embarazo
ocurre una extensión y bifurcación del sistema
ductal, junto con un intensificado crecimiento alveolar-lobular
(mamogenesis). El crecimiento de la glándula mamaria
está influenciado pro múltiples hormonas
incluyendo estrógeno, progesterona, prolactina, hormona
del crecimiento, factor de crecimiento epidermoide, factor de
crecimiento de fibroblasto, factor de crecimiento insuline-like.
El crecimiento del tejido glandular se cree es por
invasión del tejido adiposo. Para la mitad del embarazo
existe algún desarrollo
secretor, con calostro presente en los alveolos y en los
conductos. En el último trimestre hay un aumento mayor del
tamaño del lóbulo.
La tasa de crecimiento del seno materno durante el
embarazo se correlaciona con el incremento en la
concentración sanguínea materna de lactogeno
placentario humano lo que sugiere que esta hormona estimula el
crecimiento de la mama en la mujer. Durante
el embarazo el flujo sanguíneo mamario se duplica en
volumen. Este
aumento del flujo es concomitante tanto con el incremento de la
actividad metabólica como con la temperatura
del seno. Esta elevación del flujo sanguíneo
persiste durante la lactancia y
parece declinar a valores
pre-embarazo dos semanas después del destete.
Enfermedades
benignas de la mama
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