Momificación en el Antiguo Egipto: Descripción médico legal dentro de un contexto histórico
- Evolución
de las creencias - Tanatoconservación
cadavérica - El
por qué de la momificación en el Antiguo
Egipto - Fuentes
- El
arte de momificar y los médicos - Técnicas
de momificación - Técnicas
- El
Libro de los Muertos - Momificación
de los animales - Conclusión
- Bibliografía
consultada
"La llanura de Saqqara es el lugar donde
descansan esos cuerpos, la Necrópolis, cementerio del Sur
de Menfis. La parte en que más se encuentran esta cerca de
una hora de la población, nombrada en el día "campo
de momias", aquí y allá se encuentran esparcidos
destrozos de sepulcros, de pequeños vasos de tierra o de
vidrio, de
cabezas y de ídolos; pedazos de ropa desgarrados, con
otros objetos que comprueban las excavaciones de un
sacrílego interés.
Pero es todavía s se penetra en las catacumbas cubiertas
con la arena del desierto. Debajo de la arena se descubren
dilatadas bóvedas en todas las direcciones abiertas en la
roca, a cuyos lados hay nichos para recibir a los cuerpos. Se
baja por unos pozos bastante profundos mediante cuerdas o por
caminos que se han abierto en una pendiente suave. El viajero
entra en esas habitaciones subterráneas y no puede casi
dar un paso sin ver los vestigios de la más odiosa
profanación., es decir, partes considerables de momias,
huesos,
pedazos de sudarios, cuyos multiplicados pliegues
envolvían cadáveres, cintillas, fragmentos de
ataúdes, de materiales que
servían para embalsamar. Es ya difícil en el
día encontrar un sepulcro que no haya sido
profanado"
Independientemente de las excavaciones, descubrimientos
y estudios que se llevan a cabo desde hace más de dos
siglos, existen fuentes
escritas que hacen referencia a la momificación en el
Antiguo Egipto. No
consisten en un tratado sobre cómo realizar la
momificación, no nos ofrecen los pasos a seguir, pero
sí la información valiosa sobre parte de la
técnica utilizada, así como el ritual que se
llevaba a cabo en diferentes momentos de este proceso. Hay
muchas afirmaciones que han sido corroboradas en cuanto al
tema.
Introducción
En los tiempos predinásticos, anteriores al 3.100
a.C., los egipcios enterraban a sus deudos generalmente desnudos,
sin realizar ninguna práctica de momificación, en
fosas excavadas en la arena del desierto del Sahara,
ubicándolos en posición fetal, con los brazos en
flexión sobre el tronco al igual que las piernas, la
cabeza también flexionada y se los depositaba en
decúbito lateral izquierdo. La cabeza era orientada hacia
el sur y la cara mirando hacia el occidente. La salvedad se puede
destacar en Al-Amra y Merimda-Benisalama, donde se ha n
encontrado enterramientos de los primeros tiempos donde los
cadáveres yacían en decúbito lateral
derecho.
La arena caliente y seca del desierto, así como
el cambio en la
temperatura
con respecto a la noche, y el estar aislado de la atmosfera,
permitían su conservación. La insolación
durante el día y la irradiación nocturna permitían la
deshidratación de los tejidos en forma
lenta pero constante.
Al cabo de siglos, algunos de estos cuerpos preservados
en forma natural, aparecían en la superficie de la arena
del desierto, ya sea por actos de vandalismo, por acción
de animales
carroñeros, por los movimientos de los medanos o la
acción de las tormentas de viento, haciéndolos
visibles. Esta aparición pudo originar la creencia de la
vida después de la muerte. Se
desprende de esta sospecha que a raíz de esta creencia, se
habría dado la costumbre de proveer de alimentos, ajuar
funerario y objetos al cadáver para su viaje al Más
Allá. Esto motivó con el correr del tiempo, la
necesidad de obtener mayor espacio para el cadáver y sus
necesidades para la otra vida, dando lugar a la construcción de tumbas en la roca ó
sobre suelo más
firme.
Sin embargo, esto promovió que en
las tumbas existiera mayor contenido de oxigeno y
patógenos que hacían que los cadáveres
entraran en putrefacción fácilmente.
En contraste con la apariencia de los
cadáveres momificados en forma natural, bien desecado y
conservado, hizo que los cuerpos putrefactos de las tumbas
realizadas en la roca, fueran objeto de estudio para la idea de
la posterior momificación artificial egipcia, consiguiendo
mediante métodos
humanos artificiales la mayor conservación del cuerpo,
simulando la momificación natural del
desierto.
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