- Antecedentes
históricos - El federalismo
como una forma de Estado y de gobierno - El presidente
Daza ordenó su muerte - Conclusiones
- Bibliografía
CAPITULO –I-
Antecedentes
históricos
I.- INTRODUCCION
Santa Cruz es una ciudad colonial con plaza principal y
ocho cuadras alrededor. Viven unas 15.000 habitantes, la mitad
son españoles o descendientes, el resto son mestizos,
criollos, cholos (mestizos urbanos), indios y negros, unos dos
centenares. Los cruceños son racialmente homogéneos
y los descendientes de los españoles dominan todas las
capas sociales desde las pobres hasta las ricas. Incluso en el
departamento (las otras dos ciudades son Samaipata y Valle
grande), los indígenas, guaraníes en su mayoría, son tan
solo la mitad de la población, a diferencia del resto del
país.
Santa Cruz vive en una solidaridad
patriarcal donde la propiedad
privada de la tierra no
existe. Sus hacendados gozan de las tierras sin derecho a compra
y venta, siendo sus
propietarios mientras pasta su ganado o madura la
cosecha.
Los cruceños tienen el índice de
alfabetización más grande de Bolivia
[1]uno de cada tres niños
va a la escuela, en La
Paz, uno de cada 68) y tienen varios periódicos
locales.
Gran parte de la población (30 por ciento)
está formada por artesanos, que se hacen llamar los "sin
chaqueta" y ya tienen derechos como votantes.
Santa Cruz, alejada del centro político, se dedica a
proveer de azúcar,
charque y arroz al interior. Los cruceños son, como
decía René Moreno, "hermosos como el sol, pobres
como la luna". y todo está a punto de cambiar para
siempre.
El incremento de los intercambios comerciales y la
victoria del libre mercado (es
decir, la llegada del capitalismo
librecambista) va a provocar graves cataclismos sociales en la
lejana Santa Cruz. El auge económico causa la llegada a la
ciudad de habitantes del altiplano y de pueblos guaraníes.
La lucha de clases, eliminada la "fraternidad provincial",
estalla entre la elite local (ganaderos y dueños de
ingenios azucareros que abren mercados para el
comercio exterior
y quieren conservar sus privilegios en el cabildo) y la plebe
(artesanos y obreros).
Y ahí, en medio de este panorama novedoso, de
crisis, de
malestar popular, cuando no ha muerto lo viejo (la sociedad
tradicional) y no ha nacido lo nuevo, está parado nuestro
personaje, nuestro mártir, Andrés
Ibáñez. No sabe todavía que sus
sueños de igualdad y
justicia
social lo van a llevar prematuramente a la muerte, a
sus 33 años, fusilado cerca de la frontera con
Brasil en un
pueblito llamado San Diego, junto a tres de sus compañeros
Francisco Javier Tueros, Manuel María Prado y Manuel
Valverde.
Ibáñez muere feliz, si cabe semejante
dicha. y le dice a un Tueros arrepentido: "sí, coronel
Tueros, por cierto que ésta es la mayor felicidad con que
la omnipresencia nos va dotando como premio a nuestro iniciado
tema, por cuya brillante lumbrera la posteridad nos
someterá al calendario inmortal, adiós,
adiós".
I,1.-EL FEDERALISMO
sistema de gobierno adoptado
por aquellos estados en los que el poder
político está dividido entre una autoridad
central o nacional y unidades locales autónomas más
pequeñas tales como provincias o estados, por lo general
bajo los términos de una constitución. Un gobierno federal, o
federación, se suele crear mediante la unión
política
de dos o más países anteriormente independientes
bajo un gobierno soberano que en ningún caso se atribuye
los poderes individuales de esos estados. Se diferencia de una
confederación en que ésta es una alianza de
países independientes que mantienen sus respectivas
autonomías, unidos en acciones o
cooperación en asuntos específicos de interés
mutuo. En una nación
federal los actos del gobierno central pueden afectar de modo
directo tanto a los estados miembros como a los ciudadanos
individuales, mientras que en una confederación tales
actos suelen afectar de una forma directa a los países
miembros y sólo por vía indirecta a los
ciudadanos.
Una federación se distingue también de los
llamados sistemas
unitarios, en los que el gobierno central mantiene el poder
principal sobre unidades administrativas que son
prácticamente órganos del gobierno central. Gran
Bretaña, por ejemplo, tiene un sistema unitario
de gobierno parlamentario, y algunos gobiernos aparentemente
federales, notorios regímenes totalitarios con un partido
político único, son en realidad sistemas unitarios.
Hablando en términos generales, las distinciones entre los
gobiernos federales, confederaciones y sistemas unitarios de
gobierno son relativos y difícilmente delimitables. Dentro
de los países que tienen en esencia sistemas federales de
gobierno se incluyen a Estados Unidos,
Canadá, México,
Venezuela,
Argentina, Australia, India,
Malaysia, Suiza y Alemania, cada
uno de ellos con características propias en orden a la
determinación y extensión de facultades y poderes,
en las distintas unidades administrativas que componen el
país.
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