- Membrana
celular - Citoplasma
celular - Núcleo
- Interacción de la
ultraestructura celular - Conclusiones
- Referencias
bibliográficas
Introducción
Todos los organismos vivos están formados por
células. Las formas más simples de
vida son células solitarias u organismos unicelulares. Los
organismos superiores son complejos sistemas
biológicos formados por millones de células y
sustancia intercelular, estas células organizadas forman
los tejidos y
éstos a los órganos en sistemas para formar los
organismos vivos multicelulares. La célula
animal se mantiene viva mientras sea capaz de transformar su
propia materia,
reaccionar ante los estímulos, conservar su propia forma y
cumplir su ciclo vital [1].
La organización biológica, y por lo
tanto, el ordenamiento de sus componentes se generan a
través de un proceso de
creciente complejidad, cuando se analiza en la perspectiva
evolutiva. En el contexto ontogenético, un organismo logra
desarrollarse a través de una secuencia intrincada y
compleja de interacciones que involucran una multiplicidad de
componentes moleculares. Podemos visualizar así a la
estructura
biológica de forma estratificada en diferentes niveles de
interacciones, que van desde interacciones a escala molecular
y entre átomos, a las células y finalmente a
relaciones entre sistemas en un nivel de mayor complejidad.
La
célula viva, estructurada esencialmente por
macromoléculas, moléculas orgánicas
pequeñas y elementos inorgánicos, evidencia su
propia dinámica de interacciones. Un aspecto que
ha sido de interés
para el pensamiento
biológico, es el hecho que cuando este conjunto de
entidades se ensambla en unidades supramoleculares funcionales,
emergen una serie de propiedades en la célula
viva como la de moverse, crecer, dividirse y cambiar de forma
[2].
Una célula necesita de toda su integridad para
que pueda realizar todas estas funciones
inherentes a un organismo vivo, pero a ella deben llegar los
sustratos y cooperar con células vecinas y a veces con
células distantes propias del organismo, por eso es que
debe existir una gran coordinación entre los componentes
celulares e intercelulares para que la célula pueda
realizar las diferentes funciones fisiológicas
[3].
Membrana
celular
La célula viva necesita de la integridad de su
membrana celular, ya que sin ella la vida celular es imposible,
esta define la extensión de la célula y mantiene
las diferencias esenciales entre esta y su entorno. Pero lo
fundamental es que es un filtro altamente selectivo que mantiene
la desigual concentración de iones a ambos lados de ella,
además permite que los nutrientes penetren y los productos
residuales del metabolismo
salgan de la célula, y también sus producciones
pueden ser exportados desde su interior hacia el medio
extracelular y aquí comienza también un trabajo muy
coordinado entre todos los componentes celulares y el medio
extracelular [4].
1.2 Estructura del plasmolema. De
Robertis y De Robertis [5]plantean que la estructura de la
membrana favorece y facilita el intercambio entre el medio
interno y externo de la célula. Los lípidos se
presentan en una doble capa, esta bicapa lipídica
constituye la estructura básica de la membrana y
actúa de barrera relativamente impermeable al flujo de la
mayoría de moléculas hidrosolubles. Las sustancias
liposolubles como el O2, CO2 y el alcohol
atraviesan la capa bilipídica con facilidad, mientras que
los iones, la glucosa y la
urea son hidrosolubles y no atraviesan esa capa porque es
impermeable a esas sustancias. La capa bilipídica es un
líquido y no un sólido, por tanto puede fluir
literalmente porciones de la membrana desde un punto hasta otro a
lo largo de la superficie de la membrana. Las proteínas
u otras sustancias disueltas o que flotan en la bicapa
lipídica difunden a todas las áreas de la membrana
celular. Las proteínas de la membrana se disponen
irregularmente en forma de mosaico, esta disposición
facilita la entrada y salida de sustancia que no lo pueden hacer
mediante la bicapa de lípidos. Las moléculas
proteicas están "disueltas" en la bicapa lipídica y
median las diversas funciones de la membrana, algunas sirven para
el transporte de
moléculas específicas hacia el interior y el
exterior de la célula; otras son enzimas que
catalizan reacciones asociadas a las membranas; finalmente otras
actúan de eslabones estructurales entre el citoesqueleto
de la célula y la matriz
extracelular, o de receptores que reciben y traducen las señales
químicas procedentes del entorno celular.
Debido a la fluidez de la membrana celular, la
mayoría de sus moléculas lipídicas y
proteicas pueden desplazarse con rapidez por el plano de la
membrana; las dos caras de la membrana son diferentes dado
fundamentalmente por las diferentes funciones de ambas
superficies. En la superficie externa, se presentan los hidratos
de carbonos formando el glucocaliz, este hidrato de carbono se
combina con la bicapa lipídica y con las proteínas,
formando las glicoproteínas y los glicolípidos
respectivamente [3].
Citoplasma
celular
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