A continuación se hace una breve descripción de los cuatro temperamentos
básicos, asomando en cada caso algunas de sus
posibilidades profesionales o laborales, así como sus
aspectos positivos o negativos.
Sanguíneo
El sanguíneo es una persona
cálida, vivaz, alegre, que da gusto. Por naturaleza es
receptivo y las impresiones externas se abren camino
fácilmente en su corazón
donde prestamente provoca una respuesta atropellada. Para tomar
sus decisiones predominan más los sentimientos que los
pensamientos reflexivos.
Es un súper extrovertido. Tiene una capacidad
poco común para divertirse y generalmente contagia su
espíritu alegre y divertido. Fascina cuando narra cuentos y su
naturaleza cálida y entusiasta le hace revivir
prácticamente la experiencia que relata.
Nunca le faltan amigos. Su naturaleza ingenua,
espontánea, cordial le abre puertas y corazones. Puede
sentir genuinamente las alegrías y los pesares de las
personas con quien está y tiene la habilidad de hacerle
sentir importante como si se tratase de un amigo muy especial- y
lo es, mientras tenga sus ojos puestos en él, o mientras
sus ojos no se dirijan hacia otra persona con igual
intensidad.
El sanguíneo nunca se encuentra perdido por falta
de palabras, aun cuando con frecuencia habla sin pensar. Su
franca sinceridad, sin embargo, tiene un efecto desarmador sobre
muchos de sus interlocutores, de tal modo que los hace responder
a su humor. Su modo libre de desenvolverse hace que los de
temperamento más tímido lo envidien.
Al sanguíneo le gusta la gente y detesta la
soledad. Nunca se siente mejor que cuando está rodeado de
amigos donde él es el alma de la
fiesta. Tiene un repertorio interminable de cuentos que relata en
forma dramática.
Su modo ruidoso, afable, atropellado, lo hacen parecer
más seguro de lo que
él mismo se siente; pero su energía y su
disposición amable lo ayudan a superar sus problemas en
la vida. La gente suele disculpa sus debilidades diciendo
"Él es así".
Generalmente resultan excelentes vendedores,
sintiéndose muy atraídos hacia esa
profesión. Suelen además ser excelentes actores,
anfitriones, predicadores, locutores, animadores,
políticos, etc.
En cuanto a ayudar a otros se refiere, los
sanguíneos se destacan en tareas hospitalarias. Los
doctores sanguíneos están dotados de una aptitud
especial para acercarse al enfermo al cual lo deja siempre de
buen ánimo como consecuencia de su trato
cautivante.
La enfermera sanguínea evidencia igual grado de
entusiasmo para ayudar a los enfermos, y su radiante sonrisa
cuando entra en la habitación siempre tiene el efecto de
levantar el espíritu. Cualquiera sea la actividad a que se
dedique el sanguíneo, siempre conviene que sea una
actividad que le proporcione mucho contacto con otras
personas.
DEBILIDADES DEL SANGUÍNEO
Indisciplinado y falto de voluntad. La tendencia a ser
indisciplinados y su voluntad débil puede llegar a
destruirlo a menos que sepa vencer estas debilidades. Como son
altamente emocionales tienden a ser "manoseadores".
La voluntad débil y falta de disciplina
hacen que les resulte fácil hacerse deshonestos, falsos y
poco dignos de confianza. Tienden a cometer excesos y a aumentar
de peso y les resulta sumamente difícil mantener una
dieta; en consecuencia es muy normal que un sanguíneo de
treinta años de edad pese quince kilos de más y que
siga aumentando rápidamente.
Inestabilidad emocional. El sanguíneo no sólo es
capaz de llorar por cualquier pretexto, sino que la chispa de ira
puede transformarse en furioso infierno instantáneamente.
Hay algo consolador en su enojo – no guarda rencor. Una
vez que ha desatado su furia se olvida de la cuestión. Los
demás no, pero él sí. Por eso es que
él no tiene úlceras; se las pasa a los
demás.
El egotismo. El sanguíneo lucha constantemente por ser
el centro de la atención. Para él todo el mundo es
un gran escenario y él es el actor principal. Normalmente
él mismo es su personaje favorito.
Un hábito muy sutil del sanguíneo es hacer
referencia a personalidades (proyección), haciendo
hincapié en su relación con la persona.
Inquieto y desorganizado. Los sanguíneos son
tremendamente desorganizados y siempre están en movimiento.
Raras veces planifican por anticipado; generalmente aceptan las
cosas a medida que se le presentan. Son felices buena parte del
tiempo porque
raramente vuelven la mirada hacia atrás (y en consecuencia
no se benefician de los errores pasados), y raras veces miran
hacia delante.
Donde quiera que viva o trabaje las cosas se encuentran en un
desastroso estado de
desarreglo. No consigue las herramientas,
y las llaves constituyen su ruina- invariablemente se le pierden.
Dado su ego, generalmente es exigente para vestirse, pero si sus
amigos vieran la habitación donde se vistió
pensarían que alguien ha sido víctima de una
explosión.
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