- Introducción
Aspectos socio–culturales del embarazo y la
alimentación
Calorías básicas
Tabla de peso en la mujer no embarazada
Gasto calórico normal y en el
embarazo
Alimentación antes del embarazo
Aumento de peso durante el embarazo
Alimentación del futuro bebé y de su
madre
Conclusiones
Alimentación en la puérpera
Algunos trastornos alimenticios en el
embarazo
Embarazo y obesidad
Alimentos que deben evitarse durante el
embarazo- Apéndice
Bibliografía
Prólogo
Es para mí, motivo de satisfacción
presentar la 2ª Edición
corregida, actualizada y ampliada de la obra del Dr. Ernesto E.
Villalba Supka, en la que vuelca su experiencia adquirida en
mucho tiempo de
práctica en Ginecología y Obstetricia primero y
luego en la Nutrición.
En ella podrá encontrar la embarazada una
guía de normas y
hábitos que serán beneficiosos para ella y para su
hijo, tanto en la vida intraútero como en el desarrollo del
niño post-parto.
Escrito de una manera sencilla y clara, es su lectura amena,
interesante y de fácil comprensión, lo que unido a
la capacidad de síntesis
de su autor, hacen de esta obra un elemento imprescindible para
la gestante.
Dr. José Luis Fernández Bonas
Introducción
Durante los años en que atendí a
embarazadas en consultorios de mi Hospital, en Clínicas y
en otros centros, ocurría sistemáticamente lo
mismo: hacíamos el control periódico
correspondiente y cuando llegaba el momento de la balanza era un
problema para todos: el control de peso y la alimentación correcta
para la embarazada y para su bebé.
Hoy, casi en los umbrales del siglo XXI y cuando pasaron
ya treinta y cinco años de esa experiencia, tuve una
inquietud y recorrí hospitales, algunos consultorios
privados, además de tomarme el atrevimiento de preguntar a
las pacientes que estuvieron embarazadas si les confeccionaban
menúes o les daban algún tipo de orientación
nutricional. Descubrí con asombro que el problema
continúa: ni los médicos obstetras tienen una
guía de alimentación para las embarazadas y su
bebé, ni las embarazadas tienen orientación para
alimentarse correctamente ellas y su bebé.
Cuando una nueva vida se encuentra en
gestación, es necesario tomar conciencia de que
los cuidados que deben brindársele comienzan en el mismo
momento en el que nos enteramos de ese maravilloso milagro de la
naturaleza. No
sólo la madre debe asegurarse, conjuntamente con el
seguimiento de su médico, de estar haciendo lo adecuado
para que ese pequeño brote de vida crezca sano y vigoroso,
sino que deben tomarse en cuenta las situaciones previas al
embarazo y
debe existir un compromiso de la pareja como un vínculo
unitario responsable de esa nueva vida. Pero no debe olvidarse
que el momento de empezar la correcta alimentación de
su hijo es varios años antes de que nazca ya que el
embarazo y, en especial, el parto, constituyen dos instancias
culminantes en la vida de una mujer.
Con la llegada de la medicina
moderna se le ha prestado una especial atención a la alimentación de
la mujer
embarazada. En la actualidad es indudable el aumento del interés
por parte del médico obstetra y de la embarazada en todo
lo relacionado con la nutrición antes y durante los
períodos de gestación y de lactancia.
El objetivo:
lograr que la futura madre aprenda qué nutrientes son
indispensables para el desarrollo saludable de su
bebé.
Aumentar de peso durante el embarazo es diferente a
engordar. Aumentar significa comer con calidad, ciertos
y determinados alimentos.
Engordar es comer en cantidad cualquier alimento y depositar
grasas en el
cuerpo sin ningún valor
alimenticio.
Es necesario que la pareja se relacione con el
médico obstetra y una nutricionista de un modo
directo y estableciendo lazos de confianza y de responsabilidad mutuas que garanticen una
nutrición adecuada, tanto para la madre como para el
bebé.
El cuerpo de la mujer se torna extraño para ella
misma, se vuelve mucho más que un cuerpo: es el sitio
en el que una nueva vida se está formando. Durante
nueve meses el niño crece a una velocidad que
no podrá igualar en el resto de su vida: a partir del
segundo mes, crece 167,5 veces hasta el final de la
gestación. Pensando de éste modo, ningún
cuidado es excesivo y tanto el padre como el médico deben
acompañar a la mujer en ese momento de cambios, con
delicadeza y una orientación y compañía
oportunas que le brinden a la futura madre un marco de seguridad en el
que pueda sentirse entendida y contenida con todas sus dudas,
temores, expectativas. Sin dejar de ningún modo que los
cuidados –imprescindibles- empañen o entorpezcan el
sentimiento que debe primar por sobre todo lo demás: la
alegría y la maravilla de estar alimentando una nueva vida
que tomará después rumbo propio, existencia
propia.
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