- El
Alma - El canto del
rio - Un
corazón humilde - La
justicia - Mensaje a la
juventud - La brevedad
de la vida - La
enseñanza de la carreta - Jamás
perdamos la esperanza - "Lo
único constante en la vida es el cambio" - La serpiente
y la luciérnaga - La voz del
corazón - El
sermón de la montaña - El
señor es mi pastor
Presentación
Una de las tareas que tenemos los hombres, es cultivar nuestra
alma, llevar
una vida ejemplar, respetando las buenas costumbres, forjando
esperanza y siendo referentes a seguir, especialmente para los
jóvenes.
En esa dinámica, a través de este trabajo, me he
permitido traer al lector, mensajes de personajes ilustres,
así como, interesantes historias, muchas de las cuales
seguramente son conocidas por ustedes. A mi modesto entender,
estas historias además de ser bonitas, encierran una gran
enseñanza que jamás debemos
olvidar.
Que duda cabe, que el camino de la vida es dura, este pone a
prueba la fuerza del
carácter, los pecados capitales nos
merodean. La oscuridad de la ignorancia pretende atraparnos en su
frio manto, mas la muerte con
su aliento mundano nos llena de fantasmas. Las
cuitas, la envidia, la hipocresía y el egoísmo
aportan lo suyo para que la desorientación sea total.
Más la superstición pretende que reemplacemos el
esfuerzo por el azar de la buena suerte.
Solo con trabajo honesto y perseverante, alcanzaremos el
éxito y
el sueño dorado, que es alcanzar la felicidad, para
compartirla con nuestros seres queridos y con todos los que nos
rodean. Tengamos en cuenta, que los verdaderos tesoros,
están en nuestros corazones y en nuestras mentes,
allí albergamos el amor y la
inteligencia,
que en combinación constituyen la sabiduría. Seamos
sabios y humildes para ir al encuentro del alma.
Al encontrar nuestra alma, busquemos su paz. Porque " si
pierdes tu fortuna no te preocupes, si pierdes la salud empieza a preocuparte,
pero si pierdes la paz del alma entonces preocúpate".
Mesías
El Alma
"De acuerdo con muchas tradiciones religiosas y
filosóficas, el alma se encuentra en los seres vivos,
gracias a la cual estos tienen una determinada identidad.
De acuerdo a la tradición cristiana, el
alma es una de las tres entidades del ser humano. En el alma se
hallan los instintos, sentimientos y emociones del
hombre. El
alma es más sensible que el cuerpo, ya que está en
un grado mucho mayor. El alma es la reguladora entre el
espíritu más y el menos del cuerpo. El alma es la
conciencia del
hombre".
Bajo esa visión la tarea que tenemos es
encontrarnos con nosotros mismos, con nuestro altar privado que
es nuestra conciencia.
El canto del
rio
Mis primeros pasos los di en Colasay, un hermoso pueblecito,
adonde mi bisabuelo don Domingo Guevara junto a mi bisabuela
doña Bernardina Olano, llegaron de Chota y Cutervo a fines
del siglo XIX, en busca de un mejor porvenir.
Crecí corriendo por sus hermosos parajes, respirando
aire puro,
tomando leche fresca,
comiendo fruta sana, aun recuerdo las hermosas flores como la
cuna del niño, verbenas y rosas, que
habían en su parque donde también se lucía
su glorieta de madera,
además del cabildo y de la iglesia. En
los huertos habían chirimoyas grandes y dulces,
granadillas jugosas, mísperos, Guayabas, naranjas, limas,
guabas y limas reales.
Igual fue en Jaén donde mi padre y mi madre eran
profesores de secundaria y primaria respectivamente, allí
estudié la primaria, los días eran alegres. Cada
día al ir de mi casa a la escuelita adventista, pasaba por
huertos, chacras de cacao hoy convertidas en calles transitadas
por moto taxistas, autos y
camiones. En esa oportunidad, era agradable caminar por el
pequeño bosque, escuchar el trinar de las aves, ver los
verdes piñones, las nonas, ver una que otra
comadreja, un escurridizo mono cacahuero, o un
camaleón que cambia de color buscando
mimetizarse en los árboles. Se caminaba con cuidado para no
ser tocados por la ponzoñosa ortiga.
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