Recreación de "Entrevista con
Dios" –publicada en Internet el 06 de marzo de
este año-, realizada por Mayela RUIZ MURILLO, Responsable
de Gabinete de Búsqueda, San José, Costa Rica,
1.998
Preámbulo:
Un buen día empezó a sucederme… me di
cuenta que habían algunos pensamientos que se estaban
manifestando, me daba cuenta que estaba realizando. Ejemplo:
Miré un edificio, lo imaginé pintado así y
reconstruido asá y no pasó mucho tiempo cuando
estuvo hecho tal como si yo hubiera dirigido la obra
personalmente y así muchas "coincidencias" por el estilo.
Este es un ejemplo más de lo que les estoy contando y fue
que me llegó por el correo
electrónico un pequeño mensaje titulado
"Entrevista con
Dios", me gustó un solo párrafo
y es el que narra por qué Dios se divierte con nosotros.
Lo tomé le quité y le puse un par de cositas
más pero no pasaba de tres páginas y lo
envié de nuevo. Pasados unos días me regresó
nuevamente, como si nunca lo hubiera visto, pero era el que yo
había re-elaborado y otra vez lo recrié, pero esta
vez alcanzó a doce páginas… como era tan grande
no lo envié por el correo electrónico sino que lo
imprimí y lo di a leer a unas amigas. Les gustó lo
que decía y como en esos días se estaba dando una
polémica sobre el Congreso de homosexuales en Costa Rica,
me sugirieron tratarlo y algunos otros temas más, tales
como la reencarnación, los ángeles, los milagros,
el sufrimiento, etc. Desde entonces han surgido muchas
incógnitas las que he ido respondiendo poco a poco.
Dejé o solté el escrito alrededor de las
veinticinco páginas y luego se lo di a leer a un
compañero que además de pensante es escritor nato.
En esos mismos días… fui a ver una película que
trata el tema de los ángeles a un centro comercial y
estando allí visité una librería… y me
sucedió de nuevo: Neale DONALD WALSCH lo había
hecho y en serio!, hay dos libros
escritos por él que se titulan "Conversaciones con Dios"
¡ y éste si que es en verdad un dialogo largo !
Los vi y me quedé bocabierta… son tan semejantes que hay
incluso algunas preguntas-respuestas que casi se podría
decir que es copia… Incluso, el lenguaje
utilizado en ambos -en el Neale y el mio- es similar, tanto
así como los conceptos y la forma de entablar el diálogo
–Dios en castellano de
Castilla y el interlocutor humano en castellano de América-. ¡Qué gusto me da
cuando cosas como éstas me suceden! Amén. Tiempo
atrás cuando algo semejante me ocurría, dejaba de
lado lo que estaba haciendo -por temor de que alguien pudiera
pensar que yo estaba plagiando-; ahora los años de la
madurez me están enseñando que ésto no es
privativo para mi, sino que sucede todos los días y a
muchas personas –sólo que algunas no se dan por
enteradas-.
Por lo menos la primera página se conserva bastante
aproximada al original que recibí por el correo, luego hay
algunas que algunos conocerán porque lo hice circular con
lo menos tres páginas más, las demás han
surgido después y no es sino mis amigos de por aquí
quienes sí las conocen -porque vieron esta primera
impresión-. Por lo demás, solo me resta confesarles
que cuando lo he leído -para introducir alguna otra idea-,
me parece cada vez más estupendo y muy pero que muy
interesante… Ya lo verán. No les miento si les digo que
parece ser una auténtica conversación con El Padre,
grabada y luego transcrita… tanto eso es así que ni
puedo reconocer ahí mi intelecto funcionando. Esto que les
narro, no es ninguna tontería -y además me
sucedió a mi y eso me lo tomo en serio- y es por ello que
los invito a que no se lo pierdan.
Bueno, sin más preámbulo el diálogo
dice así:
Mas bien con hastío o tal vez sea cansancio, la
sensación es más bien de des-ubicación o
quizá Sra. la soledad dentro del bullicio cotidiano. Esto
lo experimenté a cualquier hora de un día
común y corriente, con la mirada perdida en la nada, la
mente abierta por saber y el espíritu ansioso por algo
más… y grité con la voz callada:
¡Hola!… ¿hay alguien ahí?
Ven –respondió de inmediato-,
¿así que quieres hablarme…?
Bueno –respondí sin saber aun quien era-, si
es que tienes tiempo…
¿Tiempo? en el contexto de la eternidad el tiempo
no existe. Dime ¿ de qué quieres que
conversemos?
Señor –al instante me di cuenta que era Dios
mismo en persona porque mencionó la eternidad-
¿La eternidad?, ¡te envidio!…
Cuando el tiempo se te acabe sabrás lo que es la
eternidad! –interrumpió-. Se que tienes muchas
preguntas para mi. A ver ¿qué es lo que me
preguntarás?
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