- Diseño
de la investigación - Marco
teórico - Solución
del problema - Análisis
de los resultados y elaboración del informe o reporte de
investigación: - Referencias
bibliográficas
RESUMEN
La Metodología de la
Investigación Experimental no es un dogma, mucho menos
una difícil tarea que necesariamente haya que realizar en
toda investigación; sino que la misma,
constituye una utilísima herramienta de trabajo que
permite ver con claridad el problema, y como buscar, de una forma
ordenada, la solución del mismo. El problema existe
independientemente posea o no solución; no se fabrica,
solo existe. La Metodología de la Investigación
Experimental es totalmente dialéctica, pues obliga a
pensar y desentrañar la relación causa –
efecto de un fenómeno; y en consecuencia, a actuar.
Con frecuencia se observa en algunos investigadores noveles la
dificultad en concebir un correcto diseño
de su investigación. Se observa en diplomantes,
estudiantes de cursos de maestría y en algunos
especialistas que enfrentan un problema de investigación,
reales dificultades en la conceptualización clara del
problema, de la hipótesis y el manejo de las variables; de
la relación directa que existe entre las variables de la
hipótesis y el
diseño experimental; así como en la
concepción y elaboración del marco
teórico, entre las principales dificultades. En
innumerables casos, llegar a establecer y delimitar la estrecha
relación que existe entre: Situación
problémica –Problema –Objeto –Campo
–Objetivos
-Hipótesis, se convierte en un gran "problema" de
difícil solución para algunos investigadores.
Todo trabajo o proyecto de
investigación tiene cuatro momentos
esenciales:
I.- Diseño
de la Investigación:
Parte de una idea, para darle solución a un problema.
Este problema puede estar situado en cualquier parte:
fábrica, escuela, universidad,
instituto de investigación, etc. Es un problema que de
forma directa o indirectamente siempre estará situado en
el contexto social.
Durante la elaboración del diseño de la
investigación se comienza con la descripción de tantas aristas como puedan
percibirse en el problema: necesidad de hallar una
solución, impacto económico, técnico,
tecnológico, científico, etc, que posee el mismo y
su posible solución. Este conjunto de
características dan como resultado la formulación
del problema. Aquí podría decirse, citando métodos
empleados, (utilizados desde la propia formulación del
problema) que se partió del método
histórico – permitió una sucesión
cronológica en el
conocimiento secuencial del objeto-; que también fue
empleado el método inducción–deducción para llegar al problema
científico, partiendo de la situación
problémica, antes citada y; podría decirse
además, que en este aspecto también fue valido la
utilización del método análisis y síntesis,
ya que, indiscutiblemente, se tienen en cuenta todas las aristas
del fenómeno, en su análisis introductorio de la
situación problémica, hasta resumirlo como
expresión de problema científico; pero este
aspecto, de los métodos empleados, puede quedar para otro
análisis.
Bien!, ha quedado establecido el problema, ha sido enunciado;
ahora debe precisarse el objeto y el campo de acción
dentro de este proceso de
afinación y estructuración de la
investigación.
Existe una correspondencia biunívoca entre el objeto y
campo, entre el macro y el microuniverso que representan (Un
objeto no tiene que ser necesariamente un ente físico,
como muchos creen, sino que el mismo puede ser una
fórmula, un modelo, un
software, etc).
Inclusive, de acuerdo a los objetivos programados, un campo de
acción puede convertirse en objeto, que a su vez
contendrá uno o más campos de acción. Un
solo ejemplo puede llegar a ilustrar lo anterior. Tomemos una
máquina cosechadora como objeto de investigación e
investiguemos en su sección receptora (éste
será el campo de acción), pero si tomamos este
último como objeto de investigación, el campo puede
ser el estudio de los cuchillas de los discos de corte.
Otro aspecto de medular importancia durante este proceso es
fijar el objetivo
principal de la investigación; siempre será
recomendable enunciar un solo objetivo principal, pues de lo
contrario, se correría el riesgo de estar
llevando a cabo dos o más investigaciones
en paralelo, encareciendose ésta y no profundizando
consecuentemente en la dirección principal. Puntualizar, a
continuación, los objetivos específicos conlleva a
un grado mayor de precisión; pues todo funcionaria como
una integral por partes. El objetivo debe responder a la
pregunta: ¿Qué?; no es recomendable, dentro de su
enunciado, que se responda el ¿Cómo?, pues el mismo
puede estar comprometiendo la hipótesis del trabajo, la
estaría condicionando indirectamente.
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