- Consumo
de conejo en personas con requerimientos
especiales - Consumo
de conejo en dietas de deportistas - Consumo
de conejo en determinados grupos poblacionales - Propiedades
nutricionales de la carne de conejo - Razones
para consumir carne de conejo dentro de una dieta variada y
equilibrada - Composición
nutricional de la carne de conejo - Recetas
elaboradas con carne de conejo
Valor y calidad
nutricional de la carne de conejo
Cada vez más somos testigos de la importancia que los
profesionales de la salud y expertos en nutrición otorgan a
la Dieta Mediterránea. Una alimentación
saludable es el pilar básico sobre el que se sustenta
nuestro día a día. Hacer que esa
alimentación se componga de todos los nutrientes que
nuestro cuerpo necesita es tarea personal, por
ello es fundamental ser consciente de las propiedades
nutricionales que nos aporta cada alimento, en concreto una
carne magra como la carne de conejo.
La Dieta Mediterránea es aquella en la que abundan los
alimentos de
origen vegetal, aprovechando los de temporada, frutos secos,
legumbres, carnes magras, pescado, huevos, leche y
lácteos, y cantidades moderadas de vino y
cerveza,
utilizando como aceite de
cocinado y uso en crudo, el aceite de oliva. Todo ello
acompañado de un consumo bajo
de grasas
saturadas.
No obstante, es fundamental la variedad y cantidad de cada
alimento que se consume y su modo de preparado, englobado dentro
de unos hábitos saludables entre los que destaca una
actividad física
regular. La conjugación de dichos alimentos son los que
dan un valor
saludable al total de la dieta.
En la Dieta Mediterránea es imprescindible el uso del
aceite de oliva como principal grasa de adición. Es
esencial tomar alimentos vegetales a diario y en abundancia, como
frutas frescas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos, y
sobre todo es fundamental tomar verduras crudas a diario, a
través de ensaladas.
La fruta fresca debe ser el postre de elección, sin
embargo, en ocasiones especiales puede optarse por dulces
caseros. El pan, la pasta, el arroz y sobre todo sus variedades
integrales son
parte de la dieta diaria. Hay que aprovechar los alimentos de
temporada y locales, dado que son los más fáciles
de encontrar con una gran calidad. El
consumo de lácteos debe ser diario, integrando en el
menú yogures y quesos.
El agua es
fundamental, debe tomarse en abundancia, en cantidades que ronden
el 1´5 ó 2 litros. Además del agua, el vino y
la cerveza son parte de la Dieta Mediterránea, y pueden
consumirlo los adultos sanos durante las comidas con
moderación, una copa en mujeres y dos hombres.
La carne de elección debe ser preferiblemente magra,
como las aves, el lomo
de cerdo o el conejo, alternando su consumo con los huevos y
el pescado.
Estudios sobre la calidad nutricional de la carne de conejo
han demostrado su idoneidad como componente de una dieta sana,
variada y equilibrada. Entre las múltiples propiedades de
la carne de conejo destaca por ser una de las carnes con menor
contenido en grasa, lo que la convierte en un alimento
especial adecuado para personas con obesidad,
sobrepeso y dislipemias, al mismo tiempo que es
muy recomendable para determinadas etapas clave del desarrollo,
como la infancia y
adolescencia.
Consumo de conejo
en personas con requerimientos especiales
La carne de conejo además aporta una alta
densidad en
proteínas, un contenido moderado en grasa,
y un porcentaje del 62,13% de ácidos
grasos mono y polinsaturados. Estas propiedades la convierten
en idónea para incluirla dentro de la dieta de toda la
población.
a) Prevención de la obesidad y el
sobrepeso: La obesidad es un factor de riesgo para el
desarrollo de enfermedades crónicas de gran
prevalencia, lo que ha llevado a la Organización
Mundial de la Salud (OMS) a definirla como la epidemia del
siglo XXI. Se trata de un trastorno metabólico
crónico caracterizado por la presencia de un balance
energético a lo largo del tiempo, que conduce a un
depósito graso excesivo con respecto al considerado
como normal. En España, según datos del informe
de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad
de 2007, el 39,2% de la población adulta tiene
sobrepeso, y el 15,5% presentan obesidad. En edad infantil,
según el estudio Perseo de 2009, el 19,8% de los
niños y el 15% de las niñas presenta obesidad.
Es decir, casi 2 de cada 10 niños analizados y 3 de
cada 20 niñas son obesos. Otro estudio realizado en
Junio de 2009 por el Programa Thao-Salud Infantil en alumnos
entre los 3 y los 12 años demuestra que el 25% de los
escolares que estudian en colegios públicos presentan
problemas de sobrepeso y obesidad, mientras que la cifra en
centros concertados desciende al 21% y en centros privados a
un 15%.
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