La contaminación visual en Ciudad Bolívar (Estado Bolívar, Venezuela) (página 2)
Problemas ecológicos (se rompe el equilibrio
ecológico cuando, por ejemplo, algunas especies de
animales se
alejan)
Impedimentos del libre tránsito
La estética se ve afectada
Desmejoramiento panorámico (obstáculos en el
campo visual)
Según Cuadrado (2006), las grandes ciudades se han
convertido en territorios ocupados por las instituciones
públicas y las grandes empresas que se
han lanzado a una enloquecida lucha por situar su mensaje por
encima de cualquier otro. La sobrecarga de estímulos
visuales sin límites,
ha deteriorado sensiblemente la vida en el medio urbano. El
negocio de la
contaminación visual se agrava cuando los productos que
se anuncian son perjudiciales para la salud, como es el caso del
tabaco y el
alcohol.
Distribución de la
contaminación visual en Ciudad
Bolívar
Casco Histórico
A diferencia de una gran mayoría de cascos o centros
históricos de las ciudades venezolanas, en el de Ciudad
Bolívar,
la contaminación visual no es tan intensa como
en otros sitios de la ciudad, y esto se debe a diversos factores
como la topografía inclinada (se trata de una
colina de unos 50 metros de desnivel) y a la estrechez de las
calles, lo cual dificulta hasta cierto punto el acceso de
vehículos. Por otra parte, en un clima tropical
cuyas temperaturas medias diurnas superan los 30 ºC, los
peatones no son muy dados a circular por superficies inclinadas.
Por tales motivos, esta zona de la ciudad no ha sido tan
intensamente afectada por las actividades comerciales en
comparación a las partes bajas adyacentes, de calles o
avenidas más anchas, situadas en terrenos planos, por
donde circulan con más intensidad vehículos y
peatones. Sin embargo, muy a pesar de que el Casco
Histórico posee una serie de reglamentos que limitan los
usos, se pueden observar algunos elementos que distorsionan o
deterioran la estética del paisaje urbano; entre ellos
figuran las torres de telecomunicaciones, mucho más altas que la
torre de la catedral (Fig. 2). Estas antenas
están ubicadas de forma dispersa en el tope de la colina y
a la vista de cualesquier observador, lo cual empobrece la
originalidad arquitectónica del sector. La magnitud de las
torres de antenas compite con la vistosidad de la torre de la
catedral. También, como otros contaminantes visuales,
figuran los tendidos eléctricos, las vallas publicitarias
de las autoridades oficiales y algunas viviendas en mal estado.
Fig. 2. Vista parcial del Casco
Histórico de Ciudad Bolívar. Obsérvense al
fondo las antenas y postes distorsionando la fisonomía del
paisaje (foto del autor).
Áreas comerciales
Hacia los bordes norte y este del Casco Histórico se
concentra buena parte de las actividades comerciales de la
capital del
estado Bolívar. Los comercios consisten en ventas de
múltiples artículos como: ropa, calzado, artefactos
eléctricos, jugueterías, restaurantes, bancos, etc.
Dentro de las formas de contaminación visual se destacan:
los kioscos que obstaculizan el tránsito de peatones por
las aceras o, si no, entorpecen el tránsito vehicular a
causa de que invaden parte de las calzadas; la recarga de avisos
en las fachadas de los negocios;
vallas de diversos tamaños en la orilla de las calles
(Fig. 3); los taponamientos en la circulación de
vehículos; la producción y acumulación de basura; y el
amontonamiento o hacinamiento de personas en los sitios tanto
públicos como privados. Estos aspectos se asocian a la vez
con otros problemas
ambientales como la contaminación del aire (malos olores a
causa de la basura) y
contaminación sónica, gracias a las
ventas de discos compactos, o a que algunos comercios hacen
estruendosas campañas de promoción en sus entradas.
Fig. 3. Exceso de vallas publicitarias en la
avenida República (foto del autor).
Las áreas comerciales suelen atraer a personas de baja
condición humana, que le dan un aspecto deprimente al
paisaje urbano. Al respecto, el centro de Ciudad Bolívar
no escapa a escenas que perturban el ánimo de los
transeúntes, como son: la presencia frecuente de
indigentes, enfermos mentales, alcohólicos,
indígenas limosneros, prostitutas y malhechores. Los
viernes por la tarde o durante los fines de semana, suelen
aglomerarse grandes grupos de
personas al frente de las licorerías, lo cual les crea
incomodidades a los vecinos. Las botellas abandonadas por los
consumidores de alcohol en las aceras o a mitad de las calles son
fuentes de
pinchazos peligrosos en las ruedas de los vehículos.
El caso más patético de contaminación
visual del paisaje a causa de vendedores informales se tiene en
el llamado mercado El
Corito, ubicado hacia el sur de la ciudad, donde cada
mañana se colocan los buhoneros, uno al lado del otro, en
múltiples puestos de ventas improvisados. Estos consisten
en un toldo o una sombrilla de playa que recubre a una mesa
portátil. Aquí se vende cualquier tipo de
mercancía: verduras, frutas, pescado, carne de res, etc.
Se destaca el hecho de que al lado de una de estas
carnicerías o ventas de comida rápida, puede haber
una barbería o peluquería también al
aire libre. Esta
aglomeración de buhoneros se extiende a lo largo de unos
300 metros de la avenida España.
Los kioscos ocupan la isla central de la avenida y las aceras,
haciendo que el tráfico automotor funcione a duras penas
en esa vía de alta circulación. El impacto ambiental
de este mercado no es solamente visual, ya que también
crea una fuerte contaminación por generación de
desechos sólidos, además de que la falta de
higiene en los
productos atenta contra la salud de los consumidores (Moreno et
al, 2008). El mercado popular El Corito es quizás el
único mercado en el mundo que ocupa la isla de una avenida
de alta circulación de vehículos (Fig. 4).
Fig. 4. Mercado popular El Corito:
aglomeración de buhoneros obstruyendo la
circulación de personas y vehículos (foto del
autor).
El mercado Periférico es un tanto similar al caso
anterior, donde suelen acumularse grandes volúmenes de
desechos sólidos que el servicio de
aseo urbano de la ciudad tarda en desalojar; como consecuencia,
se generan plagas y malos olores. A esta situación se le
suman los constantes escapes de aguas negras que fluyen por las
calles y arruinan el asfaltado de dicha zona comercial.
Además de los vendedores legales del mercado
Periférico, abundan en mayor medida los vendedores
informales, quienes se han apoderado de las calles y aceras,
entorpeciendo la circulación de personas y
vehículos (Mora, 2007).
Zonas residenciales
La contaminación visual en las zonas residenciales se
hace patente de diversas maneras, sobre todo si se trata de
sectores informales o barrios. En los últimos años
se han hecho muy frecuentes las llamadas invasiones de terrenos
(Argüello, 2004), lo cual significa que las personas ocupan
para sí aquellos terrenos que no tienen ninguna
utilización (baldíos), sean públicos o
privados. En estos casos, se crean extensas rancherías que
suelen permanecer en condiciones paupérrimas a lo largo de
tiempos prolongados, ya que a las autoridades competentes se les
hace muy costoso proveerlas de los servicios
básicos a corto plazo. De allí que han surgido
extensos sectores invadidos como el del Hipódromo Viejo y
el del barrio 4 de Febrero (Fig. 5). Sin embargo, en muchos casos
las viviendas van mejorando de aspecto, pero muchas se mantienen
en malas condiciones, sin servicios básicos y al lado de
calles de tierra. En las
épocas de sequía (cerca de seis meses de
duración) las calles de tierra son fuente de nubes de
polvo que afectan la salud y pueden dañar los aparatos
eléctricos; mientras que en la época de lluvias,
dichas calles se convierten en vías de fango y criaderos
de mosquitos. A esta situación se le asocian otros
problemas de
contaminación como la acumulación de basura y la
consiguiente proliferación de plagas nocivas para la
salud; es de destacar el hecho de que los habitantes de la
urbanización La Paragua (conjunto de edificios de
apartamentos modestos), viven constantemente afectados por la
incursión de ratas en sus viviendas.
Fig. 5. Imagen de
satélite mostrando una ranchería debida a
invasiones de terrenos baldíos en el flanco oeste de
Ciudad Bolívar (Fuente: Googleearth, 2008).
A pesar de que la Ciudad posee grandes extensiones de terreno
plano, algunas veces se ha permitido la innecesaria construcción de edificaciones muy altas,
como es el caso de las residencias Marhuanta, donde se aglomeran
varios bloques de hasta 11 pisos de altura; los cuales hacen las
veces de obstáculos que desmejoran la panorámica y
perturban la libre circulación del viento.
Cierta proporción de las áreas residenciales,
particularmente las de las clases más pudientes, exhiben
atractivas fachadas; unas en mayor grado que otras. Sin embargo,
en la panorámica que las envuelve hay algunos elementos
que distorsionan el paisaje, como son los tendidos
eléctricos, antenas parabólicas obsoletas, baches
inmensos en las calles, etc. Buena parte de los modernos
desarrollos residenciales (townhouses), apenas pueden
contemplarse desde afuera, debido a que se les ha cercado con
altos paredones, espesos enrejados y alambradas
eléctricas, como defensas ante el embate de la delincuencia.
En ciertas circunstancias, en medio de un vecindario suelen
localizarse de forma incompatible ventas de licores o talleres de
reparación de vehículos.
Los ríos contaminados
Hay elementos del medio natural que se observan seriamente
afectados, tal es el caso de las arterias fluviales que surcan el
espacio físico de Ciudad Bolívar. El río San
Rafael es una especie de cloaca al aire libre por donde fluyen
aguas negras y malolientes. La ignorancia de muchas personas hace
que los ríos de esta ciudad sean también especies
de basureros. Peor aún, las aguas servidas caen libremente
sobre el río Orinoco en el borde norte. E, igualmente, a
muchas personas inconscientes se les ocurre botar la basura en el
cauce del Orinoco. Por lo general, desde el parque ubicado a las
orillas de dicho río se observan desechos lanzados por las
mismas personas que pasean por allí. Es común
observar envases de refresco, botellas de cerveza, bolsas
de golosinas, etc.
Conclusiones
1. El Casco Histórico de Ciudad Bolívar
es un caso anómalo en cuanto a una baja o moderada
concentración de actividades comerciales contaminantes
del paisaje; sin embargo, las exigencias de
comunicación del mundo moderno, han dado lugar a la
instalación de elementos que no armonizan con el
paisaje (torres de antenas).2. El comercio es la causa más importante de
contaminación visual del paisaje; las vallas
publicitarias gigantescas y la acumulación de basura
son parte de los efectos negativos de dichas actividades. El
comercio informal se impone en diversos sitios importantes de
la ciudad, acarreando problemas como la obstrucción en
el tránsito tanto de peatones como de
vehículos.3. El auge de las invasiones de terrenos en los
últimos años ha exacerbado el problema de la
contaminación visual gracias a aspectos como:
viviendas de mala estructura (ranchos) en áreas
carentes de servicios básicos.4. La falta de plantas de tratamiento de aguas
servidas están convirtiendo a los ríos
adyacentes en corrientes de aguas putrefactas. Además,
la falta de consciencia de la ciudadanía hace que
estos consideren a los ríos como especies de basureros
naturales.
Recomendaciones
1. Hacer un llamado a las autoridades competentes a
fin de desalojar las inmensas torres de antenas que
distorsionan el acervo arquitectónico colonial del
Casco Histórico. Sería una manera de hacer que
los turistas se lleven una buena impresión de la
ciudad.2. Las ordenanzas municipales deben limitar el estilo
y el tamaño de las vallas o avisos publicitarios.
Igualmente, los entes gubernamentales deben abogar por una
justa reubicación de los buhoneros que han invadido
las calles y aceras de algunos sitios de alta
circulación de personas. Como se ha hecho en otras
ciudades del país, es hora de que en esta ciudad se
establezcan programas para rescatar a múltiples
personas que viven en situación de completo abandono
(enfermos mentales, indígenas, alcohólicos,
etc.).3. El Ejecutivo Nacional debe apoyar a las
comunidades (por lo general, personas de bajos recursos
económicos) que se han asentado en terrenos invadidos,
en cuanto a la dotación urgente de los servicios
básicos.4. Hace falta una mayor presión de la
colectividad para que a corto o mediano plazo se construyan
plantas de tratamiento de aguas servidas, con el fin de
sanear los ríos que surcan las adyacencias de la
ciudad. De igual forma, es necesario llevar a efecto
campañas de educación para evitar que las
personas utilicen los ríos como basureros (Perdomo et
al, 2008).
Referencias
Argüello, A. (2004). Invasión de
parcelamiento privado en Ciudad Bolívar. Disponible
en: http://www.aporrea.org/actualidad/n14o69/htm.
[Revisado el 15 de junio de 2008].
Cuadrado, T. (2006). La contaminación
visual. Disponible en: http://www.sentic.net [Revisado el 15
de junio de 2008].
Instituto Nacional de Estadística (2003). Censo General de
Población y Vivienda. Disponible en:
www.ine.gov.ve. www.igvsb.gov.ve. [Revisado el 13 de marzo de
2008].
Mora, V. (2007). Vulnerabilidades, riesgos y
sensibilidades de Ciudad Bolívar. Trabajo de
investigación en versión electrónica. Escuela de
Ciencias de la
Salud, Universidad de
Oriente, Ciudad Bolívar.
Moreno, E., Santiago, J., Perdomo, J., Barrios,
G. y Petit, N. (2007). Hacia un estudio de impacto ambiental
en el mercado popular El Corito, Ciudad Bolívar.
Trabajo para la cátedra: Evaluación
de Impactos Ambientales, UNEFA. Ciudad Bolívar
Perdomo, J., Santiago, J., Moreno, E., Barrios,
G. y Petit, N. (2008). Propuesta de una campaña de
concientización para el manejo adecuado de desechos
sólidos en Ciudad Bolívar. Trabajo para la
cátedra: Educación
Ambiental, UNEFA. Ciudad Bolívar.
Santiago, J. (2008). La erosión en
cárcavas en Ciudad Bolívar. I Encuentro
Colombovenezolano de la Geografía, ULA,
Mérida (disco compacto).
Wikipedia (2008). La contaminación
visual. Enciclopedia virtual. Disponible en:
http://www.wikipedia.com. [Revisado el 13 de marzo de 2008].
www.googleearth.com Programa en
línea. [Revisado el 11 de julio de 2008].
Autor:
Jesús Enrique Santiago
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