El celibato católico: Origen, desarrollo histórico y verdad sobre este asunto
- El
celibato sacerdotal: definiciones - El
celibato sacerdotal: razones eclesiásticas - El
celibato sacerdotal: su desarrollo
histórico - El
celibato sacerdotal: en el siglo XXI - El
celibato sacerdotal: razones misiológicas - El
celibato sacerdotal: razones teológicas - El
celibato sacerdotal: ante la verdadera luz, la biblia y sola
ella - El
celibato sacerdotal: ante la sociedad moderna - Consecuencias del
celibato sacerdotal obligatorio - Conclusiones
generales
INTRODUCCIÓN
El celibato es un tema muy delicado a ser tratado en la
actualidad.[1] La iglesia
protestante en general está en desacuerdo con esta
enseñanza y práctica de la Iglesia
Católica Apostólica Romana, por razones
teológicas básicamente, mientras los protestantes
toman como absurda esta práctica, los católicos
tienen "pruebas" que
tratan de mostrar que los protestantes se hacen problemas por
una enseñanza tan clara en la Biblia.
Encontramos opiniones variadas sobre el origen del celibato en
los ministros de la Iglesia Católica, algunos
teólogos tienen la firme convicción de su origen
divino y otros aseveran que es una mera disciplina de
institución eclesiástica. A fin de alcanzar un
mejor conocimiento
sobre esta "institución" el presente escrito se va a
referir a algunos fundamentos teológicos que sostienen el
celibato y otras que se muestran totalmente contrarias. Para ello
se recurrirá a la historia como base humana y
a la palabra de Dios como base divina.
EL CELIBATO
SACERDOTAL: DEFINICIONES
La palabra española se deriva del latín
caelebs "no casado", y se refiere a la abstinencia del
matrimonio por
parte del clero y las órdenes monásticas de la
Iglesia Católica Romana.[2] El celibato es
en realidad una de las características peculiares de la
Iglesia Apostólica Romana y probablemente una de sus
enseñanzas más polémicas en un mundo
cambiante y con inclinaciones al liberalismo en
general. El celibato consiste básicamente el abstenerse o
en la continencia sexual, es decir no contraer matrimonio
voluntariamente, sin embargo como mencionamos en la introducción nos enfocamos
básicamente al celibato sacerdotal o consagrado.
Esta práctica católica romana requiere que su
clero permanezca sin casarse y se consagre a la pureza personal en
pensamiento y
en obra a Dios.[3]
El celibato significa etimológicamente la
condición propia del hombre que no
se ha casado, así también como el estado de
una alguien que ha decidido quedarse a completa
disposición a la obra de Dios en el plano profesional o
relacional, rechazando los límites
que la vida familiar o conyugal comportan.[4]
El celibato es la forma de vida de los sacerdotes ministros de
la Iglesia Católica Apostólica Romana
(ICAR)[5] los cuales han renunciado a todo
según ellos como respuesta a la invitación de
Cristo a su ministerio al igual que sus apóstoles.
El significado del celibato consagrado según la
vocación cristiana consiste en que el hombre es
llamado a una vida en espíritu cada vez más amplia
y profunda, de esta manera llegue a ser progresivamente como
Cristo, es esa según la ICAR la verdadera motivación de aceptar el celibato, es claro
que hay otras razones pero las mencionaremos más
adelante.
El estado
célibe es una anticipación social del hombre
resucitado en Cristo. El matrimonio aunque no obstaculiza una
vida cristiana, induce a aceptar estructuras
destinadas a desaparecer en la realidad
escatológica[6]
En la tradición cristiana se habla de virginidad,
castidad y celibato. El término de "virginidad",
también es empleado para designar a las mujeres, este es
el mismo caso para las mujeres que desean el ser siervas de Dios
para toda la vida, las muy conocidas madres o monjas, para la
ICAR esta práctica encierra un rico contenido
teológico, es por esta razón que Tony Mifsud, S.J.
menciona así:
"de plena disponibilidad a la voluntad de Dios, una
disponibilidad fecunda de apertura al plan del Padre en
la realización del reinado de Dios mediante la confianza
en poder del
Espíritu de Jesús; pero, desafortunadamente, con el
paso del tiempo se ha
cargado el acento sobre el aspecto biológico y con una
referencia predominante y también con malicia machista
la mujer. Hoy por
hoy la palabra virginidad más bien tiende a denotar "la
abstención de relaciones
sexuales de la mujer".[7]
EL CELIBATO
SACERDOTAL: RAZONES ECLESIÁSTICAS
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