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Árbol de la esperanza: Antología de décimas hispanoamericanas (página 7)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Eva es todas: el caminopor donde el hombre
caminaa Dios, desde la vaginade Dios, desde el femeninoardid de
lo masculino:serpiente que engendra vida:renuevo de la
caída:posesión de la inocencia:pérdida de la
violencia:expulsión, retorno, huida:intento pueril,
suicida,de hurgar de Dios en la fazbuscando acatar la pazde su
total embestida:el inicio: la salida:el laberinto del ser:uno o
dos: hombre o mujer:uno en dos: los dos en uno:todos: algunos:
ninguno:lo perpetuo del nacer.

Nacer y ser ya Dios mismo.

Y no saberlo jamás.

Nunca quitarse el disfraz.

Vivir la fracción del sismo.

Morir con tal conformismo.

Resucitar. Ser el yo.

Ser Uno, ser Tres, ser Dos.

Padre. Hijo. Espíritu Santo.

Eva. Madre. Adán.

Espantodel Yo que cae y es en Dios.

ALEXIS DÍAZ
PIMIENTA

(Ciudad de La Habana, 1966). Narrador, poeta, investigador y
repentista. Debutó como improvisador en Nueva Gerona,
antes de cumplir los seis años, y a partir de entonces no
dejó de improvisar.

Ha obtenido, entre otros, Premio Internacional de
Poesía Emilio Prados 2000, en Málaga
(España); Premio Internacional de Novela Alba/Prensa Canaria
1998, en Las Palmas de Gran Canaria; Premio
Internacional de Poesía «Ciudad de las Palmas de
Gran Canaria», 1996; Premio internacional de Poesía
«Surcos», en Coria del Río, Sevilla,
1996; Premio Internacional de Poesía
«Antonio Oliver Belmás», Murcia,
1994; Premio Nacional de Décimas
Cucalambé» 1993; Premio de Cuento «Luis
Rogelio Nogueras» 1991; Premio Nacional de Cuento 26 de
julio 1990; Premio Nacional de Cuento Ernest Hemingway, 1989;
Premio Nacional de Poesía 17 de mayo, 1987; Premio
Iberoamericano de décima Cucalambé 2003.

La conjunción de la espontaneidad, la gracia y la
desenvoltura del repentismo, pero del repentismo en su más
alta expresión, dignificado por la práctica
sostenida y el conocimiento
profundo de sus raíces y variantes, y por la visión
múltiple de un intelectual que se mueve con soltura a
través de diversos géneros literarios, y la
impetuosa escritura de una estrofa convertida en esencia de su
pensamiento y su proyección, hacen de la obra
decimística de Alexis Díaz Pimienta – sobre
todo la incluida en su volumen publicado en 1997 en Canarias,
La sexta cara del dado– una de las más atractivas
en la historia más reciente de la estanza en Cuba.

Obra: Huitzel y Quetzal (1992); Robinson Crusoe
vuelve a salvarse
(1994); Los visitantes del
sábado
(1994); Cuarto de Mala Música
(1995); En Almería casi nunca llueve (1996);
Pasajero de tránsito (1996); La sexta cara
del dado
(1997); Prisionero del agua (1998);
Los actuales habitantes de Cipango (1998);
Teoría de la Improvisación. Primeras
páginas para el estudio del repentismo
(1998, 2000);
Cuentos clásicos en verso (1998, 2000); Yo
también pude ser Jacques Daguerre
(2001); Maldita
danza
(2002); ¿Cómo nace un repentista?
Metodología para la enseñanza de la improvisación
poética
(2003); Confesiones de una mano
zurda
(2004).

IMAGINE

Te happyness is a warm gun.

The Beatles

Ave, Lennon!

Los que van

a escucharte te saludan:

ombligos que se desnudan

hímenes de celofán

manos con uñas de pan

tímpanos de pelo largo

Te saludan

sin embargo

te entierran con el saludo

¡Vaya gag de cine mudo!

La nostalgia por encargo.

Ave, Lennon!

Los que ayer

te escucharon te saludan:

tras tu recuerdo se escudan

los que no saben volver.

Ave, Lennon!

Tu dossier

es esta imagen que
invoco.

Ave, Lennon!

(Pobre Yoko

que escucha tus discos sola).

La vida es una pistola

que se enfría poco a poco.

SEGUIDILLA DEL BALSERO O RAPSODIA DE AGOSTO

Dijiste: "Iré a otra tierra,
iré a otro mar.

Otra ciudad habrá mejor que esta.

(.)

No hallarás nuevas tierras, no hallarás
otros

Mares. La ciudad te seguirá.

Konstantinos Kavafis

Sosténme, balsa bendita,

sobre mi propia esperanza.

Confía en mi voz y avanza.

Sosténme, balsa bendita,

ahora que una aleta grita

su hambruna de martes trece.

Paciencia, a ver si aparece

algún buque fantasmal.

Noche, miedo, espuma, sal,

ciudad que desaparece.

¿Hacia dónde vamos? ¿Quién

nos indicará el camino?

Viento del sur, remolino,

laberinto hacia el edén.

Hablen poco, remen bien,

seremos ricos mañana,

digan adiós a La Habana

brújula loca, terral,

oh, balsa, bálsamo, bal.

oh, madre, oh, Virgen reglana.

¿Hacia dónde vamos? ¿Dios

nos indicará el camino?

Agua, sol, Willy Chirino,

qué hambre, qué frío, qué tos.

– Vamos a remar los dos.

– Asere, cállate un poco.

– ¿Loco? – Que te calles. -¿Loco?

Good morning, good by, yes, yes,

jamón, coca-cola,
inglés,

Pluto y el Pájaro Loco.

Oh, balsa, bálsamo, bal.

oh tromba de agua
infinita.

Rema, reza, llora, grita,

canta el Himno Nacional.

¿Es la génesis del mal?

¿la apocalipsis del Bien?

¿Hacia dónde vamos, men?

La Calle Ocho es una ola.

Pasa cerca una bal-sola

y yo estoy solo también.

Cojímar hemingwayano:

El joven y el Mar. La muerte

chapotea y se divierte,

Cojímar hemingwayano.

No te preocupes, mi hermano,

"japinesis e warm gan".

Madre fue a comprar el pan.

Madre solloza en la orilla.

Madre nada en su mejilla.

Madre no cree en Supermán.

Sosténme, balsa bendita.

Sosténme, Virgen Reglana.

Sosténme, vieja patana.

Sosténme, balsa maldita.

Sosténganme, Jane y Chita:

Juan no, Johnie es que me llamo.

Sosténme, mujer que
amo.

Sosténme, Dios, si me quieres.

Madre, no te desesperes:

cuando llegue te reclamo.

DECIMAS UNDERGROUND

Para Yoss

Cine Yara. Medianoche.

Huele a cannabis La Habana.

Es larga la caravana

de lycras, largo el derroche

de tatuajes. (No hay anoche

ni mañana, sino ahora).

La vista de una señora

se estrella contra la espalda

de un ángel púber, su falda

tan escandalizadora.

Esto es 23 y L.

Luces de neón. Mulatas

de cinturas tan baratas

que no alcanzarlas nos duele.

Un metro cuadrado huele

a fresa y otro a María.

La Rampa está todavía

leporina y charlatana,

machista pero lesbiana,

dandy pero policía.

El M-6 alborota

las lozas que ilustró Amelia.

David sale de Coppelia

desnudo y nadie lo nota.

Un extranjero rebota

sobre una grupa nocturna

y le gusta se embadurna

de esa negritud cutánea:

mixtura mediterránea,

plebiscito ante esta Urna

cuidada por Afrodita

y Safo y Anaïs Nin

y Ochún, Changó, el Yang y el Ying.

Ahora el extranjero invita

a un trago en El Floridita

sobándose los bolsillos.

(Siguen pasando pitillos).

Grunge, Heavy, reggae, rap, pop.

Semáforo en rojo.
Stop.

Bicitaxis y «amarillos».

Marilyn Manson y el Che

en dos pulóveres blancos.

Tres gays riendo en los bancos

que hay en 23 y P.

Más bicitaxis (Revé

saltando de sus bocinas).

Travestis en las esquinas,

y gigolós y emigrantes

y yumas. (y vigilantes

esperando sus propinas).

Todos los taxis van llenos.

«Y a la Casa del Coctel?»

«Y al Club Scherezada?» «¿Y el

bar Periquitón?». ¡Qué ajenos

están estos chicos buenos

de la cruda realidad!

está toda la ciudad

tomada por rastafaris

y Gildas y Mata Haris

y Drag Queens. Hay cantidad

de Bob Marleys con sus trenzas

de dreadlocks –contemplativos-,

hay frikis interactivos,

y punks de crestas inmensas

y huele mal (las despensas

y sótanos de La Habana

son campos de marihuana),

huele a semen disecado,

huele a crack adulterado,

huele a sexo en
caravana.

No hay muro del Malecón

ni Parque central, ni taxis.

Sólo lúbrica sintaxis,

tibia yuxtaposición

de pieles. Las calles son

pósteres horizontales.

Las mujeres animales

a punto de desovar.

Los hombres plantas de
mar

con piedras vesiculares.

Todo es alucinación,

magia finisecular.

Dejen, niños,
de fumar,

basta ya de beber ron.

¿Tatuajes? ¿Perforacióin

de orejas, labios, ombligos?

Hoy estrenan Sin testigos.

Hoy viene el pollo de dieta.

Hay dan Visas por libreta.

Hoy bañan a los mendigos.

No hay Coppelia. No hay Habana.

No hay policías azules.

No hay camellos. No hay baúles

repletos de marihuana.

No está Rodrigo de Triana

gritando «Negra a la vista!»

No hay éxtasis en la pista

ni Marilyn Manson canta.

La Habana es la Tierra
Santa:

Dios es pobre y comunista.

CARLOS ESQUIVEL
GUERRA

(Elia, Las Tunas,
1968). Poeta y narrador. Ha obtenido, entre otros, los premios
Emilio Ballagas, 25 Aniversario del periódico
Trabajadores, Décima Joven de Cuba, Cuentos
eróticos, Regino Boti,
Beca de Creación El Caballo de Coral, Cucalambé,
Cuentos de amor, Premio a
la mejor ópera prima del año 1999, Oriente, Manuel
Cofiño, Beca de creación de La Gaceta de
Cuba
, Premio Hermanos Loynaz, Premio Iberoamericano
Cucalambé.

Al decir del poeta, narrador y crítico Jesús
David Curbelo: «Esquivel maneja diversas variantes de la
décima (espinela, endecasilábica, asonante) y, no
satisfecho, insiste en descoyuntarla, la trata de convertir en
verso libre, en poema en prosa, en aras quizás de burlar
la cárcel del molde expresivo, de sazonar todavía
más el ajiaco genérico, el contagio con otros modos
de entender y hacer poesía.
[.] La excelencia, la abundancia y la diversidad son,
según Eliot, las
cualidades inherentes a un poeta notable. Y este las cumple, a
pesar de que alguna vez hallemos un verso corto o largo,
algún ritmo dudoso o ciertos descuidos molestos a los ojos
y oídos demasiado exquisitos. Tonterías. Un
dionisíaco puro apenas atiende a o apolíneo, para
él la excelencia es el ímpetu, la orgía, el
arrebato del texto en su
totalidad. Y en esa dirección la obra de Esquivel es un
modelo de
pasión cognoscitiva e intelectual.»

Obra. Perros ladrándole a Dios (1999);
Fuera del círculo (2000); Tren de
Oriente
(2001); Balada de los perros
oscuros
(2001); Los epigramas malditos (2001);
Los animales del
cuerpo
(2001); Una ventana al cielo (2002); La
isla imposible y otras mujeres
(2002); El boulevard de
los capuchinos
(2003); La segunda isla (2004);
Zona negra (2004); Bala de cañón
(2006); Toque de queda (2006).

PEROS LADRÁNDOLE A DIOS

Muerte ya empieza a llover

ya la nostalgia me acusa

de salvar la escaramuza

en el miedo de volver

Madre no jures tejer

sobre la hierba mi nieve

Algo sucede y se atreve

algo se pierde en el gris

Aquí está mi cicatriz

y mi nombre 89

  • 57 01

Aquí queda mi manzana

cuando salgo de La Habana

a ponerme el desayuno

Aquí no queda ninguno

aquí el que sigue termina

mientras la bala se inclina

a su doblez o al abismo

uno sabe que en sí mismo

se perdona o se asesina

Espuma será la casa

que el avemaría entierra

Sé que no estoy que es mi guerra

la que me muerde la hogaza

Xangongo nadie me abraza

nadie silba su valor

cuando jura mi dolor

al dolor que le adivina

Porque siempre habrá una mina

(lo demás será un temblor)

un segundo de explosión

una rabia en la chapilla

el hueso que sólo brilla

cuando salva su expansión

Qué muerto intenta el turbión

de la madre Cuál se esconde

para inventar que responde

desnudo Alguna medalla

necesita la batalla

en su historia pero
dónde

encontraremos un hueso

para alumbrar a la madre

Se trenza Dios con el padre

(yo viejo Huck salgo ileso)

El hombre siempre
va preso

de la bala que lo busca

Pido a la novia que luzca

el traje que no al encierra

Una bala no es la guerra

pero una bala me busca

Escuchen cómo el disparo

POR MEDIO DE LA PRESENTE

abre en el pecho su diente

Y CON LA LEY AL AMPARO

cae el hombre pero
es raro

DEL TRIBUNAL SE CONDENA

el hombre cae y Dios suena

AL SOLDADO RUIZ DOMÍNGUEZ

como un polvo que se extingue

A PENA DE MUERTE
A PENA

La muerte sabe
que ya

no es la muerte sino
el rostro

donde en la madre me postro

el regreso que no está

La muerte no ocurrirá

la muerte es la propia voz

la sangre el cuerpo
la tos

los ojos también la sombra

La muerte es la que nos nombra

Perros ladrándole a Dios

Oh muerte todo traiciona

pero una madre lejana

se asoma por la ventana

de los ojos y perdona

Oh muerte ya me abandona

quien nos disparas sermones

para salvarse a sus dones

de bienvenida o de suerte

Sólo me quedas tú muerte

Oh muerte no me traiciones

ESCALERAS AL CIELO

in my thoughts I have seeen

rings of smoke through the trees

and the voices of ghosts.

Led Zeppelín

Ya que no elegimos la vida,

elijamos la muerte

Ernest Hemingway

Dirán que solo escribo de los muertos

guardando un minuto de silencio

por ti que ya no tienes nombre.

Roberto Méndez

I

Te basta con morir allá, a lo lejos.

Alí Ahmed Sa´íd

(Ernest Dowson)

A veces yo me suicido

y veo a Dios en la altura

pero la muerte me dura

muy poco para el olvido

A veces queda sufrido

el hombre y pierde su voz

A veces abre sus dos

alas y ve los reveses

Yo me suicido mil veces

solo para ver a Dios

II

(Primo Levi)

Uno se queda las luces

del viaje las lleva dentro

Entre los dedos el centro

de su Gólgota y las cruces

Uno se lleva las bruces

del intento sin reírse

Uno comienza por irse

en los huesos su
mitad

Uno se queda la edad

en el susto de morirse.

III

Los desnudos muertos serán uno solo, con el hambre
en el viento y la luna en el poniente.

Dylan Thomas

(Virginia Wolf)

Nadie se muera cuidado

si al final la vida inflama

en los dedos y nos llama

feroz desde el otro lado

Nadie no muera pecado

horror de casa blancura

temblorosa Qué tortura

Hamlet si por cada cráneo

hay un Yorick momentáneo

que se juega mi locura

IV

Vienen poemas
oscuros

Ya pesan en mi bolsillo

John Kyats

(Percy B. Shelley)

Con qué poemas me lanzo

con qué silencio les grito

si lanzarse es solo un rito

en las aguas que no alcanzo

De ahogarme nunca me canso

al girar sobre el anillo

del pez que siempre le astillo

a su corriente mi apuro

"viejos poemas oscuros

ya pesan en mi bolsillo"

V

Los muertos no mueren vigilan y ayudan

David Herbert Lawrence

(Jean Pierre Duprey)

En cada muerto se acuesta

de olor a nervio mi sombra

Crece infinita se nombra

confundible sin respuesta

Estar vivo es una apuesta

que se sumerge a la voz

En cada muerto soy dos

(lloro mi pan al fingirse

otra tristeza) Morirse

es la mentira de
Dios

VI

Pondréis en mi tumba un salvavidas

Robert Desnos

(Paul Celan)

Es qué mar estoy muriendo

y qué vaso lo supera

Puedo escribir si yo fuera

un libro que va
gimiendo

En qué mar me están saliendo

los peces A
qué campana

se fue el azul si la gana

sin los ojos de quedarse

En qué mar puede salvarse

mi mar y de qué ventana.

VII

La noche vierte sobre nosotros su misterio,

y algo nos dice que morir es despertar.

Xavier Villaurrutia

(Stefan Zweig)

Pero a la muerte le debo

amigos miles de cosas

(mis padres y viejas rosas

que corté a las novias) Llevo

marcadas desde mi cebo

ropas de vivir inerte

Le debo a todos la suerte

de mi voz alzando el mundo

pero a la muerte -un segundo-

le debo también mi muerte.

VIII

(Vladimir Maiakovski)

Es fácil lanzar el dado

a la sombra de la mesa

El dado salva su pieza

mortuoria de que ha lanzado

Es fácil saber marcado

como un juego de la
suerte

el pobre rumbo que acierte

como un tiro tu escapada

Fácil perder la jugada

cuando se apuesta la muerte

IX

(Dazai Osamu)

Sueños me suben del niño

que se desnuda otra vez

Niño soy de la vejez

que me salvé del cariño

La muerte me guarda un guiño

una moneda que tira

a cara o cruz la mentira

de morir o de quedarme

La muerte puede salvarme

La muerte también respira

X

(Seguei Esenin)

Sólo soy el fusilado

flagelo mío saliva

de quien dispara hacia arriba

las muertes que no le han dado

Fusil de nombre guardado

me busca a señas ampara

sobre los hombros repara

su hambre al sucio y siempre llora

bolchevique su demora

Apunta al pecho dispara

XI

(Cesare Pavese)

Y llegaron a una tierra, sí, una tierra muy
hermosa

y placentera, una tierra de aguas puras.

Mosiah 23:4

Se estiran bajo la tierra

a correr todos mis huesos

y vuelven en sangre presos

de espaldas a quien los cierra

Saltan sin nombre la guerra

de esa lluvia que merecen

Espejos son y me crecen

temblando su desayuno

Vuelven a dormir sin uno

y en otros huesos florecen

RONEL
GONZÁLEZ SÁNCHEZ

(Cacocum, Holguín, Cuba, 1971). Poeta, investigador y
escritor para niños. Ha obtenido Premio Cucalambé
(1995), Segundo Premio Internacional de Poesía Jaime Gil
de Biedma de la ASEJE (Alcalá de Henares, 1996), Nosside
(Italia, 2000),
Regino Pedroso del periódico Trabajadores (1997),
José Antonio Portuondo (1997), José María
Heredia (1990 y 1991), Regino Boti (1993), Santiago (1996),
Premio de la Ciudad de Holguín (1991-1994), Memoria Nuestra
(1999 y 2001), Fundación de la Ciudad de Santa Clara
(2001), Calendario en ensayo (2004),
Iberoamericano Cucalambé (2006), entre otros.

Al decir del Indio Naborí: Ronel
González Sánchez figura entre los jóvenes
poetas más des-collantes de Cuba, no tanto por las
irregularidades estróficas ni por las pretendidas
innovaciones de la vanguardia,
como por su entrada triunfal en ese mundo abstracto y
mágico que es la poesía. Sus imágenes
visionarias, que nos revelan una madurez precoz, no salen del
cráneo frío sino del corazón
caliente. Conmueven sus poemas, incluso sus décimas,
cuando el poder
transformador de la emoción recordada sustituye e
individualiza los significados, cumpliendo así la ley
intrínseca de la expresión poética.

Según Virgilio López Lemus: La virtud esencial
de las décimas de Ronel consiste en mostrar que el artista
de la palabra no se conforma con el sonsonete rítmico y de
la rima, para buscar y hallar expresión, anchura de
sentidos y diversidades temáticas. Sabe imprimirle al
impersonal octosílabo el registro de su
personalidad
poética, lo que en Cuba, tiene en el José Martí
de Los versos sencillos al maestro más
consumado.

Acerca de su decimario Atormentado de sentido. Para una
hermenéutica de la metadécima, el
poeta y crítico Roberto Manzano escribió:
El
libro que tiene el lector en sus manos está escrito con la
pasión del que se encuentra consciente de su nueva
estimativa del arte y del mundo.
Dialoga ferozmente con todos, pero sobre todo con los artistas,
con la gestualidad del que quiere instalar una luz entre los
ciegos. El dominio de la
décima es absoluto: las formas están convertidas en
segunda naturaleza,
que es lo que se llama maestría. Y todos los planos del
lenguaje,
dentro de esa estructura
proteica, se enderezan hacia nuevos ángulos de
exploración artística.

Obra: Si los gorriones olvidaran el cielo (1989);
Reflexiones de un equilibrista (1990); Algunas
instrucciones para salir del sueño
(1991); Todos
los signos del
hombre
(1992); Un país increíble
(1992); Días del hombre (1992); Dictado del
corazón
(1993); Rehén del polvo
(1994); Incendio y otras historias (1994); Sagrados
testimonios
(1995); El mundo tiene la razón
(1996); Desterrado de asombros (1997); La
décima de Holguín
[1998]; Zona franca
(1998); Ya no basta la vida (1998); Los pies del
tiempo; diez
poemas cubanos
(1998); Consumación de la
utopía
(1999, 2005); La furiosa eternidad
(2000); El Arca de no sé (2001); Selva
interior
, estudio crítico de la poesía en
Holguín (1862-1930);
(2002); Sonetario
cósmico de Raúl Hernández Novás

(2002); Antología de la décima cósmica
de Holguín
(2003); La resaca de todo lo
sufrido
(2003); La inefable belleza (2003); La
noche octosilábica
. Historia de décima
escrita en Holguín
(1862-2003) (2004); El
más perfecto modo
(2004); La sucesión
sumergida
. Estudio de la creación en
décimas de José Lezama Lima
(2006); La
sucesión sumergida. Estudio de la creación en
décimas de los poetas del Grupo
Orígenes
(2006); Alegoría y
transfiguración. La décima en Orígenes

(2007); Atormentado de sentido. Para una hermenéutica
de la metadécima
(2007).

MATERIA COGNOSCENTE

Para José Luis Serrano

Los paradigmas han
muerto.

Ardieron los incunables.

Ya no hay templos profanables.

Edipo es un nombre incierto.

Los ladrones del desierto

van tras el mismo fantasma

que los exaspera. Pasma

la ontológica presencia

del que vislumbra en la ciencia

un canon que no entusiasma.

Eclécticos y agotados

como lo informe,
asistimos

a una época que vimos

mantenernos alejados

de las esencias. Aliados

eternos de la retórica,

sobre la columna dórica

de la tradición ustible

supimos que era posible

quebrar la visión histórica.

Alguien se proclama hereje

desde un consciente hibridismo

que acentúa el espejismo

de los demás. Alguien teje

sus miserias, y refleje

o no el horror de la turba

triunfará, porque una curva

excita más que una recta,

y ante "lo nuevo" una secta

de mediocres se masturba.

Novedad: yo te conmino

a que te resemantices.

Connotados aprendices

estereotipan lo indino.

Postmodernos de anodino

rostro, mezclan ilusorias

existencias aleatorias

en aras de que la gnosis

preserve de la psicosis

sus torpes combinatorias.

Incertidumbre teórica.

Disolución del lenguaje.

Estafa = homenaje.

Melopea metafórica.

Neofilósofos de eufórica

vanilocuencia sin ismo

pecan de irracionalismo

y se atrincheran en Job

para disfrazar lo snob

de anticonvencionalismo.

Nobles o cínicos, góticos

émulos del alambique

conceptual, contra el que indique

otra ley, somos despóticos.

Hermeneutas y semióticos

propician que el mundo sea

una proverbial marea

de materia
cognoscente

que cambia, al cruzar el puente

entre la forma y la idea.

Esporádico y fortuito,

traza el hombre en las paredes

de su caverna, las redes

gnoseológicas del mito:

un animal infinito

que prolonga el aislamiento

del cazador, un momento

de agonía interminable

en la burda y reciclable

memoria del desaliento.

 

El hombre es el correlato

del mundo tardomoderno:

quiere negar el infierno

pero su infierno es innato.

Su existencia es sólo un dato

legitimable, una fecha

aproximada, en la estrecha

rueda civilizatoria,

algo que siembra en la historia

el germen de la sospecha.

Ya el hombre no es la medida

de todas las cosas. Drástica

es su manía sarcástica

de resistir, pero olvida

su alienación contenida

en el devenir despótico

de la sociedad.
Caótico,

quisiera huir de sí mismo,

pero su antropocentrismo

lo volvió necio y exótico.

Es volitivo y simpático

no padecer la belleza.

Si un filántropo progresa

será mendaz y tanático.

Un siglo melodramático

queda atrás. Otra centuria

exige una nueva furia

a base de nuevos códigos,

¿pero cuáles hijos pródigos

cambiarán la noche espuria?

Fastos de eterno retorno

tras la epistemología

de la sociedad (Cabría

preguntarse si el trastorno

es sólo un pan que en el horno

se quema o es un patético

vanguardismo) ¿Es tan herético

comprender que no resulta

disparar la catapulta

desde un porvenir hermético?

Hay que desnudar la saga

occidental, es preciso

desterrar el enfermizo

discurso y la tenaz plaga

mimética que nos traga.

Hay que entrar en el posludio

de una era en que el repudio

a orfismos identitarios

nos convierte en adversarios

del teleológico estudio.

Modernólatras de feria

urden un abracadabra

que convierte a la palabra

en ardid de la miseria,

sistematizan la histeria

performática: atributo

de un epos irresoluto

que funda su propia mística

en la conciencia
agonística

temporal, que acrece el luto.

Una edad se autoproclama

ulterior y adscribe axiomas

leotrópicos, que son bromas

del astroso panorama.

Todo reposa en la trama

epocal donde, inseguro,

viaja el hombre hacia lo oscuro

y émulo de Nostradamus

persiste en el gaudeamus

autófago del futuro.

HISTORIA DE CRUZADOS

Poeta, tú no cantes la guerra;
tú no rindas ese tributo rojo al Moloch, sé
inactual; sé inactual y lejano como un dios de otros
tiempos, como la luz de un astro, que a través de los
siglos llega a la humanidad.

Amado Nervo

Para Carlos Esquivel Guerra

Yo no puedo escribir sobre la guerra

porque sólo conservo en la memoria

falsas reproducciones de una historia

que a veces mi optimismo desentierra.

Concebir esta página me aterra

como pensar que pude haber caído.

Las guerras no
rebasan el olvido

y cualquiera es un héroe o un cobarde.

A mí no me llamaron. Ya era tarde.

Los últimos soldados se habían ido.

Eufóricos y osados ante el ruedo

a todos nos cegó la misma farsa

y avanzamos, detrás de la comparsa,

como en un carnaval de sangre y miedo.

Sólo cuando la Muerte mostró un dedo

dejaron de caer los gladiadores

entre perdonavidas y traidores

y se tornó la guerra paradigma.

Sólo cuando la Muerte fue un estigma

terminó el ajedrez de los
mayores.

Para la guerra siempre hay un motivo.

El rapto de Briseida es un estorbo

universal, una ración de morbo

interminable en el siniestro archivo

de césares y brutos. Estar vivo

es un error de cálculo
execrable.

La guerra no es un virus
incurable

pero a todos los hombres nos contagia:

unos querrán que empiece la hemorragia,

otros que no castiguen al culpable.

Ninguna vida salvaguarda un verso.

A nadie un verso la razón despierta.

Tanta grafomanía desconcierta.

Ninguna causa vale tanto esfuerzo.

Podrá cambiar la guerra el universo

pero no sanará ciertas heridas.

Aunque de difidentes y homicidas

estén llenos impúdicos acrósticos

persistirá el horror de los agnósticos

y crecerá el placer de los suicidas.

Agresores y aliados: neandertales

que año tras año van a las cruzadas

con la cifra infinita de sus nadas

a cuestas como dones teologales:

los fanatismos también son fatales

como esperar en desolada orilla.

¿Tendremos que ofrecer la otra mejilla

y recibir, con júbilo enfermizo,

el vacuo resplandor del Paraíso,

la perfección que muere de rodillas?

Si al menos tú pudieras, Padre oscuro,

explicarme qué férula ilusoria

despierta en ciertos hombres la mortuoria

idea de enviar hacia lo impuro

de un supuesto principio al que más duro

pueda blandir la espada y al convicto,

si al menos tú escucharas lo interdicto

por el futuro mártir que simula

obedecer al que lo manipula

seguro impedirías el conflicto.

La guerra, para mí, fue un comentario

y el temor de mi padre al documento

que no firmé. La guerra fue un invento

para que no durmiera el vecindario.

Repasar sin aliento algún rosario

a nadie exoneró del crucifijo.

Alguien también lloró y alguien maldijo

a los que regresaron sin medallas

y a los que dirigieron las batallas

de donde no volvió, jamás, el hijo.

ATORMENTADO DE SENTIDO

Para Dayamí Pupo Ávila

A pesar de sí mismo y los fracasos

que corrompen su espíritu nihilista,

con la paciencia de un miniaturista,

alguien busca el sentido de sus pasos.

Los símbolos que ha visto son escasos

y no lo asiste su clarividencia

para diseccionar la resistencia

de los significantes ontológicos,

ni puede comprender los paradójicos

axiomas que proscriben su existencia.

Traducir, entender, fijar la esencia.

Reinvencionar un universo
exhausto.

Venderle el alma al diablo
como Fausto.

Transgredir lealtades con violencia.

El hombre se resiste a la inocencia

porque su vanidad lo ha vuelto
crítico.

Azorado ante un reino tan mefítico

que lo reduce a un pálido argumento,

ni las falacias del conocimiento

le pueden aliviar su dolor mítico.

La luz suprasensible que bordea

el alma de las obras del vidente,

la santa indiferencia del creyente,

el icono contrito que gotea.

La conexión superflua de la oblea

con textos donde exigen que desuelles

al prójimo, la ciencia de
los reyes

para ordenar quién muere en el
combate,

el parafernalismo del orate

que, al suplicar monedas, dicta leyes.

La predisposición de la
creatura

a integrar las heréticas legiones

de la contemplación, le otorga dones

administrados por la dictadura

de un ser incognoscible. La fisura

entre el Uno y su copia, es un exceso.

¿Quién es el heresiarca: el
más poseso,

el sibarita o el bifronte abad?

Esclavizado por la inmensidad

de Dios, el hombre es un monarca.preso.

¿Para qué desgastarse en
palimpsestos

que no devolverán una milésima

fracción de plenitud? ¿Por
qué esta pésima

manía de volver sobre los restos

de la felicidad? ¿Pueden los gestos

desempañar la imagen promisoria

que anebló la tristeza? Perentoria

respuesta busca el hombre a lo capcioso,

a pesar de sí mismo y del astroso

dislate incomprensible que es su historia.

Desconocerse en una larga fila

de imágenes: angustia del ignaro.

Morir, sin entender el desamparo

que es la posteridad, nos aniquila.

¿Y es que hay algo anterior, que no
asimila

un ámbito del post, de lo no ha
sido,

aunque ya fue sin dudas? Desprendido

de un suceder que no sucede, el ente

no aspira a ser del iceberg la
demente

visión, sino el cristal que yace
hundido.

Señores: no es que arrecie lo inconexo

de la modernidad, ni
que las rosas

ya no tengan sentido, es que las cosas,

por inactividad, pierden el sexo,

y entenderlas requiere hallar un nexo

con su origen oscuro. De algún modo

las cosas retroceden, van del lodo

genésico al Aliento que edifica,

y se destruyen frente al mar que abdica

para anular lo idéntico. Eso es todo.

Como el pretexto que en la alquimia el sabio

arguye, convencido del misterio

que lo perpetuará, prudente y serio,

un fantasma consulta su astrolabio.

Honda es la noche que desvela al sabio

y al necio aturde con visiones mudas.

Serio y sobresaltado como Judas,

que nunca probará su aperitivo,

en algún aposento intelectivo

alguien siempre es vencido por las dudas.

Por todos los aedas libre Homero

hexámetros de díscola sintaxis,

y alguien le rectifique que la
praxis

en soledad no es rito valedero.

¿A quién preposterarle el
desafuero

semántico? ¿A quién mostrar
un hilo

para que Egeo duerma más tranquilo,

cuando a la embarcación la empuje el
austro?

¿A quién llevar, con
devoción, al claustro

las aniquilaciones del estilo?

Agotados discursos sin
idioma

– los ineptos definen y reducen –.

Sólo hondos espíritus traducen

el cansancio aparente que retoma

su verbal mármol de una edad en coma.

Sólo entelequias ven lo
pitagórico

como una plenitud de lo teórico

y no como cancela del lenguaje.

Hay un sentido oculto, hasta en el viaje

interior, del instante metafórico.

Si ya todo está escrito, si se abstrae

la página al cifrar "lo novedoso",

¿para qué insistes, hacedor
morboso,

en tu grafomanía que no extrae

la aguja del pajar? ¿Para qué
atrae

tu adúltero lenguaje el
panegírico

de los contemporáneos? Ente
empírico

que lo imaginarás todo de nuevo,

si tu horror al Vacío es tan longevo,

¿por qué persisten en llamarte
lírico?

En las postrimerías del lenguaje,

discurrir en estrofas es patético

porque aireado el oficio cinegético

de la creación poética, el trucaje

que fantasmagoriza el andamiaje

versal, por tremendismos se deforma.

La métrica aventura no es la norma

para enjuiciar escribas con justeza.

Sustentar un efluvio en la destreza

del artesano, no es vencer la forma.

Hilar tiempo es posible desde ruecas

interiores, que fijan el discurso

a la extrañeza, aislado del transcurso

escarnecido por palabras huecas.

Para el gremio asentado en bibliotecas

lo eternizable es un delirio crónico.

Sólo por espejismos lo canónico

es exterior, pero las estructuras

sinuosas, laberínticas, oscuras,

confunden al intérprete
daltónico.

Las teogonías de Egipto, las
doctrinas

de la esoteria, el peripatetismo

filtrado por Eleusis, van al mismo

tronco del árbol de Megara, en ruinas.

Los dogmas, las herejes disciplinas,

el panteísmo de la emanación,

¿a quién van a curar de la
razón,

esa metempsicosis de la fe?

¿Para qué tanta histeria y para
qué

atarse al banco de la
erudición?

La perfección, el óntico
dominio,

crea su proverbial imaginario,

y el celador escoge del bestiario

un ser dual e induce su exterminio.

Escoger, encarnar el patrocinio

de una especie, una cifra, un inmanente

acto de traspolar lo resistente

a la nomenclatura de
unas frases:

hoy sabemos que sólo son disfraces

de un corrosivo arúspice impotente.

En La estructura ausente, Umberto
Eco

describe el esqueleto de la obra

como signos en íntima zozobra:

una estructura es, por su eclipse, un hueco;

y añade, a pies juntillas, que el
enteco

universo es un corpus excesivo.

¿Lo ausente contradice el sensitivo

fragmento de raíz sobreabundante?

¿Hay algo cierto que no sea flagrante

summa, derivación, logos, motivo?

Por una posesión irrealizable

los signos tergiversan las ganancias

de alguna dimensión que nuestras
ansias

alcanzar no han podido. Lo inmutable

hace tiempo dejó de ser confiable.

Pergeñar signos ya no nos preocupa.

Saber cómo el demiurgo los agrupa

o les da nombre no es asunto nuestro.

La creación es algo más
siniestro

que leer el Zohar con una lupa.

Los textos revelados, la palabra

del Profeta, los folios alcoránicos,

las tablas de Qumrán y los
satánicos

versos: todo responde a una macabra

genealogía que se descalabra

cuando lo subyacente, la estructura

profunda –según Chomski- se
fractura.

Toda esa dispersiva concurrencia

mental, ¿podrá inducir a la
obediencia

sin renegar de la Literatura?

¿Abjuramos de qué? ¿De
quiénes? ¿Cuáles

renunciamientos nos harán ubicuos?

¿Renunciar y no huir de los perspicuos

senderos que los tristes inmortales

descaminaron antes? Sustanciales

peligros sólo un verbo los evoca.

Entre lo desandado y lo que toca

la intelección, una delgada hebra.

Renunciar no es ceder, pero celebra

si a veces te confunden con la roca.

Retórica, estilística,
hermenéutica:

esdrújulas semánticas oscuras.

Idiotizada por las escrituras,

engendra la creación su
terapéutica.

Subsume el esplendor de la mayéutica,

al hierógrafo, en vanos tecnicismos.

El texto es un desborde de guarismos

y el intérprete un reo de la alquimia.

¿Para qué pretender una obra
eximia

si la saludarán con eufemismos?

El poeta de hoy siembra fronteras

que transmutan la hybris en pastiche

y el crítico en la rima ve un fetiche

donde ya no susurran las esferas.

¡Nuevas estrofas para nuevas eras!

– proclaman adversarios de lo retro -.

La estanza, ciertamente, no es un cetro

que el poema total a erigir vaya,

pero, aunque tenga fin la ciencia
gaya,

a nadie extrañará que vuelva el
metro.

Preguntas. Apotegmas. Signos. Temas.

Escritura. Traición. Poder. Psicosis.

Fértil, por obra y gracia de la
gnosis,

el hombre colecciona epifonemas.

No resuelven sus íntimos problemas

las palabras, desastres fugitivos.

De tránsito en el bodrio de los vivos,

la realidad le dicta que proteste,

y morirá por ella, aunque le cueste

abjurar de sus hábitos
gnosivos.

JOSÉ LUIS
SERRANO

(Estancia Lejos, Holguín, Cuba, 1971). Poeta. Es uno de
los decimistas y sonetistas más sig-nificativos de los
últimos años en Cuba. Ha obtenido, entre otros los
premios: Cucalambé (1995); Fundación de la Ciudad
de Santa Clara (1998, 2002), Premio Iberoamericano
Cucalambé (2001), Primer Taller Nacional de la Joven
poesía.

En el prólogo de Examen de fe, el poeta
Francisco de Oraá anotó: "[su palabra escrita es]
atrevida, violenta, tremenda a veces, tosca o sencilla, rondando
el coloquio popular y el concepto raso
pero necesario en su momento, o con excelentes síntesis
verbales (quiero decir: formalmente poéticas) y riqueza de
difíciles rimas, perfecta factura de las
estrofas, soluciones con
gracia y hábiles neologismos, incorporación del
léxico científico, humor e ironía o
sinceridad (no se sabe cuándo una u otra) y como resumen
una espléndida unidad temática".

El homenaje, la parodia, la intertextualidad, la sátira
y el humor son algunos de los rasgos de su obra en
décimas, poeta que intenta transgredir códigos
generacionales y veleidades formales, ofreciendo nuevas
posibilidades expresivas para la tradición de la
décima escrita.

En su poética, pletórica de interrogantes, el
sujeto lírico cuestiona implacablemente la realidad.

En su tercer y más sólido decimario: Examen
de fe
, a diferencia de sus volúmenes anteriores,
aparece un personaje central que logra la organicidad del
volumen:
Zaratustra, nitzscheana y contradictoria entidad –
símbolo, humanizado por el poeta; porque este Zaratustra
posee las existenciales inquietudes de un hombre que le ha tocado
vivir el drama de un convulso final de milenio y la incertidumbre
genésica de otro.

La violencia del lenguaje, la tensión a que se someten
las palabras, la deliberada "profanación" que lleva al
poeta a no respetar el uso de los consonantes y las terminaciones
singular/plural en función de
los contenidos, el empleo de
rimas poco usuales, la negación de lo establecido; forman
parte de la personalidad poética del autor, quien es
esencialmente un iconoclasta, alguien que constantemente
transgrede las fronteras y las normas como
legítima actitud ante
la resistente tradición y el lógico
misoneísmo que ésta entraña.

Obra: El mundo tiene la razón (1996);
Bufón de Dios (1997); Los pies del tiempo;
diez poemas cubanos
(1998); Aneurisma (1999);
Examen de fe (2002); La resaca de todo lo
sufrido
(2003); Los inquilinos de la Casa Usher
(2005); El baile extraño (2005); El yo
profundo (
2005); El gran vidrio:
Último discurso de
Zaratustra
(2006).

LA VOLUNTAD DE PODER: PENÚLTIMO
DISCURSO

DE ZARATUSTRA

Ya se acerca la Navidad. Cada
Navidad que pasa nos acerca al año 2000. Para esa
alegría futura, para esa paz de mañana, para esas
campanadas del año 2000 hemos luchado y cantado los poetas
de este tiempo.

Pablo Neruda: Confieso que he vivido
(1973)

(para Ariel y Damaris)

El 2000 empezó ayer.

Tras cien años de crepúsculos

artificiales y músculos

capaces de sostener

la antimateria, volver

a preguntarse ¿de dónde,

Señor, venimos?, esconde

un sofisma cruel. ¿La ciencia

puede brindar, en esencia,

lo que a Dios le corresponde?

De fe y milagros exento,

este siglo, en nada lírico,

nos demostró que lo empírico

es un frágil argumento.

Fracasó el experimento.

A pesar de un ADN

tan vapuleado, mantiene

el hombre el gen de la duda.

Pero ya ni Dios lo ayuda

a saber de dónde viene.

El siglo pasó de largo.

Cortado de su raigambre

despertará Dios con hambre

del espantoso letargo.

Dios ha muerto por encargo.

Transcurrida una centuria

sufrimos la misma furia,

el mismo desasosiego.

Cambian las reglas, no el juego.

La eternidad nos injuria.

¿Quiénes serán perdonados?

Somos mucho más efímeros

que los inertes polímeros

torpemente reciclados

por el hombre. Sentenciados,

advertimos que se comba

sobre nosotros la tromba

del porvenir. ¿El dolor

podrá ser el zapador

que desactive la bomba?

Aferrarnos al escollo

dogmático nos pertrecha

de una plenitud estrecha.

Observar el desarrollo

es contemplar el meollo

de la perdición. ¿Premura

conceptual? ¿Es tan oscura

la hoguera que nos abrasa?

¿Hay algo que sobrepasa

nuestra fe, nuestra amargura?

Todos los días regreso

a la humilde madriguera

donde otro siglo me espera

por defecto o por exceso.

Yo no digo que estoy preso

porque nadie me acompaña,

ni pienso que es una hazaña

morir de frío en el Polo

o ser alpinista sólo

para vencer la montaña.

Esa criatura extraña

que nombramos Universo

siempre esconde en su reverso

una luz que nos engaña.

Nadie sabe cuánto daña

a los que quieren saber

la voluntad de poder

enfrentarse con el Todo.

Algo germina en el lodo.

El 2000 empezó ayer.

Clonaciones y etiquetas.

Cosmonautas y autopistas

de la información. Conquistas

del siglo XX. Recetas

para llenar las probetas

con un líquido infernal.

Todo es realidad virtual,

excepto esta vida parva

que nos duele y nos escarba,

siempre detrás de un cristal.

Ayer comenzó el 2000

y, exceptuando a los astrónomos,

seremos menos autónomos

que en el tablero un alfil.

Todo estaba en el atril

escrito. Llegó la hora

de escuchar la bienhechora

música. Con la batuta

en alto, Dios nos amputa

de nuestra banda sonora.

La película termina.

En la pantalla los créditos.

Entre fragmentos inéditos

un gángster nos asesina.

Concluye el filme. Culmina

una porción del azar.

El milenio va a empezar.

Alguien inventa la rueda.

Todo pasa y todo queda;

pero lo nuestro es pasar.

EL GRAN VIDRIO: ÚLTIMO DISCURSO DE
ZARATUSTRA

para Rafael Vargas

Algunas profecías no se cumplen.

Fatigado por tantos desahogos

(hermenéuticamente sin el logos)

doy pábulo a falacias que interrumpen

la paz de las esferas cuando irrumpen

como las tentaciones del Maligno

en todos los oráculos. ¿Soy digno

de crédito? Perdonen mis patrañas.

¿Cómo sacarle a Dios de las entrañas

el esplendor de una verdad, un signo?

¿Por qué tenemos que nombrar las cosas

que ya fueron nombradas por Adán:

la culebra, la rata, el alacrán,

el sapo, el tiburón, las mariposas?

Todas las plenitudes son hermosas.

¿Por qué abrumarnos con nomenclaturas

que no le añaden a las Escrituras

un versículo más? ¿Cuál es el
nombre

verdadero de Dios? Hijo del Hombre,

todas las plenitudes son oscuras.

No te defiendas de las peligrosas

variantes discordantes del pecado.

Vivir no necesita predicado.

Todas las plenitudes son morbosas.

¿Por qué tenemos que nombrar las cosas

que ya fueron nombradas? La existencia

es un milagro sólo en apariencia.

Vivir no necesita sustantivos.

Es preciso saber que estamos vivos.

Es preciso saberlo con urgencia.

Me declaro culpable. ¿De qué cosa?

¿Cuál es mi culpa? ¿Cuál ha sido
el crimen?

Señor, perdona; pero no me eximen

las coartadas que tengo. Es peligrosa

mi presencia en el templo. Se destroza

dentro de mí tu solidario puente.

Hay una parte en mí que se arrepiente

(una reminiscencia del olvido).

No van a perdonarme. He cometido

la barbarie de ser un inocente.

Hermosas criaturas de la niebla.

Infierno, Paraíso, Purgatorio.

El hombre es un enigma transitorio.

Un ángel de la luz y las tinieblas.

Pequeño dios, no te persignes. Pueblas

una región remotamente pura.

No te arrepientas. No te vuelvas. Jura

que no serás un número en la serie,

un denominador, una intemperie,

una cifra absoluta, la locura.

Es necesario que olvidemos todo:

las palabras, los símbolos, el templo,

y volver a la noche, por ejemplo,

con la certeza de que fuimos lodo.

Es necesario comprender de un modo

más natural que ser una partícula

es de suma importancia en la ridícula

urdimbre de los días y las noches.

Basta de sonreír como fantoches

que mueren al final de la película.

Al amparo de Dios,
sobre la alfombra

unánime del tiempo caminamos.

Nadie pregunta para dónde vamos.

Mansos corderos, sombras de la Sombra.

Nadie quiere saber cómo se nombra

lo que luego vendrá. Ningún indicio

delata que ya estemos en el Juicio.

No se escuchan lamentos ni trompetas.

El viento se coagula en las veletas.

No puede ser el fin: Es el inicio.

ÁRBOL DE LA ESPERANZA: EL OCASO DE
ZARATUSTRA

para Chucho Ruiz (hijo),

por haberme enseñado que las
cargas

se arreglan en el camino;

y para el entrañable

Danilo Góngora Morgado,

todo incluido…

Te han descubierto. Saben que no eres

el que creyeron ver. La fiel oveja

que no se descarría ni se queja

del lobo o el pastor. Saben que quieres

el rebaño evadir. Que no te adhieres

como un molusco más a la gran roca.

Ceñidos por el mar que los convoca

blasfeman de tu absurdo derrotero.

Te han registrado las entrañas, pero

desconocen la suerte que les toca.

Al menos tú comprendes el dibujo

de las constelaciones y la alquimia

con que pretenden avivar la nimia

procacidad del aprendiz de brujo.

Transgredir lo nombrado no es un lujo.

Nombrar no puede ser una quimera.

Hay una firme tapia que oblitera

el sueño y la razón. Una
alambrada

para escindir el Todo de la Nada.

Te han descubierto. Te han dejado fuera.

El disco se detiene. Los amigos

bruscamente se marchan de la fiesta.

Hay una claridad que los molesta.

No quieren ser de tanta luz testigos.

Al final del concierto ni enemigos

ni cómplices. Después de la
batalla

y muerto el combatiente, ¿qué
muralla?,

¿qué lindero ni línea
divisoria?

El sagrado reparto de la gloria

nada tiene que ver con la medalla.

Saben que quieres trascender los vanos

artilugios del polvo en las paredes.

Saben que intentas violentar (y puedes

violentar) la canción de tus hermanos.

Lo saben todo, excepto que tus manos

inmaculadas cavan sin permiso,

verso a verso, un oscuro pasadizo

hacia la plenitud. Lo saben todo,

excepto que eres libre de algún modo,

en medio de un silencio advenedizo.

Ceñidos por el mar que los circunda

conocen de tus íntimas derrotas.

Pueden pulsar las más acerbas notas

y esperar con paciencia que se hunda

tu catedral ruinosa en la profunda

inmensidad del tedio
cotidiano.

Pueden hacer de tu cerebro un
piano

y tocar el concierto de tus miedos,

virtuosamente, con los mismos dedos

piadosos e implacables de tu mano.

Te han descubierto. Saben de la carta

enarbolada contra el artilugio

del polvo en las paredes, y el refugio

profanado. ¿Qué soledad infarta

a los vencidos? Te han hallado.
Aparta

de mí este cáliz
—dices— Pero, pobre

bufón que desconoces el salobre

regusto de la infamia, algún hermano

(implacable y piadoso) de antemano

rasgará tu esperanza como un sobre.

A pesar de los altos privilegios

que te concede tu existencia opaca

no podrás discernir entre la alpaca

y el más áureo de todos los
arpegios.

A pesar de los dulces sortilegios

y los albatros que la luz prodiga

siempre serás lo mismo, un mal auriga

que conduce su carro a oscura suerte.

Alguien que juega limpio con la muerte.

Bajo el talón de Aquiles, una hormiga.

Hoy llevas la esperanza como un cargo

de conciencia. Hoy eres más adulto

en aquello de disparar al bulto

contra tus enemigos. Sin embargo,

compruebas que tu vino es más amargo

de lo que suponías.
¿Circunstancias?

¿Eufemismo? Lo cierto es que lo
escancias

hasta que el último tonel se agota.

Después el tabernero hará su
nota

de estériles y mórbidas
ganancias.

Por suerte la inocencia es tan impura

que no recuerdas tu remoto origen.

Olvidaste las leyes que te rigen

desde la cumbre hasta la sepultura.

Hay algo en tu memoria que fulgura.

Un escozor que obsceno se repliega.

La conmiseración contigo juega

un ajedrez de mármol transitorio.

Por suerte no estarás en el velorio

de los que morirán en la refriega.

El tiempo ajustará cuentas.
Ulises

nunca perdonará a los pretendientes.

Nadie podrá saber cuáles
corrientes

serán las favorables. Qué
países

de promisión, enormes y felices,

salvarán sus columnas del estrago.

Después de la caída de Cartago

todo resulta gris como la era

imaginaria que de su chistera

se empeña en extraer un triste mago.

Hay un bosque sagrado que se enluta.

Un árbol bien plantado mas danzante.

Un relámpago, apenas un instante

de claridad, para cambiar de ruta.

Tendrás que decidirte por la fruta

que te prohíben o por la demencia

de aparentar atroz indiferencia

frente a la plenitud dulce y redonda

que tienes ante ti, bajo la fronda

que sacude sus ramas con violencia.

Tendrás que despertar con el oscuro

presentimiento de que mucho antes

has vivido esta escena: Los triunfantes

redobles del tambor y contra un muro

tu cuerpo sostenido por un puro

milagro. Los disparos. El lamento

final de la familia
(nunca exento

de un estupor marcadamente fútil).

Tendrás que despertar con el
inútil

fardo angustioso del presentimiento.

Te han descubierto. Sabes cómo
empiezan

el principio y el fin. Por una serie

de absurdos estarás a la intemperie.

Cubierto por los astros que regresan

cíclicamente a donde se sopesan

como el ambiguo horóscopo de un santo.

Te han descubierto. Miras con espanto

tus manos vulneradas por el pulcro

resplandor de la noche y el sepulcro

que los verdugos cavan, entre tanto.

Una oscura pradera te convida.

Noche insular, jardines siempre atroces.

Entre los reflectores y altavoces

una oscura pradera te convida.

El momento más grave de tu vida

no ha sucedido aún. Te desespera

pensar que nadie encenderá una
hoguera.

¿Quién va a reunir los chamuscados trozos?

Del otro lado están los caudalosos

y oscuros ríos de la cruel pradera.

Del otro lado están. Del otro lado

comparten una insomne desmesura.

En cualquier templo caben con holgura

las mayores virtudes y el pecado.

Un leviatán enorme es capturado.

Del otro lado Oriente y Occidente.

El futuro, el pasado y el presente

reunidos en el sueño de un fantoche.

Cuándo se encontrarán Cuba y la
noche

como Caín y Abel, ya frente a frente.

CRONOLOGÍA
APROXIMADA DE LA DÉCIMA

1279-1325: Según el investigador Virgilio López
Lemus, en su libro La décima renacentista y

barroca, por estos años el rey don Dinis de
Portugal hizo su obra en versos entre la que se encuentra
"Cantigas de amor No. 53", posible antecedente de la
décima en lengua
española.

Siglos XIII-XVI: Evolución del zéjel.

Siglos XV-XVI: Proceso de
cristalización de la décima donde sobre todo la
copla real muestra

combinaciones que pudieran ser consideradas variantes de la
décima. En este período deben tenerse en cuenta el
Cancionero de Baena (ciclo de reminiscencias del zéjel,
según V.L.L), el Cancionero de Stúñiga, el
Cancionero de Herberary, Los siete gozos de amor, el cancionero
general de Resende, el Cancionero de Juan del Encina de 1496, el
cancionero general de Hernando del Castillo, entre otros.
Anteriores al siglo XV se cuentan estrofas octosílabas que
guardan parentesco con la décima en las "Coplas de Mingo
Revulgo", el "Juicio hallado y trobado", las letrillas de Santa
Teresa y las de don Luis de Góngora, entre otras. Por esta
época el Marqués de Santillana, Diego Hurtado de
Mendoza y Bartolomé de Torres Naharro –en realidad
emplearon una variante parecida- y Juan de Mal Lara, usaron la
fórmula de la espinela anterior a su supuesto creador
Vicente Espinel. Es de destacar que la «Mística
Pasionaria» del autor sevillano Juan de Mal Lara al parecer
fue escrita en 1571 –veinte años antes que
Diversas rimas de Espinel- texto reimpreso en 1583, pero
Lope de Vega y la tradición se encargaron de aceptar y
extender el nombre de espinela.

1491-1550: Cristóbal de Castillejo empleó
variantes de al décima en su obra.

Siglo XVI: Auge de los metros italianizantes.

1562: Juan Fernández de Heredia publica zéjeles
que pudieran citarse como antecedentes de la

décima.

1546 ó 1547: Nace en Ronda, provincia de Málaga,
Andalucía, España,
Vicente Martínez de

Espinel, notable músico y poeta a quien Lope de Vega le
atribuyó la invención de la estrofa que posee
distribución de rimas abbaaccddc,
versos octosílabos, rima consonante y pausa obligatoria en
el cuarto verso. Espinel fue bautizado el 28 de diciembre de
1550, hecho que ha creado confusión acerca de la fecha
exacta del nacimiento del poeta.

1547: Nace en Alcalá de Henares (Madrid),
probablemente el 29 de septiembre de 1547, Miguel de

Cervantes Saavedra (1547-1616), dramaturgo, poeta y novelista
español,
autor de la novela El
ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha
, considerada como la primera novela moderna de
la literatura universal.

1561: Nace en Córdoba Luis de Góngora y Argote
(1561-1627).

1562: 25 de noviembre. Nace en Madrid Félix Lope de
Vega y Carpio (1562-1635) quien

popularizaría la décima espinela.

1579: Nace en Madrid Tirso de Molina (1579-1648),
seudónimo de Gabriel Téllez, dramaturgo

español del siglo de oro que
empleó la décima en sus obras.

1591: Vicente Espinel publica Diversas rimas, libro
donde se incluye la estrofa conocida después

como décima espinela. Probablemente el libro fue
escrito entre 1580 y 1587.

1593: Fecha probable a partir de la cual Félix Lope de
Vega y Carpio llevó la espinela al teatro.

1599-1603: Período en el cual Lope de Vega adopta la
décima en la variante espinela.

Siglos XVI y XVII: Llegada de la décima espinela a
América.

1600: Año en que aparece la espinela en la obra de
Góngora en el poema "Al marqués de Guadal-

cázar. De las damas de Palacio".

– 17 de enero. Nace en Madrid Pedro Calderón de la
Barca (1600-1681), dramaturgo y

poeta, última figura importante del siglo de Oro de la
literatura española.

1600-1630: Lope de Vega es el autor que cultiva con más
asiduidad la espinela.

Siglo XVII: Gran auge de la décima espinela a
través del teatro.

1607: Alrededor de este año Tirso de Molina, comienza a
adoptar la décima espinela en sus obras.

1608: Miguel de Cervantes
emplea la espinela en su comedia La entretenida.
Cervantes es conside-

rado como uno de los grandes antecesores de la espinela.

1610-1640: Décadas en que la estrofa se pone de
moda en
España.

1614-1615: Cervantes incluye la décima en El
ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha
.

1622: Góngora escribe "De un caballero que había
de hacer una jornada a Italia", quizá uno de sus

mejores textos en décimas.

1624: 4 de febrero. Fallece en Madrid Vicente Gómez
Martínez-Espinel.

-En su libro La Circe, Lope de Vega llama a la
variante de la décima abbaaccddc: espinela.

1636: Calderón de la Barca publica la más
célebre de sus obras teatrales: La vida es
sueño
, donde se

incluyen 33 décimas, de las que algunas son
verdaderamente antológicas.

1651: Nace Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695),
autodidacta, humanista, gran poeta mexicana

del virreinato de Nueva España, cuyo verdadero nombre
era Juana Ramírez de
Asbaje y escribió numerosas décimas
antológicas.

1670-1680: Período en el cual Sor Juana Inés de
la Cruz escribió la mayoría de sus
décimas.

Siglo XVIII: Comienza la decadencia de la décima en
España y el auge de la estrofa en América.

1814. 16 de agosto. Nace en Matanzas, Cuba, José
Jacinto Milanés (1814 – 14. 11. 1863).

– 23 de marzo. Nace en Puerto Príncipe, actual
provincia de Camaguey, Cuba, Gertrudis

Gómez de Avellaneda (1814 – Madrid 1.2.1873)
quien haría importantes aportes a la décima y a la
métrica en general.

1827: 18 de marzo, nace en Bayamo, Oriente, José
Fornaris (1827-1890), poeta que inauguró el

siboneyismo en la literatura cubana.

  • 1829. Primero de julio. Nace en Victoria de Las
    Tunas, Oriente, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo
    (El

Cucalambé), (1829-1861), el poeta cubano
más popular del siglo XIX, máxima figura del
siboneyismo y principal decimista cubano del período.

1841: José Jacinto Milanés publica en Matanzas
Los cantares del Montero.

1855. José Fornaris publica Cantos del
Siboney
, libro que tuvo
varias ediciones.

1856: El Cucalambé publica Rumores del
Hórmigo,
libro insignia del poeta.

1867: Nació en Metapa (actual Ciudad Darío),
Nicaragua. Rubén Darío, seudónimo de
Félix Rubén

García Sarmiento (1867-1916), poeta, periodista y
diplomático nicaragüense, considerado el fundador del
modernismo.

1870: Nació en Tepic (Nayarit) Amado Nervo (1870-1919),
poeta, novelista y ensayista mexicano,

autor de importantes décimas.

1875: Nace Julio Herrera y Reissig (1875-1910). Importante
poeta uruguayo.

1883-1888: En este período Rubén
Darío escribió la mayoría de sus
décimas.

1884: Nace en La Roda (Albacete) Tomás Navarro
Tomás (1884-1979), filólogo y crítico
literario

español que se destacó por sus estudios de
fonética.

1889: Nace Alfonso Reyes (1889-1959), escritor mexicano, uno
de los grandes humanistas

de América.

1891: 24 de febrero. Nace en Camagüey Mariano Brull
(1891-La Habana, 8.6.1956).

1893: Nace en Valladolid Jorge Guillén (1893-1984),
poeta y crítico literario español,
miembro de la

generación del 27.

1894: 29 de agosto. Nace en Jovellanos, Matanzas, el poeta
Manuel Navarro Luna (1894- La

Habana, 15.6.1966).

1896: Nace en Cumaná, Sucre, Andrés Eloy Blanco
(1896-1955), poeta, cuentista, dramaturgo,

periodista, biógrafo, orador y ensayista venezolano,
autor de décimas significativas.

1902: Nace en Sevilla, Luis Cernuda (1902-1963), poeta
español, uno de los más destacados de la

generación del 27.

– 10 de julio. Nace en Camaguey, Nicolás Guillén
Batista (1902 – La Habana,

16.7.1989). Poeta Nacional de Cuba.

1903. Nace Xavier Villaurrutia (1903-1950),
poeta, crítico y dramaturgo mexicano, autor de

"Décima muerte".

– Nace en Madrid Eugenio
Florit Sánchez de Fuentes
(1903-Miami, 1999).

1908: 7 de noviembre. Nace en Camaguey, Cuba,
Emilio Ballagas (1908 – La Habana,

11.9.1954).

1910. Herrera y Reissig publica Los
peregrinos de piedra donde incluye su monumental poema
en

décimas Tertulia
lunática
.

  • 19 de diciembre. Nace en el Campamento de Columbia,
    Marianao, La Habana, José

Lezama Lima (1910-9.8.1976), principal figura del Grupo
Orígenes.

1913: La investigadora habanera Carolina Poncet publica su
importante estudio El romance en

Cuba

1914: 31 de marzo. Nace en La Jorobada, San Juan de los Yeras,
Las Villas, Samuel Feijóo

(1914- La Habana, 14.7.1992). Polígrafo e importante
investigador de la décima cubana.

– 19 de abril. Nace en Puente La Reina , Navarra,
España,
el sacerdote, poeta y una de las figuras más importantes
del Grupo Orígenes Ángel Gaztelu (1914- Estados Unidos,
2003).

1917. Nace Violeta Parra (1917-1967), cantante y poeta
chilena, autora de un substancial

conjunto de décimas.

1920. Nace el venezolano Aquiles Nazoa (1920-1976), autor que
gozó de gran popularidad

en su país y escribió décimas.

– 2 de julio. Nace en La Habana, Eliseo Diego (1920- México,
1993), significativa figura

del Grupo Orígenes.

– Nace en Venezuela
Aquiles Nazoa (1920-1976).

1921. 25 de septiembre. Nace en Cayo Hueso, Estados Unidos el
poeta, escritor e investi-

gador cubano Cintio Vitier Bolaños.

1922. 30 de septiembre. Finca Los Zapotes, San Miguel del
Padrón, La Habana. Nace Jesús

Orta Ruiz, Jesús (El Indio Naborí).
Considerado el decimista cubano más importante del siglo
XX.

1923. Nace en La Habana Fina García Marruz, miembro del
Grupo Orígenes.

1924: Nace en Matanzas Carilda Oliver Labra.

1925: Gerardo Diego, miembro de la generación del 27,
incluye varias décimas en su libro:

Versos humanos (1918-1925).

1926: El poeta matancero Agustín Acosta publica en La
Habana el poema "La zafra", donde

emplea la décima.

1928: Jorge Guillén publica Cántico,
donde incluye décimas.

1930: Eugenio Florit publica Trópicos, libro
donde se renueva la décima.

1934: Miguel Hernández, miembro de la generación
del 27, emplea la décima en el auto

sacramental Quien te ha visto y quien te ve.

1937: 25 de febrero. Nace en Camagüey Severo Sarduy
(1937- París, 8.6.1993). Cardinal

narrador, poeta y ensayista.

1939: El Indio Naborí publica Guardarraya
sonora
, libro donde se aprecia la huella del

neopopularismo peninsular, a partir del cual comienza a
hablarse de una nueva manera de escribir décimas en
Cuba.

1941: Mariano Brull publica Solo de rosa donde
incluye algunas décimas significativas.

1942: Vicente Mendoza publica en Buenos Aires:
La décima en México.

1943: Emilio Ballagas da a conocer Nuestra Señora
del Mar
, libro de décimas dedicado a la Virgen

de la Caridad del Cobre.

1944: Leopoldo Lugones publica en Buenos Aires El
payador
.

1947: Juan A. Martínez publica en Buenos Aires El
payador de la pampa.

1953: Emilio Ballagas obtiene el Premio del Centenario por sus
"Décimas por el júbilo mar-

tiano en el Centenario del Apóstol José Martí"
que se publicarán en 1957.

  • Manuel F. Zárate publica y Dora Pérez de
    Zárate publican en Panamá: La décima y la copla
    en Panamá.

1954: El poeta Manuel Navarro Luna publica en Manzanillo su
poema "Doña Martina", uno de los

cantos elegíacos más hondos escritos en
décimas.

1955: Naborí publica Estampas y
Elegías
, donde incluye sus grandes poemas en
décimas "Elegías a

Noel" y "La fuga del ángel". 28 de agosto: en el
estadio habanero de Campo Armada realiza junto a Ángel
Valiente lo que sería conocido después como "La
controversia del siglo", a la que asistieron miles de
personas.

– Fallece en México Andrés Eloy Blanco.

– Ángel Gaztelu publica en La Habana , con
prólogo de José Lezama Lima, Gradual
de

laudes, libro que junto a sonetos y poemas en verso
libre incluye varias décimas significativas.

1956: Tomás Navarro publica su investigación: Métrica
española. Reseña histórica y
descriptiva

donde realiza una importante contribución al estudio de
la evolución de la décima.

1958: Cintio Vitier publica Lo cubano en la
poesía
, aporte significativo al estudio de la
poesía

cubana donde incluye valoraciones acerca de la
décima.

– Marcelino M. Román publica en Buenos Aires:
Itinerario del payador.

– Eliseo Diego publica Por los extraños
pueblos
, donde incluye décimas.

1959: Ismael Moya publica en Buenos Aires: El arte de los
payadores.

1961: Samuel Feijóo publica Sobre los movimientos
por una poesía
cubana hasta 1856
y la

antología La décima popular.

1963: Samuel Feijóo publica en La Habana la
antología La décima culta en Cuba.

1964: La investigadora Ivette Jiménez de Báez
publica en México La décima popular en
Puerto

Rico.

– Samuel Feijóo publica la antología Cantos
a la naturaleza
cubana del siglo XIX
.

1966: José Lezama incluye varias décimas en su
trascendental novela
Paradiso.

1967: Se instituye en Las Tunas,
Cuba, el Premio de décima Cucalambé dentro de la
Jornada

Cucalambeana.

1970: Lezama incluye numerosas décimas en la primera
edición
de su Poesía completa.

– Fina García Marruz publica en La Habana el poemario
Visitaciones, donde aparecen

algunas décimas significativas.

1971: El poeta Adolfo Martí
Fuentes publica en La Habana Alrededor del punto,
renovador

decimario premiado en la primera edición del Concurso
Nacional de Décima 26 de Julio.

– Violeta Parra publica sus Décimas.

1974: La Casa de las Américas de La Habana organiza el
evento cantar del pueblo latinoamericano,

donde participaron decimistas de varios países.

– Severo Sarduy publica Big Ban, donde incluye
décimas.

– Renael González Batista (Holguín, 1944)
publícale decimario Sobre la tela del viento

(Premio José María Heredia 1973).

1976: Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí)
publica la antología Poesía criollista y
siboneísta.

1977: Luis Cernuda, miembro de la generación del 27,
incluyó varias espinelas en su Poesía

completa.

1979: Juan García publica en Quito,
Ecuador:
Décimas. Una manifestación de la poesía
oral en los

grupos negros del Ecuador.

  • Carilda Oliver labra publica en La Habana el decimario
    Tú eres mañana con el que

había recibido Primera Mención en décima
en el Premio 26 de Julio.

1980: Jesús Orta Ruiz publica su estudio acerca de la
décima popular Décima y folclor.

– Se publica El libro de las décimas de
Nicolás Guillén

1982: Nicomedes Santa Cruz publica en Lima: La
décima en el Perú
.

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