Resumen
El presente trabajo contiene las principales
características de los satélites de comunicaciones.
Inicialmente se hace una introducción a la Mecánica
Celeste. Luego se realiza un amplio estudio de los principios
físicos que propician la puesta en orbita de la
tecnología satelital, su principio de funcionamiento,
así como la importancia que representan los
satélites para las comunicaciones de la época
actual.
Abstract
The present work contains the main characteristics of the
satellites of communications. Initially, is made an introduction
to Mechanical Celeste. Then is carried out a wide study of the
physical principles that allow the setting in orbit of the
satelital technology, their operation principle, as well as the
importance that represent the satellites for the communications
of the current time.
Introducción
La especie humana es de carácter social, es decir,
necesita de la comunicación; pues de otra manera
viviríamos completamente aislados. Así, desde los
inicios de la especie, la comunicación fue evolucionando
hasta llegar a la más sofisticada tecnología, para
lograr acercar espacios y tener mayor velocidad en el proceso.
Las primeras manifestaciones en la comunicación de la
especie humana fueron la voz, las señales de humo y sus
dibujos pictóricos; posteriormente al evolucionar, fue la
escritura, el elemento que permitió desarrollar las
culturas que hoy se conocen. Las artes como la música y el
teatro, forman parte fundamental en la formación y
desarrollo de la misma especie y sus culturas. Con el desarrollo
de las civilizaciones y de las lenguas escritas surgió
también la necesidad de comunicarse a distancia de forma
regular, con el fin de facilitar el comercio entre las diferentes
naciones e imperios.
La tecnología satelital se remonta a tiempos muy
remotos, cuando el hombre empezó a medir los movimientos
de las estrellas, dando origen a una de las ramas más
antiguas de la ciencia, la Mecánica Celeste. Mucho
después, se empezaron a realizar los primeros
cálculos científicos sobre la tasa de velocidad
necesaria para superar el tirón gravitacional de la
Tierra.
No fue sino hasta 1945, cuando el entonces Secretario de la
Sociedad Interplanetaria Británica, Arthur C. Clarke,
publicó un artículo -que muchos calificaron como
fantasioso- acerca de la posibilidad de transmitir señales
de radio y televisión a través de largas distancias
(transatlánticas) sin la necesidad de cables coaxiales (en
el caso de la televisión o relevadores en el de la radio),
proponiendo un satélite artificial ubicado a una altura de
36 mil km, que girara alrededor de la Tierra una vez cada 24
horas, de tal forma que se percibiera como fijo sobre un punto
determinado y, por lo tanto, cubriendo en su transmisión
una fracción de la superficie terrestre. Este artefacto
estaría equipado con instrumentos para recibir y
transmitir señales entre él mismo y uno o varios
puntos desde tierra; también, añadía que
para hacer posible la cobertura de todo el planeta habrían
de colocarse tres de estos satélites de manera
equidistante a la altura mencionada, en la línea del
Ecuador. El artículo presentaba, además, algunos
cálculos sobre la energía que se requeriría
para que dichos satélites funcionaran, y para ello
proponía el aprovechamiento de la energía
solar.
La relación existente entre la Mecánica Celeste
y el universo de las Telecomunicaciones resulta un
problema a resolver por el Departamento de Física
de la Universidad de Oriente.
En hipótesis, si se realiza una búsqueda
de la información actualizada existente acerca de la
Mecánica Celeste, y se establece una relación con
la tecnología satelital, se demostrará la gran
importancia que representan las leyes físicas, en especial
las que rigen el movimiento de los satélites, en las
Telecomunicaciones del mundo actual.
Desarrollo
¿Qué son los satélites
artificiales?
En el mundo actual, el término Telecomunicación
define un conjunto de medios de comunicación a distancia o
transmisión de palabras, sonidos, imágenes o datos
en forma de impulsos o señales electrónicas o
electromagnéticas. Un papel importante en las
telecomunicaciones lo juegan los satélites
artificiales.
Debemos definir al satélite de comunicaciones como "un
repetidor radioeléctrico ubicado en el espacio, que recibe
señales generadas en la tierra, las amplifica y las vuelve
a enviar a la tierra". Es decir es un centro de comunicaciones
que procesa datos recibidos desde nuestro planeta y los
envía de regreso, bien al punto que envió la
señal, bien a otro distinto. Los satélites pueden
manipular datos, complementándolos con información
del espacio exterior, o pueden servir sólo como un espejo
que rebota la señal.
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