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La Ética y la Ética en la Empresa (página 2)



Partes: 1, 2

Éticas Teleológicas y
Deontológicas. En el contexto de una ética
teleológica, no puede decirse si una acción
es moralmente correcta o incorrecta si no se tienen en cuenta las
consecuencias que se siguen de ella. La ética
deontológica, sin embargo, considera que hay acciones
buenas o malas en sí mismas, sin atender a las
consecuencias. La clave sería entonces el
consecuencialismo o no consecuencialismo.

  • Finalmente, es necesario tener en cuenta la
    clasificación de Max Weber, que divide a las
    éticas en éticas de la Convicción y
    éticas de la Responsabilidad. Son éticas de la
    convicción las que sostienen que del bien no puede
    seguirse el mal, ni del mal el bien; por tanto, afirman que
    hay que realizar siempre acciones en sí mismas buenas,
    sin atender a las consecuencias. Éticas de la
    responsabilidad son las que mantienen que del bien no siempre
    se sigue el bien, por lo que más vale indicar
    qué mínimo de mal es éticamente
    legítimo para conseguir el bien, de acuerdo con las
    consecuencias previsibles de la acción.

CAPÍTULO II

Ética en la
Empresa

2.1. Necesidad de Ética en una
Empresa
[3]

Ética y empresa, he
aquí dos palabras que suelen invocarse juntas en estos
tiempos, pero casi exclusivamente en los medios
académicos, sin que llegue a cristalizar todavía
una luz clara que
oriente de manera según la práctica
cotidiana.

Cuando se unen estos dos vocablos salen, en mi
opinión, ambos beneficiados, pues dignifica a la empresa ser
considerada como campo de la acción libre –y por lo
tanto sujeto de responsabilidad moral– y
obliga, del otro lado, a la ética a ceñirse, para
iluminarlo, a su genuino objetivo: el
obrar humano en singular.

Así la empresa se eleva hasta tocar la filosofía, y la filosofía se allana
para el estudio del actuar del hombre.

Desde luego que afecta a la calidad de los
productos o
servicios de
una empresa, e
influye en la productividad y
en los precios, pero
intentar aplicarla directamente a estas cuestiones podría
resultar artificial, además de prolijo, porque estos
parámetros a través de los que se expresa la
eficacia de
una organización económica, constituyen
como un "paquete cerrado", una consecuencia técnica casi
automática, y por lo tanto ciega a cualquier evaluación
distinta a al estrictamente económica, y esto es
así precisamente por las características de su
diseño
formal.

Y es que la ética aún está
influyendo en los resultados, hace más referencia a la
raíces que a los frutos, y tiene más que ver con la
intencionalidad de las personas que con los sistemas, puesto
que, aparte de otras consideraciones, detrás y debajo de
todo mecanismo anónimo, hay siempre una voluntad personal.

2.2 Los Principios
Éticos Fundamentales en la Concepción de la Empresa
Ética[4]

La ética
empresarial no es, un concepto nuevo,
pensadores como Max Weber y
Georg Simmel mostraron que este término está
relacionado con el capitalismo
renano y la tradición protestante.

  • a. Transparencia que llega a todas las partes
    interesadas. La información relevante y
    legítima referente a los objetivos, actuaciones,
    omisiones, resultados, riesgos que permitan en cada caso
    reconocer la correcta aplicación del Código
    Ético de conducta.

  • b. Información comprensible. Se
    entregará a los interesados de manera inteligible y
    comprensible, con la frecuencia necesaria.

  • c. Implementación con acciones concretas
    del código de ética de conducta.

  • d. Mejora continua en el ejercicio de la
    responsabilidad ética, social y
    medioambiental.

  • e. Posibilidad de verificar los datos del
    sistema de gestión ética.

La sociedad
informatizada está exigiendo que el comportamiento
de las empresas y
organizaciones
integre inteligencia y
sensibilidad, ciencia y
conciencia y
desarrollo y
respeto. La
gestión
de toda empresa debe estar amparada por la base de todo código
ético, que es el respeto por los derechos fundamentales, ya
que la empresa la personifican hombres en cada área de
gestión. Pero empíricamente podríamos
preguntar ¿cómo podemos medir la ética en
las empresas? En el plano académico existen concepciones
diferentes, veamos la concepción de Irene Samper
Ratés, autora que afirma que la gestión
ética va inherente a la gestión por valores,
institucionalizada a través de medios tales
como:

  • a. Declaración de valores
    corporativos.

  • b. Códigos de conducta
    empresarial.

  • c. Balance social.

  • d. Mención del cumplimiento de
    códigos éticos en informes anuales.

  • e. Comités de ética.

  • f. Programas de formación en
    ética empresarial.

  • g. Figuras como el "Defensor del cliente",
    "Defensor del inversionista" etc. Garantizando los derechos y
    obligaciones de los sujetos.

2.3 Los Sujetos de la Ética Aplicada a los
Negocios[5]

La empresa no vale sino para el hombre,
ella no funciona sino gracias a y por los hombres, los que
aportan el capital, sus
dirigentes y sus asalariados, por ello cabe afirmar que no hay
ética empresaria sino la que emana de las "personas
éticas". Por tanto sería más lógico
referirse no a la "ética de las empresas" o "ética
de los negocios",
sino a la "ética de los empresarios" o de los "hombres de
negocios".

"La libre empresa, concepto inseparable del de sociedad
abierta, es una fuerza
impersonal, incapaz de decisiones morales…" por lo que es
posible afirmar que la empresa desempeña su rol social,
crea valor en tal
sentido y asume los riesgos
conexos que ello implica, a través del discernimiento y
compromiso ético de las personas que la integran y en
especial de sus directivos. La definición de los valores y
principios críticos en la generación de calidad
será un fiel reflejo de la ética personal de sus
dirigentes; el diálogo y
la búsqueda de acuerdos, permitirá que el pensamiento
moral y las expresiones valorativas se difundan a través
de toda la estructura.

Los responsables de establecer las políticas
de la empresa, deberían considerar los intereses de todos
aquellos involucrados por su actividad. Así se
reconocerán los derechos de los empleados y se
procurarán políticas de personal que favorezcan el
potencial humano y la creación de un sentido de misión y
de logro en todos los niveles de la
organización.

La ética en los negocios es por tanto un
resultado, una consecuencia del desempeño ético de su management,
quien ejercerá un liderazgo
ético si él es un hombre ético en su
carácter; si no mantiene a la ética
y a los negocios en dos mundos separados; si ha asumido la
responsabilidad que le compete, consciente de estar preparado
para ello y de que no basta con sus buenas intenciones y su
conducta
honorable.

Hacia dentro, la ética interna de la empresa se
evidenciará en las relaciones con los asalariados, creando
un clima de
adhesión, participación y comunicación abierta. Y logrando desde el
empleado, un desempeño ético personal que se
evidenciará en el trabajo
responsable. Su valor como miembro del negocio estará en
cuan bien sirva las necesidades del cliente, en cuan
importante es su compromiso con el desarrollo de la confianza, la
transparencia, el trabajo en equipo
y el profesionalismo.

Y así será posible también
desarrollar una ética externa, hacia fuera, hacia el Estado, la
comunidad, la
competencia, el
proveedor… El precio justo,
la cantidad y la calidad total por
lo que ha pagado es una forma de ver la ética aplicada a
las relaciones con el cliente. El valor del negocio -compuesto
por personas que están al servicio del
cliente estará precisamente en la cantidad y calidad del
servicio que se le presta.

2.4 El Contador como Empresario

2.4.1 Ética Profesional del
Contador[6]

Actualmente la mayoría de las profesiones poseen
un código de ética que rige las acciones de sus
egresados, el cual es tan importante como los conocimientos que
pueda tener cualquier persona que
presuma tener un título, puesto que la ética
profesional respalda el prestigio y la confianza de una
carrera.

En el caso de los contadores públicos, la
ética profesional es tan importante como los principios
contables, puesto que un contador poco confiable o ético
nunca será requerido para realizar una auditoria, llevar
la contabilidad
de una empresa ni para delegarle responsabilidades.

Actualmente se hace mucho énfasis en que los
contadores deben respetar el código de ética de su
profesión, pues se le ha caracterizado como una persona
tramposa que invade impuestos u
oculta información al fisco, no sólo en
nuestro medio, sino también en países como Estados Unidos.
Las consecuencias de estos comentarios pueden perjudicar a la
profesión, puesto que el trabajo se
encuentra desmeritado y de no mejorar la reputación,
pudiendo ocasionar graves problemas a
las futuras generaciones de contadores
públicos.

En el papel que debe desempeñar el contador
público de nuestro siglo es incrementar cada día
sus conocimientos, actualizarse con nuevas
tecnologías y cambios en las leyes fiscales,
actuar con honestidad para
no perder la confianza que se deposita en sus habilidades y
siempre tratar de hacer un trabajo de calidad, lo más
exacto posible. Otra de sus obligaciones
es impulsar el desarrollo
económico del país, mediante la honesta
contribución de impuestos, así como orientar a las
empresas a cumplir con sus obligaciones e impedir evadir al
fisco.

El contador de nuestros tiempos debe de actuar como un
agente de cambio, que
logre facilitar las tareas de pago de impuestos, desarrollar
nuevas formas de analizar la información contable de
manera más sencilla y exacta y, en general, mejorar y
aumentar la visión de su profesión, ya que como
futuros trabajadores, está en él hacer un cambio
que realmente contribuya con nuestro país.

2.4.2 Valores Éticos que debe cultivar el
Contador[7]

"La virtud es una disposición
habitual y firme a hacer el bien"

Los principales valores de todo profesional, y
más de un Contador, son cuatro y son llamadas virtudes
o valores cardinales.

  • a. Prudencia: Exige del profesional
    contador la capacidad de pensar con madurez intelectual y
    afectiva. Exige también estar metido en los temas en
    que le toca tomar decisiones, saberse aconsejar, saber
    rectificar cuando comprenda que se había
    equivocado.

  • b. Justicia: En la organización y
    distribución del trabajo y de los salarios, hay que
    tener presente que sueldos deben guardar relación
    con el trabajo realizado, medido en cantidad, calidad, dureza
    y riesgos.
    No es justo que cobre mucho quien se limita a
    poner unas firmas o a hacer gestiones inútiles o
    placenteras, cuando su importancia viene del hecho de que
    puede obstruir el trabajo de los demás.

  • c. Fortaleza: El profesional debe ser
    firme en sus principios. La fortaleza exige que tenga
    puntualidad, virtud considerada menor pero que tiene
    mucha importancia: llegar a la hora, incluso antes, al
    trabajo.

  • d. Templanza: Hay que tener presente que
    no es lícito obrar sólo por placer,
    porque el placer es, en esta vida, un medio para ayudar a la
    realización de lo arduo.

Otras cualidades deseables en el profesional contador
son la afición a los temas objeto del trabajo, y entre
ellos tenemos:

  • a. Flexibilidad: Cualquier trabajo de un
    profesional sufre muchos cambios imprevistos. La flexibilidad
    mental está relacionada con la inteligencia natural,
    pero también con la inteligencia cultivada y las
    virtudes citadas anteriormente.

  • b. Realismo y Espíritu
    Práctico:
    El profesional con espíritu
    práctico sabe que el acabado de un trabajo admite
    siempre más perfeccionamientos, retoques hasta el
    infinito. Pero es razonable admitiendo que , en cierto
    momento hay que darle punto final.

  • c. Capacidad de Comunicación: El
    profesional que quiere prosperar y, sobre todo, hacer un buen
    servicio, necesita esa capacidad. La habilidad de comunicarse
    eficaz económicamente se adquiere con el ejercicio. El
    profesional debe adquirir y mantener una cultura general que
    se aprende en libros, revistas, con la práctica y
    hasta con la lectura selectiva del
    periódico.

Conclusiones

La Ética es el objeto formal referido al bien
moral, es decir los actos, hábitos, ya sean buenos o
malos.

Actualmente existe una gran necesidad de cumplir Valores
Éticos dentro de la empresa ya que, es común que en
las instituciones,
donde la diversidad de culturas y caracteres son elementos
principales para la generación de conflictos, se
transgredan normas de
conducta y convivencia. Por lo mismo, todo profesional en su
desempeño laboral debe ser
una persona honorable con alto grado de principios
moral-éticos. Y como integrantes de una empresa, se debe
mantener un código de conducta moral, la que lo
convertirá en persona idónea para el cumplimiento
de sus funciones.

Bibliografía

 

 

 

 

Autora:

Nancy de Lourdes Saavedra
Montoya

Facultad de Ciencias

Carrera Profesional:
Contabilidad

Ciclo: 2006 – II

Curso: Filosofía

Profesor: Mgtr. Juan Llanos
Figueredo

Monografias.com

UNIVERSIDAD CATÓLICA
SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO

ESCUELA DE CONTABILIDAD

Lugar y fecha: Chiclayo –
Perú

2006 II

[1] http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89tica

[2] http://presencias.net/indpdm.html?http://presencias.net/educar/ht1040b.html

[3] Ferreiro, Pablo. Ética y empresa.
2da Edición. 1996. Universidad
de Piura. Págs. 20-21. Piura €“
Perú.

[4] /trabajos16/las-tres-e/las-tres-e.shtml

[5] http://eco.unne.edu.ar/revista/01/01.pdf#search=%22la%20etica%20de%20la%20empresa%22

[6] /trabajos16/etica-del-contador/etica-del-contador.shtml#ETICA

[7] Estatús Tobella, Rafael. Moral
para Profesionales. 1era Edición. 2001. Editorial
Universidad de Piura. Págs. 80-90. Piura €“
Perú.

Partes: 1, 2
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