Los delitos con mayor incidencia en las fiscalías de Lima (Perú) y la percepción de la población (página 2)
Contra la Libertad | 4,961 | 10 | |
Contra la Familia | 1,755 | 3 | |
Otros | 2,533 | 5 | |
Total | 51,576 | 100 |
FUENTE: El Anuario
Estadístico 2004 del Ministerio Público
Elaboración propia
Como puede observarse, según el tipo
genérico, los delitos con
mayor incidencia en Lima registrados por las Fiscalías provinciales son los cometidos
Contra el Patrimonio que
alcanza a 15,814 registros y
representan el 30% del total registrado, luego en segundo lugar
los delitos seguidos Contra la Seguridad
Pública con 7,680 registros que representan el 15%, en
tercer lugar los delitos contra la Fé Pública con
un total de 7,150 registros representando el 14% luego los
delitos Contra la
Administración Pública con 6,719 registros
haciendo el 13.%, en quinto orden están los delitos Contra
la Vida, el Cuerpo y la Salud con 4,964 casos
registrados que alcanza el 10.% del total, y en el sexto lugar se
ubican los delitos Contra la Libertad con
4,961 registros, donde se encuentra el delito de
Violación Sexual que representa el 10%; veinte puntos
porcentuales menos que el que tiene mayor incidencia es decir los
delitos Contra el patrimonio. Posteriormente se ubican los
delitos Contra la Familia con
1,755 registros representando el 3%; mientras que otros delitos
suman 2,533 (5%) casos registrados.
Los delitos contra el patrimonio, a la vez, se
subdividen según el tipo de delito específico, en
los siguientes delitos: Hurto con 3,774 casos registrados que
representa el 24%, Estafa 3,627 registros 23%, Robo 2,327 casos
que representa el 15% y Apropiación Ilícita 2,243
14% entre los que tienen mayor registro seguido
luego por los delitos de Usurpación, Daños,
Fraude en la
Administración de Personas
Jurídicas, Receptación entre otros. De igual manera
el delito de Violación sexual se encuentra agrupado entre
los delitos de tipo genérico Contra la Libertad que llega
a tener un registro de 4,961 casos representando el 10% del
total, ocupa el sexto lugar, en el orden de incidencia, entre los
delitos agrupados en este tipo genérico Contra la
Libertad, el delito de la libertad sexual registra 2,939 casos,
representando el 59% con respecto a los otros delitos
considerados en este rubro como son: violación de la
libertad personal 1,167
(24%) violación de domicilio 371 registros 8 % entre
otros.
Comparando los datos
estadísticos ofrecidos por el Ministerio Público,
el delito de violación sexual registra 2,939 casos y los
delitos contra el patrimonio llega a alcanzar 15,814 registros,
lo que nos indica con meridiana claridad la escasa incidencia del
delito contra la libertad – Violación sexual en los
registros de las fiscalías provinciales penales de
Lima.
La
percepción de la población de
Lima
Estos datos no guardan relación con la percepción
de la población de Lima sobre los delitos que
más les preocupa a ellos, a diferencia de los delitos
registrados por el Ministerio Público es el delito de
Violación Sexual el que causa mayor inseguridad en
opinión de la ciudadanía de Lima, lo que debe tomarse en
cuenta para diseñar una política criminal por
parte del Ministerio Público y todas las instituciones
que tengan relación con la seguridad
ciudadana. Las estadísticas publicadas por la Pontificia
Universidad
Católica del Perú[3]sobre seguridad
ciudadana efectuada en agosto del año 2008 y 2007
así lo indican como a continuación se detalla en el
siguiente cuadro:
CUADRO Nº 02: PERCEPCION DE LA
POBLACION DE LIMA SOBRE LA INSEGURIDAD CIUDADANA
Cuando oye hablar de inseguridad ciudadana,
¿en cuál de los problemas del
siguiente listado piensa Ud.? Indíquelos de acuerdo a su
importancia (Respuestas múltiples).
FUENTE: Instituto de Opinión
Pública de la Pontificia Universidad
Católica,
Agosto de 2008
Elaboración propia
En el cuadro precedente la población de Lima,
responde que las violaciones, abusos o acosos sexuales son los
problemas que mas le preocupan y más le causan
inseguridad. En respuestas múltiples, 57 de los
encuestados en el año 2007 y 59 encuestados en el 2008 le
dan prioridad a estos delitos, de otra parte 43 encuestados en el
2007 y 46 en el 2008 señalan en segundo orden de
importancia la violencia
callejera, luego vienen los asaltos con mano armada, venta de drogas,
secuestro,
agresiones físicas, corrupción, terrorismo y
recién en el noveno orden de importancia aparece el delito
de hurto que es el que tiene mayores registros en las
estadísticas del Ministerio Público.
La tesis que
explica, por qué el delito de Violación Sexual se
constituye como el mayor problema de inseguridad, y no los
delitos contra el patrimonio, que son los de mayor registro en
las Fiscalias provinciales de Lima, es la actitud de
miedo que tiene la población limeña respecto a las
violaciones, abusos o acosos sexuales, el miedo que es definido
como la percepción de amenaza al bienestar personal que
concurre con el sentimiento de inhabilidad de una persona de hacer
algo al respecto. Este miedo de inseguridad es permanente en la
población limeña, por el entorno urbano en que
vive, donde hay una excesiva concentración poblacional, la
ciudad de Lima llega a concentrar el 27% del total de la
población peruana, se explica también por la forma
como se suceden estos hechos de violación sexual, en la
mayoría de veces tienen como víctimas menores de
edad, mucha veces seguido de muerte de la
víctima; por la forma como se informan estos hechos, y
donde la legislación no obstante el endurecimiento de
penas en este delito[4]parece no ser persuasivo,
ya que, desde el 23 de mayo de 1998 fecha en que se
promulgó el Decreto Legislativo 896, emitido por el
gobierno de
Fujimori, se introdujo la pena de cadena perpetua para el delito
de violación de menor de catorce años de edad en
los delitos tipificados en los artículos 173º y
173º-A del Código
Penal.
Tesis que
explican el miedo al crimen
Lo que se ha encontrado en el análisis comparativo para Lima, parece ser
generalizado en todo Latinoamérica, hay estudios realizados en
otros países donde se plantea que el miedo al
crimen es hoy un problema más generalizado que el crimen
mismo, como el efectuado en Bogotá Colombia por
Elvira María Restrepo y Álvaro José
Moreno[5]quienes han encontrado cuatro tesis que
explicarían el miedo al crimen:
1. La primera de ellas se establece que el
miedo es producto de la victimización, es decir, que
el miedo al crimen es producto de la experiencia directa del
crimen que tiene cada persona o de forma indirecta por medio
de sus allegados;2. La segunda es la tesis del control social y
postula que el miedo se genera por la inhabilidad de un
individuo de controlar su propia vida y los comportamientos y
actividades de los demás, es decir, que la gente tiene
miedo por su inhabilidad de prevenir o poder manejar las
consecuencias de la victimización;3. La tercera habla de la tesis del entorno
urbano, que establece que el miedo al crimen no proviene
necesariamente de experiencias directas del crimen
(victimización), ni del control de cada individuo
per se, sino que atribuye el miedo al crimen a la
manera en que la gente experimenta e interpreta el entorno
urbano que lo rodea, "el entorno urbano le da a un individuo
la experiencia visual (cuando el conocimiento real es
limitado) sobre la probabilidad del riesgo al crimen y la
posibilidad de que otros intervengan para ayudarlo" (Merry,
1981).4. Una cuarta tesis sobre el miedo al crimen
busca determinar la influencia de los medios de
comunicación en el miedo al crimen. Reiner (2002)
establece que la proporción de historias de crimen es
una función de los medios, el mercado y la
época: "Cuando la violencia de la vida real se compara
con el crimen real, medido por las estadísticas
oficiales, parecería que los medios exageraran la
probabilidad y severidad del peligro. Se dice que esto
"cultiva" una visión distorsionada del mundo que crea
niveles innecesarios de ansiedad que no corresponden al nivel
de riesgo al crimen violento". Independientemente de su
influencia, es un hecho que los crímenes violentos
figuran de manera desproporcionada en los medios, más
en unos que en otros (Reiner, 2002). Este hecho,
además, rara vez es compensado con noticias positivas
que muestren mejorías en la administración de
justicia o avances en la lucha policial contra el
crimen.
Para el caso de Lima, el entorno urbano y la influencia
de los medios de
comunicación explicarían mejor el miedo que se
tiene sobre el crimen, específicamente al delito de
violación sexual.
Conclusión
En conclusión se puede afirmar, que en Lima, el
miedo al crimen es hoy un problema más generalizado que el
crimen mismo, conforme se ha demostrado de los datos
estadísticos detallados en este trabajo,
específicamente de la percepción de la
población limeña respecto del delito de
Violación Sexual que se constituye como el que causa mayor
inseguridad a diferencia de los delitos con mayor incidencia
registrados en las Fiscalias de Lima, donde los delitos contra el
patrimonio son los mas frecuentes. Análisis que debe ser
tomado en cuenta para prevenir los delitos y tener una adecuada
política criminal por parte del Ministerio Público
y demás organismos que intervienen en la seguridad
ciudadana.
Autor:
Roger Tumi Pacori
[1] El Anuario Estadístico 2004 del
Ministerio Público está publicado en su página
Web: http://www.mpfn.gob.pe/estadistica/anuario.
[2] Los datos de población del
último censo efectuado en el año 2007
están publicados en la página Web. Del
Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI:
http://www.inei.gob.pe.
[3] Encuesta
efectuada en Lima €“ Perú en agosto del 2008
por Instituto de Opinión Pública de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, publicado en:
http: //www.scribd.com/doc/5342770/
Encuesta-sobre-la-inseguridad-ciudadana.
[4] Los Artículos 173 inciso 2 y 173 A
del Código penal, sobre violación sexual de menor
de catorce años, disponen la pena de cadena perpetua
cuando la víctima es menor de 14 años y cuando es
seguida de muerte o lesión grave cuando tiene de 7 a 10
años y de 10 a 14 años respectivamente.
[5] RESTREPO, Elvira María y Moreno,
Alvaro José Bogotá: ¿más crimen?,
¿más miedo? EN: Desarrollo y
Sociedad 1er
semestre Bogotá 2007 pp. 165 – 214
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