Análisis a dos voces del cuento "El lobo, el bosque y el hombre de nuevo"
Trabajo Final de Literatura
Latinoamericana
Durante el segundo lustro de los setenta empezaron a
restaurarse las bases de la fábula. Estaba naciendo lo que
luego vendría a conocerse, entre otros apelativos de
desigual fortuna, como nueva cuentística cubana. Se
publicaron libros de
"transición", por así llamarles, y que anunciaban
-y a veces protagonizaban- los cambios por venir en el plano
compositivo del relato breve. Sin embargo, el origen de tan
deseadas mutaciones no se hallaba, en la técnica, sino
más bien en la germinación de una sensibilidad
distinta. Sensibilidad cuyo centro era la idea de una literatura
reivindicadora de la ficción y los poderes
representacionales del escritor.
Lo que estos libros proponían ya se encontraba en
narradores de generaciones anteriores: el Gustavo Eguren de
Los lagartos no comen queso (1975), el Miguel Collazo de
El arco de Belén (1976), o el Eduardo Heras de
Acero (1977).
Pero la nueva cuentística hizo un aporte notable al
panorama del género: la
reivindicación del estatuto del personaje literario en
congruencia con un tipo de estructura
favorecedora de la progresión dramática emotiva. En
este sentido, los denominados cuentistas de los ochenta llamaron
la atención sobre el empleo del
lenguaje y el
cultivo de ciertos estilos dramatúrgicos, aunque
también con la inserción de una avalancha de
personajes homosexuales en especial masculinos, tema censurado
por la política cultural del gobierno desde
finales de los sesenta. Se inicia de esta manera una
retórica con su correspondiente mundo de referencias que
constituye la base de una nueva generación de artistas y
escritores.
De aquellos libros sobrevive el espíritu que los
animó por esos años, y, en términos
rigurosamente literarios, tan sólo un manojo de piezas.
Pero algunos de sus autores supieron trascender los peligros de
la retórica. Entre ellos, Senel Paz lo hizo con un relato
impactante: El lobo, el bosque y el hombre
nuevo.
El autor de este cuento, que
constituye el objeto de análisis de este trabajo, nace
en Fomento, Sancti Spíritus, en 1950. Sus
habilidades artísticas lo convierten en escritor y
guionista de cine. Paz se
formó como periodista y como tal ha trabajado en
periódicos e instituciones
culturales cubanas y ha sido docente en la Escuela
Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de
los Baños. Incursionó en la escritura con
obras de teatro, cuentos y
novelas, los
cuales han sido traducidos a siete idiomas y publicados en
antologías, mundialmente.
Conocido principalmente en el ámbito internacional por
su cuento " El bosque, el lobo y el hombre nuevo"
que fuera llevado al cine como la película Fresa y
chocolate (1992), Premio al mejor guión en el XIV
Festival Internacional de Cine Latinoamericano celebrado en la
Habana y único filme cubano nominado al Premio Oscar en la
categoría de Mejor Película Extranjera.
Fue autor de los guiones de populares películas como:
Una novia para David y Adorables mentiras,
así como de tres cortos de ficción. Ha colaborado
también en el guión de los filmes: Lista de
espera, Un paraíso bajo las estrellas,
Malena es un nombre de tango, Cosas que dejé
en La Habana y Una rosa de Francia.
Se ha dedicado, además, a la enseñanza y asesoría en el campo de
la dramaturgia cinematográfica, dentro y fuera de Cuba, y
llevó por tres cursos la cátedra de guiones de la
Escuela Internacional de Cine y Televisión
de San Antonio de los Baños.
Su quehacer literario lo a llevado a realizar una narrativa
muy atractiva, de la cual podemos citar algunos libros como:
No le digas que la quieres (cuentos) en 1950, El
niño aquel (cuentos) en 1980, El rey en el
jardín (novela) en 1983,
Los becados se divierten, (cuentos) en 1989, Las
hermanas (cuentos) y En el cielo con diamantes
(novela) en el 2007. Recibió recientemente en Portugal el
Premio de Creación Literaria de la Casa de América
Latina.
El cuento analizado que se ubica en el período
perteneciente a la Revolución
en el poder,
ganó el Premio Juan Rulfo de
Radio Francia
Internacional en 1990, y la cinta que lo toma de asunto, varios
galardones, entre ellos el Gran Premio Coral en La Habana en
1993, Oso de Plata de Berlín en 1994, la candidatura al
Oscar como mejor cinta extranjera en 1994 y el Premio Goya en
similar categoría en 1995.
El texto nos
recuerda esta triste etapa de persecuciones y excesos para la
cultura
cubana: los setenta. Ese período fue bautizado como
"Quinquenio Gris" por el ensayista Ambrosio Fornet, y más
recientemente como "Trinquenio Amargo" por el arquitecto Mario
Coyula. Es precisamente en esos años que se contextualiza
el cuento analizado.
Su estreno a comienzo de los noventa, sacudió a la
sociedad
cubana y sacó de la "invisibilidad" un tema sensible,
largamente postergado y marcado por infinitud de tabúes.
Paz, refleja en el cuento, la problemática que se vive en
Cuba debido al comunismo y
nacionalismo
con que se enfrenta el protagonista, David, en una
confrontación de sus ideales y sus sentimientos. Al
parecer, el hombre nuevo
es él, quien tras una extraña relación con
un maricón, como Diego mismo se hace nombrar durante el
relato, despliega una amistad que
comienza como una apuesta ganada mediante engaños y
termina en un sólido y verdadero afecto, entre
personalidades antagónicas.
Página siguiente |