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Las reglas de enfrentamiento (ROE) (página 3)




Enviado por Miguel Alía Plana



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

ROE collectively were in a state of disorganization
following Vietnam because there was no standardized method for
either developing or disseminating ROE within the
military
.[63]

Además, las ROE de Vietnam eran profundamente
restrictivas. La presencia de "asesores militares"
norteamericanos en apoyo del ejército de Vietnam del Sur
se remonta a la
Administración Kennedy. Pero no fue hasta la
emisión de la llamada "Resolución del Golfo de
Tonkin"
("Southeast Asia Resolution,
Public Law 88-408
[64]emitida por el Congreso
de los Estados Unidos el
7 de agosto de 1964, por la que se autorizaba al Presidente
Lyndon B. Johnson para actuar de manera integral contra la
República Democrática de Vietnam, a la cual
acusaba de agresiones en contra de naves norteamericanas en el
Golfo de Tonkin, cuando empezó la intervención
masiva norteamericana, sin que los Estados Unidos declaran
formalmente la guerra a
Vietnam del Norte. Estados Unidos temían que tanto la URSS
como China
participasen activamente en el conflicto, con
unidades propias, como hizo China en la de Corea. Por ello se
dictaron ROE muy restrictivas, con el fin de impedir el
hipotético caso de un enfrentamiento directo con las
supuestas unidades chinas y soviéticas. Además, la
opinión
pública, azuzada por posiciones izquierdistas,
simpatizantes de las fuerzas comunistas vietnamitas, se
enfrentó contra el gobierno,
destacando los errores militares y los crímenes de guerra
norteamericanos, y ocultando los
vietnamitas[65]Sin embargo, las ROE dictadas para
la Guerra del Golfo fueron menos restrictivas que las anteriores,
pero no olvidaron dotarse de dos elementos fundamentales: el
sometimiento al Derecho de los Conflictos
Armados, por un lado, dado que ello era una exigencia derivada de
su carácter menos restrictivo; y la voluntad
de reducir daños colaterales[66]no siempre
con un éxito
pleno. Se introdujeron, por primera vez en la Fase de Planeamiento de
la Operación, varias células
encargadas de su redacción, formadas no solamente por
oficiales de estado mayor,
sino también por jurídicos, que jugaron un nuevo
papel operacional[67]y se tuvieron en cuenta las
"lessons learned" de tal manera que se estableció
toda una doctrina al respecto, vigente hasta nuestros
días[68]

El nuevo papel operacional de los jurídicos
militares se puso especialmente de manifiesto cuando los
Auditores de los tres ejecitos y del Marine Corps de los Estados
Unidos "negociaron acuerdos con los países
anfitriones, elaboraron reglas de enfrentamiento, asesoraron a
los comandantes militares sobre objetivos y
armas a
utilizar e instruyeron sobre el derecho de la guerra. Fueron
tales las necesidades de asesores que hubo que movilizar
reservistas"
[69].

Según Zarranz, para hacerse una idea de la
importancia que el mando dio en esta misión a
la función
asesora, hay que tener en cuenta que en la Zona de Operaciones tan
sólo el US Army utilizó 200 asesores
jurídicos. En una División del US Army durante
la Segunda Guerra
Mundial estaban destinados 1 ó 2 jurídicos;
cuando el Mayor General Prugh, famoso Auditor de Guerra del US
Army, llegó a Vietnam, en 1964, tenía a su cargo 7
jurídicos, que conseguiría aumentar a 100 cuando
las fuerzas norteamericanas pasaron de 20.000 a 500.000
efectivos. El 20% del Cuerpo Jurídico del US Army (el
"Judge Advocate General"s Corps") se encontraba
desplegado en Vietnam[70]Durante la Segunda Guerra
del Golfo, la 1ª División de Infantería
dispuso de 13 asesores jurídicos, lo que llevó a
afirmar al Coronel Raymond Rupert, asesor del general Norman
Schwarzkopt, que "la Tormenta del Desierto fue la mayor
guerra legalista en la que hemos combatido"
y por su parte
el General Colin Powell reconoció que "todas las
decisiones fueron sometidas a consideraciones legales en cada
nivel. Los asesores jurídicos resultaron inestimables en
el proceso de
toma de
decisiones"
[71]. En las operaciones
llevadas a cabo en Afganistán tras el 11-S, y en Irak,
después de la invasión de 2003 (Operación
"Iraqi Freedom") se incluyeron asesores jurídicos
en las unidades del US Marine Corps a nivel de regimiento e
incluso de batallón[72]La doctrina del
"Operational Law" canadiense abunda en este extremo,
cuando señala que "Legal considerations have become an
essential part of the conduct of military operations
":

As is reflected in General Powell's statement the
laws applicable to military operations impact at every level of
command. The modern commander must have a knowledge of, and
appreciation for, the legal aspects of the conduct of operations.
This article will outline the wide scope of "operational law" and
provide insight into the assistance available to the commander in
the form of the operational
lawyer.[73]

La importancia creciente de los asesores
jurídicos en operaciones se ha reflejado, por ejemplo, en
la siguiente cita:

To give the right legal advice, you must be at the
right place at the right time. But being a good lawyer is not
enough to put you there; you must also be a good staff officer,
able to do any mission supporting the
operation.[74]

Lo anterior ha llevado a afirmar a algunos
profesionales, respecto a los jurídicos que participan en
operaciones, que "We are soldiers who happen to be
lawyers"
[75]cita que nos recuerda a la
opinión que sustentaba Bartolomé Scarión de
Pavía sobre los auditores de los Tercios españoles,
en la época del Imperio:

Los Auditores de Tercio deben ser letrados y
más soldados que letrados, pues aunque han de terminar las
causas civiles que acontecen entre soldados, y las criminales
cuando se les remiten es necesario que consideren que las
leyes para las
gentes de guerra no han de ser tan graves ni severas como las de
los ciudadanos por respeto de las
libertades que desde antiguamente trae consigo la guerra y se le
permiten (…). El Auditor General ha de ser muy buen letrado y
debe andar siempre donde va la persona del
general.
[76]

En España,
desde las primeras Agrupaciones desplegadas en Namibia y en la
Antigua Yugoslavia (a finales de los ochenta y principios de los
noventa del siglo XX) hasta las más recientes misiones
abiertas en el mundo (Afganistán, Líbano, Congo,
Chad, etc.), un número cada vez más elevado de
oficiales Auditores del Cuerpo Jurídico Militar han
participado en ellas, como asesores jurídicos e incluso en
distintas células de gobierno civil o apoyo
vico-militar;
se han integrado en Cuarteles Generales multinacionales; han
participado en ejercicios, se han embarcado, se han integrado
como asesores en campaña en diversos "escalones de
apoyo al mando",
en una palabra, se han involucrado cada vez
más en operaciones militares, sobre todo de
proyección, en las que, hasta hace poco, parecía
que estaban excluidos. Este fenómeno no ha sido exclusivo
de las Fuerzas Armadas españolas, también se ha
producido en la práctica totalidad de las fuerzas aliadas
de la NATO:

I have heard General Schwartzkopf, General Powell
and just about any other general officer who I run into, say that
they consider the lawyer to be absolutely indispensable to
military operations
[77]

En algunas tan lejanas a las españolas como las
australianas se ha producido el mismo fenómeno y
así podemos citar lo siguiente, respecto a sus asesores
jurídicos navales:

A lawyer on a warship? Not too long ago the only
explanation for such an occurrence would have been that the
lawyer was rescued from sea after having capsized a cruising
yacht. Now, however the appearance of lawyers on warships is
becoming far more common.

Modern "warfare" is conducted under the auspices of
the UN and takes place in unique operational environments.
Operations such as peacekeeping, peace enforcement and Service
Protected or Assisted Evacuations, all present unique legal
challenges to the commander on the ground, in the air or at sea.
An entirely new legal specialty has developed to assist the
commander in operating in these unique environments.
International law, environmental law, international relations and
domestic law have been brought together under the mantra,
"operational law". Operational law has become an indispensable
factor and component in the planning and execution of today"s
military operations.[78]

Efectivamente, ha aparecido un nuevo Derecho, llamado
"Operacional", formado por normas nacionales
e internacionales. Ante este nuevo fenómeno, cabe
preguntarse, ¿qué es el Derecho Operacional?
Podríamos entender por tal aquel conjunto de normas
nacionales e internacionales que regulan la actuación de
las Fuerzas Armadas en operaciones, lo cual es tanto como decir
que regulan la actuación de las Fuerzas Armadas en
campaña[79]Esta nueva rama del Derecho no
ha merecido atención de la mayoría de los
comentaristas, centrados en el Común, hasta tiempos
recientes, porque era opinión extendida la resumida en el
viejo brocardo acuñado por Cicero Marcus Tullius,
"cuando hablan las armas, las leyes callan
" (" que pretende ser la piedra
angular del pensamiento
político realista. Esta frase, que ha gozado de un
éxito cierto (tiene en Internet unas cien mil
entradas, según el buscador Google) ha sido
refutada tanto por la práctica como por la moral (con
Walzer a la cabeza[80]y el Derecho, desde el
Código
liebre norteamericano, las propuestas de Moynier, Lemkin y tantos
otros académicos, y por supuesto, desde la creación
y funcionamiento Naciones Unidas y
de los tribunales de Nüremberg, Tokio, la Antigua
Yugoslavia, Ruanda y la Corte Penal Internacional. Por si fuera
poco, dada la especial naturaleza de
los conflictos armados actuales, el Derecho Operacional se ha
convertido en un auténtico "sistema de armas"
llamado en argot militar norteamericano
"lawfare"[81], que es tan importante como
el fuego o la logística, porque las consideraciones
legales de las operaciones militares son cada vez más
relevantes[82]

Operational law is going to become as significant to
the commander as fire support and
logistics.
[83]

En cuanto a su objeto, los manuales
norteamericanos señalan que está formado por todas
las "materias legales que tienen impacto o trascendencia en el
desarrollo de
las operaciones militares y cuya aplicación ayuda a su
éxito"[84]. Lo anterior se puede afirmar en
el caso español.

1.6. Somalia: el
caso James Mowris

Otro caso que forjó la teoría
de las ROE en Estados Unidos de Norteamérica fue el
denominado "caso James Mowris". En la mañana del
14 de febrero de 1993, el pelotón del "Army
Specialist
"[85] James Mowris fue designado
para llegar a cabo una operación de control y requisa
de armas y municiones en una aldea somalí, designada
previamente por observadores de unidades de inteligencia
(HUMIT), en la que la noche anterior se habían producido
enfrentamientos entre bandas rivales. El pelotón en
cuestión pertenecía a la 984 Compañía
de Policía Militar ("984th Military Police
Company
"), sus miembros estaban supuestamente entrenados en
el cumplimiento de misiones tanto policiales como de
infantería[86]con lo cual debían
estar dotados de las suficientes herramientas
legales y psicológicas para enfrentarse a situaciones
comprometidas, de muy diversa naturaleza, que no pasaban,
necesariamente, por el combate clásico, pero en las que se
debía demostrar una sensibilidad especial en el trato con
la población civil. El ambiente en
que se iba a desarrollar la misión de ese día era
muy hostil, lo cual pudo interferir negativamente en el estado
psicológico de los soldados implicados, sumado a la
hostilidad general de la propia operación: Somalia era (y
es) un país de condiciones climáticas y
geográficas muy duras, pobre, sin Estado ni autoridades,
presa de bandas y clanes, en la más profunda de las
anarquías, en guerra civil, donde cualquier comunicación con la población local
(hambrienta, muy violenta y armada) debía hacerse mediante
intérpretes. No eran abundantes los somalíes que
hablaban inglés
ni los soldados americanos que dominaran el somalí o
árabe, y menos en los escalones más bajos de las
unidades desplegadas, con lo cual la
comunicación con la población era, cuando
menos, problemática. Además, la misión
asignada consistía en establecer un ambiente seguro, para la
distribución de ayuda humanitaria, pero
numerosas bandas lo impedían, frecuentemente con las
armas. Los militares norteamericanos se encontraban, por ello, en
un estado de amenaza permanente muy estresante.

Los soldados de la 984 Compañía de
Policía Militar portaban sus M-16 preparados ("the
soldiers of the platoon bear M-16A2 rifles, which are locked and
loaded
"[87]) y se encontraban en una
situación de alarma RED, es decir, en
prevención de ataque o amenaza de ataque real. Una vez que
la unidad entró en el pueblo, se registraron casas y se
hallaron armas ligeras y munición de mortero. Cuando la
unidad patrullaba el pueblo, su sargento observó que dos
somalíes corrían entre las casas y ordenó su
detención para que fueran interrogados. Para ello,
dispararon al aire y, como uno
de ellos, llamado, Osman Asir, no se detenía, fue
perseguido por Mowris hasta una zona de matorrales. Entonces,
después de gritar "¡ahí
está!",
abrió fuego en lo que más tarde
definiría como "a warning shot in the
dirt
"[88]. Osman Asir murió como
consecuencia de los disparos recibidos. Mowris fue sometido a un
consejo de guerra y declarado culpable de "homicidio
negligente
" ("negligent
homicide
"[89]) por haber aplicado una
fuerza
excesiva, en contra de las ROE, de acuerdo con los
hechos:

…the court-martial panel found that the
warning shots fired in and around the village were excessive
under the circumstances.
[90]

Ello determina que las ROE debían ser
enseñadas, asimiladas y perfectamente conocidas por la
tropa, para lo cual el mando debía considerarlas como un
elemento más del combate, como las propias armas
individuales, con lo cual la tropa debía ser profundamente
formada en su comprensión y aplicación.

2. Requerimientos
operacionales

Los requerimientos operacionales establecen, mediante
las ROE, limitaciones concretas al ejercicio del mando militar,
puesto que determinan cómo, dónde, cuánto,
cuándo y contra quién debe ser empleada la fuerza.
Esto significa que las ROE catalogan una gama de acciones que
van más allá del mero empleo de la
fuerza, y que se agrupan por actividades, combinando medidas
permisivas y prohibitivas, más o menos
violentas[91]en relación con una escala de
incremento de la fuerza, desde las meras amenazas a las acciones
de combate. El uso de los mejores medios, a
través tales medidas, aumenta la efectividad de las
operaciones militares, asegura que las hostilidades se someten al
Derecho de los Conflictos Armados, especialmente en lo relativo
al principio de distinción entre civiles y combatientes; y
reduce los daños colaterales en porcentajes aceptables a
nivel político y de opinión
pública[92]ya sean sobre la
población civil, ya sean sobre fuerzas propias o aliadas
("fratricidios" o bajas "blue on
blue
"[93]). De hecho, al establecerse unas
ROE específicas para una misión concreta, se
pretende asegurar, mediante el control de la violencia, la
reducción e incluso eliminación de los daños
colaterales y los fratricidios. Ahora bien, ¿qué se
entiende por daño
colateral y fratricidio? Lo veremos en el siguiente
apartado.

2.1. Daño
colateral y "targeting"

Se entiende por daño colateral el no
intencionado, ocurrido como resultado del empleo de armamento; y
por fratricidio, las muertes causadas en fuerzas propias y
aliadas como consecuencia de tales daños, al confundirlas
con un blanco enemigo, aunque las definiciones del daño
colateral son abundantes y prolijas[94]Así
pues, el daño colateral se produce cuando las unidas
empeñadas en un combate confunden sus objetivos y atacan y
dañan a otras unidades de su propio ejército o de
aliados, y también cuando se producen daños a la
población civil que se encuentra, por cualquier motivo, en
el "espacio de la batalla". Las relaciones entre el
daño colateral, el sistema de
"targeting", las ROE y el Derecho de los Conflictos
Armados son, evidentemente, directas y muy
importantes.

Hemos hablado del "targeting" y de sus
relaciones con las ROE. ¿Qué se entiende por tal
palabra inglesa? El empleo de fuego por unidades terrestres,
navales o aéreas exige el cumplimiento de unos protocolos de
actuación predeterminados. La fuerza no es aplicada sin
lógica
ni proporcionalidad, según el libre albedrío de los
comandantes militares y sus estados mayores, ni en conflictos
bélicos clásicos ni en operaciones de paz o de
imposición de la paz[95]contra cualquier
tipo de objetivos ("targets"), sino con los susceptibles
de ser batidos, de acuerdo con la legalidad de
los conflictos armados, que se definen como sigue:

A target is a geographical area, complex, or
installation planned for capture or destruction by military
forces.[96]

Aunque el espectáculo del combate pueda parecer
ilógico e incluso irracional, las Fuerzas Armadas, cuando
emplean la fuerza, adoptan sus decisiones a través de
procesos
normalizados, divididos en etapas, con asignación de
competencias y
tareas a elementos predeterminados, flujos de información, prioridades, responsabilidades
y formas de control. En el caso que nos ocupa, el empleo de la
fuerza con fuego aéreo, terrestre o naval se realiza
mediante el "Proceso de targeting" o de
"Sincronización e Inteligencia de Objetivos", en
el que participan Asesores Jurídicos, con el fin de
asegurar que la fuerza empleada, los métodos de
combate y los objetivos batidos no son contrarios al Derecho de
los Conflictos Armados, a tenor del artículo 82 del
Protocolo
Adicional I a los Convenios de Ginebra, de
1977[97]Nos encontramos ante un aspecto propio de
la función de Combate, Mando y Control, que implica a los
Sistemas de
Combate, Maniobra, Inteligencia y Apoyos de Fuego; y al Asesor
Jurídico en operaciones.

La Sincronización e Inteligencia de Objetivos
consiste en un proceso mediante el que se determina qué
objetivos se deben atacar, cómo emplear los medios de
adquisición para localizarlos y cuál es la forma
más idónea de combatirlos, todo ello de acuerdo con
la legalidad nacional e internacional[98]Es
"el proceso de seleccionar objetivos y proporcionar la mejor
respuesta posible, teniendo en cuenta las necesidades y
capacidades operativas
"[99]. Su finalidad es
"conseguir el mejor empleo posible de los medios de apoyo,
tanto de fuego como de combate, integrándolos
completamente en la maniobra prevista por el Mando. Es, por
tanto
, una herramienta para la gestión
eficaz de los medios, y resulta fundamental para disponer de una
velocidad de
respuesta adecuada
"[100].

A su vez, se entiende por objetivo
aquellos bienes
"que, por su naturaleza, ubicación, finalidad o
utilización, contribuyan eficazmente a la acción
militar y cuya destrucción total o parcial, captura o
neutralización ofrezcan una ventaja militar definida"

(Protocolo I Adicional, artículo 52). El Derecho de los
Conflictos Armados es muy importante en este proceso, y la
necesidad de que participe en él un Oficial Auditor, una
exigencia derivada del mismo.

La doctrina militar española determina que el
proceso está formado por cuatro fases: decidir, detectar,
atacar y evaluar[101]o, si se prefiere, decidir,
detectar/seguir, batir y evaluar[102]Las primeras
se denominan, a su vez, "adquisición de
objetivos
", y consiste en aquellas acciones encaminadas a
"detectar, identificar y localizar y situar objetivos con la
precisión suficiente para permitir el empleo eficaz de las
armas contra los mismos
"[103]. Se realiza
mediante procedimientos
estandarizados y normalizados, por la denominada
"célula de targeting", integrada en G-3
(operaciones), que puede permanecer activa permanentemente u
"on call". La selección
de blancos a los que atacar requiere del cumplimiento del
"proceso de targeting", que, de acuerdo con la doctrina
militar norteamericana, está formado por los siguientes
pasos:

1.-Encontrar ("Find"): Los sistemas de
inteligencia, vigilancia y reconocimiento, teniéndose
presentes las prioridades tácticas concretas, deben hallar
e identificar los "Time Sensitive Targets" (TSTs) en la
Zona de Operaciones.

2.-Ubicar ("Fix"): Después de encontrar
un TST, los medios de inteligencia, vigilancia y reconocimiento
tienen que determinar su ubicación con exactitud, para que
se pueda atacar el blanco con éxito. También se
trata de usar los medios de inteligencia de distintos sistemas
para verificar que el blanco es real.

3.-Seguir la Trayectoria ("Track"): Al ubicar
el blanco, hay que seguir sus movimientos, ya que el ataque se
puede dilatar unos minutos después del
descubrimiento.

4.-Decidir ("Target"): En esta fase hay que
tomar la decisión sobre la conveniencia de realizar el
ataque o no, previa determinación de la tanto de
fiabilidad de la información, como de la posibilidad, o no
de atacar, dependiendo de las normas del Derecho de los
Conflictos Armados; estudiar el área ante la probabilidad
de daños colaterales y encontrar un medio disponible para
conducir el ataque. En esta fase del procedimiento
tienen participación los Asesores Jurídicos del
JAGC, en tiempo
real.

5.-Atacar ("Engage"): En esta fase se transmite
por el Mando, a través de la célula
oportuna, la orden de ataque a una unidad determinada. La unidad
elegida tiene que entender la orden, encontrar el blanco y
realizar un ataque contra él.

6.-Asesorar ("Assess"): Tras un ataque, hay que
evaluar el blanco para determinar si ha sido destruido. Si no ha
sido destruido, puede ser necesario otro ataque.

Como podemos ver, no se diferencia gran cosa de la
española[104]No pretendemos exponer su
funcionamiento al detalle, ya que es materia de
"difusión limitada", pero cabe destacar que es un
ciclo cerrado que comienza con la detección del blanco y
termina con la ejecución del ataque y su
valoración[105]En este ciclo, tienen
especial importancia ciertos elementos: satélites,
aviones tripulados y no tripulados, elementos humanos sobre el
terreno (señaladotes-guía), etc.; todos
imprescindibles de lo que se ha denominado "battle space
management"[106],
propiciado por ciertos
avances técnicos alcanzados a principios del siglo XX,
tales como las minas, el submarino, la aviación y la
radiotelegrafía sin hilos[107]Y es que el
"targeting" se basa en dos elementos: uno técnico
(formado por los sistemas C4I, los apoyos a la decisión,
las armas empleadas, etc.), por un lado; y el sometimiento de la
acción militar al Derecho de los Conflictos Armados y a
las ROE que sean de aplicación, para cada
operación, por otro.

"Targentig", ROE, Derecho y víctimas se
unen en el campo de batalla, como elementos diversos de una
ecuación que produce, con su resolución, la
victoria o la derrota. Y cuando hablamos de victoria,
evidentemente, debemos tener en cuanta la aceptable por su
número de bajas, tanto militares como civiles, o, en el
caso de las operaciones de paz, la consecución de los
objetivos operativos señalados en oportuno mandato, ya que
la derrota o la victoria pierden los perfiles
característicos que les asignan las tareas
"clásicas" de las fuerzas armadas, como el combate. Los
conflictos modernos no solamente han producido un aumento
considerable en el número de bajas civiles, en
relación con las militares, sino que éstas
también se han visto incrementadas, incluso por fuego
propio[108]En la mayoría de las recientes
operaciones NATO, el daño colateral infligido ha socavado
el éxito en la consecución de los objetivos
deseados. Además, la posibilidad de causarlo ha
restringido el ámbito de las misiones a realizarse,
especialmente en las de mantenimiento
o imposición de la paz. En alguna de ellas, se ha
preferido aumentar el riesgo de los
militares desplegados a costa de disminuir posibles daños
colaterales, que, a pesar de ello, se han seguido
produciendo[109]especialmente los fratricidios. No
se puede obviar que el índice de fratricidios sufrido
desde 1939 ha sido el siguiente: 16% del total de bajas en la
Segunda Guerra
Mundial; en Corea, del 7%; en Vietnam, del 14 %; en la
Operación "Causa Justa", del 13 %; y en la
Operación "Tormenta del Desierto", del 24 %. Los
estudios de la Guerra del Golfo de 1991 muestran que este
índice de fratricidios se encuentra muy por encima de la
media histórica de entre el 12 y el 15% de los anteriores
conflictos del siglo XX (de estas cantidades, aproximadamente, el
60% ocurrieron en escenarios tierra-tierra
y el 35% en aire-superficie).

Algunos ejemplos de fratricidios en esta guerra fueron
los siguientes: en 1991 un avión A-10 anticarro de la USAF
atacó por error un convoy británico de
reconocimiento, causando la muerte de
nueve soldados ingleses. Al menos dos incidentes fratricidas
más fueron protagonizados por aviones A-10 en esta guerra;
en 1994, dos F-15 de la USAF, derribaron por error dos
helicópteros UH-60 Black Hawk del US Army en la zona de
exclusión aérea establecida al norte de Irak. Los
veintiséis ocupantes resultaron muertos. En escenarios
tierra-tierra fueron numerosos los incidentes de fuego amigo,
protagonizados sobre todo por carros M1A1 Abrahms, contra otros
vehículos amigos o
unidades[110]Según Maldonado, un factor
contribuyente común a todos estos sucesos fue la baja
visibilidad provocada por las fuertes lluvias, oscuridad,
tormentas de arena, etc.[111]. De acuerdo con este
autor, el número de sucesos fratricidas en
Afganistán ha sido muy elevado. Entre ellos parece
conveniente destacar el ocurrido en Kandahar, al sur de
Afganistán, el día 17 de abril de 2002, y que tuvo
como resultado la muerte de
cuatro soldados canadienses y otros ocho heridos graves, debido
al impacto de una bomba lanzada por un cazabombardero F-16
norteamericano, punto 2 de una formación de estos aviones.
El suceso motivó la creación de una comisión
investigadora conjunta Canadá-EEUU y los pilotos de los
dos cazas fueron acusados de homicidio
involuntario.

Irak ha sido escenario de numerosas acciones fraticidas.
El 23 de marzo de 2003, un Tornado GR-4 de la RAF fue derribado
por un misil, cuando se recuperaba a su base en Kuwait,
resultando muertos sus dos pilotos. Dos días
después, dos soldados británicos resultaron muertos
durante un intercambio de disparos entre dos carros British
Challenger, cerca de Basora. El 29 de marzo del mismo año,
un soldado británico murió y cinco más
resultaron heridos en un incidente de fuego amigo al norte de
Basora. Durante las operaciones en Irak, cuando las fuerzas de la
coalición progresaban hacia Bagdad, se realizó la
célebre pausa operacional de dos días de
duración y se desplegaron dispositivos de
identificación para cada combatiente tras un incidente
fratricida. Después de esos dos días, la
mayoría de las tropas terrestres llevaban dispositivos
identificadores en los cascos.

El 2 de abril 2003, dos F/A-18 norteamericanos fueron
derribados en el sur de Irak. Los dos pilotos fueron dados por
desaparecidos; posiblemente, la causa fue un misil. Al día
siguiente, tres soldados americanos resultaron muertos al ser
víctimas de un F-15 que atacaba una posición de
artillería al sur de Bagdad.

El 6 de abril de 2003, un avión estadounidense
provocó una masacre al bombardear por error un convoy de
civiles kurdos, al que acompañaban miembros de las fuerzas
especiales norteamericanas, cuando circulaban por la carretera
que une Chamchamal con Kirkuk, en el norte de Irak. EEUU
confirmó la pérdida de tres soldados americanos y
otros cinco heridos. El convoy estaba formado por diez
vehículos, dos de ellos con militares norteamericanos. Por
parte kurda murieron dieciocho personas y cuarenta y cuatro
resultaron heridas. Entre estas últimas se encontraba el
jefe de las fuerzas especiales kurdas, Wajih Barzani, hermano del
jefe del Partido Democrático del Kurdistán (PDK).
El editor de Internacional de la BBC, John Simpson, narró
en la
televisión, cuando acababa de ocurrir el incidente, lo
siguiente: "He contado diez o doce muertos… ya se han
recuperado doce cuerpos, es una escena infernal. Hay
vehículos ardiendo, cuerpos tendidos y restos humanos a mi
alrededor
…", relataba cuando veía lo sucedido.
"Han alcanzado a su propia gente… han asesinado a
gente corriente, sólo veo cuerpos
", comentaba el
periodista, muy afectado por lo que acababa de
presenciar[112]

Hasta de abril de 2003, el número de bajas de
soldados británicos causado por las fuerzas
iraquíes era igual que el de pérdidas por
fratricidios. A 20 de abril de 2003, Estados Unidos había
tenido un total de 128 muertos (94 en combate y 34 en otras
situaciones, principalmente en accidentes),
que aunque pueda parecer chocante, es un número bajo
comparado con otros conflictos: en Líbano, entre 1982 y
1984, murieron 265 marines; en la Segunda Guerra Mundial se
perdía una media de 211 hombres al día y en
Vietnam, 18. Sin embargo, el índice de bajas debido al
fuego amigo se considera inaceptablemente alto, al menos el 12%,
aunque el dato no es exacto en este momento.

¿Cómo es posible que se produzcan estos
incidentes? Porque la guerra no es un asunto matemático,
en el que la certidumbre sea la columna principal de la toma de
decisiones y de su ejecución. No obstante, la unión
de los modernos medios de información y apoyo a la
decisión, con el desarrollo tecnológico del propio
armamento, permiten aplicar lo que se denomina "combate de
precisión
"[113], que debería
impedir o limitar al máximo, en teoría, estos
sucesos. El mariscal del aire británico Jones
declaró, en relación con la campaña
aérea sobre Kosovo, lo siguiente:

La nueva exigencia clave (para la potencia
aérea en una nueva era) es aumentar la capacidad de
neutralización de las armas de lanzamiento de
precisión milimétrica, a fin de lograr el
máximo de efecto estratégico, con un mínimo
de daños colaterales y un mínimo de riesgo para el
que transporta y el que lanza el
arma.[114]

Entre las causas de este fenómeno se ha
señalado lo siguiente[115]

There are eight causes of collateral damage from air
attack. Each is distinct enough in its own right to warrant
separate consideration by any airpower planner or commander
attempting to keep collateral damage to a minimum. This essay
makes no attempt to determine which cause occurs most often or
which is easiest to control. The fog, friction, and chance
present in war make such distinctions unique to each
conflict.

The following section presents examples of
collateral damage from various operations. The most likely cause
of each incident is explained. Some examples may have more than
one cause. In such cases, a subjective assessment of the primary
cause determines the proper category. A strict interpretation
could include every example in the first category because
collateral damage is possible anytime an aircraft is aloft with
armed weapons. This is because in every case the attacking
commander made the decision that the military necessity of the
attack outweighed any harm that might befall
noncombatants.

He proceeded with the attack because he believed any
resultant collateral damage was

worth risking for the potential military advantage
he could gain. However, that type of categorization would not
consider the practical causes of collateral damage that the
following list contains:

1.Attacks pursued using the principle of
proportionality.

2. System inadequacies.

3. Human error.

4. Incomplete intelligence.

5. Enemy defenses.

6. Environmental conditions.

7. Inadequate comprehension.

8. Brute force.

2.2. Las ROE como
forma de delimitar el espacio del conflicto: ROE y RUF ("Rules
for the Use of Force", Reglas para el Uso de la
Fuerza)

Las ROE, entendidas como un instrumento de control de la
violencia y de limitación de las operaciones militares,
pueden quedar referidas no solo a formas o métodos de
combate concretos, sino al mismo espacio de la batalla o el
conflicto; dentro de él, a objetivos concretos (lo cual se
relaciona con el "targeting"); y todo ello,
además, con la idea de causar un número aceptable
de bajas militares y civiles[116]

La US Navy distingue entre dos tipos de órdenes
sobre el uso de la violencia, de acuerdo con criterios
geográficos o espaciales: las ROE y las RUF ("Rules
for the Use of Force", Reglas para el Uso de la Fuerza
). Las
primeras se aplican en el territorio y las aguas estadounidenses
(y espacio aéreo suprayacente) y las segundas, en aguas
internacionales (y espacio aéreo
suprayacente)[117], sin que exista una diferencia
sustancial entre ambas. Esta distinción también se
aplica a unidades terrestres, sobre todo a raíz del caso
"Clemente Bañuelos" [118]y
básicamente consiste en considerar que las ROE son propias
del las operaciones en ultramar ("overseas operations")
y las RUF, en operaciones en territorio nacional llevadas a cabo
en apoyo de las autoridades
civiles[119]

Las ROE determinan el espacio del conflicto cuando se
establece una vigencia territorial para la mismas, al permitirse
aplicarlas en determinadas áreas. Así, por ejemplo,
durante la Guerra de Corea, se adoptaron medidas y se dictaron
órdenes para tratar de no implicar a la URSS ni a China en
el conflicto, por lo que inicialmente, las operaciones terrestres
y navales se condujeron dentro de los límites
territoriales de Corea del Sur, mientras que las operaciones
aéreas no se acercaron a más de cinco millas del la
frontera
china-norcoreana. Las ROE prohibían expresamente el ataque
en ese espacio de menos de cinco
millas[120]Semejantes restricciones
geográficas se usaron también en Vietnam, con mayor
o menor éxito y con poco respeto por el propio mando
norteamericano, en relación con Laos y
Camboya[121]pero no se atacaron ciudades,
fábricas, buques ni puertos de Vietnam del
Norte[122]En análogo sentido, podemos citar
como muestra de ROE
con implicaciones políticas
las contenidas en la "Executive Order 11, 850" del mando
norteamericano, que prohibió el uso de herbicidas sin
aprobación presidencial, después de que la
opinión pública presionara a Nixon contra el uso de
defoliantes en las selvas vietnamitas y camboyanas.

Otros ejemplos son la limitación a la
navegación, mediante ROE su permitan abrir fuego contra
buques, incluso neutrales, mediante la creación de las
denominadas "Zonas de Exclusión Marítima".
Tales han sido fruto de la guerra naval moderna. Surgieron a
principios del siglo XX y fueron propiciadas por ciertos avances
técnicos, tales como las minas, el submarino, la
aviación y la radiotelegrafía sin hilos. Estos
progresos permitieron a las escuadras ejercer un control sobre
áreas extensas de la mar, con una fuerza y una intensidad
desconocidas hasta entonces, mediante lo que se ha denominado
"battle space management"[123]. El uso de
las nuevas
tecnologías propició un cambio en la
conducción de las operaciones navales que hizo, a su vez,
factible restringir la navegación marítima en las
zonas dominadas, sin necesidad de establecer las medidas propias
del bloqueo o del control del contrabando[124]que
quedaron pronto obsoletas[125]Estados en conflicto
declaraban una Zona de Exclusión Marítima y,
gracias a los nuevos desarrollos técnicos y
armamentísticos, limitaban la libertad de
navegación en ella, de tal manera que los buques que
navegaran en la Zona sin autorización eran confiscados o
hundidos, mediante el puro ejercicio del poder naval.
La tecnología proporcionó los medios y
aumentó la voluntad de dominio
necesaria, en los comandantes navales, para ejercer ese poder.
Hoy en día, en la que podríamos definir como la
"era del misil", tenemos medios mucho más
avanzados que a principios del siglo XX, tales como las actuales
plataformas de misiles, los "fast attack
crafts
"[126], los "stealth crafts" o
"buques invisibles o furtivos"[127], los
"high speed military supply vessels" o "buques de
apoyo de alta velocidad
", y los submarinos nucleares, que
son todos ellos, a la postre, herramientas militares que
facilitan esa voluntad de dominio, hasta grados cada vez
más altos. En esta "era del misil", en la que la
supervivencia de un buque depende más de rápidas
decisiones adoptadas de acuerdo con información procedente
de sensores
electrónicos que de la obtenida visualmente, las Zonas de
Exclusión Marítima tienen como fin el control del
mar, por un lado, y por otro, la reducción de posibles
ataques accidentales o producción de daños colaterales en
la navegación neutral, así como el establecimiento
de un mecanismo que legitime tales incidentes, caso de
producirse[128]

Una de las primeras dificultades con las que nos
encontramos es la falta de criterio único en cuanto a la
denominación de las Zonas de las que hablamos. El
Almirantazgo alemán de la Primera Guerra
Mundial, las llamaba "Zonas de Guerra", el Gobierno
británico durante la Guerra de las Malvinas,
"Zona de Exclusión Marítima y Zona de
Exclusión Total
". También se han usado los
términos "Zona de Bloqueo", "Áreas
sujetas de bloqueo de larga distancia
" o "Zonas
Marítimas Operacionales
"[129]. Fleck
las define como aquellas áreas de la mar (y su espacio
suprayacente) en las que una parte de un conflicto ejercita
derechos de
control y prohíbe el acceso a buques y aeronaves, con el
fin de facilitar la identificación de objetivos militares
y la defensa contra actos hostiles[130]Este autor
distingue entre diversos tipos de áreas sobre las que se
admiten consuetudinariamente ciertas limitaciones a la libertad
de los mares: las "zonas de guerra o combate", el
"cordon sanitaire", las "static exclusion
zones",
y las "movable exclusión zones" o
"defence bubbles". Es decir, de modo genérico, se
entiende por tales zonas aquellas áreas del océano,
y su espacio aéreo suprayacente, sobre las cuales una
nación
pretende restringir la libertad de navegación y/o de
sobrevuelo de otros buques o aeronaves, o limitarlas de cualquier
otra manera, mediante la aplicación de la fuerza regulada
en ROE concretas. Evidentemente, los problemas
jurídicos y políticos que nacen de su existencia
son de gran calado, porque ante todo suponen una
limitación al principio de libertad de los mares, impuesta
por la fuerza de las armas.

3. Requerimientos
políticos

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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