- Concepto de
adolescencia - Perspectivas
teóricas - Perspectiva
psicoanalítica - Perspectiva
cognoscitiva - Anexos
- Conclusión
- Bibliografía
Sigmun Freud
Jean Piaget
Erik Erikson
Margaret Mead
Stanley Hill
Ana Freud
Introducción
La adolescencia
es frecuentemente definida como un período de
transición entre la niñez y adultez producto de
múltiples fuerzas tanto internas (físicas,
emocionales y psicológicas) como externas (provenientes de
padres, pares, profesores y la sociedad en
general).
El adolescente ya no es un niño pero
tampoco es todavía un adulto. La ambivalencia del
adolescente se refiere a esta dualidad niño- adulto donde
por un lado necesita ser querido y protegido y por otro lado
desea su independencia
y autonomía. Así mismo, coexiste la necesidad de
auto dirigirse junto a la sensación de no tener aún
claridad sobre qué dirección tomar, el deseo de seguir sus
propias inclinaciones y el temor a ser rechazado, y la
adquisición de capacidades sexuales sin poseer ninguna
experiencia previa.
Concepto de
adolescencia
La adolescencia es un período en
donde el adolescente debe ajustarse a los cambios físicos
y madurativos que experimenta, alcanzar gradualmente su
independencia, establecer relaciones de cooperación con
los pares, tomar importantes decisiones sobre su vocación
y desarrollar su identidad. En
efecto la tarea central del adolescente es consolidar un sentido
de identidad personal
integrando los cambios físicos, cognitivos, emocionales y
sociales que va experimentando.
Al final de la infancia la
armonía de las formas corporales, el alto grado de
coordinación motora y estabilidad de
estado de
ánimo son temporalmente perdidas. Existe una
aceleración del crecimiento y un cambio en las
proporciones corporales. Emergen nuevos impulsos (en un principio
sin orientación a objetos definidos) produciendo una
excitabilidad general y cierta impulsividad. En el intento de
adaptarse y controlar estos impulsos el joven se vuelve
impredecible, hábil emocionalmente y oscila entre polos
conductuales (impulsividad-sobrecontrol, euforia-aburrimiento,
dependencia- independencia).
Estos cambios culminan con la
adquisición de capacidad de reproducción sexual que a su vez marcan el
inicio de pubertad. La
pubertad es una fase de integración y de completación de los
cambios ya iniciados; comienza en las niñas con la
menarquia (aprox. 12 o 3 años), y los varones con la
primera polución (aprox. 14 años). Durante la
pubertad sigue crecimiento físico acelerado
(principalmente del tronco) por lo que se va restableciendo
armonía corporal. Aparecen las características
sexuales primarias (órganos necesarios para la
reproducción) y las características sexuales
secundarias (signos
fisiológicos de madurez sexual que no implican
directamente órganos reproductivos como desarrollo de
senos, cambios de voz, vello etc.).
Típicamente comienza una etapa de
distancia, aislamiento y reflexión. Fase de
introversión activa -que reemplaza a la
introversión pasiva prepuberal.
El mundo interno adquiere la importancia
que el mundo exterior tenía en la infancia. El grado de
introversión está sometido a grandes variaciones
interindividuales (rasgos de personalidad,
historia
personal) y culturales (exposición
a los medios,
niveles socioculturales, ruralidad, etc.) La consecuencia
más importante de la introversión, es el
descubrimiento del yo. El niño tiene una primera conciencia del yo
en la primera edad de la obstinación, donde descubre su yo
activo, que vencía o resistía las fuerzas del medio
(un yo práctico). En la niñez tardía aparece
una actitud
crítica
que se fija en apariencias
corporales, así como en la comparación con otros y
las consecuencias de sus actos en el medio, mientras que en la
pubertad se mira a sí mismo, observa sus pensamientos, sus
sentimientos, sus estados de ánimo. Descubre su yo
psíquico. Comienza a vivenciar y a interesarse en su mundo
interior, en lo que lo diferencia del mundo exterior y del mundo
psíquico de los que los rodean. Esto hace que aparezcan
sentimientos de gran soledad, dados por la vivencia de que el que
piensa y el que siente, es sólo él, absolutamente
distinto de cualquier otro. Es la experiencia fundamental de la
individuación. Paralelamente a los cambios madurativos
mencionados el joven adquiere nuevas habilidades intelectuales
y sociales para ir comprendiendo lo que ocurre e ir
adaptándose a su nueva condición.
Página siguiente |