La negociación en la toma de la Embajada Japonesa en Perú
- Introducción
- El
conflicto - El
detonador – escalada del conflicto - Negociación
/ Estancamiento del conflicto o punto muerto - Intermediación
- Desenlace
- Conclusiones
- Referencias
Resumen
En diciembre de 1996 el Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), tomó como
rehenes a más de 600 personas. Sus exigencias estaban
centradas en la liberación de sus compañeros en
prisión. Para el momento del secuestro el
presidente del país era Alberto Fujimori. Las alternativas
de solución que se plantearon pasaban por negociaciones
tanto a lo interno del país, como de orden internacional.
Desde el inicio del conflicto se
conformó una Comisión de Garantes con la finalidad
de liberar de manera pacífica a los rehenes y garantizar
su integridad física.
El objetivo
principal del trabajo es
identificar y analizar las diferencias y coincidencias en la
actuación de cada uno de los líderes involucrados
en el conflicto y distinguir los procesos de
negociación que se produjeron. La metodología usada para la
elaboración del trabajo de grado, obedece a la del estudio
de caso.
Se analizó la teoría
del conflicto a la luz del caso en
estudio. Posteriormente, se estudió el proceso de
Negociación llevado a cabo. La Intermediación fue
tratada de manera independiente. La salida del conflicto
también fue objeto de estudio.
Luego de haber observado los enfoques dados por cada una de
las partes, una de las conclusiones que arrojó el estudio
es el enmarcamiento dentro de la negociación integrativa
que hizo la Comisión de Garantes, en contraposición
con la tendencia a negociación de tipo distributiva que
ejercieron las partes en pugna.
Las interrogantes se centran en la Comisión de Garantes
y su acción
de mediación que no pudo advertir que las partes
habían llegado a un punto de resistencia
dentro del cual ya no harían más concesiones y que
la posibilidad del acuerdo negociado era prácticamente
nula.
Introducción
El 17 de diciembre de 1996 un grupo de 14
guerrilleros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru
(MRTA), tomó por asalto la Embajada Japonesa en Lima,
Perú, manteniendo como rehenes a más de 600
personas de diferentes nacionalidades. Sus exigencias estaban
centradas en la liberación de más de
400[1]compañeros presos, también de
distintas nacionalidades.
Este representa el secuestro de grupo más largo en la
historia de
América
Latina (diciembre 1996 – abril 1997) y de mayor
trascendencia (Moffet y De Córdoba, 1997, p. A2) no
sólo por la importancia internacional de los rehenes, sino
que además movilizó la "efectiva" imagen de la
política
antiterrorista del ex mandatario peruano, Alberto Kenia Fujimori
Fujimori, y reveló el poder que
aún poseían los movimientos guerrilleros de corte
marxista–leninista (como el mismo MRTA se califica en su
sitio web: http://www.voz-rebelde.de/texto/somos.htm) a finales del siglo XX y luego de
la Caída del Muro de
Berlín.
Las alternativas de solución que se plantearon pasaban
por negociaciones tanto domésticas, como de orden
internacional, como es el caso de la posibilidad de asilo en el
exterior que se le dio al grupo captor. El MRTA, por su parte,
con voceros internacionales, también realizó
acciones
nacionales y externas.
Desde el inicio del proceso se conformó
una Comisión de Garantes con la finalidad de liberar de
manera pacífica a los rehenes. Dicha comisión
estuvo integrada por Michael Minnig, jefe de la delegación
del Comité Internacional de la Cruz Roja en Perú;
Juan Luis Cipriani, obispo de Ayacucho; y Anthony Vincent,
embajador de Canadá en Lima. Teresuke Terada,
representante de Japón
en dicha Comisión de Garantes fungió como
Observador. La Comisión de Garantes buscaba el mantenimiento
de las vidas de todos los rehenes y su liberación. Es
así como en la mesa de negociación se encontraban
la Comisión de Garantes (los mediadores); el observador
japonés; Rolli Rojas y Néstor Cerpa Cartolini, por
el grupo guerrillero; y por el Gobierno se
encontraba Domingo Palermo, ministro de Educación.
El objetivo de este estudio es detectar y analizar las
diferencias y coincidencias en la actuación de cada uno de
los actores involucrados en el conflicto y distinguir los
procesos de negociación que se produjeron entre ellos. La
metodología usada para la elaboración del trabajo
de grado, obedece a la del estudio de caso, mediante la cual se
elaboran respuestas y caracterizaciones teóricas a hechos
y actores en el caso particular de la crisis de la
Embajada Japonesa.
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