- Concepto
e historia de las lámparas
eléctricas - Características,
tipos y descripción - Lámparas
de vapor de sodio - Aplicaciones
de lámparas eléctricas - Lámparas
modernas de la nueva era - Lámparas
incandescentes - Uso
de las lámparas eléctricas y sus
beneficios - Beneficios
- Conclusión
- Referencias
- Anexos
Introducción
El siguiente texto que se
va a mostrar a continuación es una muestra de la
importancia que poseen las lámparas eléctricas,
dicho tema que promete ser del agrado de todos ustedes, nos
enfocamos en este tema a profundidad con la finalidad de mostrar
la historia y
conceptos básicos de la misma.
Así como también los tipos y
características más resaltantes de cada una de
ellas de tal forma también el uso para la vida diaria y
sus beneficios que nos proporcionan cada uno de ellos.
Cabe destacar que la
investigación ha sido segmentada por cuatro (4)
capítulos y se clasifican de la siguiente manera:
1er capitulo: concepto e
historia de las lámparas eléctricas.
2do capitulo: características tipos y descripción.
3er capitulo: aplicaciones de las lámparas
eléctricas.
4to capitulo: uso de las lámparas eléctricas y
sus beneficios.
También contamos con una serie de anexos de las
diferentes lámparas existentes en nuestra investigación.
CAPÌTULO I
Concepto e
historia de las lámparas
eléctricas
Lámpara
Son aparatos diseñados para aportar luz artificial
por medio de una lámpara o varias bombillas
eléctricas. Por su forma, se pueden distinguir:
lámparas de pie, que se colocan en el
suelolámparas de mesa, que se sitúan
sobre las mesaslámparas de techo que se cuelgan de lo
alto
Las lámparas actuales van conectadas a la red eléctrica y
constan de las siguientes partes:
pie
pantalla, de material traslúcido que
difumina la luz y protege la vista de la iluminación
intensa.bombilla, que en número de una o varias
proporcionan la iluminación propiamente dicha.
La historia de las lámparas
Las primeras formas de lámpara eran palos ardientes o
recipientes llenos de brasas. Luego se utilizaron para alumbrar
antorchas de larga duración, formadas por haces de ramas o
astillas de madera
resinosa, atados y empapados en sebo o aceite para
mejorar sus cualidades de combustión. Se desconoce el origen exacto
de la lámpara de aceite, la primera lámpara
auténtica, pero ya se empleaba de forma generalizada en
Grecia en el
siglo IV a.C. Las primeras lámparas de este tipo eran
recipientes abiertos fabricados con piedra, arcilla, hueso o
concha, en los que se quemaba sebo o aceite. Más tarde
pasaron a ser depósitos de sebo o aceite parcialmente
cerrados, con un pequeño agujero en el que se colocaba una
mecha de lino o algodón. El combustible ascendía por
la mecha por acción
capilar y ardía en el extremo de la misma. Este tipo de
lamparilla también se denomina candil. Algunas
lámparas grandes griegas y romanas tenían numerosas
mechas para dar una luz más brillante. En la Europa
septentrional la forma de lámpara más común
era una vasija abierta de piedra llena de sebo, en la que se
introducía una mecha. Los inuit (esquimales) aún
emplean lámparas de ese tipo.
Lámparas modernas
En el siglo XVIII se produjo un gran avance en las
lámparas cuando las mechas redondas fueron sustituidas por
mechas planas, que proporcionaban una llama mayor. El
químico suizo Aimé Argand inventó una
lámpara que empleaba una mecha tubular encerrada entre dos
cilindros metálicos, alimentada a petróleo.
El cilindro interior se extendía hasta más abajo
del depósito de combustible y proporcionaba un tiro
interno. Argand también descubrió el principio del
quinqué, en el que un tubo de vidrio mejora el
tiro de la lámpara y hace que arda con más brillo y
no produzca humo, además de proteger la llama del viento.
El tiro cilíndrico interior se adaptó
después para utilizarlo en lámparas de gas inventadas
por Lebon.
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