- La
elección del tema y del director - Primeros
pasos - Comenzar a
escribir - Cómo
se termina una tesis - Bibliografía
recomendada
Para quienes se inician en la Filosofía profesional la redacción de la TESIS es de
ordinario el primer empeño de envergadura, al menos en
cuanto a extensión, que tienen que afrontar.
Una TESIS no es meramente un evento
administrativo para lograr una promoción profesional, ni es tampoco un
evento exclusivamente científico, de pura investigación.
Escribir una TESIS tiene sobre todo una finalidad
de aprendizaje.
El primer fruto de una TESIS es el crecimiento de su autor o
autora, su aprendizaje al escribirla, al mantener un discurso
coherente y bien argumentado a lo largo de trescientas o
cuatrocientas páginas. Quien es capaz de escribir una
TESIS acredita con ello su habilidad investigadora y su capacidad
de comunicar a otros lo descubierto siguiendo las pautas de
quienes le han precedido y de quienes trabajan en ese mismo campo
de investigación.
Una TESIS debe aportar algo original y novedoso,
pero su primer mérito ha de radicar en la tarea rigurosa
de acopio de lo que otros han dicho sobre la cuestión
afrontada, en el examen detenido de sus aciertos y limitaciones.
Sólo después de hecha esa tarea imprescindible,
puede y debe el autor de la TESIS aportar algo nuevo.
Lo realmente decisivo para una TESIS es tener una
buena pregunta, y después el dedicar el tiempo
necesario para adquirir el oficio y el método que
permitan iluminar el problema que queremos abordar y permitan
ofrecer finalmente una respuesta argumentada y convincente.
Para llegar a formular esa pregunta es importante
la elección de la persona que
dirija nuestra investigación, pero sobre todo es
indispensable que la pregunta tenga un enraizamiento efectivo en
la biografía personal.
1. LA
ELECCIÓN DEL TEMA Y DEL DIRECTOR
1.1. LA ELECCIÓN DEL TEMA
La elección del Tema de
Investigación constituye uno de los momentos centrales de
un proceso de
investigación, y no solamente su inicio
cronológico.
No suele ser conveniente precipitarse en la
elección, pero tampoco es recomendable demorarse
excesivamente en la etapa de elección de un tema. Muchas
veces basta con poseer una idea general que irá
perfilándose al trabajar sobre ella y contar con información adicional.
Para delimitar y elegir el tema de
investigación deben tenerse en cuenta estos aspectos:
1.- Procurar que el Tema o problema elegido sea
lo más limitado posible. Muchas veces los grandes temas
generales no pueden tomarse como temas de investigación y
plantear proyectos
demasiado amplios puede equivaler a no realizar ninguno. Cuanto
más se restringe el campo mejor se trabaja y se va
más seguro.
2.- Es importante dilucidar si el tema elegido es
una cuestión histórica o, por el contrario, un
problema que exige un tratamiento sistemático, una TESIS
Teórica. En casos excepcionales puede abordarse una
cuestión que exija únicamente especulación o
reflexión personal, pero hay que tener en cuenta que
ésta exigirá una gran madurez y un profundo estudio
que no siempre se está en condiciones de hacer. Una TESIS
Teórica es una TESIS que se propone afrontar un problema
abstracto que ha podido ser o no, objeto de otras reflexiones: La
voluntad humana, el concepto de
libertad… En
manos de un estudiante, con una experiencia científica
necesariamente limitada, estos temas sólo pueden llegar a
resolverse bien si se apoya esa especulación sobre uno o
varios autores: La Voluntad Humana en Kant, el Concepto
de Libertad en…
3.- Es muy importante elegir un tema de
investigación acorde con la preparación y las
posibilidades de trabajo. Entre
ellas, es necesario destacar la accesibilidad a las fuentes y
bibliografía
necesarias, la posibilidad de contar con una adecuada dirección en el transcurso de la
investigación, el nivel de conocimientos previos que
exige el tema elegido, los idiomas necesarios para abordar el
estudio con un rigor suficiente y el tiempo disponible.
Es importante tener en cuenta este aspecto porque
existe, principalmente al comienzo de toda actividad
investigadora, un exceso de confianza en nuestras posibilidades
reales.
4.- La investigación versa sobre un objeto
reconocible y definido de tal modo que también sea
reconocible por los demás. Definir un objeto significa
definir las condiciones bajo las cuales podemos hablar, sobre
unas reglas que el doctorando establecerá (o que otros
antes han establecido). Elija el objeto o tema que elija, se
tiene que dejar claros los criterios por los que ha hecho la
elección de ese objeto concreto en
ese sentido concreto y explicar por qué excluye
otros.
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