Los bioindicadores como herramienta de evaluación de la calidad de agua en uno de los afluentes del Río Combeima
La bioindicación
Aceptación de los diversos taxas como indicadores de la
calidad del agua
Respuesta de las comunidades de macroinvertebrados a la
contaminación
El método BMWP para Colombia
Principales órdenes de macroinvertebrados
Bibliografía
Los bioindicadores como herramienta de
evaluación de la calidad de
agua, en uno
de los afluentes del Río Combeima ubicado en el Parque
Museo de la Martinica, en la Ciudad de Ibague,
Tolima-Colombia
Introducción
En el estudio de las aguas continentales es improbable
disociar el binomio agua-desarrollo
pues el uso de las aguas dulces es un elemento ineludible en el
desarrollo de las sociedades
humanas. Desde tiempo
atrás, el uso del agua ha estado
creciendo en forma exponencial con los consecuentes problemas de
contaminación. Dicha contaminación
se traduce en cambios significativos a los cuerpos de agua y por
supuesto a la diversidad biológica (animal y vegetal)
presente en el sitio. Por otra parte, el entendimiento del origen
de los contaminantes, su tratamiento y su efecto en los ecosistemas
acuáticos, es, hoy en día, una parte importante de
la interpretación de la ecología
acuática.
Las acciones de
los seres humanos afectan evidentemente a un sinnúmero de
ecosistemas acuáticos, transformando con ello la evolución natural de los mismos en
diferentes escalas. En la actualidad se han desarrollado diversas
técnicas para evaluar los efectos que traen
consigo las variadas actividades antropogénicas que
presentan un impacto probable en el ecosistema y
posteriormente en la salud humana. Entre los
diferentes instrumentos de evaluación se halla el uso de
indicadores
biológicos para monitorear el estado de
los ecosistemas acuáticos.
El término "indicador biológico" se ha utilizado
indiscriminadamente en nuestro medio sin que exista un concepto claro
sobre su significado ni sobre los eventos que tales
organismos pueden llegar a indicar. La bioindicación hace
referencia simplemente a la respuesta de los organismos vivos que
están expuestos a los contaminantes o bien, que pueden ser
útiles para predecir el daño
futuro e incluso, pueden por sí mismos presentar los
efectos dañinos. En esta oportunidad analizaremos un
afluente del río Combeima, ubicado en el parque museo "la
Martinica", zona rural de la ciudad de Ibagué, en el
departamento del Tolima.
EL OBJETIVO
del presente trabajo es
conocer la diversidad de la fauna
acuática en especial los diferentes tipos de macro
invertebrados que habitan uno de los afluentes del río
Combeima ubicado en la reserva natural de la Martinica, la cual
constituye un ecosistema estratégico del departamento del
Tolima; además establecer algunos taxones para los
especímenes en el sitio muestreado, dependiendo de su
morfología
externa y sus características más relevantes.
La
bioindicación
La evaluación de la calidad del ambiente, en
particular de las comunidades acuáticas, ha sido por
tradición, desarrollada con base en métodos
soportados por mediciones y determinaciones de las
características físicas y químicas del agua.
Cuando se trata de estimar o determinar la calidad ambiental en
general, son aplicados los procedimientos
físico-químicos clásicos para denotar el
grado de calidad o afectación del parámetro
estudiado.
Un ejemplo es la calidad del agua para consumo
humano, la cual puede considerar, en el caso de metales pesados,
la concentración de los mismos para definir si es "buena o
mala", tal es el caso del plomo, metal que, si rebasa la
concentración de 0.003 partes por millón no es
recomendable que se consuma. Sin embargo, la inclusión de
la respuesta de los organismos en distintas escalas, desde
biomarcadores hasta comunidades, es ahora una alternativa y un
complemento en la evaluación de la calidad del ambiente.
Una de las premisas más importantes de la
bioevaluación o biomonitoreo es la de que los esquemas
físico-químicos nos son capaces de detectar los
daños en las comunidades biológicas. La
bioevaluación o biomonitoreo puede revelar impactos o
efectos futuros y presentes que están enmascarados, tales
como nuevas substancias tóxicas que han ingresado al
ambiente o posibles cambios en las propiedades físicas.
Otra ventaja es que pueden ser estudiados los cambios o
alteraciones a largo plazo sobre el ecosistema. Por estas razones
es importante incorporar, a los métodos de
evaluación de la calidad ambiental y de la integridad de
los ecosistemas, mecanismos como los indicadores
biológicos que complementen a los métodos
tradicionales.
Los bioindicadores llamados biomarcadores, son simplemente la
respuesta de los organismos vivos que están expuestos a
los contaminantes o bien, que pueden ser útiles para
predecir el daño futuro e incluso, pueden por sí
mismos presentar los efectos dañinos. El contexto en el
que debe interpretarse un biomarcador cae en el ámbito
bioquímico, fisiológico o morfológico pero
no debe considerarse como un bioindicador la escala de
"población o de comunidad", tal
como, la riqueza de especies, la variabilidad genética o
una especie centinela.
Aceptación
de los diversos taxas como indicadores de la calidad del
agua
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