- Título
"Esposa de Dios" - Descendencia
- Muerte del
Faraón, su esposo - Muerte de la
Reina Faraón Ahmose-Nefertari - Bibliografía
Introducción
Ascendencia:
Ahmose nació en el seno de la familia
gobernante de la ciudad de Tebas, conocida como dinastía
XVII. Fue hija del Rey Tebano Seqenenra Taa II y de la reina
Ahhotep. Los príncipes tebanos de entonces eran vasallos
de los reyes hicsos del norte, pertenecientes a la
dinastía XV, quienes habían invadido Egipto unos
ochenta años antes. Sin embargo, cuando el padre de
Ahmose, Seqenenra, asumió el poder, la
situación cambió drásticamente: en vez de
someterse y rendir pleitesía a los hicsos, optó por
declararse rey independiente y emprender una guerra de
liberación.
Ahmese Nefertari fue prometida a su hermano
Kamose. La causa de Seqenera fue pronto secundada por los otros
principados del Alto Egipto, pero se vieron al poco rodeados por
los hicsos en el Medio Egipto y Menfis y por los nubios del reino
de Kerma, aliados del monarca asiático. El furioso embate
fue quebrado en menos de un año y Seqenenra perdió
la vida durante la batalla, sucediéndole Kamose, el
tío o el hermano mayor de Ahmese ya que su
filiación exacta no queda muy clara.
El nuevo rey, considerado el último de la
dinastía XVII, tuvo más éxito
que Seqenenra, padre de Ahmose Nefertari, en su guerra y
consiguió hacer retroceder a los enemigos: en el sur
recuperó Elefantina y logró liberar Menfis y todo
el Delta del Nilo a excepción de Avaris, la última
fortaleza hicsa. Fue durante el asedio de esta enorme ciudad que
Kamose falleció, quizás a consecuencia de una
enfermedad o de una herida de guerra. Había reinado tres
años, y dejó Egipto en una situación
crítica
para la pujante monarquía tebana.
El destinado a suceder a Kamose resultó
ser el único miembro varón restante de la familia, el joven
Ahmose, quien por entonces no superaría los diez
años. Dado que era incapaz de dirigir los ejércitos
y gobernar con la misma sabiduría que un adulto, su madre
la reina Ahhotep, la hermana y viuda de Seqenenra, asumió
una regencia hasta la madurez de su hijo. Esta prodigiosa
mujer, una de
las primeras mujeres valientes y carismáticas de la
naciente dinastía, logró preservar el trono de
Ahmose con un notable éxito. El asedio a Avaris no
cesó durante todo aquel tiempo, y la
eficacia de
Ahhotep como gobernante y comandante en jefe de las tropas no
tardaría en ser recompensada por su hijo con el mayor
galardón militar egipcio, tres gruesas moscas de oro que
convirtieron a la reina en la auténtica heroína en
la guerra que tanta sangre
había vertido. La futura reina de Egipto fue prometida
entonces, a su hermano menor, Ahmose.
La Reina Madre Ahhotep se convirtió en
regente hasta la mayoría de edad de la pareja real.
Ahmose-Nefertari ejerció una gran
influencia sobre su esposo y Faraón, pues disfrutando de
grandes honores y prerrogativas políticas
nunca antes vistas en una Gran Esposa Real.
La gran esposa real y mujer más importante
de comienzos de la dinastía XVIII fue la propia hermana de
Ahmose, la reina Ahmose-Nefertari. Casada con él a muy
tierna edad, gozó de una importancia y un poder realmente
impresionante, por el que más tarde lucharían
muchas otras mujeres de su línea sanguínea. Fue
nombrada Segunda Profetisa de Amón, Divina Adoratriz y
Esposa del dios, un cargo que sería transmitido de madre a
hija, como símbolo portador de la legitimidad real. A
partir de aquel entonces, un rey no podría llegar a ser
coronado de no estar casado con una mujer descendiente del linaje
de Ahmose-Nefertari, a ser posible con el título de
Esposa del dios.
El papel de Ahmose-Nefertari a la sombra de su
marido Ahmose parece ser que no fue tan relevante como el
desempeñado a su muerte, ya
como la reina madre. Tanto es así que se llegó a
pensar que en realidad era la gran esposa real del sucesor de
Ahmose, Amenhotep I, por aparecer siempre junto a él y en
condiciones de igualdad.
Madre e hijo llegaron incluso a ser deificados a su muerte,
superando en fama al propio Ahmose, y se convirtieron en los
patrones de la cofradía de los constructores de tumbas de
Deir el-Medina.
Se ha planteado la hipótesis de que Ahmose también
estuviese casado con Ahmose-Sitkamose. La identidad real
de esta princesa sigue siendo un misterio, y el hecho de que su
segundo nombre signifique hija de Kamose podría
traducirse como la unión de las dos ramas de la familia
real por medio de un matrimonio. De
haber sido mujer de Ahmose, lo más seguro es que
Ahmose-Sitkamose portase el título de gran esposa real,
pero, dado que aún no se sabe con certeza su
filiación, no se puede asegurar nada. Hoy en día,
la teoría
más aceptada es que esta mujer no fue la esposa del rey,
sino hija suya y de la reina Ahmose-Nefertari, como parece
certificar el hecho de que también portase el
título de Esposa del dios.
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