- Subjetividad e
individualización de la vida social - Hiper-individualización
del yó como respuesta a la disolución de lo
social - Conclusiones
Introducción
Los procesos de modernización en Venezuela, como en
muchas partes del mundo, han traído consigo cambios
devastadores desde el punto de vista político,
económico, cultural y sobre todo en las estructuras de los
sistemas de interacción social.
En este campo encontramos que se ha venido reduciendo
dramáticamente el espesor de lo que siempre
constituyó la trama de la vida social. Reguladores
normativos, valorativos, rituales de la interacción,
pautas interactivas, etc., comenzaron a evaporarse como "pompas
de jabón" al contacto con el torrente arrollador de
procesos de urbanización compulsiva y masificación
de las relaciones sociales.
Subjetividad e
individualización de la vida social
El modelo de subjetividad que está a la base de este
proceso, es el de un narcisismo primario cosificante que induce a
la instauración de un estado que pudiéramos
denominar como de "primarización de la conciencia".
Este estado de conciencia como un modo "normal" de
configuración de la subjetividad podría en estos
momentos estar conduciendo procesos de "individualización
autística" que amenazarían seriamente el orden de
lo social construido a partir de las bases elementales de la
relaciones del sí mismo con el Otro, en términos de
relaciones cooperativas para el logro de "objetivos comunes".
De esta manera, el Otro deja de tener una configuración
humano-social-real, para pasar a ser una abstracción
generalizada, bien como el Otro inmediato o como el Otro del
poder y el significante.
La metáfora predominante aquí es la de una
visión en espejo permanente del sí mismo y por lo
tanto la vivencia de lo social como un monólogo eterno que
ha prescindido del diálogo por innecesario e
imposible.
Des-modernización y disolución
social:
La noción de compromiso o de contrato social subyace en
el fondo del universo asociativo de la modernidad. Lo social como
concepto es posible sólo como el producto de una
elección racional hecha por un sujeto de compromiso
histórico que es capaz por solidaridad orgánica de
vincularse con el otro para conformar grupos y urdir la trama de
las relaciones sociales en general.
En el ámbito microsocial, es la familia la que aparece
como el grupo primario por excelencia. Estructura de
intermediación social primaria entre el individuo y la
sociedad más amplia, la familia fundamenta su razón
de ser en dos paradigmas básicos como son: el cristiano y
el jurídico. Sexualidad orientada a la procreación
exclusivamente como medio de asegurar la descendencia que
posteriormente se transformará en sujetos-ciudadanos aptos
para la construcción y reproducción de una sociedad
históricamente enderezada hacia el progreso, supone una
"pastoral de la carne", un modelo disciplinario y un
patrón del tipo normal-patológico.
El modelo victoriano de familia quizás sea uno de los
ejemplos más contundentes de una "economía
política libidinal doméstica" fundamentada en un
discurso verdadero que atiende a las fuentes de
inspiración antes señaladas: una ascética
cristiana y un modelo disciplinario y del tipo
normal-patológico.
Hoy tenemos un estado de disolución de las viejas
estructuras familiares que dejan de fundamentarse en un paradigma
de alianza para adoptar un paradigma esencialmente
estratégico.
En el espacio dejado por las antiguas estructuras lo que se
colocan son dispositivos de poder y saber que producen como
resultado un agregado amorfo de individuos, intereses,
interacciones estrategias y sobre todo de relaciones de fuerza en
competencia por el poder y el dominio.
Mera reproducción del orden caníbal generalizado
en que se ha convertido la sociedad en general.
Este orden caníbal constituye el aspecto más
visible del orden de mercado sin mediaciones y universalmente
funcional propuesto como único paradigma de
estructuración y funcionamiento de la sociedad.
Sí el otro para mi no es más que un medio para
la realización de algún beneficio, o un potencial o
real competidor, o simplemente un factor de poder (en sentido
tanto pasivo como activo), lo social en tanto que pacto,
compromiso, diálogo o interrelación que se
establece con el otro, ya no es posible por una imposibilidad
estructural y no de hecho sencillamente.
En estas condiciones lo social (en sentido estricto) como
redes de intercambio simbólico (retículo
semiótico) tiende a desaparecer para generarse en su lugar
una red de dispositivos de información y de
actuación en un medio que asume el carácter de una
estructura universal de mercado.
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