Considerando que la longevidad ha constituido una
constante en las especies, se ha intentado buscar determinantes
genéticos que la regulen. Schachter[2]ha
propuesto la existencia de tres tipos de loci que regulan la
longevidad. Existirían genes que mediarían la
mantención y reparación de células,
genes que se asocian a la susceptibilidad a enfermedades relacionadas al
envejecimiento y genes que podrían regular la velocidad
intrínseca de envejecimiento.
Mención especial requieren los alelos de la
apoproteína E, que podrían regular la velocidad de
envejecimiento. Individuos centenarios presentan una mayor
frecuencia de el alelo # 2 de la apo E.
Por otra parte el alelo # 4 se asocia a ateroesclerosis
a depósitos de amiloide cerebral, propios de la enfermedad
de Alzheimer y a
una menor expectativa de vida. Asimismo, el polimorfismo de la
apo E se asocia a variaciones en los niveles de colesterol en los
ancianos. En un estudio, que incluyó sujetos de diferentes
etnias, el número de alelos apo # 2 se correlacionó
en forma inversa con los niveles de colesterol LDL y con la
razón colesterol total/colesterol HDL.
Sin embargo, todos estos marcadores genéticos no
explican más de un 35% de la longevidad de individuos. Los
estudios efectuados en gemelos han mostrado que la longevidad
depende en más de un 65%, de factores ambientales no
compartidos. Además, cuando se estudian gemelos que han
vivido aparte, la influencia de la genética
sobre la longevidad es aún menor. Estas evidencias
hacen suponer que debe haber una fuerte influencia del ambiente sobre
la expresión de los genes y la longevidad.
Al estudiar las influencias ambientales en animales de
experimentación, la única modificación que
constantemente aumenta la longevidad y reduce los cambios propios
del envejecimiento es la restricción calórica.
Inicialmente se pensó que la estricción
calórica ejercía este efecto a través de un
retardo en el desarrollo de
los ratones sometidos a estos experimentos, sin
embargo se ha demostrado que esta restricción iniciada en
ratones de edad media
también logra aumentar la longevidad.
Recientemente se han iniciado similares experimentos en
primates no humanos. Lamentablemente, como estos animales viven
40 años, habrá que esperar para ver si la
restricción calórica tiene un efecto en la
longevidad. Sin embargo, se han generado evidencias preliminares
que señalan un efecto.
Las autoras consideran que no solo en la longevidad
interviene el papel genético, sino que además cobra
un papel fundamental las condiciones ambientales, dentro de las
que desempeña un importante rol la nutrición, desde la
concepción hasta el final de su vida, ya que la mala
nutrición por exceso condiciona la aparición de
enfermedades no trasmisibles, entre ellas la hipertensión, la diabetes
mellitus, la obesidad, la
cardiopatía isquémica, la dislipidemia y la
hiperuricemia, entre otras.
La salud en la
población cubana de la tercera edad
La población cubana ha ido envejeciendo
sistemáticamente en los últimos años. En la
Tabla # 1 se muestra el
porcentaje de personas de 60 años o más sobre la
población total (15.8%), la relación viejo / joven
(0.83%) y la relación de dependencia (0.53%).
La relación viejo/joven es el índice de
personas de 60 años y más respecto al número
de jóvenes entre 0 y 14 años. Como puede
observarse, por cada 100 jóvenes hay 83 personas de la
tercera edad.
La relación de dependencia es el índice de
personas que no están en edad laboral (menores
de15 y de 60 años o más) con respecto a los que
sí lo están (15 – 59 años).
Tabla # 1. Datos
estadísticos sobre la población cubana mayor de 60
años.
Como puede apreciarse, la población cubana se
encuentra bien envejecida, Recientemente se puso de manifiesto
que Cuba
alcanzó en el período 2005-2007 una esperanza de
vida al nacer de 77.97 años para ambos sexos: 76 para los
hombres y 80.02 para las mujeres. Este privilegio disfrutado por
igual por todos los cubanos, sitúan a Cuba dentro del 25%
de la población del planeta cuyos niños
pueden aspirar a vivir 77 años o más. Significa,
que los cubanos viven 5 años más que el promedio
del resto de los latinoamericanos y caribeños.
De acuerdo con el Ministerio de Salud
Pública de Cuba[3]esta nación
caribeña es uno de los países latinoamericanos
más envejecidos. La magnitud alcanzada en este orden y la
rapidez con que se ha transformado su pirámide poblacional
constituyen una preocupación en los años
futuros.
Cuba considera que esta preocupación es una
necesidad a escala mundial,
la cual requiere de una acción
cooperativa y
solidaria que, trazando políticas
y estrategias
nacionales e internacionales tiendan a materializar en forma
afectiva dicha ayuda.
En Cuba, a partir del año 1959, se comenzó
un trabajo muy
serio desde el punto de vista social, legislativo, como de
asistencia médica, que garantizará la salud y la asistencia social
para los adultos mayores y el disfrute de una vejez con
óptima calidad de
vida.
La actual esperanza de vida al nacer coloca a Cuba en
una situación privilegiada dentro del hemisferio y al
mismo tiempo
señala la dedicación de recursos
humanos y materiales que
el Estado
Cubano ha puesto al alcance de toda la
población.
El hecho de que en el año 2000 se había
incrementado esta población, y que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) haya trazado
metas importantes de "Salud Para Todos en el Año 2000"
obligó a revisar y educar los programas de
atención al adulto mayor.
A pesar de las dificultades económicas, que ha
pasado en los últimos tiempos, Cuba, puede estar
satisfecha de como ha manejado, pese a la crisis a que
ha sido sometida, el nivel de atención a sus adultos
mayores. Se ha mantenido una cobertura total de la seguridad y/o la
asistencia social y también la cobertura total gratuita de
los servicios de
salud. Otros derechos garantizados por la
Constitución como el de la educación, la
cultura, el
deporte y la
recreación, se han mantenido y en algunos
casos se han fortalecido. Todo esto, aunque no la libera del
compromiso de seguir mejorando, la estimula al saber que
ningún anciano cubano, en su sociedad, ha
sido abandonado a su suerte.
Durante la celebración de la Asamblea Mundial de
envejecimiento en Viena, en 1982, se aprobó el "Plan de
acción sobre el Envejecimiento", el cual dictó
estrategias y programas internacionales con metas y objetivos
específicos que permitan fortalecer la capacidad de los
países de abordar de manera efectiva el envejecimiento de
su población.
A partir de ese año 1982 se comienza en Cuba a
trabajar sobre el envejecimiento de la población,
surgiendo así en el año 1985 la Sociedad Cubana de
Geriatría y Gerontología.
Inicialmente, esta sociedad fue nutrida con 8
especialistas de Medicina
Interna y algunos médicos generales, que trabajaban de
manera especial con los adultos mayores, ya que no existía
todavía la especialidad concretada. No es hasta 1987 que
surge la especialización médica en
Gerontología y Geriatría, dando comienzo a un
desarrollo progresivo de esta especialidad en el país, ya
no sólo con el personal
médico especializado en la materia, sino
además con la capacitación de enfermeras,
psicólogos, trabajadores sociales y personal
paramédico entrenado en la atención especializada a
este grupo,
logrando una relación muy directa con la Dirección Nacional de Atención al
Adulto Mayor y Asistencia Social del Ministerio de Salud
Pública, con la diseminación de principios y
normas en la
atención al Adulto Mayor.
La Sociedad Cubana de Geriatría y
Gerontología en estos años ha crecido
paulatinamente hasta contar en la actualidad con 142 miembros
titulares y 80 adjuntos. La misma auspicia congresos
internacionales, celebra seminarios internacionales, jornadas
nacionales y provinciales, entre otras actividades
científicas de la especialidad. También a partir de
1998 se auspician Encuentros de Adultos Mayores, donde se
reúnen los propios adultos a debatir sus
inquietudes.
La Sociedad Cubana de Gerontología y
Geriatría tiene su sede en el Consejo de Sociedades
Científicas, en la Ciudad de La Habana y cuenta con 3
filiales en las provincias de Cienfuegos, Villa Clara y Santiago
de Cuba.
Ancianos cubanos
en las aulas universitarias
Unos 56 mil 800 cubanos de la tercera edad se graduaron
en las cátedras universitarias del adulto mayor en los
últimos seis cursos de la enseñanza superior.
Actualmente están matriculadas en el curso
básico más de 15 mil personas, mientras superan los
cinco mil 600 los que estudian en el de continuidad. Tal
experiencia, sin precedentes por sus resultados e impacto social,
se desarrolla en Cuba exitosamente con 27 cátedras, 201
filiales y 728 aulas en todas las provincias del país, en
zonas urbanas y rurales. Cada vez es mayor la acogida de esa
modalidad de estudios entre los cubanos adultos y de la tercera
edad.
Según los especialistas su principal influencia
está en la elevación de la autoestima de
esas personas, así como la importancia que dan a los
nuevos conocimientos adquiridos. En el programa
participan más de cuatro mil profesores y conferencistas
de la Asociación de Pedagogos de Cuba, así como
otros profesionales que gratuitamente ofrecen de forma
sistemática sus servicios. Computación, medio
ambiente, desarrollo
humano, convivencia familiar, utilización eficiente
del tiempo libre, cuidados personales sanitarios, primeros
auxilios, envejecimiento, sexualidad,
seguridad y asistencia social, historia y medicina
alternativa, son algunas de las temáticas impartidas
en los cursos, que cada vez se ramifican más por el
país.Las cátedras universitarias del adulto mayor
forman parte de la atención a ese sector poblacional y del
esfuerzo gubernamental para que la población adquiera una
cultura general integral.
Conclusiones
La ancianidad es un período avanzado en la
existencia de los seres humanos vivos, etapa más o menos
extendida de la vida, a la que unos llegan con mejor o peor
situación que otros.
La vigente esperanza de vida al nacer sitúa a
Cuba en una situación favorecida dentro del hemisferio y
al mismo tiempo marca la
dedicación de recursos humanos
y materiales que el Estado Cubano
ha puesto a disposición de toda la población, la
cual en los últimos años disfruta además de
las cátedras universitarias del adulto mayor, que le
brindan una mayor autoestima en esta etapa de la vida.
Bibliografía
Carrasco García, Mayra. Módulo 6
"Envejecimiento poblacional". Maestría Longevidad
Satisfactoria. La Habana. 2004.Denis, Teresa y Sánchez Martínez,
Belkis. Tesis de Maestría en Longevidad Satisfactoria.
Policlínico "Carlos Verdugo", Matanzas, Cuba.
2008.Enciclopedia Libre Wikipedia.
González E. La esperanza de vida en Cuba en
el período 1990-1995. Sexología y sociedad.
Año 8 No. 18. pp.35-37, abril 2002.Pereira Pombo, Juan Manuel.
Historia de la nutrición.Porreta Maury, Carmen. Encuesta Nacional de Factores
de Riesgo y Enfermedades no transmisibles.
Presentación en Microsoft Power Point (Instituto
Finlay) s/a.Practh Carlos. Consultado en abril de 2009 en:
http://www.ceoma.org/vicongreso/comunicaciones/18.doc
–Ministerio de Salud Pública de Cuba. http://www.sld.cu/instituciones/gericuba/paamc/index.htm
http://www.ionlitio.com/2006/03/24/records-humanos/
Mujer y salud: interacción de los contextos
familiar y laboral Revisión 2003.
http://www.ucm.es/info/fgu/escuelacomplutense/reportajes/report110/index.htm
Autor:
Dra. Belkis Sánchez
Martínez
Dra. Teresa Denis Pérez
Dra. Lilia Juana Ramírez
Vasconcelos
Enviado por:
Dr. Vladimir Vega
[1] Dr. Carlos Practh. Consultado en:
http://www.ceoma.org/vicongreso/comunicaciones/18.doc
[2] Referencido por Daniel Bounout. Notas de
clases (julio 2008) suministradas por Dra. Eldalina
Rodríguez, Master en Nutrición.
[3] Ministerio de Salud Pública de
Cuba. http://www.sld.cu/instituciones/gericuba/paamc/index.htm
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