"Cosecha de Otoño". Un Proyecto para contribuir a elevar la funcionalidad de los adultos mayores frágiles y en estado de necesidad
"Cosecha de Otoño". Un Proyecto para
contribuir a elevar la funcionalidad de los adultos mayores
frágiles y en estado de
necesidad en el Consejo Popular Sur del municipio
Colón.
Resumen
La humanidad vive una etapa singular en su desarrollo
generándose una imagen nueva al
presente siglo, lo que ha condicionado que el hombre
tenga que asumir los retos que este proceso.
Durante el presente siglo asistimos a una situación
singular, más y más personas sobrepasan las
barreras cronológicas que el hombre ha
situado como etapa de vejez. Esto,
considerado como uno de los logros más importantes de la
humanidad, se transforma en un problema si no es capaz de brindar
soluciones
adecuadas a las consecuencias que del mismo se
derivan.
La presente investigación contribuye a la
búsqueda de vías para la mejor atención de los adultos mayores en la
comunidad. Las
acciones
están encaminadas a la detección y mejoramiento de
los indicadores
que señalan condiciones de fragilidad, el objetivo es
restituir la funcionalidad. Además se incluyen acciones
que apuntan hacia la dimensión socioeducativa aprovechando
las posibilidades que brinda la fragilidad como antecedente de la
discapacidad,
todas ellas gestadas desde la Escuela de
Formación de Trabajadores Sociales del municipio
Colón y apoyadas por el Centro Gerontológico de
dicho municipio.
Se diagnosticaron a todos los adultos mayores del
Consejo Sur de dicho municipio y se conformó la muestra con las
968 personas de 60 años, o más de ambos sexos que
resultaron positivas a la fragilidad. Se realizó un
estudio descriptivo – propositivo con énfasis en el
paradigma
sociocrítico. Los resultados mostraron que se puede desde
el trabajo social en
la comunidad mejorar la calidad de
vida de este segmento poblacional.
Palabras Claves: Fragilidad, Discapacidad,
Estrategia de
Intervención Comunitaria, Adulto Mayor
Introducción
Durante el presente siglo asistimos a una
situación singular, más y más personas
sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha
situado como etapa de vejez. Esto, considerado como uno de los
logros más importantes de la humanidad, se transforma en
un problema si no es capaz de brindar soluciones adecuadas a las
consecuencias que del mismo se derivan.
La población cubana total excede ya los 11,2
millones de habitantes y presenta una dinámica poblacional característica
de un país de transición demográfica
avanzada. Ante el descenso continuado de la fecundidad y el
aumento de la esperanza de vida se prevé en nuestro caso
un aumento continuo e irreversible del envejecimiento
poblacional; muchos datos pudieran
utilizarse para argumentar esta afirmación, pero en
esencia todos los modelos de
pronósticos apuntan a ratificar esta
tendencia.
La provincia de Matanzas posee un 14,9 porciento de
población adulta mayor y en el municipio de Colón
el porciento de la población adulta mayor hoy se estima en
15,4 por ciento por lo que se considera una población
envejecida (mayor del 12 por ciento), este envejecimiento ha
originado que se implementen diversas medidas multidisciplinarias
para la evaluación
y atención de este grupo
poblacional. Siendo la comunidad el área donde más
atención requiere pues más del 97 por ciento de los
adultos mayores viven en Cuba fuera de
las instituciones
Los retos que implica este proceso desde el punto de
vista social y económico obliga a prepararse para ello
valorándose sus interrelaciones con
factores y condicionantes socioeconómicos y sus diferentes
dimensiones.
Es evidente que este envejecimiento poblacional,
conlleva una serie de consecuencias que ahora mismo están
determinando las relaciones entre los diferentes grupos humanos
que han de compartir unos recursos
limitados. Este fenómeno, además, entraña
importantes repercusiones en la estructura
socio sanitaria de un país e implica dificultades en la
calidad de
vida y el bienestar de los adultos mayores si no se interviene a
tiempo.
Las personas cambian con la edad y, al igual que ellas,
los grupos, las sociedades y
las culturas se desarrollan en el tiempo. Al efecto del paso del
tiempo sobre las cosas y sobre las personas se le llama
envejecimiento. Algo viejo es algo sobre lo que ha pasado el
tiempo. Sin embargo este tiempo no pasa por igual para todos, ni
a cada uno de nosotros nos afecta de igual manera en todas
nuestras capacidades. El envejecimiento es, por tanto, un proceso
diferencial.
El estado funcional está emergiendo como un
factor de riesgo de
trastornos afectivos, cognitivos y de la calidad de vida cada vez
más relevante en la población geriátrica. La
evaluación del estado funcional es necesaria en virtud de
que: el grado de deterioro funcional no puede estimarse a partir
de los diagnósticos médicos en un adulto mayor y el
deterioro de la capacidad funcional constituye un factor de
riesgo para numerosos eventos adversos
como las caídas y la
institucionalización.
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