De los tres elementos fundamentales constitutivos de un
proceso
formativo en las Policías Locales (los objetivos, los
contenidos formativos y los criterios de evaluación), sin duda alguna son los
"contenidos formativos" los que tradicionalmente han merecido
mayor atención; y no sólo por parte de los
profesionales de la formación, sino también por
parte de los estudiosos en cuestiones didácticas. Dicha
atención ha llegado al extremo de producir la apariencia
de que el currículo se reducía a los
contenidos formativos; más aún, en un tipo
determinado de contenidos formativos, a saber, los relativos a
hechos y conceptos.
Más allá de estas exageraciones reduccionistas,
resulta evidente que los contenidos formativos constituyen la
parte nuclear de la función
instrumental que le corresponde desempeñar a
cualquier currículo formativo. En efecto, la
formación siempre es para algo. Los objetivos del
currículo definen dicho "algo"; los contenidos formativos
identifican los instrumentos para alcanzarlo y constituyen el
objeto del aprendizaje; y
los criterios de evaluación no hacen sino medir o valorar
en qué medida se han logrado alcanzar los objetivos del
currículo.
Así pues, los contenidos formativos son los
instrumentos básicos que deben procurar la
consecución de los objetivos del currículo
formativo. Un buen currículo policial es aquel que incluye
aquellos –y sólo aquellos- contenidos formativos,
cuyo aprendizaje y dominio procura y
facilita de la forma más eficaz posible la
consecución de sus objetivos. Y, en el caso que nos ocupa
-el de un currículo basado en la competencia, esto
es, un currículo cuyos objetivos son la competencia
especificada en los perfiles profesionales- este requisito
general es todavía más determinante, por lo que los
contenidos formativos deben relacionarse estrechamente con los
estándares de competencia del perfil correspondiente, en
este caso los agentes de la Policía Local.
Entre las diversas taxonomías existentes sobre tipos de
contenidos curriculares o formativos, esta metodología adopta –de acuerdo con el
enfoque desarrollado en la reforma del sistema
educativo promovida por la LOGSE- la consideración de
tres tipos de contenidos formativos:
. Los contenidos relativos al saber o de carácter factual y conceptual (contenidos
del tipo hechos y conceptos: como datos, hechos,
informaciones, conceptos, teorías, leyes, principios.)
. Los contenidos relativos al saber hacer o de
carácter procedimental (contenidos del tipo procedimientos:
como realizaciones, habilidades, técnicas,
destrezas, rutinas.)
. Los contenidos relativos al saber ser (estar) o de
carácter actitudinal (contenidos del tipo actitudes
valores y
normas: como
empatía, cooperación, compromiso,
disposición para el trabajo en
equipo.)
A este respecto, debe advertirse que, por lo general, los
contenidos del último tipo (actitudes/valores/normas) no
han sido tradicional -ni frecuentemente- considerados en los
currículos de las enseñanzas profesionales; pero
debe insistirse en que forman también parte fundamental de
los contenidos formativos de dichas enseñanzas y, en
consecuencia, deben ser objeto de la atención que merecen,
sobre todo porque de los que se trata es de formar profesionales
que van a ejercer competencias
policiales, y la formación actitudinal, debe ser
considerada parte esencial en el proceso formativo.
ELEMENTOS DE LA FORMACIÓN
TIPOS DE CONTENIDOS DE
FORMACIÓN
La metodología para determinar la formación
asociada a los perfiles profesionales de la Policía Local
debe apoyarse en los siguientes principios básicos:
Primero: en la determinación de la
formación asociada a los perfiles profesionales debe
contarse con la contribución de expertos ocupacionales de
las correspondientes áreas profesionales, que sean capaces
de "leer" qué instrumentos formativos requiere la
obtención de los estándares de competencia
integrantes del perfil profesional; así como de expertos
en diseños y desarrollos curriculares, capaces de
identificar, elaborar y organizar los currículos que mejor
articulen los respectivos procesos de
enseñanza-aprendizaje.
Segundo: de acuerdo con las referencias clave que
caracterizan a la elaboración de cualquier
currículo, la determinación de la formación
asociada a los perfiles profesionales debe realizarse atendiendo
a dichas referencias clave: para qué se
enseña-aprende (objetivo del
currículo formativo), qué se enseña-aprende
(contenidos del currículo formativo) y de qué forma
se evalúa lo que se enseña-aprende (criterios de
evaluación).
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