"Un veneno es cualquier sustancia tóxica, ya sea
sólida, líquida o gaseosa, que pueda producir una
enfermedad, lesión, o que altere las funciones del
organismo cuando entra en contacto con un ser vivo, incluso
provocando la muerte".
Philippus Aureolus Bombast von Hohenheim, conocido como
Teofrasto Paracelso (n. en Zúrich, en la
Teufelsbrücke, Einsiedeln, 10 de noviembre de 1493),
controversial medico del siglo XVI al referirse al veneno
consideraba que todas las sustancias son venenos, que no existe
una que no lo sea; la diferencia entre todas es la dosis, la cual
determina la diferencia entre un veneno y una medicina. Todo es
veneno, nada es sin veneno. Sólo la dosis hace el
veneno.
Según esta observación de Paracelso, todas las
sustancias son tóxicas a dosis altas, como el agua, el
oxígeno y las vitaminas; la diferencia con los venenos, es
que estos son sustancias nocivas a dosis o concentraciones muy
bajas. La diferencia entre un veneno y un fármaco es la
dosis administrada o acumulada en el cuerpo, pero generalmente un
veneno es mortal a una determinada dosis y sin ninguna
función terapéutica (WIKIPEDIA).
El diccionario Larousse 1997 define la palabra veneno
así:
"veneno n. m. (lat.venenum). Sustancia
que ocasiona la muerte o graves trastornos en el organismo. 2.
fig. Cualquier cosa nociva para la salud. 3.
fig Lo que es capaz de pervertir o causar un daño
moral. 4. fig. Malevolencia puesta en lo que se dice."
Esta definición confiere al término veneno una
connotación mas amplia de lo que la oportunidad nos ocupa;
en esta ocasión nos ocuparemos de las sustancias que matan
o causan daño físico.
Símbolo universal identificación
venenos
Al hurgar en el tiempo investigando acerca del
origen del uso de los venenos, encontramos que la
especialización más antigua descrita de dicha
práctica, corresponde a venenos utilizados para matar
gente; en mucha menor escala, para eliminar roedores y otras
plagas. La historia de los venenos es emocionante, trasciende
igual que el tiempo y junto a la historia del hombre. Que
apasionante y controversial es este tema del cual se pudieran
escribir numerosos tomos y del que en este momento hemos de
conformarnos con un breve resumen.
Crónicas de la antigüedad, mencionan
la utilización de azufre y cal como pesticidas, así
como el manejo de arsénico y derivados del fósforo
en el control de roedores. Una planta, la escila roja (Urginea
marítima. Fam. Liliaceae) es de uso antiguo conocido como
raticida, también se cita el aprovechamiento de las
cualidades insecticidas del crisantemo y el tabaco. Los datos
históricos sobre estas practicas son aislados y no se
registra un avance significativo, si comparamos con la usanza de
los venenos para matar gente.
Los venenos utilizados para matar gente presentan
un mayor desarrollo. Criminólogos mencionan la
utilización de tóxicos letales entre los sumerios,
los egipcios y los chinos. La lista de famosas víctimas de
envenenamiento parece infinita. La muerte de Alejandro Magno,
ocurrida en 323 a.C., fue atribuida por algunos al paludismo,
aunque se dice que fue envenenado por el general
Antípater, gobernador de Macedonia, en un complot en el
que hasta participó al filósofo
Aristóteles.
El manejo de los venenos entre griegos y romanos
era práctica conocida; recordemos a Sócrates,
victima de la cicuta de una condena judicial y los casos de los
emperadores romanos Claudio, Domiciano, Caracalla y
Heliogábalo, victimas del veneno de sendas
conspiraciones.
Todos estos ejemplos, eran casi juego de
niños si se comparara con la utilización que
tuvieron los venenos durante la Edad Media y el Renacimiento.
En la Italia del Renacimiento la familia Borgia,
se hizo famosa por su costumbre de eliminar a sus adversarios con
este método; usaban una poción conocida como La
Cantarella cuya composición parece que se inspiraba
en el uso del arsénico con la que asesinaban a quien se
les antojara, generalmente durante banquetes de los cuales ellos
eran los anfitriones.
En Venecia se cita la existencia del Consejo
de los Diez, que ejecutaba los envenenamientos según
tarifa; usaban compuestos a base de mercurio y arsénico.
Se hablaba por entonces de la existencia de escuelas donde
podía aprenderse la técnica del buen
envenenador.
A Teofanía d`Adamo, conocida como La
Toffana, italiana de Sicilia, se le atribuyeron en el siglo XVII,
mas de 600 asesinatos por encargo; utilizaba un veneno basado en
el arsénico, que se conocía como agua de Toffana;
su especialidad era la eliminación de esposos o amantes, a
encargo de mujeres despechadas.
La técnica del envenenamiento tenía
sus variantes según las situaciones a resolver, o sea; en
las conspiraciones, como la que mató a Claudio, la
acción del veneno podía ser rápida. En caso
de querer matar por envenenamiento sin que se supiera quien era
el asesino, el envenenamiento era lento para que pareciera una
enfermedad; se aplicaban varias dosis cada cierto tiempo, hasta
que el envenenado moría, al cabo de meses; como en esos
tiempos no se sabia como comprobar la muerte por envenenamiento,
la muerte se le atribuía a alguna enfermedad.
Página siguiente |