INDICE
- INTRODUCCIÓN
- ASESORÍA vs.
CONSEJERÍA - POR QUÉ DE LA
ASESORÍA EN LA INFECCIÓN POR VIH /
SIDA - LA PERSONA DEL
ASESOR Y SUS CARACTERÍSTICAS
PRINCIPALES - PRINCIPALES
MOMENTOS EN LA ASESORÍA Y SUS
OBJETIVOS - ELEMENTOS CENTRALES
DEL PROCESO - REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS - RESUMEN
- PALABRAS
CLAVE
La aparición de la infección por VIH
planteó un reto enorme para la medicina y las ciencias afines; se trataba de
lograr, de la manera más rápida posible, una
comprensión frente a la etiología, curso, tratamiento y
prevención a fin de amortiguar el impacto que esa nueva
condición implicaría en los más diversos campos
humanos.
Con el devenir del tiempo, esta infección ha
cambiado muchos de los conceptos y paradigmas que en las ciencias de la salud y en las sociales teníamos por
seguros y creíamos poco
modificables.
Uno de los cambios mencionados se presentó en el
"nuevo" estilo de la relación establecida entre el
personal de salud y los consultantes o pacientes, la que
dejó de ser tan paternalista y vertical para, nuevamente,
ser más humana; hasta el calificativo para referirse a la
persona que busca asistencia
se modificó: ¿se trata de un consultante, es un
paciente o quizás, un cliente?.
El empleo de determinada palabra,
elicita en la persona que la escucha, no
solamente aspectos simbólicos relacionados con la misma sino
además conceptos, sentimientos, actitudes y eventualmente,
prejuicios. Tal cosa ocurre, obviamente, con las palabras
asesoría / consejería; podrían ser
comprendidas como sinónimos, pero en realidad son totalmente
diferentes.
Consejería: transmite la idea, que la
persona que la efectúa es un consejero, un individuo
que evalúa una situación problema y como consecuencia,
propone una meta de comportamiento que el
aconsejado deberá seguir, si desea lograr sus
objetivos. Así, la
consejería se convierte en una acción
jerárquicamente determinada, con sesgo impositivo,
generadora de dependencias, ya que el aconsejado trata de
plegarse a los lineamientos propuestos por el consejero,
delegando la responsabilidad personal que el aconsejado
tiene frente a determinadas circunstancias-problema,
comprometiéndose seriamente la autonomía y el control personales de la persona
que recibe la consejería.
Contrariamente, el término
asesoría se relaciona con la idea de una
relación con una persona experta en determinado tema, que
siendo ajena a una circunstancia, puede comprenderla de manera
más objetiva y proponer alternativas de solución en
forma mancomunada con el asesorado, de acuerdo con los
recursos reales y actuales con
los que este cuenta, con sus características propias y
con las expectativas que tiene. De esta manera, por ejemplo, un
asesor de seguros no le determina a su
cliente las acciones que este debe seguir,
sino que, contando con su experiencia y conocimiento, le informa sobre
las diversas posibilidades que el cliente tiene y entre los
dos, eligen la que mejor se adapte a la meta buscada, siempre bajo las
condiciones individuales y especificas de su asesorado. Es por
eso que se desaconseja, en cuanto a la infección por VIH y
el SIDA, el empleo de la palabra
consejería y se propone el término de
asesoría, empleado ya en publicaciones de
carácter universal
.
Para los autores, la asesoría en la
infección por VIH es cualquier tipo de conversación
entre un consultante y alguno de los miembros del equipo de
salud, en relación con una dificultad o problema asociado
con su condición y/o enfermedad, cuya solución
repercutirá en beneficio del consultante, de su familia y/o del
entorno.
Para el Ministerio de Salud, de acuerdo con el Decreto
1543 de junio de 1.997, consejería es: "Conjunto de
actividades realizadas para preparar y confrontar a la persona
con relación a sus conocimientos, sus prácticas y
conductas, antes y después de la realización de las
pruebas
diagnosticas"
La diferencia de criterio entre lo consignado por la
Ley y los aspectos
técnicos mantenidos por los autores, estriba en que para la
primera, la consejería es una actividad
puntual relacionada única y específicamente con
el evento diagnóstico y las
pruebas de laboratorio necesarias para el
mismo, mientras que para los segundos se trata de una actividad
vinculada del todo a un tratamiento integral para el
paciente, realizable en cualquier etapa a partir de los contactos
iniciales con el consultante (aún antes de haber llegado a
su diagnóstico) de modo que
se efectúa en momentos muy distintos de su proceso y directamente en
relación con sus necesidades específicas, como pueden
ser, por ejemplo, la búsqueda de soluciones para, adherencia al
tratamiento, autocuidado, sexualidad segura, información a contactos o a
familia, etc..
¿Es la asesoría una psicoterapia?. Aunque es
posible que existan algunos puntos de contacto, son operaciones bastante diferentes:
la psicoterapia puede ser comprendida como una
relación entre consultante y terapeuta, centrada en la
búsqueda de la salud mental y la estabilidad
psicológica, mientras que la asesoría es una
actividad pragmática y diversa, no mediatizada
únicamente por elementos psicológicos sino que busca la
adaptación del sujeto mediante cambios o modificaciones
actitudinales y comportamentales, involucrando campos y
escenarios diferentes, como pueden ser laboral, educativo, social,
comunitario, interrelacional, económico, religioso, etc..
Bajo ese concepto, el asesor es el puente
entre el consultante y su entorno, mientras que el
psicoterapeuta lo es entre el paciente y su mundo
interno.
POR QUÉ DE LA ASESORÍA EN
LA INFECCIÓN POR VIH / SIDA
La asesoría se ha convertido con el transcurso del
tiempo, en una herramienta de
trabajo sumamente útil en múltiples campos del
área de salud, de modo que se puede y debe efectuar con
personas aquejadas por diversas dolencias, como: diabetes, hipertensión,
colostomías, cirugía reconstructiva, etc.. Existen
entonces, algunas consideraciones por las cuales se debe emplear
en personas con infección por VIH o con SIDA como son :
1. Tendencia hacia la fatalidad. Tanto la
infección por VIH como el SIDA son situaciones
generadoras de conflictos o agresiones en
todos los campos del quehacer humano, ya que confrontan al
individuo con su finitud, lo que desencadena una serie de
amenazas de naturaleza interna al sujeto,
como: sentido de la vida, sentido del dolor y sufrimiento,
existencia de un ser superior, culpa, castigo, etc. Esto
constituye un duelo que debe ser elaborado de una manera
constructiva, de forma que le permita al ser, continuar su
proceso de crecimiento y
desarrollo .
Por otro lado, el paciente, su pareja y su familia,
deben llegar a lograr niveles de ajuste en todos los campos,
encontrando nuevas formas de expresión y de vida, cambios
que deben propender por ser adecuados y
significativos.
2. Ausencia de cura. En los albores del siglo
XXI, la ciencia médica se
encuentra abocada al mismo paradigma de nuestros
antecesores: se está en capacidad de curar muy pocas
enfermedades. Es por eso que
cobra vigencia el aforismo de los viejos maestros de la medicina: el médico cura muy
pocas veces, alivia algunas, pero acompaña siempre. Con esto
se quiere puntualizar que el hecho de ausencia de cura en la
infección por VIH, constituye en un factor de
desesperanza que podría contribuir negativamente en
el estado de salud posterior
del infectado y aún de su grupo social.
3.- Proceso infeccioso. Uno de los problemas que viven el
paciente, la familia y/o pareja y
equipos de salud, se relaciona con la naturaleza transmisible de la
enfermedad. Ello implica conflictos de la persona
consigo misma y potencialmente desarrollo de actitud derrotista y
estigmatizadora expresada potencialmente bajo la siguiente
postura: todo lo que tocaba el rey Midas, se volvía oro; yo
soy Sadim, todo lo que toco, lo infecto o lo
daño.
En la base de este tipo de idea se encuentra el hecho
que el acto de amor se transforma muchas
veces para el infectado, en acto de destrucción.
4.- Edad de la población mas
afectada. Los grupos etáreos mas afectados
son los que se encuentran entre los 15 a los 49 años
, , evidentemente uno de los momentos de mayor
productividad económica
en nuestro medio.
5.- Temores Personales y Sociales. Los temores,
la ansiedad y la depresión se han visto
claramente relacionados con la disminución de la respuesta
inmune7.En referencia a los temores sociales, existe
una doble vía:
- La primera de ellas es por parte del paciente hacia
el colectivo, relacionada con la presencia de discriminación, rechazo
y aislamiento. - En segundo lugar se tienen los temores del colectivo
hacia el paciente. Esta circunstancia se expresa, entre otras
cosas, como rechazo de la comunidad a la presencia de
sitios de tratamiento, intentos de destrucción de
viviendas de personas infectadas, entre otras.
6.- Información Errada,
Incompleta o Conflictiva. La desinformación en el campo
de la infección por VIH y el SIDA parece ser más la regla
que la excepción. Las fuentes de información
con que cuenta la población general son
básicamente los chismes cotidianos, chistes verdes y las
publicaciones amarillistas.
7.- Existen Múltiples Eventos Relacionados con la
Enfermedad que Pueden ser Prevenibles. En el curso de una
asesoría el miembro del equipo de salud puede detectar o
identificar situaciones que a corto plazo, vayan a generar
daño en el consultante o en su entorno.
8.- Atomización del Paciente. El desarrollo
de la tecnología, sumado al
conocimiento minucioso de
aspectos científicos, ha conducido a la aparición de
especialidades y subespecialidades; la consecuencia inmediata es
que el consultante comienza a ser visto como un agregado de
órganos, funciones y patologías. No
resulta extraño que un especialista formule un medicamento y
otro especialista que atiende al mismo paciente, lo considere
como contraindicado.
LA PERSONA DEL ASESOR Y SUS
CARACTERÍSTICAS
PRINCIPALES
La asesoría está inextricablemente unida al
cuidado de salud; es en ese sentido en el que todo profesional de
la salud que tiene pacientes a su cuidado es en realidad un
"asesor". Sin embargo, al tocar el tema de la asesoría, una
de las preguntas fundamentales que surge es: ¿Quién es
la persona que la efectúa?.
De manera tradicional, las intervenciones sobre un
paciente o consultante por parte del personal de salud que puedan
tener un efecto en la esfera mental o actitudinal, se dejan
del todo para que la hagan las personas con entrenamiento en psicoterapia o
los especialistas en psicología o
psiquiatría.
Dado que la asesoría no es, estrictamente
hablando, una forma de psicoterapia, los conocimientos
necesarios de salud mental son los que se
imparten en cualquier programa de formación
universitaria en ciencias de la salud; las calificaciones para
enfrentar una asesoría se relacionan básicamente
con los siguientes campos:
- Conocimientos generales amplios y suficientes sobre
la infección y tener la capacidad de traducir todo ese
conocimiento a un lenguaje cotidiano,
comprensible y coloquial, elemento de gran importancia para el
establecimiento de un contacto empático. - Conocimientos sobre asesoría en infección
por VIH y el SIDA, específicamente hablando que no es un
acto empírico sino que se relaciona con técnicas específicas
de intervención, que pueden ser desarrolladas en el marco
de una actividad académica de aprendizaje y entrenamiento, a cargo de
personas con conocimiento y experiencia. - Características individuales especificas en
estructura psíquica y
relaciones interpersonales,
habiendo el asesor trabajado en sí mismo, conceptos
relacionados con sexualidad, elección de
pareja, muerte, dolor, sufrimiento,
sentido de la vida y de la muerte, de manera que
frente a estos temas su conflicto interno sea el menor
posible para no cargar al consultante con los conflictos
propios de él y con los del asesor.
Es esencial el contar con capacidad empática,
entendida esta como la capacidad de darse cuenta de los
sentimientos de otros. Necesita calidez y calidad humanas para enfrentar
una relación que exige involucrarse mas no
comprometerse.
- Abierto al diálogo y con
habilidades de comunicación. - Consistente consigo mismo en conocimientos y estilo
de vida. - Alto nivel ético pero con posibilidad de excluir
los juicios morales y de valor dentro de la
relación con el paciente. Es importante que en una
situación de asesoría, se parta de los valores y estructura ética del consultante, no
las del asesor. - Disposición voluntaria y deseo personal de
trabajar en éste campo. De lo contrario, esto no conduce
sino a malestar fuerte y daño serio en el trabajador de la
salud y en la persona asesorada, contribuyendo aún
más al desarrollo del Síndrome de Desgaste 8, 9,
10 y a la agresión potencial hacia el
consultante. - Posibilidades de trabajar en equipo y de dejar de
lado la autosuficiencia personal para recurrir a la acción
multidisciplinaria en el momento en que lo
requiera. - Competencia cultural11: quiere decir que
el asesor se encuentra en capacidad de comprender diversos
marcos culturales y subculturales, y que conoce, aunque
sea de forma superficial, los ritos, creencias, tradiciones,
hábitos, valores, etc., de
determinada cultura. Para lograr ser
competente culturalmente hay que transitar un camino
interior que le permita a la persona pasar desde los extremos
de la intolerancia característicos del genocidio,
racismo, fanatismo, ghetos
de aislamiento, prejuicios, hacia la búsqueda del desarrollo personal de tolerancia étnica y
conciencia cultural que
desemboquen en una adecuada competencia
cultural.
PRINCIPALES MOMENTOS EN LA
ASESORÍA Y SUS OBJETIVOS
Se ha dicho que la asesoría en la
infección por VIH y el SIDA es una intervención
longitudinal y no necesariamente transversal; sin
embargo, por lo que a la legislación colombiana respecta,
(Decreto 1543 de junio de 1.99712) se puntualizan dos
momentos de asesoría: pre-prueba y
post-prueba.
Este concepto pretende asegurar que la
decisión de realizarse una prueba presuntiva o
diagnóstica sea autónoma, voluntaria, consciente y
generadora de cambios comportamentales del posible infectado o
del no infectado que necesita mantenerse en ese estado.
Comprendiendo el interés del legislador, se
considera que existe un tercer momento que no puede ser
descartado durante el proceso: asesoría de
seguimiento.
Asesoría Pre-test
Cuando se habla de una asesoría pre-test, en realidad no se pretende
decir una sino que podría ocurrir que se trate
de varias sesiones para lograr el cumplimiento de los
objetivos
propuestos.
La asesoría pre-test responde a tres objetivos
básicos:
- Asegurarse que la decisión de la prueba de
laboratorio se basa en el
conocimiento de las implicaciones personales,
médicas, laborales y sociales que pueden derivarse de la
misma. - Brindar preparación para un posible resultado
positivo. - Suministrar información para disminuir el
riesgo de infección, en
el caso de un resultado consistentemente negativo, lo cual
implica una búsqueda de cambio de actitud en el
consultante. - Conocer lo mas ampliamente posible al paciente en
cuanto a su información respecto a la infección por
VIH y el SIDA y sus respuestas frente a los conflictos y
crisis previas.
Los puntos a tratar en una asesoría pre-test son
independientes de si la solicitud de la prueba de anticuerpos
para VIH ha sido prescriptiva o voluntaria, es decir, si
ha sido por indicación médica o por solicitud personal.
A pesar de las diferencias entre cada uno de los pacientes y
entre cada sesión de asesoría, en términos
generales, en la sesión inicial deben considerarse los
siguientes puntos:
- Dentro de las limitaciones de tiempo asociadas con
"rendimientos de consulta" de cada institución, se
deberá tomar el tiempo necesario para entablar una
comunicación humana con
el paciente. - Discutir los elementos de confidencialidad y su
significado. - Investigar las motivaciones del paciente para la
consulta y/o la prueba (si es voluntaria), o informar las
razones que tiene el equipo de salud para haber solicitado una
prueba (si es prescriptiva)13. - Brindar información sobre lo que es la
prueba y sobre lo que no es la prueba. - Explorar los conocimientos que tiene el paciente
acerca de la enfermedad. Aclarar o suministrar la
información básica y necesaria en ese momento, sobre
la infección o el síndrome. Utilizar lenguaje claro, cotidiano,
comprensible, y llano para el paciente. Emplear ejemplos de la
vida diaria o de otras enfermedades conocidas por el
paciente. - Explicar el período de "ventana
inmunológica" u "horizonte inmunológico" y su
significado. - Explorar las consecuencias que para el paciente
tendría el estar infectado por el VIH no solamente desde
su visión como asesor sino también desde la óptica del paciente, al
igual que las implicaciones de un resultado (+) en la vida de
pareja, relación sexual, vida laboral, social y seguimiento
médico. - Explicar los beneficios de la prueba bajo las
circunstancias propias del paciente. - Establecer y reforzar el conocimiento que tiene el
paciente sobre transmisión y prevención y estimular
los comportamientos de sexualidad segura del
consultante. - No dar nada por sobreentendido. Asegurarse que
el paciente entiende el significado de cada una de sus
expresiones y que está comprendiendo lo que se le
expresa. - Explorar las posibles reacciones psicológicas
adversas por parte del paciente en caso de un resultado (+) y
plantear estrategias para poderles hacer
frente, si se llegara a dar la situación. - Identificar las conductas de riesgo del paciente. Buscar
opciones de cambio frente a las mismas
(que no es lo mismo que pretender modificar su orientación
sexual, lo cual, en ningún momento, constituye una meta
para la asesoría). Recuerde que en prevención ya es
valioso el hecho de disminuir el riesgo, sin pretender bajarlo
a "0", probablemente eso es utópico. - Identificar la red de apoyo social (familiar, laboral,
afectiva) con que cuenta el paciente y a la que se pudiera
recurrir en caso de respuestas adversas. - Hacer arreglos para la cita de entrega de resultados,
explicar al paciente el lugar, la hora y quien lo
atenderá, en cuyo caso, debe suministrarse nombre y
función del trabajador
dentro del equipo. Informar que sea cual sea el resultado de
prueba, se tendrá otra entrevista de
asesoría.
No olvidar que durante una sesión de asesoría
pueden distinguirse dos momentos diferentes: uno de
exploración y uno de información.
Estos momentos no son consecutivos sino que se dan de
manera alterna, de acuerdo al objetivo; cuando se tengan
momentos de exploración, el paciente habla. Se debe
escuchar activamente; la única intervención del
asesor en ese momento, será para pedir aclaración de lo
manifestado por el paciente, abriendo el espacio de
comunicación.
Por el contrario en los momentos de información, es
el asesor quien habla, permitiendo, eso si, la interrupción
por parte del paciente.
No deberá pretenderse que todos los pacientes luego
de una sesión de asesoría lleguen a una prueba de
anticuerpos para VIH; si se considera que el consultante no esta
en condiciones psicológicas para recibir un resultado (+) ya
que este pudiera conducir a unas severas reacciones de crisis, deberá diferirse
la solicitud de prueba mientras se remite al paciente a un
trabajador de salud mental que efectúe la psicoterapia
conducente a minimizar el riesgo de crisis.
Deben realizarse las asesorías pre-test que
requiera el paciente, hasta que se considere que el riesgo de
daño psicológico serio, es mínimo. Así por
ejemplo si el paciente comenta: "me suicidaría si la prueba
fuera (+)", no deberá solicitarse hasta haber trabajado ese
aspecto. Si el asesor considera que no tiene las herramientas para intervenir
sobre este u otros puntos difíciles ("mato a quien me lo
prendió"),será importante solicitar interconsulta con
el personal del equipo multidisciplinario capacitado para su
intervención.
Asesoría Post-test
En esta se deben considerar dos posibilidades: cuando el
resultado de la prueba es negativo y cuando es
positivo.
Cuando el resultado de la prueba de anticuerpos para VIH
es negativo, se hace indispensable hacer de todas formas
una asesoría. Esto se basa en que posiblemente el paciente,
en el curso de la asesoría pre-test podía estar muy
tenso, con lo cual, parte de la información que se
suministró no se fijó en la memoria. En éste
momento la asesoría cumple con los siguientes
objetivos:
- Dar el resultado.
- Discutir el significado del resultado
- Buscar un cambio de en las conductas de riesgo
preexistentes.
Algunas de las acciones que son posibles de
emprender en este momento se relacionan con:
- Verificar lo que el paciente entiende por este
resultado.
- Trabajar la falsa sensación de seguridad que se tiene
cuando se recibe un resultado (-).
- Reforzar nueva y completamente la información
sobre sexualidad segura.
- Si es conducente, hablar y trabajar la importancia de
pruebas alternas o sucesivas.
Dar un resultado (+) es difícil; es posible
que el asesor trate de presentarlo con rodeos para hacerlo
aceptable. Sin embargo, suele ser inaceptable para el paciente,
de manera que no existe la forma de convertirlo en "aceptable";
si se trata de presentarlo así, el paciente puede concluir
que si ni siquiera el terapeuta puede enfrentarlo ¿cómo
hará él?. Por lo tanto el resultado se debe dar
claramente, sin rodeos, pero sin brusquedad.
Antes de iniciar la asesoría post-test con
resultado (+) se deben tener presentes los objetivos de
trabajo:
- Dar el resultado.
- Hacer frente a la posible crisis.
- Evaluar la necesidad de pruebas
subsiguientes. - Dejar establecido el vinculo entre el equipo de
trabajo y el paciente.
Para lograr los objetivos propuestos es importante tener
en cuenta los siguientes puntos:
El asesor debe estar disponible para suministrar el
resultado, es decir que no se puede, sin lesionar al paciente,
dar un resultado "de afán" y citarlo para otro día. Hay
que tener en cuenta que no es fácil estandarizar un tiempo
para esta intervención. En realidad se parte de la base que
se conoce la hora de inicio de una asesoría para resultado
(+), pero se desconoce el tiempo de duración de la
misma.
Las dificultades que se le plantean al paciente ante su
resultado, no pueden ser resueltas todas en el curso de una
única consulta. Ayuda jerarquizar las dificultades de
forma que se puedan enfrentar y colaborar en la búsqueda de
soluciones de las más
apremiantes. De acuerdo a la matriz de urgente e
importante, califique lo que se observa en el paciente
así:
– Urgente
– Urgente e importante
– Importante
– No importante
En ese mismo orden se trabajará y al final de cada
sesión se volverá a calificar los nuevos y viejos
aspectos planteados por el paciente, lo que le permitirá al
asesor definir cual será su siguiente punto y los objetivos
que se propondrá alcanzar en la próxima
asesoría.
Es importante recordar que bajo el estado inicial de shock,
parte de la información suministrada no se asimila, por lo
que se deberá volver sobre ella en sesiones
futuras.
Los puntos que pueden ser tratados en la asesoría
post-test a paciente (+) son:
- Entregar el resultado.
- Revisar lo que el paciente entiende por
éste. - Discutir el significado que para el paciente tiene lo
relativo a:
* Ausencia de cura y posible fatalidad del
proceso.
* Transmisibilidad
* Pronóstico.
Es fundamental recordar que se trata de preparar al
paciente PARA LA VIDA y no para la muerte, ya que aunque
potencialmente fatal, es una enfermedad crónica.
Parafraseando a Hervé Guibert14, persona con
SIDA:
" Se trata de una enfermedad que da tiempo para
morir y que da tiempo a la muerte para vivir, tiempo
para descubrir el tiempo, y para descubrir por fin… la
Vida."
4. Identificar la preocupación inmediata del
paciente, atendiendo cuidadosamente a lo que dice a
continuación de conocer el resultado.
5. Discutir a quién podría el paciente
decirle, qué, cómo y cuando.
6. Indagar lo que el paciente va ha hacer en las
próximas horas o días a fin de asegurar los recursos para la descarga de la
tensión psicológica, de manera constructiva y
adaptativa.
7. Investigar qué dificultades prevé el
paciente y las maneras de hacerles frente.
8. Preguntar directamente sobre la posibilidad
suicida.
9. Vigilar la respuesta afectiva del paciente ante la
información que se le dio para prever
consecuencias.
9. Aclarar a quién va a buscar el paciente para
compañía o ayuda inmediata.
10. Asegurar que el paciente despeja dudas. Alentarlo
a que le haga preguntas sobre su condición de infectado
por VIH.
11. Fomentar el autocuidado hacia el futuro.
12. Asegurar que no se le dejará solo en el
futuro, que cuenta con un equipo empeñado en mantener su
calidad de vida. Esta
afirmación y otras aparentemente baladíes, configuran
gran parte de la alianza terapéutica futura y disminuyen
ciertas respuestas psicológicas o comportamentales
dañinas para el paciente, la familia o la sociedad. Enfatizar la
importancia de su seguimiento.
13. Informar sobre las personas de su institución
a las que el paciente puede acudir, si lo requiere.
14. Dar una nueva cita en un tiempo relativamente
corto.
Asesoría de Seguimiento
Los objetivos de esta asesoría, son 15
:
- Hablar al paciente.
- Crear un medio de comunicación libre de
crítica. - Afrontar las dificultades que se vayan
presentando. - En caso de recibir el paciente terapia
antirretroviral asegurar la adherencia al
tratamiento.
Algunas recomendaciones de trabajo en este momento de
asesoría se relacionan con:
1. Escuchar lo que dice y notar lo que no se dice. Es
importante estar atento al lenguaje verbal y extraverbal usado
por el paciente.
2. Identificar preocupaciones mediatas e inmediatas y
ayudar al paciente en el manejo de estas; es deber del asesor,
como ya se ha dicho, trabajar desde el punto de vista del
paciente, ayudándolo a encontrar respuestas adaptativas
para su momento de crisis. Recordar que se debe partir de
hechos concretos y no de supuestos, ya que estos últimos
inhiben la discusión libre y la exploración de la
verdadera naturaleza de las preocupaciones del
consultante.
- Suministrar la información que se requiera
acerca de la infección por VIH, de manera completa y
suficiente. El desconocimiento de la realidad trae unas
consecuencias individuales y colectivas más serias que el
enfrentarse a la verdad, por más dura que ésta sea.
El consultante tiene el derecho de conocer lo relativo a su
condición en todos los aspectos de su vida.
Eso sí, tal información deberá ser
suministrada de manera cuidadosa y en el momento oportuno. Es
aquí en donde reside el arte del asesor.
Existen sin embargo aspectos de información en
los que no se puede comprometer el equipo de trabajo, pues de
la enfermedad hay mucho por comprender y tanto el paciente como
el asesor deben conocer las limitaciones del saber
científico actual y aprender a manejar esa incertidumbre
que puede ser generadora de ansiedades para el terapeuta, el o
la paciente, la pareja y la familia.
- Valorar el impacto psicológico y emocional que las
preocupaciones actuales tienen en el paciente. Aunque el
asesor no sea un especialista en alguno de los campos de la
salud mental, debe siempre estar atento a las reacciones
psicológicas actuales y a las potenciales que el
paciente pueda desarrollar en el futuro. Aquí cobra una
gran importancia el trabajo en equipo
multidisciplinario, sobre el cual el asesor debe apoyarse.
Hay que reconocer que todos los miembros del equipo no poseen
las mismas habilidades para medir éste impacto, por lo
tanto, la comunicación y
discusión permanente dentro del equipo de las
situaciones de cada uno de los pacientes, reforzará al
asesor en su trabajo y manejo de la situación,
permitiéndole una intervención adecuada en el campo
de las situaciones psicosociales que el paciente
enfrenta.El asesor debe estar atento a la aparición de
signos y síntomas de esta condición ya que ellos
impiden o dificultan la consecución de las metas
propuestas en la asesoría, al comprometer la capacidad
de juicio, raciocinio y comprensión del paciente. La
demencia debe ser reconocida de manera temprana pues existen
alternativas terapéuticas para éste grupo de pacientes, las
cuales deben implementarse a la mayor brevedad
posible.Por otro lado, la enfermedad por sí misma, o la
posibilidad del diagnóstico pueden reactivar
patologías mentales preexistentes, las cuales deben
recibir una inmediata atención por parte
del equipo multidisciplinario, con miras a proteger al
individuo y/o al grupo social. Es deber del asesor la
detección temprana y eficiente de éstas condiciones
para poder hacer una referencia
oportuna al especialista adecuado. - Valorar el comportamiento del
paciente en busca de déficits neurológicos o
manifestaciones psiquiatras propias de la infección por
VIH o el SIDA. Uno de los problemas de ésta
patología es su tendencia a atacar tempranamente el SNC
(destrucción de la glía e infecciones cerebrales)
produciendo una encefalopatía progresiva que se traduce
en sintomatología de carácter demencial de
variada intensidad 16.El paciente se torna dependiente y manipulador de
los terapeutas. Tiende a evitar sus responsabilidades,
incluso en el papel que
desempeñó en su infección, ya que se encuentra
con frecuencia la tendencia de atribuírsela a otros: "Me
prendieron el SIDA". No, no se lo "prendieron"; el paciente
se colocó en circunstancias de riesgo para que lo
infectaran, a sabiendas o no. De la misma manera pretende que
el equipo de salud conduzca su vida a partir del
descubrimiento de su condición de
seropositividad.Forma pues parte importante de la asesoría, la
necesidad que el paciente reasuma el control de su vida, de su
tratamiento, de su autocuidado y obviamente, de las conductas
de riesgo en las que pueda incurrir en el futuro.El reasumir el control de la existencia tiene la
consecuencia comunitaria inaplazable de que el paciente no
necesite "policías" externos para evitar la
dispersión de la epidemia y/o la reinfección
personal, sino que éstos mecanismos de control puedan
ser establecidos desde el interior de su propia
persona. - Alentar y ayudar al paciente a tomar sus propias
decisiones, basado en todos los hechos posibles y alentarle a
manejar su propia vida, hasta donde las circunstancias lo
permitan. Uno de los mayores inconvenientes observados que se
presenta en el marco de la asesoría, es la tendencia por
parte del paciente a no asumir sus propias responsabilidades o
el manejo de su vida. - Identificar los mecanismos y vías de
actuación que el consultante ha tenido en el pasado, para
hacerle frente a los problemas. No es raro que el consultante
haya manejado vías ineficaces o desadaptativas de
solución de conflictos en su vida anterior.
ELEMENTOS CENTRALES DEL
PROCESO
Una de las cosas de las cuales se habla poco se
relaciona con el espacio físicoen el que se realiza
la asesoría. Si se "construye" un marco adecuado,
resultará un tanto más fácil la intervención.
No resulta conveniente lanzarse a esa actividad por ejemplo en
una sala de hospitalización en la que hay 7 personas
más. Debe buscarse un sitio que permita una
conversación confidencial y libre de interrupciones, para
que el paciente pueda descargar sus sentimientos sin que las
personas se "asusten" por el llanto, los gritos, la inquietud
ansiosa, el pasmo, etc.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta los siguientes
puntos:
- Fijarse en cada sesión de asesoría,
objetivos pequeños, limitados y alcanzables. Los objetivos
muy grandes pueden no ser logrados, con la desesperanza que
esto trae para el paciente y los asesores.
- El asesor maneja la sesión. Es quien da comienzo
y final, define sus propósitos y guía la
conversación. Al final de la sesión el paciente
deberá estar en capacidad de sentir que ha tenido la
oportunidad de hablar, explorar sus preocupaciones y contar con
estrategias de manejo para
algunas de ellas.
- Documentarse continuamente incluyendo materiales de lectura y referencia que le
permitan revisar las sesiones previas. Los problemas de las
personas cambian y se modifican, por esta razón es
importante que se identifique:
a. La mayor preocupación de su paciente
b. El estado mental
- Qué requerimientos existen frente a otros
recursos disponibles
- Ayudar al paciente a ver sus problemas en forma
diferente. El asesor puede ayudar al paciente a manejar su
enfermedad y no a que ella lo maneje, por lo que se convierte
en un reto para el asesor el lograr que el paciente se vea a
sí mismo y a su enfermedad de forma diferente.
- Trabajar en la disminución de la ansiedad a
proporciones manejables y que no inunden al paciente; de esta
manera se facilita la toma de decisiones adecuada y
adaptada. La ayuda puede venir a través del desarrollo de
planeación para superar
sus dificultades.
- Evadir la dependencia y la tentación de resolver
los problemas de los pacientes. Son ellos mismos los que deben
tener las riendas de su vida y tratar de encarar sus problemas,
evitando de ese modo los sentimientos de inutilidad y rabia del
paciente.
- Tener clara la manera cómo el paciente ha
enfrentado situaciones críticas en el pasado ya que esas
maneras pueden configurar un estilo de enfrentamiento
desadaptativo y estable.
- Permitir que el paciente maneje la
negación como mecanismo de defensa, bajo la premisa
de sus propias circunstancias. Si ella es de una naturaleza
patológica, remitir a salud mental. De igual manera hay
que actuar en el caso de un estado depresivo importante, de
ansiedad fuerte o de verbalizaciones suicidas o
heteroagresivas.
- Establecer límites de lo que se
logrará en las sesiones, de lo que puede o no puede
esperar el paciente y de hasta dónde llegará su
intervención como asesor.
- Las sesiones deben tener una continuidad y frecuencia
adecuada. No se logran cambios o modificaciones
comportamentales si la frecuencia de reuniones es muy
baja.
- Evitar el plantear cosas desde una seguridad
absoluta. El equipo de salud y los pacientes deben aprender
a manejar ciertas incertidumbres en relación con la
enfermedad y su proceso.
- Compartir responsabilidades con los otros miembros
del equipo o con otros especialistas de la
región.
Los puntos anteriores únicamente representan
sugerencias (una especie de "manual de vuelo de
asesoría") que a los autores les han resultado útiles
en el desarrollo del trabajo y por lo tanto es un resumen de la
experiencia aunada con la lectura de otros
autores.
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VIH/SIDA. ONUSIDA. El Informe del ONUSIDA.
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Thomas W. Netter. Cambridge; Harvard University Press,
1.992
En los principios de la epidemia, la
asesoría en infección por VIH y el SIDA, empezó
siendo como una de las pocas alternativas de intervención en
el tratamiento de las personas infectadas. Con el transcurso del
tiempo se convirtió en una de las herramientas más
útiles para disminuir el impacto individual y familiar a
nivel psicosocial. En el presente articulo se discuten con base
en la literatura y en la experiencia
personal de los autores, las diferencias existentes entre
asesoría, consejería y psicoterapia. Se plantean
lineamientos básicos generales en la relación con la
utilidad del procedimiento, los tres momentos
fundamentales de la asesoría a la persona infectada o con
SIDA y se enuncian las características de la persona del
asesor.
SUMMARY
In the principles of the epidemic, the counselling in
infection for HIV and the AIDS, began being like one of the few
intervention alternatives in the treatment of infected people.
With the course of the time it became one of the most useful
tools to diminish the individual and family impact to the
psychosocial level. In this articule are discussed with base in
the literature and in the personal experience of the authors, the
differences among counselling and psychotherapy. The autors argue
about general basic lineaments in the relationship with the
utility of the procedure, the three fundamental moments of the
counselling to the infected person or with AIDS and the
characteristics of the adviser's person are
enunciated.
Consejería; asesoría en la infección por
VIH y el SIDA; asesoría pre-test; asesoría post-test;
asesoría de seguimiento.
Autor:
Gloria Victoria Bernal Barrera
globernal[arroba]multi.net.co
y
Alvaro Fernández Mejía
alvarof51[arroba]hotmail.com