1.
Introducción
2. La novela universal
3. Clases de novela
4. Algunos autores
representativos de la novela
5.
Conclusiones
6.
Bibliografía
En este trabajo se presenta la novela como
genero
narrativo, que muestra en ella
diversos relatos que se pueden desarrollar en el presente, en el
pasado o en el futuro, esta también presenta temas de
aventuras, romances, aspectos de la vida humana entre otros
debido a esta cantidad de temas se puede clasificar la novela en
diferentes tipos, bucólica, satírica,
psicológica, sentimental, policiaca etc.
El presente trabajo lo elabore teniendo en cuenta el concepto de
novela, sus
características, evolución y temática, investigando
minuciosamente a cerca de esta.
También por medio de este trabajo pondré en
practica las normas del
ICONTEC que en un futuro necesitare poner en practica.
Características, temática
Termino procedente del italiano novella (derivado a su vez del
latín nova: noticias) con el que se denomina en aquel
idioma un relato de ficción intermedio entre el cuento y
él romanzo o narración extensa. La palabra "novela"
que en el castellano del
siglo del oro mantuvo su acepción original de relato breve
(en este sentido la utiliza Cervantes en el titulo de sus
Novelas
Ejemplares), posteriormente servirá para designar la
narración extensa (correspondiente al italiano romanzo y
al francés roman), mientras que el relato breve
será denominado novela corta.
Dada la gran diversidad de modelos que
presenta la mencionada narración extensa a lo largo de la
historia, es
difícil elaborar una definición precisa y
omnicomprensiva de la novela. Esta dificultad se incrementa por
el hecho de su confluencia (o asimilación de elementos y
técnicas) con otros géneros como la
epopeya, la lírica, el drama. Esta diversidad de modelos y
confluencia de géneros hace comprensible el hecho de la
multiplicidad de definiciones ofrecidas por autores y
críticos sobre la novela.
Una posible aproximación de la definición de novela
seria entonces que es el resultado de la evolución de la poesía
épica, evolución impuesta por la vida moderna que
se ha desinteresado de los grandes relatos heroicos en verso, y
desea, en cambio conocer
aspectos de la vida real, resaltados de una manera más
sencilla. Es fundamental, pues para la narración de la
acción o serie de episodios que se suceden a través
del tiempo.
Actualmente se han mezclado a la novela tantos elementos
subjetivos (líricos) y dramáticos que le han
impreso un acento propio, profundo y personalísimo. Además, la novela es
el genero
literario que más cantidad de elementos
psicológicos ha absorbido. Toda novela se nutre de la hora
histórica en que nace, y la refleja con mayor o menor
exactitud.
Evolución histórica
Las primeras muestras conocidas de novela se producen en Grecia y
Roma entre los
siglos II a de C y III d de C. se han clasificado en cuatro tipos
básicos: novelas de viaje
fabuloso, novelas amorosas, novelas satíricas y novelas
bizantinas o de reencuentro. El esquema en estas novelas griegas
es similar en muchas de ellas: encuentro de una pareja de
jóvenes (enamoramiento, boda, fuga), separación (en
un viaje arriesgado a causa de naufragios y piratas), reencuentro
de los enamorados (que han sido fieles a pesar de las
dificultades) y final feliz. En estas novelas están ya
diseñados los componentes básicos del genero
(espacio, tiempo,
personajes, ambientes, diálogos, etc.), y en sus autores
hay conciencia clara
de del cometido del mismo.
La narrativa medieval ofrece junto a relatos de novela corta,
nuevos modelos de narración extensa, como la novela
caballeresca y la sentimental.
En el Siglo de Oro, aparte de la novela caballeresca y
sentimental que siguen captando el interés de
los lectores surge la novela pastoril, la novela picaresca, que
se ve notablemente influenciada por la reedición de el
asno de oro, de Apuyelo y por obras de Luciano, que inciden
también en la narrativa de Rabelais (Garantúa y
Pantagruel), y la novela morisca, restringida a España
(Historia del
Abencerraje y de la hermosa Jarifa). También surgen los
anatemas de Melchor Cano, Luis de Granada y Arias Montano contra
la perniciosa influencia de las novelas caballerescas en
jóvenes y mujeres. Partiendo de esta realidad, Cervantes
con su parodia de los libros
caballerescos va a crear la novela moderna, superando las
deficiencias del modelo
parodiado, con una estructura
episódica, según un propósito fijo
premeditadamente unitario y de acuerdo con el principio de la
"consonancia" y "verosimilitud".
En el siglo XVIII nace en Francia la
novela de análisis psicológico y de critica de
valores
religiosos y morales de tipo tradicional (Cándido de
Voltaire;
Justina de Sade), en concordancia con lo que sucede en la gran
novela inglesa de la época (Viajes de
Gulliver de J. Swift El Vicario de Wakefield Robinson
Crusoe de Daniel Defoe), mientras en España
apenas hay muestras del genero y son de escaso valor: Fray
Gerundio, del P. Isla; Eusebio, de P Montengón, etc. A
finales de siglo aparecen unas novelas cargadas de un
sentimentalismo melancólico que preanuncian la
sensibilidad de romántica: Obras de S. Richardson
(Pamela), B. de Saint Pierre (Pablo y Virginia), Goethe
(Werther).
En el siglo XIX aparece una multiuniforme y rica producción de novelas a partir del romanticismo:
novela histórica, psicologica, poetica, social. Pero es
con el realismo y
naturalismo cuando se logra una perfección técnica,
desconocida desde Cervantes y una creación de personajes y
mundos de ficción de una gran complejidad en autores como:
G. Flaurbert, H. Balzac, Stendhal, E. Zola, B. Pérez
Galdos, Clarin, Ch. Dickens, L. Tolsti, F. Dostoievski, etc.
En el siglo XX se desarrolla una profunda transformación
en las técnicas
narrativas relacionadas con el tratamiento de la secuencia
temporal, la ruptura del orden interno de la fábula, los
análisis de los distintos estados y
estratos de la conciencia y del
inconsciente, el entrecruzamiento de diversos niveles de lenguaje, el
uso de técnicas procedentes del cine
(yuxtaposiciones, acumulación, narración en
paralelo, flash-back,
etc.), de la estructura
musical, etc. Los grandes propulsores de esta
transformación han sido: J. Joyce, W. Faulkner, M. Proust,
F. Kafka, V. Woolf, J. Cortazar.
Los grandes temas de la novela
En la actualidad se considera la novela como el genero mayor de
la narrativa. La novela se ha transformado, en el curso de los
últimos siglos, sobre todo a partir del siglo XIX, en la
forma de expresión literaria más importante y
más compleja de los tiempos modernos. Esto debido a que se
ha ampliado continuamente el dominio de su
temática, interesándose por la sicología,
por los conflictos
sociales y políticos y ensayando nuevas técnicas
narrativas y estilísticas. Así pues, la novela se
ha convertido en la actualidad en el estudio del alma humana y de
las relaciones sociales, en reflexión filosófica,
en reportaje, o en testimonio polémico.
Por ello el tema constituye un elemento fundamental de la
estructura de la novela.
En el siguiente cuadro se muestra
claramente algunos autores representativos de la novela con el
correspondiente tema que trata en sus novelas
Autores | Temas |
Con Cervantes (1547-1616) | La aventura |
Con Samuel Richardson (1689-1761) | El interior del hombre |
Con Laurence Sterne (1713-1768) y Denis Diderot (1713-1784) | El juego |
Con Honorato Balzac (1799-1850) | El hombre |
Con Flaubert (1821-1880) | Lo cotidiano |
Con León Tolsti (1828-1910) | Lo irracional del hombre |
Con Marcel Proust (1871-1922) | El tiempo pasado |
Con Thomas Mann (1875-1955) | Los mitos |
Con James Joyce (1882-1941) | El tiempo presente |
Con Franz | La fusión de sueño y |
Con Robert Musil (1880-1942) y Hermann Broch (1886-1951) | La novela como síntesis intelectual |
Novela bucólica
Llamada también pastoril. Escrita con tono de sencillez e
inspiración casta. En ella se idealizan personajes y
ambiente.
Longo (griego), en el siglo III d de C. escribió dafnis y
Cloe, que es el modelo de
estas novelas en las cuales se describen los tiernos amores de
dos pastores que viven en una naturaleza
benigna y suave.
Novela bizantina
Tipo de novela que surge en el periodo Alejandrino de la literatura griega,
caracterizada por la acumulación inverosímil de
aventuras y episodios, viajes y
naufragios, hallazgos y desapariciones. Cervantes cultivo este
genero en su obra Trabajo de Perciles y Segismunda.
Novela satírica
Debemos a la antigüedad clásica el modelo de la
novela satírica. En Roma, Petronio,
el famoso arbitro de la elegancia, contemporáneo de
Nerón, describe en su novela Satiricón los
más íntimos detalles de la corrompida sociedad
romana.
Novela picaresca
Refiere la vida pintoresca de los truhanes, hampones,
tahúres, vagabundos, en una palabra: pícaros.
Algunos críticos dicen que este tipo de novela
surgió como una energética reacción del
espíritu español
realista contra el falso idealismo
caballeresco pastoril. Otros afirman que nació de una
sociedad en la
que se habían multiplicado los vagos y los desocupados.
Estas novelas abundan en España en los siglos XVI y XVII.
En ellas el pícaro, al narrar su propia vida, se venga de
los poderosos que lo han maltratado y despreciado, contando sus
defectos y sus debilidades, por eso estas novelas son
autobiográficas y satíricas. Sobresalieron en este
genero: la obra "Lazarillo de Tormes" sin autor reconocido;
Quevedo con "La Vida del Buscón"; Mateo Alemán con
"Guzmán de Alfarache".
Novela aventuras
Al personificarse los cantares de Gesta de la Edad Media,
dieron la novela de caballerías (de aventuras). Se
caracterizan por extensas narraciones cuyo protagonista es un
personaje que profesa el ideal caballeresco, es decir, que dedica
su existencia a la defensa de la justicia y al
amparo de los
débiles y desvalidos. De fines de Edad Media son
los primeros textos de la famosa novela Amadís de Gaula,
que en redacción que hoy se conoce data de los
primeros años del siglo XVI y aparece firmada por Garci
Ordoñez de Montalvo. Amadís, caballero sin miedo y
sin tacha, vence a sus enemigos, encomendándose a su amada
Oriana. Amadís y Oriana se han deshumanizado: son
arqueotipos, esquemas ideales. Representan al ser humano no como
es sino como debiera ser.
Novela gótica
Se cultivo en el siglo XVIII se caracteriza por el eclesiastismo
romántico y lo arquitectónico: ruinas, iglesias,
monasterios, etc. pertenece a un tipo de relatos de misterio y de
terror, cuya intriga se desarrolla en un viejo castillo
gótico, en el suceden acontecimientos extraños e
inquietantes. Elementos esenciales de esta novela son la
situación angustiosa del protagonista (una joven en grave
riesgo),
el amor y una
atmósfera
de misterio, potenciada por la intervención de seres
fantásticos o espeluznantes que provocan la ansiedad y el
terror. Algunas obras de este tipo de novela son: Longsword,
conde de Salisburry, de Thomas Leland.
Novela histórica
El relato novelesco que gusta de la sucesión de episodios
de tipo histórico es característico de la época
romántica. La novela histórica versa sobre
argumentos o temas reales, sucedidos en el pasado con respecto a
la época en que se escribe. Se dice que la mejor historia
de Roma esta en la
novela Quo Vadis de Enrique Sienkiewiez. Por la serie de novelas
históricas de Walter Scott pasa toda la historia de
Inglaterra
Medieval, por los Episodios Nacionales de Benito Pérez
Galdós, desfila la historia de España, con tanta
veracidad como la historia misma. Y es al italiano Alejandro
Manzoni a quien se debe su novela Los Novios, una de las primeras
y mejores exposiciones sobre la novela histórica a
mediados del siglo XIX.
Novela policiaca
Es un tipo de relato en el que se narra la historia de un crimen,
cuyo autor se desconoce y en el que, a través de un
procedimiento
racional, basado en la observación e indagación (llevada a
cabo, normalmente por un detective), se logra descubrir al
culpable o culpables.
En el desarrollo
posterior de este subgénero narrativo inaugurado por
Edgar Allan
Poe, se mantendrá en lo esencial, este esquema de
novela (crimen inexplicable a primera vista, investigación sobre el caso,
solución del mismo), la cual presenta como
característica más sobresaliente la técnica
del relato a la inversa, ya que empieza por el final de la
historia y se encamina hacia el inicio de la misma.
Entre los cultivadores más notables de la novela
policiaca, figuran los británicos: A. Conan Doyle creador
del detective privado Sherlock Holmes: Las aventuras de Sherlock
Holmes 1892, Agata Christie que configura al detective Hercules
Poirot: El misterioso caso de Styles, 1921, El asesinato de
Rogelio Ackroyd 1926.
Novela de observación
Bajo este nombre se agrupa una serie de tipos de novela
caracterizados por el análisis u observación de distintos aspectos de la
vida humana:
Novela sentimental
La iniciación plena de estas novelas corresponde al
romanticismo,
pero fueron los novelistas ingleses del siglo XVIII quienes
imprimieron este carácter a
la novela aun cuando exageran presentando asuntos excesivamente
tiernos y lacrimosos: Samuel Richardson en sus obras Pamela y
Clarisa presenta un tema que gira entorno a las desgracias
amorosas de dos señoritas. El mismo tema sentimental tiene
la novela popular de Bernardino de Saint-Pierre, Pablo y
Virginia, que cuenta el amor de dos
niños
educados en plena naturaleza, en
una isla lejana.
En la novela romántica se exalta la naturaleza, el amor, la
ingenuidad, la pasión y la melancolía.
En la obra Werther de Goethe, surge un problema más agudo:
su protagonista se suicida al comprobar la imposibilidad de su
amor.
Novela psicológica
Describe sobre todo los conflictos
espirituales, es decir, psicológicos. Las reacciones
espirituales de los personajes, que son analizados
minuciosamente, bien siguiendo el hilo de sus pensamientos
(monólogos), o bien transcribiendo aquellos textos
–diarios íntimos, cartas (novela
epistolar), etc. – que se suponen escritos por dichos
personajes. Las primeras grandes novelas psicológicas se
deben al escritor ruso Dostoievsky y al francés
Stendhal.
La novela psicológica nos brinda abundantes ejemplos de
realismo
subjetivo. El escritor psicológico se desdobla. Tiene
frialdad para observar el panorama interior de sus
criaturas.
Novela de costumbres
La observación de la realidad da origen a la llamada
novela de costumbres. En estas se presentan conductas humanas de
personajes y tipos analizados en su contexto histórico y
entorno social, como representantes significativos de un grupo humano y
de su esquema de valores en el
marco de una sociedad concebida como totalidad. Entre las novelas
de costumbres hay algunas de gran valor como las
de Dickens, casi todas las novelas españolas de ese tipo y
muchas americanas como Don Segundo Sombra.
Novela realista y novela naturalista
La
observación de la vida conduce a un predominio cada vez
mayor de los elementos descriptivos que da lugar a la llamada
novela realista, muy en boga en la segunda mitad del siglo XIX.
Su modelo podría ser la Comedia Humana de Honorato de
Balzac.
La más extrema evolución de la novela realista
recibe el nombre de naturalismo. Su creador fue el francés
Emilio Zola (1840-1902), quien pretendía hacer de la
novela una observación científica y experimental de
la humanidad, hasta el extremo de que sus personajes solo se
mueven por impulsos fisiológicos. Con ello se consigue un
arte
descarnado y brutal. Con el naturalismo la literatura se puebla de
borrachos, de vagabundos, prostitutas, chusma, pueblo maloliente.
Tabernas, pocilgas, etc. son el escenario de las trifulcas,
palizas y amores sucesivos. No hay en el naturalismo
deformación grotesca sino copa fotográfica de una
triste realidad que no es toda la realidad.
Los escritores realistas abandonan los temas fantásticos y
extraordinarios de los románticos y trataron asuntos
basados en la realidad, hechos cotidianos ambientados en lugares
que el escritor conocía bien.
Novela biográfica
Es una modalidad de la nueva literatura. Esta revoluciona la
técnica de la biografía
histórica. Toma los grandes hombres o héroes como
seres corrientes y los lleva desde la cuna hasta la cima de la
gloria y luego hasta la tumba. Sus más calificados
representantes son: André Maurois, Stefan Zweig, Emil
Ludwing.
Novela de tesis
Es la que presenta conflictos o problemas de
orden: religiosos, políticos,
Sociales, etc. Florece especialmente en el ultimo tercio del
siglo pasado con
Pérez Galdos -obras de tesis social y
religiosa-, con Juan Valera –obras de tesis
psicológica-, y con Alarcón –obra de carácter
social-.
Es novela de tesis porque predomina la idea sobre la
acción y generalmente hay un propósito docente y
hasta polémico: el autor combate por sus ideas y mueve de
capricho sus personajes para llegar a resultados
preconcebidos.
Novela actual
La novela moderna asalta al lector como un conjunto de crisis de todo
orden. La jovialidad y lo agradable aparecen como algo anticuado.
Todas son novelas con problema. En muchas de ellas los hombres
son representados como monstruos asquerosos, vulgares, esclavos
atormentados y víctimas indefensas, negociantes
arribistas, mentirosos y libertinos. La búsqueda de el
sentido de la vida, es un problema para el personaje. El hombre,
víctima de la
administración del mundo, de los negocios,
amenazado por el átomo y
las crisis
económicas, las guerras,
arrojado en la maquinaria de un mundo casi totalmente trastocado
y tecnificado, se vuelve cada vez en su interior mas sin patria,
ese hombre común de hoy, ya no puede ser un hombre
armónico o un héroe ideal. Ni siquiera tiene
fuerzas para una gran pasión. Según los
sociólogos, cada vez queda menos de realidad originaria y
natural. Toda la actitud del
hombre moderno respecto a la fe, a la ciencia, al
sentimiento y a los valores se
ha desplazado, complicado y diferenciado.
En la novela tradicional había "héroes",
se llamaron: Crusoe, Werther, Raskolnikov, Karamasov, Ana
Karenina, etc. Los protagonistas de hoy son seres del
montón a menudo difíciles de comprender, incapaces
de todo lo elevado, aprisionados por las circunstancias y en
desacuerdo consigo mismos. El personaje de la novela moderna es
angustiado; es una criatura atormentada, en extremo disociada o
en extremo intelectual. Todo esto obedece a que el mundo
contemporáneo ha sufrido profundas transformaciones y
dolorosas experiencias: el maquinismo, la sociedad en masas, el
extraordinario desarrollo de
la técnica, las guerras
mundiales como la manifestación de crueldad colectiva, la
bomba atómica como riesgo de
autodestrucción universal, el terrible poder de la
propaganda y
los medios
estatales para influir sobre una comunidad, los
viajes a otros planetas etc.
Por todo esto, la novela de hoy no puede ser como la novela del
siglo XIX.
En la novela actual se busca una sinceridad absoluta, se parte
del hecho de que cada ser tiene en su vida su verdad
individual.
Una realidad oscura, contradictoria que constituye el tema de la
novela, exige ser expresada también en una forma oscura
desconcertante. De ahí la dificultad que muchas novelas de
hoy presentan para el lector medio. Este no recibe ya un mensaje
claramente expresado por medio de la introducción, el nudo y el desenlace, sino
que es impelido a penetrar en un laberinto sugestivo. La
presentación de los personajes y del escenario es
incompleta. Los personajes actúan muchas veces de manera
inconexa o contradictoria, tal como en la vida real.
En cuanto a la técnica y en relación con los
personajes, ellos se definen por sus palabras y por sus obras
mucho más que por la caracterización previa que
antes sé hacia. El tiempo y el espacio son imprecisos y a
veces se supone (Como en Kafka, por ejemplo), la apertura a mundo
de ensueño o simbólicos.
Tal vez la experiencia más importante en la novela de hoy,
es la que se suele llamar del "tiempo circular": el orden en
la lectura es
indiferente, se puede leer la novela por cualquier pagina. Esta
experiencia la han puesto en practica Joyce y algunos autores
franceses del "nouveau roman", ("nueva novela", un movimiento
literario que tuvo su apogeo a fines de 1950 en Francia).
En Hispanoamérica una novela muy característica de
esta técnica es La Muerte de
Artemio Cruz del mexicano Carlos Fuentes, en la
que hay gran desorden temporal.
En cuanto al simbolismo, este es fundamental en muchas novelas
importantes. Consiste en el siguiente planteamiento: existe una
"gran verdad" oculta que significa la solución a todos
nuestros problemas y es
ella, en suma, nuestra salvación. Novela simbólica
es la que intenta acercarse a esa gran verdad. Lo esencial en
estas obras es que además de su tema concreto,
ofrezcan resonancias universales, oscuros anuncios de situaciones
vitales básicas. Las obras de Kafka son simbólicas
porque el hombre
actual ve reflejadas en ellas, por debajo de la trama concreta,
un aspecto de su limitada condición. Por ejemplo: en El
Castillo hay una referencia a la vida humana como búsqueda
de algo que no logramos alcanzar; en La
Metamorfosis considera la soledad y la incomunicación
como integrantes de la condición humana
universal.
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