2. Felicidad Y Virtud
Para
Aristóteles, aunque la opinión
general coincide en que la felicidad constituye el "bien
supremo", a la hora de definirla cada uno manifiesta su punto de
vista. La felicidad del ser humano en la ciudad ("el animal
político") es colectiva. Es lo "que basta al hombre para
ser feliz". El bien es, pues, el fin último de nuestras
acciones y
consiste en "una actividad del alma en consonancia con la
virtud".
Aristóteles exponía que lo propio del ser
humano, su función
natural, es "una cierta vida práctica de la parte racional
del alma" a la que se refieren las virtudes intelectuales (como
la prudencia y la sabiduría) adquiridas por el aprendizaje y
la experiencia. La otra parte, la de los apetitos del alma, se
somete a las razones de la primera: son las virtudes morales
(valentía, moderación y justicia, por
ejemplo) adquiridas por el hábito y vinculadas a ella. La
virtud es el hábito de "decidir preferentemente […] un
justo medio, relativo a nosotros y determinado racionalmente como
lo haría el hombre
prudente". El deseo de lograr nuestros fines es lo que establece
nuestro razonamiento.
Del mismo modo, "el dominio de
sí mismo" frente a las pasiones (sensaciones y emociones) forma
parte de la virtud para alcanzar el "justo medio" (por ejemplo,
el valor es un
"justo medio" entre la cobardía y la temeridad). De esta
forma, Aristóteles evoca la justicia, que
es "una cualidad moral que
obliga a los seres humanos a practicar cosas justas". Los
derechos,
diferentes según el país, dependen de la voluntad
de los seres humanos y de la forma de su gobierno, pero la
equidad es superior a la justicia que corrige.
Si la virtud depende de un acto voluntario, entonces la
prudencia se convierte en un criterio. Es tan necesaria, en la
búsqueda de la virtud, como la moderación y
la
educación de la parte del alma que alberga el deseo.
Alguien es inmoderado por ignorancia o por falta de dominio de
sí mismo, sobre todo frente al placer que todos buscamos,
al tiempo que
huimos del sufrimiento. El filósofo griego constata y
afirma que el placer es actividad y fin, y puede ser considerado
a su vez como el bien supremo.
Para Aristóteles, la amistad crea el
vínculo social, y la más auténtica es la que
se funda en la igualdad. Se
considera al amigo como otro uno-mismo y es porque nos amamos a
nosotros mismos por lo que podemos hacer el bien a nuestro
alrededor identificándonos con el prójimo. Si la
virtud lleva a la acción, el placer la consuma:
Aristóteles consigue así conciliar en la
acción las virtudes y el placer. Sin embargo, la felicidad
de los sabios se halla en otro lugar: en el placer puro que
ofrece la contemplación de lo divino y en la
búsqueda de la inmortalidad. Los demás se
limitarán a la política para vivir
bien en la ciudad.
Para encarar una verdadera formación integral se
impone como conocimiento
previo, el
conocimiento de sí mismo, tanto en lo temperamental
que es heredado, como de la utilización que el alma con
sus tres potencias: inteligencia,
conciencia y
voluntad racional, realiza para encausar dicho temperamento
nocional, en un continuo perfeccionamiento que solo termina con
la muerte.
Todo esto para potencia al
máximo la Formación integral, que debe abarcar lo
intelectual, los tres planos del conocimiento
humano: ciencia,
razón y revelación.
Esta visión coordinada del conocimiento, logradas con las
técnicas del SABER, donde predomina la
concentración, debe volcarse en un SABER-HACER, en el cual
predomina la ejercitación, hacia el SABER HACER-HACER,
donde predomina el ejercicio del carácter
para llegar al SABER SER: sentido ético moral de la
vida, por el cual viéndonos tal cual somos, luchemos por
ser mejores cada día, buscando gnoseológicamente el
bien de la humanidad, el cual está sumergida en
dificultades adversar, y que por lo expuesto anteriormente
debemos aunar las fuerzas para ir construyendo una Patria Libre y
Soberna, con valores
fundados en la Familia y
en la Sociedad
toda.
Brentano, Franz. Aristóteles. Barcelona:
Editorial Labor, 1983. Gran trabajo introductorio sobre
Aristóteles.
Heller, Agnes. Aristóteles y el mundo antiguo. Barcelona:
Península, 1983. Análisis de Aristóteles en
relación con el conjunto del mundo antiguo.
Jaeger, Werner. Aristóteles, bases para la historia de su desarrollo
intelectual. México, D.
F.: Fondo de Cultura
Económica, 1946. Clásico trabajo sobre el pensamiento de
Aristóteles.
Montoya, J. y Conill, J. Aristóteles: sabiduría y
felicidad. Madrid: Editorial Cincel,
1985. Interesante estudio sobre los principales conceptos del
sistema
aristotélico.
Ross, W. D. Aristóteles. Buenos Aires:
Editorial Sudamericana, 1957. Introducción a la vida, obra y pensamiento de
Aristóteles.
Apuntes Pesonales de Filosofía.
Trabajo realizado:
Lic. José Luis Dell'Ordine
Buenos Aires – Argentina
http://fundaciontm.ecomundro.com.ar
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |